Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Campamento de Instrucción.

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04/09/2011, 20:01
Khadesa.

Se había acercado más a los ya Reclutas en cuanto se escuchó la orden de romper filas. Paseándose entre las tinas de agua, observando y sonriendo. No, no eran los cuerpos desnudos de los hombres lo que la había atraído hasta ellos. Había creído ver algo... Khadesa se detuvo cerca de Serpiente, mirando atentamente el agua. Humeaba. Suavemente, casi imperceptiblemente, pero lo hacía.

Miró entonces a los ojos del Recluta, y quedó atrapada en las extrañas pupilas. Amarillas. El verde de las suyas se reflejó desde donde estaba, y la Pitonisa asintió al hombre. Iba a decirle algo:

-Te acabas de ganar mi respeto, aprendiz de Mago. O... ¿debería decir Mago...?

Pero no pudo hacerlo, porque en ese momento su madre, Madame Yamila, se interpuso a su intención. Como tantas veces.

Khadesa se giró hacia ella, los párpados ligeramente entrecerrados. Lo que fuera que Yamila le estuviera diciendo provocó que la joven apretara los labios, y que esos párpados entornados dejaran escapar chispas. Afortunadamente no duró mucho, porque casi al instante apareció su hermanastro, Matagatos. Aún mojado, pero vestido con las nuevas ropas, la armadura y las armas en los brazos.

"-Madre, que sorpresa! No esperaba verte hoy aquí."

El enfado, o el disgusto, desapareció del rostro de Khadesa tan rápidamente como se había instalado en él. Las chispas se convirtieron en luciérnagas de alegría, y una sonrisa deslumbrante alegró sus facciones.

-¡Eh! ¿Y yo qué? ¡¡ENHORABUENA, RECLUTA!!

Sin más dejó caer la manta, y se lanzó hacia él, removiéndole el pelo, sacudiéndole los hombros y dándole pequeños puñetazos que hicieron que armas, armadura y un sinfín de gotas de agua cayeran también al suelo, todo en un pequeño caos.

Notas de juego

[HABLANDO EN LA LENGUA DE LOS OSCUROS]

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04/09/2011, 20:32
Dedos.

Las costumbres de aseo hablaban mucho de la persona. Unos se metían en el barreño con ansia obviando la negra agua mientras disfrutaban; otros, como Ponzoña, economizaban con cuidado uno de los preciados tesoros en algunas partes de la Sabana.

- R’Gaa, no te metas aún. Espera un momento –con ligereza imitó al miembro del Primer Escuadrón y cogió dos cubos. Al regresar le ofreció uno a su compañera- Que la mugre no se quede contigo en el barreño.

Se fue desvistiendo y con cuidado dejó sus ropas de tal manera que ocultaban su pequeña arma de madera, inofensiva para algunos y letal si se clavaba con éxito en el cuello. Quedose frente al barril, algo incómoda por mostrar su menudo cuerpo, aunque ahora más definido gracias al arduo entrenamiento. Poco a poco el cepillo enjabonado desprendía la suciedad de su piel.

- Ni se te ocurra… -lanzó una mirada asesina a una esclava que pretendía ayudarla.

Tres cubos fueron suficientes para quedar decente, pero a diferencia de Ponzoña el reflejo de su rostro en el agua que quedaba dentro del barreño fue como el brillo de las joyas con las que antaño traficaba. Sin remordimiento alguno se introdujo dispuesta a relajarse.

- Genial -murmuró visiblemente satisfecha- Oye, Serpiente… -alzó un poco la voz- Se ve que tienes admiradores –rió con picardía refiriéndose al hecho de que algunas miradas disimuladas, o no tanto, estaban pendientes de él- Me enfadaré si te los llevas a todos –nuevamente rió, pues era conocido que Dedos espantaba  a los “hombres hambrientos”.

Luego llegó la Pitonisa, por lo que volvió a centrarse en relajarse.

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04/09/2011, 20:51
Guepardo.

-Bueno, ya sabes, en las tribus no siempre se ven bien las cosas... diferentes- respondió Guepardo con una sonrisa -¿y tú?

