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La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Seldochura.

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06/05/2020, 18:54
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


- Matador, cúbrete tras de mí, seré tu escudo, aguardemos un poco más. - Se ofreció antes de moverse con dificultad hasta alcanzar su espalda, echar un vistazo rápido alrededor y adoptar una pose más defensiva. Lagrimita desconfiaba de la actitud de los druidas, veía con buenos ojos esperar unos segundos más para ganar un par de efectivos cuanto menos. Sin embargo, sus compañeros tenían prisa y no parecían tener en cuenta las órdenes recibidas, salvo la de avanzar sin más. Eso cambió cuando el K'Hlata redujo su paso y comenzó a tener más en cuenta su seguridad justo antes de recibir una salva de lanzados por parte de sus enemigos, cuyo éxito no fue excesivo. Por ello, le había sugerido encontrar abrigo tras él, algo de lo que no estaba para nada seguro que fuese a recibir con entusiasmo. No se trataba de cobardía, si no más bien de minimizar riesgos en una zona hostil, lejos de todo lugar conocido cercano.

Pero las cosas no suceden como se planean y en cuestión de segundos tanto el berserker como Guepardo y Plumilla entraban en combate directo con los druidas; Una flecha voló incluso desde el lateral, emergiendo de la vegetación, solo la sigilosa Dedos podía ser la propietaria. Con Sabueso asomando por el lado derecho, ese par de refuerzo que había calculado que podría hacer falta para tener un combate con garantías hizo que la espera no tuviera ya sentido, ninguno.

Debía reconocer que habían tenido cierta fortuna, pues uno de aquellos hombres de aspecto grotesco, hedor de ultratumba y sombríos efectos, había perecido en el envite inicial. Se sumó entonces y dirigió sus pasos hacia la línea de combate.

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06/05/2020, 20:14
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


 

Avanzar entre el follaje y el accidentado terreno estaba convirtiéndose en una empresa imposible, y la decepción de Barril era mayor tras constatar que sus órdenes no eran escuchadas en el caos de la lucha. Su unidad de Infantería hubiera sido otra cosa, pero aquí había muchos palos de tonk mezclados, y hacerlos funcionar era ya no obra de un Cabo o Sargento, sino de un malabarista.

A pesar de que veía como sus instrucciones eran ignoradas sistemáticamente siguió adelante, observando como los druidas golpeaban con los excelentes garrotes que blandían con la fuerza de un martinete a Plumilla y a Matador. Éste ya estaba herido por la lanza, lo cual agravaba su estado, y Plumilla no era de las que aguantaban mucho el estar en primera línea. Les dio instrucciones esperando que esta vez le hicieran caso.

— Plumilla, retirada al sureste, Matador, retirada tras Guepardo. Jaguar, tú y Lagrimita aguantad y atacad cuando se acerquen. Los demás sobre ellos. —

No había tiempo para muchas florituras, pero esperaba de verdad que los heridos se retiraran. Si alguno de ellos era herido de gravedad se convertiría en una carga para la misión, y eso no interesaba ahora mismo. Dedos tenía la libertad del que usa armas de proyectiles, así que esperaba que la siguiera usando con certera puntería, como hasta ahora. Sabueso y Analista podrían hostigar algo a los druidas, si bien el de los ojos cosidos estaba ya algo tocado; era el único que podía encontrar a su presa, así que le necesitaban de una pieza. Y por todos los Infiernos esperaba que la desesperada maniobra de acercamiento de Serpiente tuviera un fin concreto porque, ¿después de todo los magos no tejían sus hechizos a distancia? Esta y otras cosas barruntaba el grueso cabo mientras sudaba en dirección a la lucha, que esperaba que estuviera resuelta a su favor antes de que él llegara allí. Eso significaría que habría menos heridos que atender.

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06/05/2020, 23:22
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Plumilla inspiró aire de forma dolorosa cuando el garrote le golpeó el costado. Notó como la sangre empezaba a manar de la herida y solo su voluntad y el entrenamiento en la Compañía le permitió mantenerse de pie y alerta ante el enemigo que tenía delante.

