Partida Rol por web

TRIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO ENCAPOTADO. TEMPERATURA FRESCA.

Capitán había entrado preocupado, y malhumorado, por toda aquella situación y lo que le habían dicho fuera. Pero en ningún caso esperaba ver lo que vio. Sus ojos se abrieron como platos, palideció visiblemente y sintió como su corazón se contraía al ver a Dedos en aquel estado. ¿Qué hacía allí? ¿Por qué estaba así?

-¿¡Qué cojones significa esto!?-preguntó, o más bien bramó, medio roto mientras se acercaba a la carrera a la muchacha, ignorando totalmente a los otros ocupantes de la tienda. Debía ver en qué estado se encontraba. Y debía salvar su vida, si es que aún estaba a tiempo. 

TRIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO ENCAPOTADO. TEMPERATURA FRESCA.

No sabía si habían pasado segundos u horas. No entendía del todo lo que ocurría. Creía haber escuchado que alguien llamaba a Capitán, pero él ya estaba allí, aunque había tardado mucho en llegar... O no.

- Sólo vigilaba... - Repetía en un susurro, como si continuara con una conversación que tenía con alguien desde hacía rato. Alguien ausente. O no. - Vigilaba... 

Y a falta de fuerzas físicas, imaginé cómo alzaba una mano para alcanzar a Capitán y demostrarle así que estaba bien. Y creí sentir el tacto de la prenda que cubría su brazo.

Pero solo eran imaginaciones mías... O no.

- Te vigilo... 

TRIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO ENCAPOTADO. TEMPERATURA FRESCA.

La inhumana criatura de aspecto vagamente simiesco contempla la escena, la tienda, lo que contiene, el cadáver de Serpejo, los intrusos de la Compañía Negra. Su rostro es serio, su voz fría y calmada.

- "Capitán. Esta tienda está demasiado transitada. Es necesario que la seguridad de esta tienda se mantenga, que su entrada permanezca custodiada, inviolada e inalterada, durante las siguientes veinticuatro horas.

De lo contrario, nuestros planes fracasarán incluso antes de que puedan empezar." -

TRIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO ENCAPOTADO. TEMPERATURA FRESCA.

Durante un momento, un fugaz y delicioso momento, se imaginó decapitando al gordo y al monstruo. No sabía qué había pasado, pero Dedos no había llegado allí sola. Ya sea por colarse, o porque la hubieran arrastrado allí, él la había visto de pie antes de entrar. Eso solo significaba que había debido ser atacada, aunque los medios se le escapaban. Condenada magia, seguro. 

Pero se contuvo, mientras rehacía los pedazos de calma y blindaba su mente contra la amenaza del enemigo informe. Porque aquel camino era el camino que la Duodécima quería tomar. Un camino maldito y que, en su fuero interno, sabía que les traería condenación... Pero el que todos preferían antes que azotar a la pobre Enrietta. Para que se dijera que los mercenarios no tenían corazón. Y ese camino requería de aquellos dos tipejos para ser transitado, y por el momento, y mientras el dinero realmente llegara, valía más obedecer. 

-Hay que sacar a Dedos de aquí-dijo, casi más para sí mismo, aunque Barril acababa de entrar con él.

-Nadie más entrará. Tendrás esas veinticuatro horas, y espero que nosotros tengamos nuestro dinero-añadió, cogiendo a la mujer para salir de allí.

-Barril, hay que irse.

TRIGÉSIMO TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO ENCAPOTADO. TEMPERATURA FRESCA.

- "Capitán, encontrarán el oro en el mismo sitio que lo vio la última vez. Mis allegados tienen orden de entregarlo a cualquier miembro de la Compañía Negra que vaya a buscarlo." -

La criatura hace un extraño gesto arcano complejo con una mano y el aire crepita mientras una especie de lazos negros parecen esfumarse.

- "El oro ya no está maldito." -

El ligero traspiés que dio al entrar en la tienda se vio frenado por la imagen que allí encontró. El desmadejado cadáver del Inquisidor no le había dejado petrificado, más el aspecto de la cosa al lado de Fadresh, fue suficiente como para que a Cabo Barril se le secara la boca. Nunca había necesitado tanto un trago como en ese momento.

— Sí Capitán, será mejor salir de aquí. —

Haciendo de tripas corazón, el enorme y acorazado Oscuro se adelantó, tomando a la casi indefensa Dedos de su posición con una delicadeza que desentonaba con su tamaño. Una vez la tuvo entre sus grandes brazos dio un par de largos pasos hacia atrás sin dar la espalda a los dos nuevos "aliados" de la Compañía.

