Partida Rol por web

La ciudad de las cadenas (+18 años)

Creación e historia de Girac

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02/12/2009, 10:55
Girac

- Mientras Hextor no diga lo contrario, puede contar conmigo.

Respondo sonriente al mago, al fin y al cabo, yo no puedo interferir con el destino, después cojo la copa de vino blanco y la apuro a modo de brindis.

Exquisito.

- ¿Alguna otra cosa más estimado Kalim o podemos seguir la conversación donde la dejamos? - me dirijo a Kalin, pero mi mirada se ha quedado fija en Fátima - Así, quizás la señorita pueda contarnos algo sobre ella y dejar de ser tan desconocida y misteriosa para todos.

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02/12/2009, 13:14
Fatima Al-Semtha

- ¿Qué más necesitais saber de mi, maese Girac? - pregunta Fátima con una sonrisa fácil y agradable- Soy Fátima Al-Semtha, miembro de la ilustre casa de la Bestia Trémula, residente en la ciudad del Don de Hextor, y amiga de lord Haradra Al-Zarif quien me invitó a tomar una copa en este agradable lugar

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02/12/2009, 13:34
Girac

- Si me dejaría acompañarla de vuelta a casa cuando decida marcharse por ejemplo. Todo el tiempo es poco para disfrutar de su compañía. - mantengo la vista en sus ojos mientras retrocedo un poco apoyándome en la silla - ¿O quizás prefiera a lord Haradra o Kalim se presten a ello? Pero no se si tendrás otras cosas que hacer...

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02/12/2009, 17:40
Director

Notas de juego

Que buen momento para pedirte una tirada de diplomacia :D

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02/12/2009, 17:41
Girac
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Diplomacia
Resultado: 5(+6)=11

Notas de juego

Jajajaja sólo un 11 era de esperar que no me sonrieran los dados XD

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02/12/2009, 17:58
Fatima Al-Semtha

- Os agradezco vuestra amabilidad, pero... ¿qué pensaría de mi mi familia si llegase con un desconocido a mi hogar? Sería motivo de oprobio no sólo para mi, sino también para mi buen lord Haradra. Lamento no poder responder de otra manera. Sin embargo estoy segura que podremos volver a encontrarnos, ¿no os parece?

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02/12/2009, 18:12
Girac

- Cuando y donde querais. - contesto sonriente - Pero por lo menos cuándo Kalim sepa algo más, estoy seguro que usted será una parte importante de él.

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03/12/2009, 08:07
Director

La joven asiente y el mago se acerca a ti y te indica donde puedes localizarlo. Parece que reside en la mansión principal de su casa nobiliaria.

Hecho esto la reunión concluye.

El tabernero se acerca con la cuenta. 50 piezas de oro.

Notas de juego

Réstate el dinero. Y si te parece postea aquí la historia de la doma de la esclava y la vamos realizando en partida. Por ahora no intervendré (me parece bien como la estás llevando) pero me es más fácil tanto seguirla así, como intervenir si fuera preciso

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03/12/2009, 11:03
Girac

Creando una esclava, primer día.

Aún es una niña

Pensaba mientras la arrastraba por la Ciudad de las Cadenas haciendo honor a su nombre. La había comprado esa misma tarde como si se tratara de una inversión, pero cualquiera que la viera no podía pensar que había tirado el dinero en aquella mocosa cubierta de barro y pelo lacio por culpa de la suciedad. El vendedor parecía haberla llevado casi hasta la muerte por inanición y llevaba puestos unos harapos que ni un mendigo hubiera aceptado. Pero a pesar de todas las penurias que había sufrido, y sufriría, seguía teniendo un brillo de inocencia y astucia en los ojos que había pasado desapercibido por un idiota que habría pensado venderla para cualquier trabajo en las granjas. Cuando me dispuse a examinarla pude comprobar que salvo enfermedades o algún problema interno la niña se encontraba perfectamente para aprovecharla como era debido.
Al final terminé por llegar a casa, adverti a Rinoa que debía bañarla y darle algo de comer. Tras quitarle los grilletes permanecí observándolas durante todo el ritual con Zeylo ululando a mi lado deseando un poco de atención.

Sólo es una niña.