Ella no era un combatiente de primera línea, pero sabía que en un combate no podía escoger donde ayudar a sus compañeros, si podía ser de utilidad de alguna forma eso era suficiente. La memoria de la sangre en sus manos, el no poder ayudar a estabilizar a Caracabra apenas unas pocas horas atrás flasheó por su mente sin poder evitarlo.

Se sirvió de unos ejercicios de respiración para no pensar en la herida para mantenerse alerta con el enemigo tan cerca. Por su mente pasó otro recuerdo rápido, como había empezado ese combate, en medio de la espesura, con unos lobos que aparecían de la nada, ella intentando seguir las ordenes pero equivocándose de camino al cruzar unos enormes matorrales y viendo como el combate contra los lobos estaba demasiado lejos para poder ayudar… Seguir a los que iban a por los druidas, tratando de mantener la formación si… pero sabiendo que la velocidad era importante, y finalmente llegando al mismo tiempo que Matador y Guepardo y… ¿esa era Dedos? Definitivamente necesitaba un arco... y un botiquín… y definitivamente debía centrarse en el combate y en las ordenes que daban los jefes, pensó mientras agarraba con fuerza la lanza corta.

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06/05/2020, 23:35
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Tras abatir a su lobo Guepardo, siguiendo indicaciones del Cabo, abandonó la zona lupina y corrió detrás de Matador, Lagrimita y Plumilla. El terreno era de complicado movimiento, lleno de matas y arbustos que dificultaban enormemente el desplazamiento. Aun así, el jaguar se fue abriendo paso, trepando por unos troncos caídos y accediendo a un altillo por donde los druidas, hechiceros con poderes de la naturaleza, se aproximaban. Verlos ya de lejos no era nada agradable, envueltos en hojas, raíces y pieles. Pero más de cerca resultaban aun más repulsivos. No solo por su aspecto salvaje y bestial, sino por la corrupta sombra que envolvía a cada uno.

Adoradores del Dios Oscuro. Aliados de los Sombríos, pensó el joven, reforzándose en la convicción de que debía eliminarlos como buen Hijo de la Luz. Como odiante de las sombras. Como padecedor de la oscuridad, que cada noche debía lidiar con ella.

Sacó una de sus lanzas cortas, dispuesto a lanzarla contra uno de aquellos seres, pero estos se movieron con rapidez hacia Matador, Plumilla y él mismo. Y con sensatez el explorador dejó caer la lanza, no arrojándola y aferrando con ambas manos la lanza de su padre. ¿Para qué arrojar una lanza corta pudiendo ensartarlo con la poderosa Lanza del Jaguar?

Movió entre los matorrales y en un suspiro se plantó frente a uno de los druidas. Gruñía como una bestia y olía peor que ellas. El joven jaguar propulsó sus fuertes brazos hacia adelante y la lanza de bronce encontró objetivo, perforando cuero, pieles, raíces y carne. Emanando un grito de dolor y abundante sangre del oponente.

El grito se interrumpió de golpe cuando Matador apareció a su izquierda y de un poderoso tajo acalló al druida para siempre. Junto al infante se sumó la campamentera Plumilla, atacando a otro druida, a la par que una flecha desde un lugar oculto se clavó en el tercero.

Dedos. Detrás... y a mi izquierda, calculó el explorador.

Pero los druidas respondieron e hirieron a Matador y a la sanadora. Debían recular. Él, por su parte, intensificaría sus ataques.

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07/05/2020, 00:17
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Lombriz se sentía angustiado. Bastante. 

Primero había visto a los lobos, ¿Cuanto tiempo hacía de eso? Porque cuando volvió a mirar, había una pila de esos bichos a los pies de Barril, que justo les estaba, como de costumbre, dando voces. ¿Era tan difícil atacar al enemigo por dos frentes? Pues nada, todos empeñados en estar a su lado, ir juntitos por un camino estrecho, por si acaso le dificultábamos el trabajo al enemigo. 

—No vaya a ser que salgamos de una pieza de esta— Pensó con amargor el K'Hlata. 

Frenó en seco su carrera y volvió por donde había venido, salvo que esta vez su camino era distinto. Tocaba, como hormiguitas, ir en fila una detrás de otra contra aquellos magos. 