— Inquisidor Fadresh y Maese Devoracarne, sólo me resta añadir que quien trata de usar un trato o contrato para con Compañía y actuar en su perjuicio o trata de aprovecharse de su estado, acaba desatando la Oscuridad. Y no es la de Nidal, ni la que a vosotros os acompaña, es otra, de muy, muy peor clase. Un ejemplo es el destino que ha sufrido Serpejo; habéis sido advertidos. Más os vale que la chica esté bien, y va por ambos. —

Cabo Barril no sabía qué le había ocurrido a Dedos, pero esas quemaduras no le habían surgido solas, desde luego. Había advertido a los tipos y ahora, a requerimiento del Capitán debía sacar a la pequeña K'Hlata de allí. Luego se tomaría un trago para pasar la bola que tenía en la garganta. Tras eso se dispuso a abandonar la tienda, tal como el Capitán había marcado.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Hacia el Ocaso, los Mandos de la Compañía Negra acudieron a la Tienda del Inquisidor. Primero el Cabo Barril, seguido del Chamán Rastrojo y del Mago Serpiente, después el propio Capitán, y finalmente, llegando con cierto retraso, Analista y el Cabo Ponzoña.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Capitán acudió, junto al resto de los mandos, esperando ver al tal Fadresh junto a un Serpejo que ya no debería existir. Cabía la posibilidad de que quedaran restos del auténtico, pero sinceramente esperaba que no fuera el caso, por el bien de la estabilidad mental de todos.

-Supongo que ha llegado el momento de hablar y exponer el plan.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Cuando el Capitán y sus Mandos entran en la Tienda del Inquisidor ven a los dos Inquisidores sentados a ambos extremos de la pulida mesa de reuniones. Mientras Serpejo permanece inmóvil, el más orondo se pone en pie y habla.

- "Saludos, señores. Bien, en primer lugar las presentaciones. Ya conocen al Inquisidor Karrukh Serpejo, un veterano Inquisidor que ha tenido algunas glorias en el pasado, pero que todos pensamos que debiera haberse retirado ya hace mucho. Yo soy el Inquisidor Fodres Fadresh, enviado por las autoridades de Ridwan para auditar las acciones de Ridwan, poner orden en la situación y encomendarles una nueva tarea. Pero antes, oigamos sus presentaciones. Por favor, siéntense." -

Señala las sillas y se sienta.

El Capitán examina el interior de la Tienda y lo más extraño que ve es que la cama está manchada con una enorme mancha de sangre, además todo el interior parece oscuro, sofocante y con un más que ligero olor a carroña.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Cuando Fodres Fadresh mencionó que su nombre era Fodres Fadresh, Rastrojo no pudo evitar soltar una risilla por lo bajo.

Perdón.

Fodres Fadresh. Sus padres deberían odiarle muchísimo. No era solo que a Rastrojo se le hacía raro al oído eso de tener dos nombres. Es decir, Rastrojo tenía dos nombres, el otorgado por su madre y el concedido por el idiota de Gulg. ¡Pero no se le ocurría usarlos a la vez! Ni siquiera Gobaldet, que era de estas tierras, usaba dos nombres. Pero es que no sonaba bien. Cuando Rastrojo bautizó al Gran Grajo, se preocupó mucho de que las dos partes no tuvieran el mismo número de sílabas. No lo llamó Grande Grajo o Grajo Grande. La musicalidad de las palabras, y para un conjurador la música de las palabras era lo más importante, busca asimetría, variedad, del mismo modo que Pipo no tocaba siempre la misma nota en su flauta. Si la madre de Fodres Fadresh le llamó Fodres, su instructor debió llamarle Fodres Drey; si le puso Fadresh, el instructor debía llamarle Fran Fadresh. Karrukh Serpejo. Karrukh Serpejo sí era alguien que había tenido unos padres que le querían. El Inquisidor Serpejo era alguien al que se le notaba que había recibido mucho amor.

Mi nombre es Rastrojo, Chamán de los Espíritus y Segundo Mago de la Compañía Negra.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

El Inquisidor asiente, moja pluma en un tintero y lo anota en un pergamino.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Pues parecía que estábamos algo tímidos. O quizás era el choque por ver a Serpejo vivito y coleando después de haberle matado, o aquel condenado olor a carroña. Fuera lo que fuera, no podían dedicarse a mirarse con intensidad eternamente, así que fue señalando uno a uno a los presentes y nombrándolos.

-Analista, mago Serpiente, cabo Ponzoña, cabo Barril-dijo-a mi, Capitán, ya me conocéis, y Rastrojo ya se ha presentado. Hablemos del curso de acción.

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

El Inquisidor toma diversas notas.

- "Bien, necesito saber con qué fuerzas cuentan exactamente, quiénes son los miembros de su Compañía mercenaria, sus especialidades y fortalezas. También el reparto por unidades y sus funciones.

Hasta donde tengo entendido, el Señor Feudal del Feudo de la Cuenca decidió contratarles en favor del Inquisidor Serpejo, quien había solicitado tropas para combatir una supuesta conspiración en la sombra contra Nidal. Entre sus méritos, al parecer está el haber vencido a un grupo de bandidos en Verdín y a unos milicianos en el mismo pueblo poco después. ¿Me dejo algo?" -

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AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Así que iban a seguir con aquella charada, los dioses sabría por cuánto tiempo. De nuevo actuaba Fadresh como si aquello fuera una reunión al uso entre los hombres que pertenecían al séquito de Serpejo. Si lo hacía por un perverso placer propio o por la creencia, sospecha o seguridad de que había otros poderes observando el acontecimiento, sólo él lo sabría.

