Partida Rol por web

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA.  - NIEVE LIGERA.

-Ya habéis escuchado, chicos. A trabajar.- Ya tenían las órdenes y la cosa no pintaba mal. El mismo Chamán Rojo se puso manos a la obra yendo a la linde del bosque a buscar leña. Llevaba su capa para abrigarse y cada vez que llevaba un montoncito de leña se preocupaba de calentarse al fuego antes devolver a partir. Iba sumido en sus pensamientos. Todos aquellos cambios le estaban afectado y acentuaban su lado más reflexivo.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA.  - NIEVE LIGERA.

La visión de los “copos de nieve” la habían dejado anonadada y por lo visto la habían distraido sin darse cuenta. Fue la llegada de Reyezuelo a donde estaban ella y Guepardo que la hizo regresar al momento. Cabeceó levemente para quitarse de la mente la visión blanca de esos copos y sonrió al soldado, - Aun no he podido ver quien más está enfermo o herido después de la noche de descanso. A parte del obvio – sonrió ligeramente hacia Guepardo a modo de disculpa. - Dame un rato que examine a los que ayer vi que estaban enfermos o heridos y te sabré responder con certeza.

Se giró hacia Guepardo, - Si necesitas cualquier cosa o notas algún dolor o algún problema con la herida, avisa que me llamen. - Se encogió de hombros, - O a Capitán, él seguro que podrá ayudar más – dijo con un suspiro, a pesar de notarse ligeramente mejor de la enfermedad, seguía teniendo la mente borrosa y lenta en esos menesteres. Justo en ese momento llegaba el Capitán y se acercó a él, - Capitán, si se me permite, he revisado las vendas de Guepardo, están bien, pero deberían cambiarse pronto… Pero no se si tenemos vendas o agua limpia con qué cambiarlo… - frunció el ceño, - Reyezuelo me ha preguntado quién está enfermo o herido, voy a ver si encuentro los que ayer estaban heridos y enfermos y les examino rápido para saber su estado. - Sonrió levemente, esperaba poder ser de utilidad.

Se acercó a su mochila y cogió su pellejo de agua, dándole un buen sorbo largo. Tenía hambre, pero esperaba que durante el día habría algo preparado para comer o le tocaría uno de los paquetes de raciones, en eso no sería ella quien decidiera. Antes de salir fuera, Preocupado la paró rápidamente, pues tenía sus ordenes, dándole una de las mudas de Oscuros que tenía, y con un murmuro de “Abrigate, me preocupa que cojas más frio”, salió escopeteado.

Plumilla miró las ropas y sonrió dulce, él siempre atento. Se puso los pantalones y camisa encima de sus ropajes tribales, dejando por fuera los abalorios que los adornaban, y volviendo a colocarse la armadura, la capa y el broche hizo un paso fuera… que enseguida se dio media vuelta para volverse a poner la manta encima. Parecía que la ropa de Oscuro la protegía del frio pero no lo suficiente, pensó con un cabeceo.

No tardó en dar una vuelta a la granja, examinando a los que encontraba rápidamente, rellenando el pellejo en un pozo que le indicaron, pasando por las letrinas, y finalmente regresó tras un buen rato a donde estaba Reyezuelo.

- No he podido revisar a todos… No he encontrado a todos los que tenía en mente que estaban heridos, y… me preocupa que me deje a alguien… ¿Quizás mejor preguntar a Capitán? - preguntó cabizbaja, - Yo… lo siento. - Le empezaba a doler otra vez la cabeza, trató de hacer memoria de los que había visto ayer heridos - Ayer había varios heridos, estaban Guepardo, Caracabra, Lombriz, Tarado y Grito, creo. En lo que se refiere a los enfermos… No sabría decirte, debemos estar todos igual de enfriados, ¿no? - preguntó, pensando que su propio estado era más por su poca fortaleza y debilidad y que estaba igual de enferma que los demás.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA.  - NIEVE LIGERA.

Parece que nadie más quiere entrenarse. - dijo a su compañero tras un rato de intercambiar golpes con cierto cuidado - Deberías cuidar bien esa cadera, cuando los golpes te viene bajos por ese lateral tiendes a agachar de más el cuerpo para evitar forzarla y por lo tanto dejas más cerca de tu rival la cabeza. Poco a poco nos iremos reponiendo...