Y hablando de magos, ¿Serpiente no era mago también? ¿No podía invocar algo como aquellos tipos? Aunque fuesen culebras o sapos, pero algo. 

—Nah, mucha boca para tan poca cosa— Rumiaba en su cabeza mientras miraba como se estaba resolviendo aquello. 

La vieja confiable superioridad numérica y desgastar al enemigo a base de cansarlo. Ni siquiera le extrañó ver a Plumilla de las primeras, acercándose a aquellos individuos.

—No puede ser tan tonta, porque como llegue a corta distancia con ello, la van a hacer papilla de K'Hlata, entonces Preocupado si que se va a preocupar—

Cruzó aquellos troncos, desganado, y vio como a su lado pasaba el cabo Barril.

—Bueno, pues iré con él, a ver que pasa— Fue su último pensamiento, mientras seguía moviéndose por aquel bosque.

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07/05/2020, 04:10
[RIP] Compañía: Infantería: Matador.

Matador esperó, casi con un ansia liberadora, el completo éxtasis de la Rabia desatada. Su cuerpo lo pidió a gritos. Tenia tanto tiempo sin enfurecerse de verdad...

Pero su mente dijo no.

¡Recuerda quién eres! se gritó a sí mismo en su cabeza. Era cierto. No podía dejarse llevar. Lastimaría a sus Hermanos nuevamente. Su expresión se serenó mientras recuperaba la compostura, ahora marcado por una fría ira hacia los brujos del bosque. Guepardo lo rebasó por el flanco y le dio una buena lanzada al druida que él tenía como oponente directo. Ese Hostigador le caía bien, y luchar a su lado era un honor. 

Matador pretendió cargar contra el druida, pero los arbustos frondosos, los troncos caídos y las ramas que se enganchaban por todos lados a su ropa se lo impidieron. Finalmente logró llegar, y pilló al cabrón desarmado tras arrojarle la lanza. El tajo fue certero: un chorro de sangre manó de su garganta cuando el machete le dibujó una línea roja, como una sonrisa macabra en el cuello. No supo a ciencia cierta si alcanzó a decapitarlo, pero supuso que no. No tuvo tiempo tampoco de comprobarlo, porque tropezó un poco con el pie cuando intentó esquivar al segundo oponente, que le asestó un garrotazo en el costado. 

El aire escapó de sus pulmones con un silbido, y el infante terminó viendo lucesitas. Un ariete, eso era lo que acababa de pegarle. Esos cabrones sí que tenían buenos maderos.

— Hijo de puta... —musitó con el poco aire que le quedaba. De refilón percibió como también le dieron de lo bueno a Plumilla, y acto seguido escuchó la orden del Cabo Barril de retirarse, y a Lagrimita decir que se pusiera detrás de él. Pero el grueso del grupo aún estaba lejos. Si ambos echaban a correr, les pegarían una somanta de palos. No pensaba dejar que apalearan a esa pobre chica— Atrás, Plumilla. Te cubriré. ¡Eh, druidas de mierda! Terminarán como ese fiambre de ahí abajo. 

Escupió un gargajo en dirección al cadáver del otro druida. Sintió un sabor metálico cuando lo hizo, y solo esperó que no fuese sangre. Sangrar internamente era un mal panorama en plena misión. 

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07/05/2020, 15:37
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

El primero de los druidas había caído, pero aún quedaban otros dos y parecía que no tenían intención ponérnoslo fácil. La sangre de Matador y Plumilla ya había sido derramada y comenzaba a empapar el poblado suelo de aquel maldito bosque. Mirando aquellos árboles y la vegetación que parecía interponerse a cada uno de nuestros pasos como si fuera consciente de nuestro mismo avance, bien podían estar todo regados y alimentado con sacrificios de todo tipo y su sangre.

Seguí avanzando entre la maleza buscando acortar distancias, aunque tras aquel maldito viaje me había visto obligado a comenzar con mi magia prácticamente de cero. Dolía perder todo aquel poder en apenas un instante, un dolor que no hubiera sido tan punzante si la diferencia entre el antes y después no hubiera sido tan extraordinariamente grande. Aunque los nuevos comienzos eran mejor que los finales, y permitían corregir errores y seguir aprendiendo.

