Partida Rol por web

-Suena como un trabajo de los que me gustan...Continuo con los brazos cruzados guardando la espalda de Briareos. Seguro que Morzog los convence, nosotros sólo tenemos que llevarlo hasta allí.

La conversacion me aburre, ya que Briareos lleva la voz cantante, asi que empiezo a observar a la esclava. Briareos tiene razón, esta esclava está escuchando todo lo que decimos. En realidad saben todos nuestros secretos y flaquezas. Es una lección que tengo que aprender en mi trato con mis propios esclavos.

- Hay destinos peores que la muerte - comento en un tono quizás demasiado solenme - De todas formas, los grandes trasgos se siguen rigiendo por la ley del más fuerte, por lo que debemos demostrarles que Nigerthia es mucho más poderosa que ellos y que la unión les hará más poderosos también a ellos. - expongo - ¿No habrá noticias de alguna criatura o fortaleza que les haga la vida imposible? Quizás si les derrotamos, les valdría como muestra de nuestra fuerza.

Morzog escucha las palabras con precaución.

Observa a Zandar cuando menta su nombre. - Discrepo con tu opinión.

Mis palabras no servirán de mucho en una negociación, no creo ni que estén dispuestos a escucharme. - Su tono se vuelve mas alegre, aunque la mascara impide contemplar su rostro sonriente. - Tampoco es que queramos negociar con ellos.

Uno no negocia con un animal ... - Su mirada discurre hacia las sombras, luego a los demás. - Pero hablaremos de esto luego, cuando preparemos el plan.

Señor ... - Dice Morzog al capitán con un palpable respeto en su voz. - ... ¿dice que tendremos a nuestra disposición los informes? ¿Están los mapas y descripciones de los principales capataces de la población Gran Trasgo en esos informes?

Mientras Al-ryne responde a mis compañeros, medito unos instantes, definiendo una estrategia que ya tenia en mente. Aguardo a que conteste a Girac y Morzog, antes de interrogarle nuevamente.

Mientras tanto, mi mirada interior va paseandose por mis compañeros, colocando sus figuras como pequeñas fichas en un tablero...

*Esta jugada puede ser muy interesante si la podemos aprovechar correctamente...

- El problema es que la vida salvaje y constantemente cambiante de los gran trasgos dificulta poder responder a esa pregunta. Sin embargo es posible que tengan algún enemigo importante en la actualidad, y sin duda eliminarlo sería una forma de hacerles ver nuestro poder. Sea como fuere tenemos los mapas sobre el lugar donde se encuentra el poblado, así como también un listado de los grandes trasgos mas influyentes. Por supuesto ambas cosas estarán a vuestra disposición. Sin embargo me gustaría que salieras casi de inmediato

Fijo la mirada en Briaeros por si tiene alguna pregunta más, ya que no creo que nos responda nada que no aparezca en esos informes tan detallados, lo cual nos obligará a rezar para que los grandes trasgos no se hayan ofendido por los anteriores emisarios.
Enfrentarse media docena de hombres a más de trescientas bestias nunca ha resultado favorable a los primeros.

Morzog no tiene mas que añadir.

Cruzo las manos y miro al hombre.

-Creo que queda poco por discutir, entonces. Supongo que confirma la recompensa de la que nos hablaron, 2000 piezas de oro por cabeza, entonces?... Comprendera que siendo la principal motivacion de varios, debemos asegurar esos detalles.

Espero un instante, como si pensara en algo mas y luego continuo.

-Ademas de esto, necesitaremos hacer algunos preparativos minimos y algo de ayuda por vuestro lado. Nada demasiado complicado o lejos de vuestras posibilidades, señor... Media docena de caballos resistentes, con monturas y forraje, serian imprescindibles para apresurar el traslado. Por supuesto, los devolveriamos al regreso de la mision, sea cual sea el resultado de la misma. Y claro, alimentos para nosotros, para el viaje. Con eso, nuestras necesidades estarian satisfechas. Esta de acuerdo?

El capitán, que como sabeis es el líder de la casa noble del huargo, asiente a las palabras de Briareos con una sonrisa

- En efecto. Dos mil piezas de oro a cada uno. Y se os darán caballos resistentes, así como comida para el viaje.

Asiento, levantandome con rapidez luego de estas palabras. Le miro desde arriba con seriedad, y cuando hablo mi voz refleja la determinacion.