Palomita se dirigió entonces a asearse tras tomar algo de agua, parece que al menos eso no faltaría aunque el estómago le indicaba que en breve necesitaría algo de alimento solido.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA.  - NIEVE LIGERA.

Tras asearse, lavar sus heridas y calmar su sed, Lombriz se sintió fresco y lozano, aunque era consciente de que aún faltaba tiempo para que sus heridas sanasen por completo. Al menos mejoraban adecuadamente según lo previsto.

Vio a Plumilla al volver del pozo.

-Buen día Plumilla, no he pasado una de las mejores noches de vida, pero no te preocupes ha sido por culpa de una extrañas pesadillas, no por las heridas. Me he acercado al pozo ese lejano y me he lavado bien las heridas con agua limpia y del tiempo, puedes verme el pie, mejora bien, la otra cosa no te la voy a enseñar para que no se enfade Preocupado, pero te aseguro que también mejora adecuadamente, así que marcharé a recoger leña si me dejan, las maderas que estén en el suelo como dijeron, y además en retaguardia, porque si hay pelea no serviré mucho de ayuda, quizás para volver corriendo a la granja para avisar, ¿Crees que es adecuado que marche? Creo que me vendrá bien moverme-

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Al final resultaba que, el falso chamán Rastrojo, como había escuchado mencionar, de falso tenía poco. Puede que solo fueran unos pocos trucos bien usados, sumados a una labia y astucia ladinas, el caso es que para Lagrimita aquel hombre había subido algunos enteros últimamente. Barril estuvo en lo cierto, no bromeó, y de Preocupado no esperaba la mentira, aunque su opinión no debería tenerse muy en cuenta debido a su fanatismo espiritual. De todos modos, en la lucha por demostrar una utilidad mágica, Serpiente le iba ganando al mestizo, era un partido difícil de ganar, bien cuando ambos en circunstancias mejores pertenecerían al cuerpo de magos de la compañía. Pero gracias a él no tenía que ir al pozo de momento, su sed se había mitigado en parte.

- Pues bien hecho chamán Rastrojo, sigue así, la compañía necesita otro mago. - Quiso decirle a modo de ánimo, siempre son bienvenidos y motivan.

- No Romo, estoy listo, vamos fuera y busquemos, no andará lejos. - Respondió a su compañero de pelotón. Juntos, no tardaron mucho en hallar al líder de los hostigadores. Hizo un gesto a Dolor en cuanto le vio, indicándole un seguimiento a su persona. - Debemos causar buena impresión, que Cabo Barril se sienta orgulloso. - Comentó a título informativo, motivando al infante.

Se aseguraría de que estuviera libre, evitando interrumpir cualquier conversación con un oficial. - A tus órdenes, Cabo Ponzoña, tenemos instrucciones de unirnos a la partida de caza. - Dijo escueto, mientras realizaba el saludo pertinente de la compañía al superior. Adoptó una pose firme, con la vista al frente, inmóvil hasta que este dispusiera otra cosa.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Por fin había podido encontrar algo de agua en el poblado, alguien la había traído del pozo cercano. Tarado estuvo tentado de acercarse a aquel pozo en busca de un buen baño, ya le iba haciendo falta pero no sin antes recibir una tarde. Contento dejó de lado la higiene puntual por sentirse útil. Había pasado demasiadas horas sin hacer nada y quería dejar de ser un parásito. Las heridas se habían cerrado, no parecían tener riesgo de abrirse por lo que se animó a realizar un poco de ejercicio. - Gracias señor, me podré ahora mismo con la tarea.- Sin correr acompañó a los que iban a recoger leña y comenzó a agachar el lomo. Habían recibido órdenes de sólo coger leña del suelo, iba a resultar más lenta y leña en peor cantidad, pero era cierto que cortar ahora un tronco sólo generaría madera verde que los mataría con el humo generado. No necesitaban ahumar comida para secar por lo que no iba a ser buena idea que algún infante decidiera talar un árbol verde. 

Tras terminar la tarea llevó la leña de vuelta a las casas y la dejó junto a los montones del resto de infantes. Tras ello decidió probar a ejercitarse un poco con la lanza, se sentía algo lento desde el combate y no quería volver a defraudar. Buscó algún infante interesado en entrenar entre los que estuvieran sin hacer alguna tarea. - Necesito moverme un poco para ver como estoy de recuperado y para destensar los músculos, ¿alguien se apunta? - Lanzó la pregunta al aire pues era normal que alguien quisiera practicar en aquella mañana. 