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07/05/2020, 19:59
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


 

Barril notaba como resollaba dentro de su casco. Le vino a la cabeza que no había corrido tanto desde la Batalla de Galdan. Aunque no fuera su escuadra, los que luchaban ahí adelante eran (casi todos) Hermano Juramentados y sentía hacia ellos el mismo apego y resolución de mantenerles a salvo que le hizo tomar la condenada Puerta con cero bajas.

Allí se veían resultados al menos. Plumilla había retrocedido y Matador tomó una actitud más defensiva, que sin duda le había hecho no ser blanco de los certeros garrotes de esos cabronazos. Eso le había costado a Guepardo un buen garrotazo, pero el Jaguar no estaba herido, así que un duro Hostigador como él podría soportarlo. La escurridiza Dedos había eludido las iras del segundo druida superviviente y los avezados luchadores habían asumido una formación en estrella convergente que podría acabar la batalla con un poco de suerte, ya que la ventaja táctica estaba de su parte.

— Destrozadles, no les deis cuartel. —

Barril esperaba que antes de que los druidas pudieran ponerse de nuevo a la ofensiva, la superioridad numérica de los miembros de la Compañía tiñera la tierra con su sangre. A pesar de no haber ensartado a ninguno personalmente, el no tener heridos graves era una prioridad. Su mente fantaseó brevemente con la posibilidad de que hubiera alguna Druida o que podría haber habido alguna leñadora. Casi era mejor que no ya que lamentaría amargamente no tener tiempo para un poco de "diversión". Que ya le iba haciendo falta, por cierto.

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08/05/2020, 01:47
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


Tras la retirada estratégica de Plumilla, Lagrimita alcanzó por fin a los druidas, justo después de que Dedos hubiese conseguido colarse tras la retaguardia enemiga, obligando a uno a centrarse en ella sin éxito. Sabueso también había logrado colocarse tras sus líneas, dando al oscuro la oportunidad de un mejor golpe, la misma oportunidad ante ambos adversarios. Tenía pocos segundos para decidir, decantándose por aquel cuya posición estaba más debilitada por la inferioridad numérica y las heridas recibidas principalmente. Estaba seguro de haber recordado escuchar a uno de sus mandos, la conveniencia de capturar a uno con vida, aunque de ser cierto, ocurrió durante el encuentro con los leñadores. Sin duda, noquear a uno de estos tipos les podría acarrear más éxito en su misión, y se dispuso a ello.

El soldado se concentró en asestar un golpe certero al más herido de los dos, lo que tenía sentido táctica y oportunamente, ya que si lo conseguía era muy posible que Guepardo, que había sido herido por este, Matador y Sabueso, se lanzasen por el único superviviente cual jauría de perros descontrolados. En su cabeza, el plan era bueno, más ahora que estaban en clara superioridad. Con todo y pizca de fortuna, era posible que Compañera de la Muerte no probara sangre por el momento y el combate acabase antes de que pudiera volver a actuar.

Pero el moribundo druida, herido de gravedad, se revolvía tan bien que consiguió eludir su destino sin mucho esfuerzo. Lagrimita maldijo para sí, revelando a los presentes sus intenciones.

- Si noqueamos al más herido, podremos interrogarlo, eliminad al otro. - Expuso, dejando esa posibilidad en el aire.

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08/05/2020, 07:13
[RIP] Compañía: Infantería: Matador.

Al menos Plumilla se retiró. Matador apretó los dientes mientras los sujetos se revolvían con sus garrotes hechos una furia, casi atizando a Dedos por los pelos -y quién sabía cómo diablos llegó hasta allá atrás-, y dándole a Guepardo un buen palazo. Pensó que lo atacarían a él, sí. 

La parte buena era que los refuerzos estaban aquí. Ya podía dejar de ser tan conservador, y contribuir en despachar a esos cabrones tan apestosos. No es que los miembros de la Compañía no oliesen mal, es que los druidas verdaderamente apestaban. Olían a cosas realmente feas.