El caso es que a mayores tiraba de un hilo para sacar información sobre la Compañía, sus efectivos y logros, sin duda en un intento de dimensionar sus fortalezas y flaquezas. Eso era algo a lo que Barril no iba a contribuir. Echó una mirada al gordo Inquisidor mientras comentaba sin acritud.

— ¿Es esta una reunión de intendencia? Para eso habría bastado que asistiera Analista, supongo. —

Por supuesto que el inmundo tipo se dejaba muchas cosas, algunas de las cuales era mejor mantener oscuras para aliados y enemigos. Un ejemplo era el trabajo que se realizó para Seldocha, el enfrentamiento con las Brujas y su hueste de mierdecillas no-muertos, por no hablar de acabar con Serpejo y todos sus secuaces. Coño que si se dejaba algo, pero no sería Barril quien hablara de ello.

Por último dedicó una mirada a la sangre de la cama, y luego al "nuevo" Serpejo. Esperaba que si un poder externo estaba atento a esta reunión no fuera capaz de escudriñar la tienda, sino sólo escuchar en su interior, porque la explicación de que Serpejo se había cortado afeitándose no se la iba a tragar nadie. Cabo Barril sintió la boca seca, hubiera dado una plata por un trago.

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AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: DESPUÉS DEL MEDIODÍA. - CLIMA: CIELO GRIS. TEMPERATURA TEMPLADA.

¿En serio? ¿Aquella era la razón por la que habían convocado aquella reunión?

Resultaba evidente que había cuestiones más importantes sobre la mesa más allá de que un obeso chupatintas, con intenciones muy diferentes a las de llevar un inocuo inventario, escribiera nuestros nombres en un pergamino. Y con esas preguntitas no hacía más que confirmarlo.

La reunión no era para nosotros, era para ellos. No se nos había llamado para informarnos de los siguientes pasos que deberíamos dar, de nuestra futura misión y objetivo, o al menos esa no había sido la razón principal. Querían que les habláramos de nosotros, que reveláramos aquello que no habían podido descubrir a través de sus investigaciones y pesquisas previas a contactar con nosotros.

Yo no tenía intención alguna de ponérselo fácil, y esperaba que el resto tampoco. Por ello tras la presentación general efectuada por Matagatos, lo único que obtuvieron de mi fue el silencio. Era quien era y era lo que era, y no tenía intención de demostrar nada con algo más que un nombre y un cargo.

Ellos no debían saber nada más que lo estrictamente necesario y, en no pocas ocasiones, lo estrictamente necesario no tenía por qué ser cierto.

- “La vida está llena de misterios y quién soy yo para revelárselos a quien no realiza el menor esfuerzo para desvelarlos…”- pensé sonriendo.

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AÑO: 4715 RA.

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DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Hombre... "supuesta" conspiración, lo que se dice "supuesta"... Algo de razón tenía Serpejo cuando se temía una conspiración, digo yo. De supuesta no tenía nada.

La verdad es que Fadresh era un personaje bastante peculiar. Casi parecía un chamán con todas sus excentricidades. Pero aquellas injerencias rozaban el espionaje. Había información muy delicada que ocultar. Por eso debería ser Matagatos el que hablara por todos, el que seleccionara los detalles y secretos que debían compartirse.

¿Puedo hacer una pregunta? ¿Quién se supone que va a leer ese informe que está escribiendo?-preguntó a Fadresh.

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AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

- "El Inquisidor Serpejo ha dado muchas glorias a Nidal, pero todo eso está lejos en el pasado. Sus mejores días pasaron ya hace mucho y ahora ve fantasmas donde sólo hay haraganes, vagos y algún bandido o patán malintencionado. De todos modos, atajaremos todo posible atisbo de rebeldía. Para eso estoy aquí.

En cuanto a mis escritos, en primer lugar son para mí, es preciso que pueda hacerme una composición de lugar. Qué tenemos, con qué contamos, qué puede y debe hacerse." -

TRIGÉSIMO CUARTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 7, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: ANTES DEL OCASO. - CLIMA: CIELO OSCURO. TEMPERATURAS EN DESCENSO.

Un interrogatorio... Y además de los tediosos y de intendencia. No es que no hubiera mala fe detrás de todo aquello, eso el oscuro lo sabía de sobra, pero al menos habría sido un detalle que si pensaban apretarles las tuercas lo hicieran por la vía tradicional. Al menos, sería más honesto. Y dado que parecía que ninguno de los suyos se moría de ganas por hablar, tomó la palabra de nuevo.

-Lo que ve es lo que hay. Veinticuatro soldados y tres aspirantes, sin contar a los mandos y magos presentes, claro. Un pelotón, algo más pequeño, más centrado en un enfoque de infantería clásico. Otro pelotón multitarea y que puede responder a varias circunstancias.