Finalmente, URO había podido disfrutar de una noche espléndida. O, cuanto menos, todo lo buena que podía resultar, dadas las circunstancias. En realidad, no habían sido más que un puñado de horas de sueño efectivo. Pues sus camaradas se habían apresurado a despertarlo bastante antes del alba para llevar la última guardia. Y, por lo demás, el lecho escogido tampoco era particularmente acogedor: enfundado como una crisálida en su manta de abrigo, y completamente abrumado por el hediondo calor humano que despedían los cuerpos de sus compañeros, todos amontonados en el estrecho recinto de aquel miserable granero, más parecían unas comadrejas en su madriguera que una veterana partida de guerra.

En cualquier caso, el Cazador de Cabezas no recordaba la última vez que había dormido tanto. Ciertamente, no la noche anterior, donde ni siquiera había podido pegar un ojo, acechado en todo momento por la amenaza de los terrores sin nombre que poblaban aquella iglesia maldita. Probablemente, debía remontarse a los días antes de la Batalla en Puerta de Galdan para un descanso así. Luego... todo había empezado a irse al demonio.

Como fuera, lo cierto era que habían conseguido mantener a raya lo más mordiente del frío. Y gracias a eso, y a la doble ración de gachas calientes que el fornido k´hlata había logrado agenciarse durante la cena, URO empezaba a sentir que por fin se liberaba de los continuos tiritones y agarrotamientos que lo habían aquejado desde que aterrizaran sobre aquel maldito lago verde. Todavía estaba lejos de su mejor forma. Pero la debilidad empezaba a cede, y la enfermedad poco a poco se convertía en un vago recuerdo.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Rastrojo no entendió muy bien la felicitación del Cabo Barril, pero asintió siguiéndole el juego. El chamán necesitaba un recipiente en el que conjurar el agua de los espíritus, y la boquilla estrecha de su odre hacía que el agua se saliese por fuera. El barril era hondo, y necesitaba llenarlo para no tener que doblar la espalda y estirar el brazo hasta el fondo. Además, lo había hecho aparatosamente, con agua saliendo a ratos en lugar de poder crear un chorro continuo. Seguramente era cosa de aquella nueva dimensión, en la que la magia funcionaba de manera tan extraña, pero fue muy poco vistoso para las expectativas de Rastrojo. No notaba que hubiera hecho algo extraordinario, del nivel de escupirle agua sagrada a la cara de Ballestero o recetar batatas para proteger de los espíritus, que eran tareas mucho más meritorias.

En cambio, el comentario de Lagrimita fue muy ofensivo, a pesar de ser básicamente como el del Cabo Barril. Lagrimita le llamó mago. ¡Peor! Le llamo mago en potencia. Le dijo que si seguía así podría aspirar a ser un mago, como si chamán fuese un título menor. Lagrimita era peor que Pelagatos. Pelagatos era un Oscuro racista de mierda, pichafloja e impotente como el resto de Oscuros, pero por lo menos sabías de qué pie cojeaba. Lagrimita era un racista pasivo-agresivo, que no se consideraba como tal, pero que había asimilado todos los prejuicios raciales y los proyectaba como microrracismos. Por lo menos sirvió para recordarle al mestizo cuales eran los suyos, por los menos al cincuenta por ciento. Aunque los K'Hlata no le hubieran felicitado, por lo menos no le llamaban mago. ¡Mago! ¡Él! ¡Ja!

Se alejó de allí de mal humor y volvió a los establos para cubrirse de la nieve. El granero estaba bastante más sucio que un establo sin usar y, aunque la casa principal tenía fuego, no quería compartir techo con el imbécil de Matagatos. En los establos tenía que estar de pie, pero podía apoyar la espalda, tenía un techo sobre la cabeza y el calor corporal de las bestias volvía el lugar ligeramente menos frío que el granero. Desde allí miró a Tarado y escuchó su desafío. Rastrojo tenía ganas de golpear a alguien, pero estaba cansado por usar tanta magia. Quizás más tarde. Su cuerpo hambriento necesitaba muchas más horas de descanso.