Rodearon a los enemigos restantes como un grupo de hienas cazando a sus presas. Ávidos de sangre, pero sin atreverse del todo a bajar la guardia, porque les podía salir bastante caro. En lo particular, Matador se encontraría mucho más tranquilo cuando estuviesen camino a mejor vida sin que nadie quedase inconsciente o malogrado de forma tal que lo tuviesen que cargar. Era gracioso, porque al paso que iban, ese bien podía resultar él.

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08/05/2020, 15:48
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Los miembros de la Compañía seguimos avanzando sintiendo ya en la punta de nuestros dedos una victoria que al principio podíamos haber llegado a creer que se nos terminaría escapando. No obstante, aún era pronto para regodearse en una situación que podía variar de demasiados modos, y aunque el primero de aquellos despreciables druidas había caído, aún quedaban otros dos en pie que se estaban asegurando de cobrarse con sangre la sangre suya que derramábamos.

Uno de los que aún quedaban vivos parecía estar al borde la muerte, cubierto por profundas heridas de las que la sangre manaba en un torrente que parecía que nunca acabaría. Quizá ese era momento idóneo de asegurarse de que sí dejara de sangrar, pero de forma definitiva. Para ello era necesario alcanzarle y no errar el tiro, cortar el delgado hilo que apenas le mantenía vivo, si es que otro no se encargaba de ello antes...

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08/05/2020, 19:57
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


 

Uno de los druidas había dejado este mundo ensartado por la lanza del Jaguar, que cerraba filas sobre el último de ellos, el cual a pesar de estar rodeado y acosado por varios frentes se las arregló para salir ileso del asalto de los soldados de la Compañía. No sólo eso, si no que se las compuso para acertar un garrotazo en plena boca a Lagrimita, uno de los soldados cuya defensa era más impenetrable de la Escuadra de Infantería. No, aquello no había terminado.

No quería más heridos, así que ladró unas órdenes.

— Matador, retírate de una vez al sureste, estás herido, ocuparé tu lugar y eso va para todos. Atrás Caracabra y Plumilla. —

No quería tener que tirar del cuerpo de Matador aunque si no se retiraba tal vez se le diera de comer a los lobos ya que estaba a punto de convertirse en peso muerto, peso que no podrían acarear. Esperaba que los heridos Caracabra y Plumilla ni soñaran con incorporarse a la refriega y llevarse un mal golpe que podría tumbarlos, y que entre todos los que quedarían alrededor del asqueroso druida fueran esta vez suficientes golpes para mandarlo al Infierno de sombras del que había salido.

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09/05/2020, 14:56
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Al final no fue necesario lo que tenía pensado para el más herido de los druidas, para aquel cuya vida se escapaba de las profundas heridas sufridas. Ya entonces apenas se mantenía en pie y se tambaleaba intentando hacerse un hueco con su garrote frente al goteo incesante de mercenarios que acudían hacia él para acabar con lo que hacía largo rato habían empezado, pero segundos después nada quedó de él salvo el cadáver ensangrentado en el suelo.

Me vi obligado a lanzar un hechizo contra el otro, a aquel cuya piel no había sufrido aún la acerada dentellada del acero. No obstante el combate se había vuelto confuso. Demasiadas personas involucradas, muchos cuerpos moviéndose y excesivos brazos alzándose y cayendo en busca de su oportunidad como para ser capaz de discernir entre los que pertenecían a enemigos y aliados. Demasiadas cautelas me tomé para al final, terminar fallando.

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09/05/2020, 15:25
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Había conseguido retirarse del combate sin sufrir más heridas y, solo por eso, un amago de sonrisa aliviada se dibujó en su rostro. Sabía que era de las que aguantaban menos las heridas de los presentes y ni ella ni sus Compañeros podían cargar con alguien herido de gravedad.

Una vez que estuvo a una distancia de seguridad, se puso la mano en la herida y observó todo a su alrededor, no queriendo bajar la alerta ni descansar mientras los druidas estuvieran vivos. En cualquier caso, ella no era útil en ese momento en el combate… Solo esperaba poder ser útil manteniendo la vigilancia más allá del combate.