Volvía a pensar mientras una y otra vez mientras Rinoa la bañaba, le daba de comer y le preparaba una túnica con una vieja capa suya. Poseía un aire maternal durante todas aquellas labores, aunque ni una palabra salió de sus labios durante el proceso.
Ya aseada pude contemplarla mejor, un niña de unos ocho años, de ojos como el cielo y cabellos como el carbón, su piel estaba bronceada por el astro de fuego culpa de la caravana y la naturaleza inquieta de los niños. Me miraba con una mezcla de terror y agradecimiento que me hubiera hecho reir de no estar desempeñando ya mi papel.

- Dormirás con Rinoa y aprenderás las labores del hogar con ella.

Les ordené a ambas, obteniendo un asentimiento de la mayor y el autismo de la niña. Hubiera disfrutado riendo a carcajadas ante la situación, debería parecerle que yo era un monstuo y su salvador al mismo tiempo ¡y tendría toda la razón del mundo!.

Mejor que sea sólo una niña.

Segundo día.

Le había dejado habituarse a la casa, a Rinoa y a mi durante el resto del día de ayer, aunque no había dejado de observarla ni un instante hasta que terminé por irme a la cama. Pero hoy iba a resultar diferente.
Bajé a desayunar como de costumbre y pude ver como las dos estaban esperándome. Zeylo se encontraba apoyado en una silla mirando a la niña con curiosidad y apenas volvió la cabeza cuando me senté en la mesa. Desayuné con calma e hice que Rinoa subiera a la niña a mi habitación. La encontré en el mismo sitio donde mi esclava la había dejado, de pie a medio camino de la cama y mirando a la puerta.

- ¿Me entiendes? - le pregunté mientras cerraba la puerta pero no obtuve respuesta - ¿Me entiendes? - volví a preguntar en la lengua indigna y esta vez pudo comprobar que clavaba sus ojos en mí, así que decidí continuar con ese maldito idioma - Quiero que entiendas una cosa, ésta será la ultima vez que me oirás usar esta lengua en mi casa. Si por algún motivo debo pronunciar sus asquerosas palabras, te haré responsable y serás castigada ¿entendido?

- Si - respondió con la voz cargada de nerviosismo.

- Me alegro - afirmé aunque mi rostro no mostrase tal sentimiento - A partir de ahora te llamarás "Mañana", porque ese será tu objetivo, sobrevivir hasta mañana durante todos los días de tu existencia - ella asintió debilmente por lo que continué - Mi tarea consistirá en enseñarte cómo hacerlo, así que dame las gracias.

La niña volvió a asentir y se ganó un tortazo que la hizo terminar en el suelo. Sus ojos celestes empezarón a lagrimear aunque de su boca no salio ni un gemido, se cubría el lugar golpe con la mano, pero aún así pude ver como la piel se le volvía colorada.

- He dicho que me des las gracias. - le advertí.

- Gra... gra... gracias - consiguió articular.

- Así me gusta, a partir de ahora, cuando te ordene algo lo cumpliras inmediatamente ¿has entendido? - ella asintió añadiéndo un temeroso "Si" - Muy bien, ahora levántate - Mañana cumplió, lentamente, pero lo hizo así que yo me giré y abrí la puerta - Rinoa, súbeme un trapo húmedo - ordené en mi lengua materna y me volví otra vez hacia la niña - Ahora retira la mano de tu cara.

Le ordené en su lengua mientras la otra esclava ya se encontraba en la puerta con el trapo, lo cogí, cerré la puerta y me acerqué a la pequeña, poniéndole el trapo en la cara con suavidad y manteniéndolo ahí. Sus ojos brillaban por entre lágrimas.

- Quiero que te quede muy claro Mañana - le advertí mientras me arrodillaba para mirarla a pocos centímetros - Si cumples con mis órdenes, descubrirás que puedes gozar de muchas ventajas y que cumplir tu objetivo será mucho más fácil de lograr. De lo contrario, el infierno te parecerá el cielo comparado con tu existencia. - pude comprobar que tragaba saliba - Muy bien, ahora debes aprender a leer los deseos de tu amo para que cuándo éste los exprese no deba esperar - me incorporé dejando que ella misma sujetase el trapo - Te pondré un ejemplo, Rinoa sabe que me gusta desayunar nada más bajar de mi habitación, por ello se levanta mucho antes que yo y escucha atentamente para saber cuándo voy a bajar y tener todo preparado - Mañana me miraba atenta, ahora que sabía que su bienesta dependía de ello - Eso se consigue leyendo y conociendo a la gente. Te recomiendo que aprendas rápido a hacerlo, en especial conmigo dado que ahora soy tu amo. Cuando tengas tiempo libre, podrás abrir la ventana y aprender del resto del mundo. Eso te permitirá también aprender un idioma de verdad y no esta mierda que me obligas a usar. - abro la puerta y me mantengo junto a ella inexpresivo mientras le ordeno en la lengua digna de Nigerthia - Baja.