Los planes de Rastrojo a largo plazo comenzaban esperando a que dejara de nevar. Una vez eso ocurriese, seguramente ya por la tarde, podría instalar su tienda de campaña en la granja. Eso le permitiría no tener que compartir lecho con los ronquidos de los imbéciles del granero. También tenía que mirar por su estómago. Mientras siguiese nevando tenía tiempo para revisar si en su bolsita de hierbas chamánicas había algo aprovechable. Quizás alguna semilla o baya que además de sus propiedades mágicas pudiera ser comestible.

A ver si uno de vosotros se muere rápido-dijo a las monturas-. Estoy deseando comer carne de caballo. No me entendéis, porque no estoy usando mi magia, pero ya os llegará, ya.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

No esperaba la llegada de Palomita para entrenar pero la aceptó con gusto. Un poco de ejercicio extra le ayudaría a recuperar la práctica y a mejorar con más velocidad. El resto del grupo no parecía estar muy por la labor de sumarse a los ejercicios y él lo agradeció. No estaba en plenas facultades, llevaba sin estarlo desde que se quedó lisiado, algunos dirían que las plenas facultades nunca había estado en toda su vida, pero ese no era el caso. No deseaba practicar en serio con nadie en su actual estado, así que tomó la desidia general como respuesta a las palabras de Palomita como una bendición.

—No hay nada que cuidar, pues no va a mejorar. La cadera está como está y así permanecerá, como mucho puede empeorar, cosa que teniendo en cuenta mi suerte no sería algo descabellado —dijo bajando el tono a medida que sus palabras iban avanzando. Lisiado de por vida y debía de dar las gracias, si le hubieran dejado en manos del inútil de Ojopocho y Khadesa hubiera tardado algo más, él estaría muerto.

Terminada su sesión de entrenamiento, no se vio obligado a responder a la invitación generalizada que Tarado había hecho. Suficiente actividad por la mañana para estar lisiado, febril y en ayunas.

Sudaba más de lo que había esperado en un principio y eso le condujo de forma inequívoca a asearse. Por norma general Pelagatos cuidaba mucho de su higiene pues pensaba que el no oler a caballo muerto le diferenciaba de forma positiva de la mayoría de sus compañeros, sin embargo con la escasez de agua y la fiebre había pasado por alto ese cuidado en los últimos días.

Por eso mismo se acercó a buscar un poco de agua con la que eliminar los restos de sudor y saciar un poco la sed que le había despertado el ejercicio.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Plantado en medio de lo que fuera aquello, Ponzoña gritó.

-Bien, vamos a organizar de forma definitiva los diferentes equipos y el trabajo que les corresponde. En lo que me corresponde: El equipo de tala estará formado por Uro, Matador, Chamán Rojo, Frontera, Tarado, Lombriz y Pelagatos. Uro y Matador talarán un único árbol que luego deberá ser adecuadamente cortado. Chamán Rojo, Frontera, Tarado y Lombriz se encargarán de buscar madera muerta y apilarla para su transporte. Pelagatos estará al frente de esta pequeña cuadrilla para organizarla adecuadamente y su caballo ayudará al transporte de la madera. Estad alertas pues ya se nos ha dicho que la tala de madera parece estar controlada por gentes ajenas a este poblado. Pelagatos, encárgate de hacerlos formar y condúcelos a la linde del bosque. Nada de riesgos innecesarios y una persona siempre alerta y de vigilancia.

Tomó aire, antes de seguir.

-El equipo de caza estará integrado por Dolor, Lagrimita, Romo, Cielo, Desastre, Sabandija, Ballestero y Dedos, acompañados por Campaña y yo mismo. Se nos ha informado que las piezas de caza pueden resultar peligrosas, así que procuraremos cubrir todos los frentes. Llevad vuestras armas listas y agua. Llenad vuestros odres en el pozo antes de partir, cosa que haremos en unos minutos.

Miró hacia Barril.

-El Cabo Barril se hace cargo del último equipo. Él os dirá quiénes formáis parte de este grupo y vuestras funciones.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA.  - NIEVE LIGERA.

Capitán llegó al interior de la granja, junto a Guepardo y Plumilla, solo para encontrarse con otro problema en labios de la k'hlata. Sin embargo, a pesar de su evidente mal humor, en este caso había una diferencia. Una más que notable. Aquel problema tenía solución, rápida y fácil.