Se adelantó unos pasos hacia los Compañeros mientras vigilaba los alrededores, parecía que, con la excepción del combate, todo lo demás estuviera tranquilo… Como si no estuvieran rodeados de maldad y corrupción y malos espíritus. Ese bosque no era seguro y menos cuanto más se acercaba la noche.

Levantó su mano y observó con un suspiro la sangre que la manchaba, esa vez era su propia sangre. La herida era profunda y dolía como si… bueno, le hubieran clavado un garrote en las entrañas, pero conocía el dolor y mantuvo el ejercicio de respiración para que no le afectara y pudiera mantener la cabeza clara. No podía perder la claridad de pensamiento, pues eso era lo único que podía… que sabía era de utilidad para la Compañía.

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09/05/2020, 15:26
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Aunque lo deseara, Lombriz no podía meterse entre aquella marabunta de carne y acero para atacar a aquel enemigo, estorbaría más que ayudar, así que se dedicó con total tranquilidad a revisar las pertenencias de uno de aquellos bastardos, por si encontraba algo que les pudiera interesar, sin duda alguna aquellos garrotes que portaban parecían buenos, o al menos, mejor de los que solían tallar en las junglas natales de los K'Hlata. 

Miraba de reojo el combate, por si hacía falta su vital intervención, aunque con la llegada del acorazado Barril, supuso que en pocos segundos aquel cabrón lanzador de hechizos perecería sin remisión alguna. 

Luego pensó que quizás aquello solo había sido el tentempié, y que lo duro de verdad, llegaría cuando entrasen a aquellas supuestas prisiones o lo que fueran. 

Tenía que guardar energía para aquello. El cielo se oscurecía y la amenaza nocturna estaba cerca. Primaba mucho la rapidez.

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09/05/2020, 15:36
Instrucción: Aspirante Sabueso.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


 

Sabueso se movió entre la espesura para rodear a los dos druidas que quedaban. El hedor a podredumbre que desprendían embotaba su olfato, pero percibía que debajo de todas esas pieles cosidas a la piel había algo de humano aún. Los habían rodeado, pero los druidas, lejos de acobardarse plantaron cara con sus garrotes. Sabueso fijó su mirada en el druida más cercano y se lanzó al ataque, pero cuando llegó, varias lanzadas de Guepardo habían atravesado el cuerpo de su objetivo y éste se desplomaba a sus pies.

Sabueso siguió avanzando hacia el druida que quedaba. Sus enemigos cubrían sus cuerpos con gruesas y pesadas pieles, pero además unas sombras siniestras danzaban a su alrededor. Lanzó el puño con fuerza, pero las sombras que lo rodeaban parecieron agarrar y frenar su brazo con finos dedos negros. Su débil golpe hizo sacudir las pieles sin causar daño alguno. Tendría que encontrar el hueco si quería hacer más daño.

Lagrimita quiso noquear al druida le para interrogarlo, y lo vio tratando de golpearle con el pomo de su espeluznante espada. Pero Sabueso sabía que aunque pudieran dejarlo fuera de combate y lo torturaran arrancándole de cuajo cada uno de sus dedos y de sus dientes, ese druida no haría sino maldecirlos entre carcajadas. Jamás daría ninguna información útil. Esos druidas veneraban el bosque, pero también al Señor del Dolor.  Era mejor matarlo, y lo antes posible. Tratar de reducirlo e interrogarlo era perder unos segundos que podían ser vitales.

— ¡Nunca hablará! ¡Debe morir ya! ¡Debe...!

Se interrumpió cuando el garrote del druida se estampó en la mandíbula del mercenario. A pesar de estar rodeado, seguía luchando salvajemente, como una bestia acorralada. Esperó que los demás soldados fueran a matar. No podían perder más tiempo en intentar capturar al druida.

Las sombras se movían erráticas alrededor. Sabueso sabía que esas sombras también los protegían, pero a la vista estaba que no los hacía invulnerables. Se preparó para lanzar una rápida andanada de puñetazos y codazos cuando las sombras se desplazaron y dejaron un hueco claro.