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04/09/2011, 22:08
Campaña.

- "¡El agua fría es buena! ¡Campaña piensa mejor con agua fría!" - El pálido hombretón chapotea alegremente en el agua, feliz como un niño pequeño.

Sin su casco dorado con máscara es bastante feo y sus rasgos anormales quedan muy acentuados.

Desnudo, se aprecia más su musculatura. Es la fuerza de un gigante que lo es por nacimiento, no por el fruto de largos años de entrenamiento.

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04/09/2011, 22:11
Cochinillo.

Cochinillo se lava en su barril con expresión claramente preocupada. Apenas se fija en la esclava que acude a ayudarle con el baño. Su atención se desvía cada poco hacia Lengua Negra.

Se pregunta qué habrá hecho mal, y qué castigo ejemplar le tendrá deparado el Sargento Gulg a media tarde.

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04/09/2011, 22:13
Manta.

Manta se refocila en el baño, feliz por no tener que hacer nada por primera vez en mucho tiempo, y se queda adormilado dentro de su barril.

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04/09/2011, 22:15
Herrero.

Con un asentimiento de cabeza hacia su hijo, Herrero se retira del campamento de instrucción.

Como si fuera una señal, muchos de los seguidores de campamento, como Carpintero, el resto de artesanos y los comerciantes se marchan de vuelta al Campamento Principal.

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04/09/2011, 22:17
Escarabajo.

Escarabajo se mete en su baño sin dejar de mirar con odio a todos los miembros de la Primera Escuadra, que han quedado por delante de él en la Promoción.

Sonriendo, se lleva un trozo de cristal a la boca y comienza a masticarlo despacio, mientras leves regueros de sangre caen por las comisuras de sus labios al agua que llena su barril.

La esclava que le atendía retrocede, horrorizada.

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04/09/2011, 22:20
Usurero.

- "¡Chicos! ¡Escuchadme un momento! Ante todo mi enhorabuena. ¡Ya sois Reclutas de la Compañía!

Es un momento de alegría y de diversión. Es un momento de celebración.

En el interior del Campamento Principal, a la hora de la comida abren la Tienda del Grog, casa que permanecerá abierta hasta bien entrada la madrugada.

El plato de hoy son judías con carne de buey.

¡Decidles a los camareros que la primera jarra de Grog para cada Recluta corre de mi cuenta!

Yo soy Usurero, el prestamista de la Compañía. Si alguno necesita plata, pedídsela en mi nombre al Gordo Wem. Él os prestará dinero para lo que sea: comida, bebida, mujeres, armas, hierbas especiales, medicinas... Lo que queráis.

¡Bienvenidos a la Compañía Negra, Reclutas!" -

Usurero hace un gesto que parece una reverencia cortés y después se marcha en pos de la mayoría de seguidores de campamento que ya se están retirando.

El Sargento Gulg ha vuelto ya a su pabellón, aunque la Cabo Rompehuesos les está gritando de nuevo a los Aspirantes.

Notas de juego

[HABLA K'HLATA CON UN FUERTE ACENTO DE LA LENGUA OSCURA]

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04/09/2011, 22:28
Cabo Rompehuesos.

- "¡Vamos, Aspirantes! ¡Movéos! ¡El Sargento les ha dado el día libre a los Reclutas, pero no a vosotros!

Al final del día ya recogeréis todo esto." - Dice señalando los barriles y útiles de baño.

- "Ahora vais a hacer una marcha corriendo alrededor del campamento de instrucción, del campamento principal, del pueblo de los Caimanes Negros y de las ruinas ancestrales. No son más que unos cuantos kilómetros.

Recoged las escudillas del rancho sobre la marcha. Dos raciones para los primeros que llenaron los barriles, una para los treinta siguientes, nada para los diez últimos. Si alguien hace trampas con las raciones, no comerá nada en una semana.

¡Y no me olvido de los azotes para los que se van a quedar sin comer! Os los daré esta noche cuando os vayáis a dormir.

Los veinticinco primeros en completar la carrera no montarán guardia esta noche. ¡A CORRER!" -

La Cabo recorre con la mirada a los cincuenta recién nombrados Reclutas y os sonríe como pesarosa por no poder ordenaros nada cruel hoy.