-Tenemos-dijo serio, rebuscando en su zurrón hasta dar con un envoltorio cargado de vendas limpias-al menos esto sí tiene arreglo. Hay agua limpia en el barril, creo, y van a cargar más pronto.

Mientras esperaba junto a Guepardo a que la muchacha volviera, meditó sobre las palabras de Serpiente. Lo peor del condenado mago no era su acidez, impertinencia o lo mucho que le gustaba tensar los límites, ni siquiera su predisposición a caer en la oscuridad. No, lo peor es que, además de todo eso, solía tener razón. Cuanto más sabía de aquel lugar, de aquel pueblo, más le sonaba a una trampa disfrazada de no tan bucólica aldea. ¿Estaban acaso rodeados de fanáticos de ese monstruo que les había torturado? Por obligación o no, tanto daría si se volvían contra ellos...

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Ya desayunado, tras oir las palabras del Cabo Ponzoña, frunció el ceño, y se quedó mirando al Cabo Barril esperando confirmación... hacía un rato, éste último les había convocado a Derviche, Grito, Indómito, Preocupado, y a él, para acompañarle en la tarea de llenar y transportar los barriles de agua... Ahora parecía incluído en el grupo de cazadores... supuso que sería un error, o un cambio de planes

Él no era quién para discutir las asignaciones de tareas, así que... simplemente, esperó a que Cabo Barril anunciase quienes iban a formar parte de su grupo de trabajo... a fín de cuentas, él era un soldado; simplemente, haría lo que se le ordenase...

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Cabo Barril completa las palabras de Cabo Ponzoña, haciendo un cambio en la asignación final.

— Cielo se queda conmigo para las aguadas. —

Hace un gesto al Infante para que pase a su lado. Ponzoña no había querido prescindir de Campaña, así que necesitaría otro par de brazos.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Cabo Barril da un par de suaves toques de atención a Caracabra en el hombro mientras habla con su habitual vozarrón.

— No tan rápido Caracabra, no te creas que nos hemos olvidado de ti. Tú y Rastrojo estaréis en el equipo de aguadas. Hay mucho agua que acarrear, superficies que limpiar y por cierto cómo buen dices, alguien debe estar atento por si por aquí a los de pueblo u otro que asome la nariz se les ocurre preparar alguna jugarreta para los miembros de la Compañía.

En principio Capitán, puede que Piojillo, Plumilla y Guepardo se quedarán en la casa, pero no me gusta la idea de que no haya nadie haciendo vigilancia. En base a qué es una de tus ocupaciones, contaremos contigo a ese respecto.

También caigo en la cuenta que no hemos contado con Palomita para labor alguna. Supongo que podría hacer equipo con Pelagatos para acarrear el tronco y montar guardia en la casa también. Como el asunto del tronco no os llevará mucho, ambos podéis dar una buena impresión de la Compañía patrullando a caballo los alrededores del pueblo, pero teniendo la granja a la vista, se me ocurre. Eso sí Capitán no tienen nada en contra, claro.—

El tener a Caracabra dando vueltas por ahí solo pondría más nerviosos a los aldeanos y bien era cierto que necesitaban a alguien con buen ojo para estar pendiente de los alrededores. En cuanto a tener a dos jinetes dando haciendo patrulla, bien, eso sólo podía hacer que se viera con mejores ojos a la Compañía.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Grito preparo el carro asegurándose de que todo estaba bien atado, podía escuchar voces fuera que indicaban que todavía se estaban acabando de ultimar los grupos por lo que se tomó su tiempo para prepararlo bien.

Coloco a las mulas en posición suavemente cuidándolas tanto como le era posible, su trabajo era duro y debía agradecérselo como era debido.  Tras unos minutos al fin pudo verse la silueta del carro emerger tras el granero, Grito apenas recorrió unos pocos metros para colocar el carro en posición para poder cargar los barriles vacíos.

Una vez dispuesto, Grito ordenó a las mulas parar para detener el carro y se mantuvo a la espera de que los grupos por fin se pusieran a sus tareas.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Atendió a las órdenes de Ponzoña.

──Señor.