-Eso es perfecto, no esperaba menos de usted, señor. Ahora, si nos puede hacer entrega de los informes y un mapa del trayecto, no interrumpiremos mas su agenda. Nos pondremos de inmediato a la tarea y mañana mismo estaremos listos para partir. Puedo asegurarle, que daremos nuestro mejor esfuerzo para cumplir la labor que nos ha encomendado...

O al menos no seremos tan descarados como para ni siquiera ir hasta allí, de todas formas ¿que represalias nos esperan si no tenemos éxito?

La pregunta da vueltas en mi cabeza, el caso más sencillo sería que los grandes trasgos nos atacasen y matasen... ¿pero si nos encontramos con patrullas enemigas? ¿o si descubrimos que nuestros posibles aliados se han unido al enemigo? Cierto que es improbable, pero son opciones que se pueden dar.

Una sombra recorre mi rostro ante las posibles situaciones desfavorables que se nos pueden plantear y las posibles reacciones del capitán ante cada una. Sólo tengo una idea clara y es que ante el capitán y el imperio, prefiero el segundo.

Xiaoyan recuerda sus modales y se levanta. Todo lo que se debería preguntar está preguntado así que no vale la pena hablar más.

Está claro que Al-Ryne ignora bastante acerca de los hobgoblin y que la misión dista mucho de estar bien preparada, pero así es el ejército, como han podido comprobar ellos en otras ocasiones. Habrá que abrir bien los ojos y estar preparados para suplir con cojones lo que en el plan falte de cerebro... como de costumbre.

Sin dejar traslucir nada de lo que piensa, Xiaoyan se inclina profundamente ante el capitán.

Me cuadro y saludo militarmente antes de seguir a Briareos afuera. La verdad es que hay muchas incognitas delante nuestro pero seguro que el proceso de despejarlas será interesante...

Una vez fuera del edificio (y por ende del alcance auditivo del capitán), Xiaoyan resopla y comenta al grupo: Vaya marrón de trabajito. Me huelo que tendremos que pegarnos con la mitad de los campeones de los hobgoblin sólo para que nos permitan presentar nuestra propuesta al Lesh Gormaysur.

Por eso decía que no teníamos que negociar con ellos.

No podemos presentarnos ante los trasgos con anchas sonrisas, promesas de cordialidad y esperar que se arrodillen delante nuestro como lacayos. - Niega con la cabeza. - Eso seria una perdida de tiempo ... y probablemente de nuestros cuellos.

Mi sugerencia ... es buscar a su líder y demostrarle que no es mucho mas que un cerdo en una carnicería a punto de ser degollado. Hacerle entender que no tiene elección si no quiere algo peor que la muerte. - Hace una pequeña pausa. - Y si tengo un par de horas de privacidad con el ... creo que entenderá mejor ese concepto.

Al fin y al cabo, el estado en el que quede su líder tampoco es muy importante ... si conseguimos "convencer-le", lo tendremos que reemplazar pronto por otro trasgo que sea mas avaricioso y leal, alguien que desee ser el líder y al que nosotros le daremos esa oportunidad si nos sirve fielmente.

Aunque para ser sinceros, la lealtad de los trasgos nos importa poco, simplemente nos interesa que se mantenga el tiempo suficiente para complacer al capitán.

Briareos caminaba con expresion seria en medio del grupo. Cuando habla, su tono refleja una gran serenidad.

-Ambos expresan bien la premisa general. Sin embargo, para ejecutarla debemos llevar a cabo un plan presiso y que cubra las contingencias. Antes de exponerles el que tengo en mente, prefiero que lo hagamos en un lugar mas privado, y luego de echar un vistazo estos reportes. Quien de ustedes vive mas cerca? Sino, podemos ir a mi casa...

Yo vivo en este mismo barrio.

Le miro sorprendido, bastante extrañado de que siga en el barrio militar, aunque no se me ocurre en que otro lugar podría estar. Morzog es uno de esos personajes dificiles de ubicar.
Por hacer algo menos mal educado que mirar fijamente a alguien, termino prestando atención a Zeylo quien la agradece.

-Bien. Te invadiremos entonces un rato, Morzog. Nos guias?

Morzog asiente con la cabeza y en silencio camina hacia su humilde casa.