Mañana parece comprender de inmediato. Mejor para ella.

Tercer día

La había encontrado limpiando los alrededores del agarradero de Zeylo así que no me molesté en decirle nada y esperar al desayuno que Rinoa ya estaba colocando en frente mía. Cogí el cuchillo y lo clave en la mesa, colocándo mi brazo sobre el de la esclava para evitar que lo retirase, de no saber que lo hacía ayudar a la adaptación de la pequeña se lo hubiera clavado directamente. Pude notar como mantenía el brazo con la sartén inmóbiles mientras yo valoraba que hacer con el. Mañana miraba la escena con temor por la otra esclava.
Solté el cuchillo dejando una muesta bastante profunda en la mesa y permitiendo que Rinoa retirase rápidamente la extremidad. El silencio se mantenía incluso por el búho en aquellos momentos.

- Si descubro que le ordenas nada a Mañana - rompí el silencio mientras amenazaba con el puñal a Rinoa - Te cortaré la lengua y se la darás de comer ¿me he explicado bien?

- Si amo - se apresuró a contestar la esclava.

Partí un buen trozo de queso, un cacho de pan y empecé a comer mirando a Mañana que permanecía quieta, comprendiendo sólo que había amenazado a la mujer y ahora fijaba mi atención en ella. Tragué y ella seguía ahí, inmóbil. Bebí algo del fuerte vino que sólia usar para acompañar las comidas y Mañana permanecía igual, como si de una estatua se tratase.

- Al menos no eres idiota. Sigue con lo que estaba haciendo.

Le ordeno y vuelvo a prestar más atención al desayuno. Mañana, comprendiendo que ya no me interesa, regresa poco a poco con su anterior tarea. Rinoa empieza a lavar la sarten entre lágrimas. Y Zeylo por fín decide acercarse a por algo de comida.

Cuarto día

Sujeto ante mis ojos el nuevo collar de Mañana, de hierro y bastante aspero aunque con los filos matados. Paso el pulgar por los nombres incrustados en el metal gracias a un cincel, los cuales quedarán marcados para siempre en su superficie. El principal problema había sido encontrarlo del tamaño adecuado para la cría, dado que no deseaba cambiárselo en cuatro días, pero creo que éste le valdrá durante un par de años.

- ¡Mañana! - le grito para que suba mientras me siento en la cama.

Seguro que está mirando por la ventana.

Había cogido esa costumbre desde que se lo mencioné en su segundo día conmigo y parecía disfrutar con ello dado que era su único medio de conocer a otra gente, aunque fuera sólo de vista y oídas. Yo esperaba que con ello aprendiera a entender a la gente, eso le ayudaría a sobrevivir cuando la vendiera, aumentaría su precio y alegraría a su nuevo. Resumiendo, beneficios para todos.
Cuando vuelvo a mirar a la puerta, ella entra sin llamar con la sonrisa alegre de una niña que se ha estado divirtiendo.

- ¿Qué te hace tanta gracia? - le pregunto abriendo y cerrando el collar, pero ella sólo borra la sonrisa de su rostro - ¡TE HE HECHO UNA PREGUNTA!

Le grito levantándome de la cama con el collar abierto, ella se golpea de espaldas contra la pared claramente asustada, estoy seguro de que intenta buscar las palabras pero no las sabe o no las encuentra.

- Hom-bre, hom-bre caye - pronuncia aterrada mientras me acerco a ella, ella sigue gritando su respuesta - ¡Hombre caye!

La agarro por el cuello y la levanto unos pocos centímetros contra la pared.

- Me trae sin cuidado quién o que te hiciera gracia - siseo, ella empieza a ahogarse - No quiero volver a verte riéndote de ningún hombre ¿comprendes?

Mañana intenta pronunciar algo pero la falta de aire evita que salga nada comprensible de su boca. Termino por dejarla caer y queda sentada tosiendo, intentando recuperar el aliento. Yo aprovecho para ponerle el collar.

- Ahora baja a preparar la cena.

Notas de juego

Parrafada al canto XD

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04/12/2009, 18:37
Director

Notas de juego

Todo correcto. Puedes continuar

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06/12/2009, 03:31
Girac

Quinto día

- Sígueme a dos pasos.