Ballestero se quedó esperando a que se organizaran los equipos de otras cosas y se perfilaran los últimos detalles del plan para el día. Por fin, partió con los demás hasta el pozo. Dado que ya había tomado agua mágica del barril, se lavó con ella mientras los otros llenaban sus odres, y luego ocupó su turno en rellenar el odre que acababa de usar en su limpieza.

El frío le estaba enseñando a que, quizá tendría que odiar el agua, pues calaba hasta que dolían los huesos. Sin embargo descubrió que tenía un efecto sorprendente: le quitaba el sueño y el cansancio una vez pasado el tormento de lavarse, y le dejaba seco y caliente, siempre que hubiera sobrevivido a la tortura.

Mucho más alerta de lo que hubiera esperado y, por fin, con verdaderas esperanzas de atrapar a esos esquivos bichos come-dedos, se sintió verdaderamente listo para la tarea.

Pero no tenía mucha idea de cómo hacer. En esto, y por su desconocimiento, era un subordinado natural, así que dijo a Sabandija y a Desastre:

──¡Sabandija! ¡Desastre! Atended: en esto de cazar vosotros sabéis más que yo. Conoced que Piojillo me dio mando sobre vosotros cuando estuviéramos de misión. Mi orden es que en lo relativo a cazar vosotros tengáis la voz cantante, de entre los campamenteros que estemos aquí. Tendréis que escuchar, recordar e interpretar las órdenes de Ponzoña para que podamos obedecer. ¿De acuerdo? El honor de los Campamenteros está en vuestras manos.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

El caos en el que se había transformado aquel prestado e improvisado campamento, pareció que poco a poco iba adquiriendo algo de orden y, tan pronto buena parte de los soldados que ahora contribuían con sus quejas, deseos y preguntas al jaleo se fueran, volvería cierta calma que podría emplear para concentrarme y realizar tareas a las que solo yo podía dedicarme.

La noche anterior, poco antes de retirarme a descansar, había descubierto varias cosas interesantes, y los descubrimientos de la mañana tampoco habían sido pocos, aunque no estuvieran del todo relacionados con los primeros. Todo ello era información que podía servirme más adelante, y aunque no lo hiciera de forma directa, la información siempre era valiosa para alguien. Por supuesto, aunque remota, existía la posibilidad de no encontrarse nunca con ese alguien, pero incluso en ese caso toda pieza que se tuviera del rompecabezas ayudaba a conocer y colocar otras.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Ponzoña se volvió hacia Ballestero tras oír su extraña perorata. Enarcó una ceja, fina y negra, bajo la cual parecía brillar una pupila de carbón aceitada.

-Ballestero, en esta misión de caza no tienes mando sobre los Campamenteros. ¿Me has oído y entendido? Eres un soldado más, bajo mi mando, al igual que lo están los restantes miembros de este grupo -su voz, seca como la hierba agostada de la sabana, era contradictoriamente suave-. Y aquí no hay honor alguno que conquistar para ningún pelotón. Esto no es una competencia, sino un equipo. Si tratas de inspirar algo así, esta misión fracasará pues en vez de funcionar como uno solo, lo haremos luchando contra el compañero en aras de algo sin sentido. Las patas de un leopardo no compiten entre sí para ver cuál corre más. Necesitamos comida y somos como una manada de leonas con un objetivo claro. Abatir al búfalo, la cebra o el ñú. Aquí no hay Campamenteros, Infantes y Hostigadores. Aquí lo que hay es miembros de la Compañía, lo que hay es Hermanos. No lo olvides Ballestero o morirás joven pues quizá ese Hermano que debería protegerte se preocupa más por conseguir un falso honor para su pelotón matando a alguien que ni siquiera es importante, inspirado por tu discurso. ¿Lo has entendido?

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

POR LA MAÑANA. - NIEVE LIGERA.

Aunque no era estúpido, Ballestero jamás había descollado en ese tipo de razonamientos. Recién tras el encuentro con el dios había comenzado a comprender algo. No estaba muy seguro de si entendía a Ponzoña. Él sabía bien lo que había querido decir y le costaba seguir al cabo. Pero en estos temas, últimamente, la buena voluntad era su ley. Otra cosa es que esa voluntad se comunicara al mundo. En todo caso, su respuesta no podía ser muy diferente de otras muchas: ──Comprendido, señor.