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09/05/2020, 18:51
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


 

La lucha se resuelve sin más sangre derramada por parte de la Compañía, lo cual siempre era buena cosa. Barril estaba a punto de decidir si merecía la pena abroncar o no a Matador por su manera indisciplinada de proceder, cuando vio la expresión de Plumilla y vio lo que se les venía encima. Eso le hizo optar por otro curso de acción, así que largó unas órdenes en voz baja. Y sí, esta vez se plantearía decapitar a los insurrectos.

— Frontera y Sabueso, buscadnos una salida de aquí. Debemos movernos rápido o tendremos compañía, dos grupos se acercan por allá y por allá. Los demás, coged las pertenencias de los druidas, cuando paremos se lo entregáis todo a Caracabra; ahora nos vamos deprisa y en silencio. Nadie se para a buscar nada más que eso. —

Las armas que estuvieran abajo, Barril las daba por perdidas; por suerte estos tipos llevaban buenos portalanzas llenos para sustituirlas. Necesitaban algo de tiempo para lamerse las heridas, pero parecía que estos malditos no les iban a dar el necesario por el momento. Había visto entre los que los muchachos saqueaban a los druidas algunas redomas parecidas a las que habían usado anteriormente, lo cual era un buen alivio. Algunos de los componentes de misión estaban bastante tocados, la verdad. Habrían de hacer un receso tan pronto como la situación lo permitiera.

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09/05/2020, 19:11
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Lombriz asintió a las palabras de Barril, y habiendo visto lo que portaban aquellos individuos, creyó que lo más oportuno era cortar rápidamente la bolsa de monedas, la podría llevar dentro de su zurrón vacío. Ya tenía lanzas de sobra, y aunque el garrote era de una madera a primera vista bastante buena, le repugnó verla envuelta en a saber qué. Mejor no tocar aquello y dejarlo donde estaba.

Una cosa si que era cierta, o lo hacían rápido, o no saldrían de allí para contarlo jamás.

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09/05/2020, 19:18
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.


Frontera asintió a las órdenes recibidas mientras recogía una lanza corta que vio frente a sí en el suelo.

En seguida, Cabo... por aquí —señaló en cuanto echó un vistazo a los alrededores para orientarse de nuevo tras el fragor de la lucha.

Identificó al dueño de la lanza corta que había recogido al reconocer un trozo de tela estampada que colgaba cerca de su punta.

Aquí tienes, compañero.

Al pasar junto a Guepardo le tendió su lanza, antes de seguir caminando y guiar a sus compañeros lejos de aquel claro.

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09/05/2020, 19:41
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

DÉCIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: CALISTRIL (MITAD DEL INVIERNO, MES DOS).

DÍA: 15, DÍA DEL SOL.

HORA: POR LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRIS OSCURO. HACE FRÍO.

Arreció en sus ataques e hirió al segundo druida, haciendo que la lanza de su padre mordiera carne y bebiera sangre. Mas el enemigo aguantó y le devolvió un garrotazo muy doloroso en el costado. Guepardo apretó los dientes y volvió a atacar, empalando al tipo que dejó de moverse y cayó como un fardo pesado al suelo. Y avanzó a por el último.

Lagrimita comentó algo de reducir al que quedaba para interrogarlo mientras que Sabueso aulló que no serviría para nada. El propio oponente dirimió el debate con un palazo en toda la boca al oscuro. Quizás le saltara algún diente. Este, repentinamente, pareció perder el interés de cogerlo vivo y le lanzó un tajazo con su espada. Instantes después la lanza de bronce penetró por la boca del druida y asomó por la nuca. El jaguar tuvo que hacer un esfuerzo para destrabar la punta de cráneo y los sesos. Acto seguido, sin demora se dedicó a registrar a los caídos.

Frontera apareció y le entregó la lanza corta que dejara caer momentos antes de entrar al cuerpo a cuerpo. Con un firme asentimiento agradeció al infante y tras colocarse el arma en su portalanzas de la espalda, siguió registrando como indicaba Barril. No tenían mucho tiempo y deberían seguir avanzando cuanto antes.