Después se va corriendo tras los Aspirantes, fustigando con su vara las espaldas de los más rezagados.

 

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04/09/2011, 23:14
Serpiente.

Tal y como había esperado no encontré a Escupeculebras pero mis ojos se toparon de nuevo con Khadesa. Esta vez ella estaba de espaldas a mí, de forma que no pude ver los dos jades que en mi baño me habían escrutado. Y es que tan arrebatadora era su belleza que mientras me bañaba por un instante me había avergonzado de estar desnudo ante ella. Solo un instante, luego había regresado la indiferencia ante mi desnudez.

Me giré ceñudo y miré a Dedos, me encogí de hombros y entonces sonreí. Los dientes estaban limpios, tan blancos como la piel.

- Muchos son los secretos que un mago conoce.- solté con voz grave-. Algunos creen poder desvelarlos escuchando sus palabras, siguiéndolos cual discípulos y observando. Están equivocados pero siempre pueden aprender algo de su desengaño.

Era un “no tengo ni idea de qué estás hablando” enmascarado. Demasiado atento había estado a respingos, escalofríos, pieles de gallina y pezones duros como para fijarme en las miradas curiosas en torno a mi entrepierna.

Notas de juego

[HABLA EN LENGUA K'HLATA CON MAS SOLTURA QUE UN CAUDILLO, QUE UN CHAMAN O QUE UN DIOS DE LA SABANA]

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04/09/2011, 23:34
Reclutas de la Compañía Negra.

- Veis como Ojopocho, Recluta procedente de aquí, de los Caimanes Negros, ha terminado de asearse, vestirse y armarse más rápido incluso que Matagatos y se dirige hacia la Puerta Sur.

- Extraño, la Puerta Sur conduce al Campamento Principal de la Compañía Negra. Lo lógico sería que se encaminase a la Puerta Este, la que conduce a la población de los Caimanes Negros.

 

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04/09/2011, 23:44
Divisora.

Una mujer de porte elegante, pero ataviada para la guerra (y obviamente acostumbrada a ello) se cruza con Ojopocho cuando éste se dirige a la Puerta Sur.

La mujer pertenece obviamente a los Oscuros, viste cota de mallas y va armada con una alabarda.

Se dirige a todos vosotros (la mayoría aún estáis disfrutando del baño).

- "¡Reclutas! Soy Divisora, del Pelotón de la Sargento Vientos. Traigo una orden del Teniente.

Desde esta noche acamparéis separados de los Aspirantes que aún no han alcanzado el rango de Reclutas." -

Señala con su arma los terrenos vacíos al sur del campamento de instrucción, los que colindan con la sólida empalizada del Campamento Principal y el foso con estacas que la protege. Una zona vedada a los Aspirantes.

- "Aquellos de vosotros que tenéis tiendas, o podáis comprar una a los comerciantes, las plantaréis en aquella zona. El resto podréis encender fogatas allí para dormir junto al fuego. Espero que tengáis esteras y mantas.

Usaréis las letrinas de la zona Este, las que están fuera de la empalizada.

El rancho diario se os servirá pasado el mediodía, cada día, en vuestra nueva zona de acampada.

Desde hoy, esa será vuestra zona exclusiva del Campamento de Instrucción. La sección de Reclutas, a donde los Aspirantes tendrán prohibido acercarse.

Será responsabilidad vuestra mantener limpio y ordenado vuestro terreno de acampada. El foso defensivo al sur de vuestro terreno no podrá ser usado como letrina ni para arrojar desperdicios.

¿Alguna pregunta?" -

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04/09/2011, 23:56
Lengua Negra.

Tras frotar tan fuerte que mi piel ha quedado completamente enrojecida por la fricción salgo por fin del barril, desde donde he podido ver y escuchar tranquilamente a los nuevos reclutas. Cada uno tiene su historia pero en este lugar son pocas las historias propias que se cuentan y menos las que son ciertas. No puede ser de otro modo cuando la compañía lo que exige es  compromiso futuro, no historias pasadas.