La orden es sencilla y pronunciada en la lengua esclava, dado que ya no nos encontrámos en mi casa, aunque aún permanecemos junto a la puerta.

- Caminarás mirando al suelo - seguí indicándole que debía hacer - Si alguien se cruza en tu camino, le evitas. Si eres consciente de que intentan cruzar tu mirada, les rehuyes. Sólo cuando yo te de permiso podrás alzar la mirada de algo que no sean mis botas - las directrices eran bastante simples y lógicas para su posición - En el caso de que hagas algo que no debieras... - le muestro el látigo, el cual ya tengo agarrado junto a mi cinturón, listo para ser usado - Durante el paseo quiero que escuches a la gente y permanezcas siempre a la misma distancia.

La observo serio unos segundos mientras ella rápidamente baja la cabeza.

No incumplirá las reglas a conciencia.

Pienso convencido de que los golpes de estos días le han enseñado que más le vale hacer lo que digo, por lo que si nadie hace nada por impedirlo, el paseo con Mañana resultará bastante agradable. Empiezo a caminar despacio, dado que no me gustaría chasquear el látigo en público demasiado pronto.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20
Motivo: Suerte de "Mañana"
Resultado: 17

Notas de juego

Te dejo aquí por si quieres ponerle alguna trampa a Mañana, por mi parte creo que le dejaré pasar el paseo tranquila.

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08/12/2009, 00:15
Director

Mañana cumple tus instrucciones y el paseo resulta agradable ademas de animar a la niña, que habia llorado abundantemente, siempre fuera de tu presencia, los ultimos dos dias

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08/12/2009, 01:13
Girac

De pronto me detengo en mitad de la calle y me giro para encararla. La gente sigue pasando a nuestro alrededor ignorándonos conscientes de que es una situación privada entre amo y esclava.

- Aprendes rápido Mañana - le digo en la lengua esclava, media sonrisa sincera se refleja en mi cara - Ahora bien, ¿sabes la finalidad de este ejercicio?

Me aproximo a ella y la agarro por encima del hombro como si se tratará de una niña cualquiera y yo un familiar orgulloso de ella. Noto como se estremece cuando lo hago.

- Nos interesa que aprendas la lengua de Nigerthia - miro abajo y cruzamos las miradas después la hago caminar conmigo - Si, tanto a mi como a ti. Llegará el día en que no esté conmigo y se que, según tu perspectiva, los nigerthianos debemos parecerte monstruos. - miro al frente mientras sigo hablando - Y bueno, he de admitir que no todos son tan agradables y permisivos como yo - me agacho un poco y le susurro - aunque algunos si podrían ser considerados unos auténticos demonios - me vuelvo a enderezar - Es por eso que debo ser tan cruel contigo ¿comprendes? - pregunto pero no espero su respuesta - Es mi deber enseñarte cómo sobrevivir como ya te comenté, y eso nos vendrá bien a ambos: una joven y bella esclava bien educada siempre es motivo de orgullo tanto para su amo como su adiestrador. - vuelvo a cruzar mis ojos marrones con los suyos celestes y percibo cierto aire mezcla de temor y respeto en ellos - Y como me dijo mi hermana, una tarea bien realizada se merece un premio. Mientras paseábamos he estado buscando un lugar donde comprarte algo más decente que esa capa transformada, un vestido seguramente, y como premio por lo bien que me seguiste, siempre a la distancia correcta y evitando a la gente que se cruzaba contigo, te dejaré elegir.

Me había vuelto a parar, esta vez frente a una tienda de ropa para esclavos, dado que ningún nighertiano que se precie se pondría lo mismo que pudiera llevar un esclavo por muy adornado que lo quisiera llevar su amo. Y aunque Mañana lo ignorase, ya había venido ayer y escogido los que deseaba que me presentaran como los más adecuados para ella, ella sólo podría escoger entre esos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Diplomacia
Resultado: 6(+6)=12

Notas de juego

La idea es cogerle un par de vestidos, unas sandalias, y quizás algunos pendientes de cobre (a modo de sorpresa para que vea que Girac no es tan malo, simplemente algo estricto). Si, quiero llevarla un poco mona.

En total serían unas 3po más o menos lo que pretendo gastarme. un 12 en Diplomacia, que la creí necesaria.

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08/12/2009, 06:27
Director

Notas de juego

Tres cuestiones antes de responder.