No me ha pasado desapercibido el comentario de Cochinillo así que antes de retirarme a mi tienda para vestirme me acerco a él y en perfecta lengua oscura le susurro: ¿y cómo sabes que el sargento no cambiará de opinión? ¿O que no vendrá un cabo y nos ordenará que hagamos otra cosa antes? ¿O que no se producirá un ataque enemigo que te encontrará desnudo en un barril lleno de agua? Ahora eres recluta . . . debes estar siempre preparado.

No tengo muy claro cuantas de mis palabras pueden abrirse paso a través del obtuso pensamiento de Cochinillo y francamente poco me preocupa ahora mismo. Siento frío incluso bajo los tímidos rayos del sol así que me voy rápido a vestirme y buscar una comida decente para celebrar mi condición de recluta. El calor que me hurta el final del invierno deberé procurármelo a través de mi estómago.

Pero antes . . . ropa limpia, armas propias y botas. Botas por fin, se acabó andar descalzo como la mayoría de nuestros nuevos reclutas. Eso está bien en las misiones donde no deben descubrir tu presencia pero esas misiones no son para mi habitualmente.

Además, toca trasladar la tienda. Otra tarea más que hacer antes de acudir a la llamada del sargento Gulg.

Notas de juego

Lengua Negra se vestirá, calzará y armará. Trasladará su tienda y sus enseres a la ubicación indicada por Divisora, procurando encontrar un lugar que no se inunde ni esté expuesto. Buscará un plato caliente con que llenar el buche y descansará antes de media tarde. Después se despejará con agua limpia, comprobará que está limpio y aseado y acudirá ante la tienda del sargento Gulg con tiempo para observar el trajín del campamento, quién entra y sale de la tienda o simplemente si Cochinillo acude antes que sea tarde.

Supongo que habré visto antes a la tal Divisora ¿no? Es que no recuerdo haberla visto relacionada en la escena de personajes. 

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05/09/2011, 00:29
Lengua Negra.
Sólo para el director

Notas de juego

No sé si este es el lugar correcto para este mensaje pero tiene que ver con el tema. Si no es así ya me lo dirás.

Durante la instrucción como aspirantes Lengua Negra habrá tratado de ganarse la amistad o al menos la colaboración interesada de alguno de los otros aspirantes, en principio de otros oscuros. Debido a su fuerza y filiación habrá intentado aliarse con Campaña, el hijo del herrero. Tanto si ha funcionado como si no también tratará de llevarse bien con Matagatos pero sus mayores esfuerzos habrán sido con Campaña pues es fuerte y puede paliar la debilidad de Lengua Negra si es preciso. 

Relacionarse con el hijo del herrero y de la principal pitonisa le parece a Lengua Negra interesante por más motivos que la interesada ayuda que pueda pedirles durante la instrucción. De cara a futuro si sobreviven pueden tener que colaborar estrechamente así que procura conocerlos y llevarse bien con ellos. Se aúnan motivos prácticos y raciales (costumbres, lengua, quizá incluso juegos de infancia comunes). Además, es honesto en su interés de tener algunos amigos. No tiene grandes habilidades sociales pero necesita relacionarse como todos.

No elijo a Serpiente porque aunque hubiéramos tenido alguna relación tras sufrir los efectos de la lucha contra el Profanador no quiere tener nada que ver con magos si puede evitarlos.

Si esto ha sido posible me gustaría cruzar con Matagatos algunos mensajes estableciendo algún vínculo común dados nuestros orígenes y lo que hayamos compartido en los campamentos, aunque no fuera mucho. Ya veremos. Respecto a Campaña . . . como consideres ya que es pnj.

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05/09/2011, 05:12
Peregrino.