1.- ¿Vas a marcar a Mañana? Como la compraste como primer propietario no esta marcada aun

2.- ¿Lleva en su collar la leyenda 'Mañana, propiedad de Girac' como seria lo habitual, seguida de tu dirección?

3.- ¿Como son las ropas entre las que puede elegir?, serias, funcionales, de colores apagados, de colores vivos, dejando ver mas piel, menos piel?

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08/12/2009, 13:06
Girac

Notas de juego

Tres respuestas.

1.- No aún no la tengo marcada y no tengo pensado hacerlo hasta que no tenga que castigarla por algo grabe o si no me esperaría a hacerlo al venderla, lo cual le ayudaría a darse cuenta quien es su nuevo amo.

2.- Si, el collar ya se lo puse en el Cuarto día.

3.- La mayoría son blancos, aunque hay algunos amarillos y otros de tonos pastel. Muchos se podrían asemejar a lo que sería un camisón, con tirantes y/o bastante cortos más propios para el verano, aunque le preselecciones uno amarillo con mangas y bastante largo para días más fríos.

EDITED:

Encontrados un par de vestidos

Vestido amarillo

Vestido "blanco"

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09/12/2009, 19:27
Mañana, esclava de Girac

Decir que Mañana se alegra tal vez sería decir demasiado. Es evidente que está pendiente de que su decisión sea la correcta pues no deja de mirarte mientras le muestran los vestidos. Finalmente escoge el de invierno, lo que dado el tiempo es bastante lógico y sensato. De entre los restantes vestidos elige uno de colores pastel.

Se muerde el labio ligeramente mientras espera que le digas si ha elegido bien, sin atreverse a agradecerte o a decirte nada

Notas de juego

No logro ver el vestido blanco.

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09/12/2009, 21:35
Girac

No le presto demasiada atención a la ropa que escoge, consciente de las limitaciones que ya le había ocasionado, pero aún así me alegra la idea de comprobar que busca la aprovación pese a poder elegir libremente y no me molesto en ocultarlo.

- Bien hecho - la felicito antes de añadir una pequeña e importante lección - Es bueno que estés pendiente de tu amo aún cuando te da cierta libertad, dado que éste puede cambiar de parecer en cualquier momento y tu sufrirías las consecuencias.

Saco un par de pendientes de mi bolsa, son como dos gotas de cobre sujetas por un hilo de acero. Algo muy sencillo, cierto, pero es otro premio que motivará más a la pequeña. Agarro su mano con delicadeza y se los dejo en la palma, aunque se la mantengo mientras añado otra lección.

- Pero recuerda, tu amo no tiene porque mostrar sus emociones, puede ocultarlas y después castigarte por ello o en ocasiones, incluso castigarte sin motivo por el mero placer de hacerlo. Conócelo, complácele y llegarás a mañana.

Notas de juego

A ver si se ve ahora, vale, dale a recargar imagen cuando te salga el texto si eso.

Y los pendientes

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14/12/2009, 23:16
Mañana, esclava de Girac

La joven asiente ante tus palabras

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17/12/2009, 02:19
Girac

Ahora ya si que está presentable

Pienso para mis adentros una vez se ha puesto ya el vestido, el amarillo dado que el tiempo no acompaña para salir por la calle con el otro, lo cual significa que se le puede empezar a llevar a lugares más normales.

- ¿Qué tendrá Tausel para comer?

Me pregunto esta vez en voz alta, la verdad es que es un buen lugar para que vea lo que puede esperarle.

Aunque a Tausel sólo le vendería un perro apaleado

Consciente de que Mañana está prestándome atención. Dibujo una sonrisa un poco paternalista en esta ocasión, porque hoy toca mostrarle el lado bueno de su amo, y además.

¿Acaso no debería sentirme orgulloso de una buena esclava?

¡Claro que sí! Es cierto que la pequeña aún debe ser pulida, pero eso es cuestón de tiempo así que volveremos a casa, dejaremos el vestido pastel e iremos a hacerle una visita al tabernero y sus esclavas.

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17/12/2009, 13:35
Mañana, esclava de Girac

Mañana te observa sin saber muy bien lo que deseas, y sin atreverse a contestar a tu pregunta que, adivina correctamente, no iba dirigida a ella. La niña agacha la cabeza y te sigue un par de pasos detrás tuya, como antes, hasta llegar a casa.

Una vez allí a tu mandato se pone sus nuevas ropas, y salvo que decidas otra cosa, te acompaña a la posada de Los Cinco Fuegos