El discurso pronunciado por el Sargento Gulg me enseñó acerca de cómo habian cambiado las cosas desde los tiempos de aquel anciano hasta el día de hoy. Hombres reclutados a la fuerza por miles, aceptados y el resto llevados por crueles sacerdotes sedientos de sangre para probablemente ser sacrificados a la Oscura Diosa de la antigua Khatovar. Claramente la situación de hoy hablaba de un nuevo pensamiento, una creencia distinta y una manera distinta de hacer las cosas. Sus ofensas no me molestan, pues la humildad de saber que no soy nada es algo que tengo inculcado en mi pensamiento desde niño. No soy nada, pero en mi intento de dejar de serlo, la disciplina es el camino para lograr grandes cosas. Así se me enseñó y así lo creo ahora. Nuestra orden actual es asearnos, algo que aprecio. Me dirijo a los barriles. Me saco mis harapos, cuidando no mostrar nada que pudiera llevar oculto entre ellos, y los dejo cuidadosamente a mi lado. Completamente desnudo, tomo el utensilio de limpieza y, sentado sobre lo primero que hallé, comienzo a limpiarme, para luego enjuagar el utensilio, aplicar jabón y luego volver a enjuagar. Una vez estoy completamente lavado, vuelvo a enjabonarme para enjuagarme nuevamente. Así es como quedo finalmente limpio. Mis ropas están limpias por causa del trabajo de los esclavos. La verdad es que mis ropas no son distintas a como eran los harapos del entrenamiento, incluso estos eran mejores que los míos cuando recien me los dieron, hace tres meses. Solo aprecio tenerlos, pues despues de los meses de entrenamiento, los mios estan en mejores condiciones. Me visto con ellos, cuidando ocultar aquel alargado bulto de harapos en mi espalda. Tomo los harapos de entrenamiento y sin saber si debo devolverlos o no, comienzo a limpiarlos con el agua que dejé de mi aseo y el resto de jabón. "Si no debo devolverlos, me quedaré con ellos para evitar el frio nocturno." Luego de que quedan lo más limpios posible, los estiro al incipiente sol, para que se sequén. Luego de eso, me quedo sentado a su lado, mirando alrededor, a las esclavas a las que no le permití ayudarme en mi aseo con un sencillo y agradecido gesto, o al extraño publico que parece feliz de que alcanzasemos el rango que actualmente ostentamos. Miro el lugar en el que debemos dormir y no es distinto que la interperie en la que he dormido hecho un ovillo durante estos meses. Sé que no tengo dinero y que no tengo pertenencias, asi que aceptaré esa jarra de grog gratuita que ofrecen, me ayudará para el frio y me dará algo de energia. Creo que han cambiado las cosas con este nombramiento, el hambre y el frio no estan entre ellas.

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05/09/2011, 05:47
Matagatos.

La repentina acometida de mi hermana hace que deje caer todo el equipo al suelo y comience a defenderme de sus ataques de mentira ante la atenta mirada de mi madre. Creo que no he conseguido llegar a tiempo, pero al menos la situación no se ha alargado durante mucho tiempo. Una vez repelidos los primeros ataques cojo a mi hermana, la alzo por los aires y doy una vuelta sobre mi mismo para dejarla de nuevo en el mismo lugar.

-Me alegra que estéis aquí las dos. Hoy es un día de fiesta, incluso Prestamista está generoso! Podremos compartir mi jarra de Grog gratis... las palabras de Prestamista habían concluido.

Me gustaba tratar a mi madre como si de verdad siguiéramos siendo madre e hijo, era mi manera de recordarle nuestro parentesco, por mucho que ella lo quisiera ignorar en la mayoría de las ocasiones. Incluso a veces parecía que durante algunos instantes volvía a ser mi madre.
Después del pequeño discurso de Prestamista llegó Divisora, para indicarnos cual sería nuestro lugar en el campamento a partir de ahora: unos terrenos vacíos al sur del campamento de instrucción, al lado de la empalizada del Campamento Principal. Allí debíamos llevar todas nuestras cosas e instalarnos, también debíamos mantener cierto orden y limpieza en el lugar.
Miro al suelo, allí estaba mi armadura y mis armas, esas eran mis únicas pertenencias, no tenía nada mas. La mudanza no me llevaría mucho tiempo.

-No os sobrará una manta y una esterilla verdad? No me gustaba tener que pedirles nada, pero hacía frío por las noches y seguiría haciéndolo al menos otra estación. Y no pensaba pedirle prestado a la sanguijuela de Prestamista, antes dormiría al raso.

Notas de juego

Sigo hablando en Oscuro.

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05/09/2011, 07:52
Uro.

El imponente salvaje fue uno de los últimos en abandonar su barril. Mientras todos los demás habían terminado ya de asearse y comenzaban a alejarse de aquella zona del campamento, el descomunal guerrero simplemente continuaba allí, impasible y distante, sumergido hasta las orejas en las gélidas aguas. Parecía inmerso en algún tipo de experiencia religiosa, pues tenía los ojos cerrados y murmuraba cada tanto alguna letanía incomprensible. Quizás por primera vez desde que había dejado su tribu, el tiempo parecía haberse detenido para el tremendo negro conocido como Uro.

Aquello era extraño. Por lo general, la descomunal mole de músculos respondía antes que nadie a las llamadas de los oficiales, y era siempre el primero en cumplir con las tareas asignadas. Había ganado su posición a base de un sacrificio terrible y de una disciplina que aterraba, y no solía demorarse con distracciones inútiles. En su mente no parecía haber lugar para nada más que la Compañía, y su mirada reflejaba en todo momento aquella determinación fanática que lo movilizaba. Era una mirada espeluznante, que no siempre sabía distinguir entre amigos y enemigos, y que solía encenderse ante la menor provocación. Era una mirada que todos habían aprendido a temer… y que ahora había desaparecido.

Antes de meterse al agua, aún de pie junto al barril, el maloliente salvaje había tomado cepillo y jabón, y había comenzado a refregar vigorosamente cada fibra de su ser, asegurándose de que cada costra y cada llaga se desprendían de su anatomía. Incluso aunque ello implicara reabrir viejas heridas o saltar cáscaras de sangre coagulada. Cuando ello ocurría, simplemente fregaba más fuerte, o las cubría aún más con jabón.

Durante todo este proceso, que se extendió un largo rato, no se atrevió siquiera una vez a mancillar el líquido que permanecía dentro del barril, contentándose con enjuagarse cada tanto con algún cubo de agua que se arrojaba despreocupadamente sobre su cuerpo desnudo.

Cuando aquella tarea estuvo concluida, se desató la gruesa trenza que le llegaba hasta la cintura y centró sus esfuerzos en ella. Fregó su cabellera con intensidad igualmente obsesiva, pero quizás con un dejo mayor de cuidado. Incluso con delicadeza. Al menos toda la que podían permitirse aquellas manazas toscas y cubiertas de cayos.

Solo cuando creyó que cada costra de mugre adherida a su cuerpo había desaparecido, se sumergió por fin en las frías pero aún cristalinas aguas del barril. Y permaneció allí, sumido en sus propios pensamientos durante un largo rato, aparentemente abstraído de cuanto lo rodeaba.

Y allí estaba aún, absorto en lejanas cavilaciones, cuando las estridentes palabras de Divisora rompieron su concentración y lo devolvieron brutalmente a la dura realidad.

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05/09/2011, 09:10
Rastrojo.

Era extraño ver los cuerpos desnudos de las nuevas Reclutas, pero no se atrevió a mirar directamente. Rastrojo se quitó las telas que cubrían su cuerpo y las dobló cuidadosamente a un lado como si fuera a volver a usarlas alguna vez. Una esclava dejó su ropa limpia a pies del barril e inmediatamente después se fue.

Miró a su alrededor. Los esclavos y los aspirantes se arremolinaban en torno a los barriles de los más fuertes y musculosos. Incluso los toneles de las chicas tenían su servidumbre, quizás aquellos atemorizados por la figura de los grandes guerreros, o atraídos por sutiles rasgos de belleza femenina que las hacían más carismáticas a pesar del resto de imperfecciones naturales de sus caras y cuerpos. Varios reclutas hasta hablaban tranquilamente.

Rastrojo era invisible. Un tipo que pasaba desapercibido. Hacía mucho que se había acostumbrado a la soledad, a no pertenecer ni al mundo de los vivos ni al de los espíritus.

Se mojó los brazos y sintió el agua fresca en su piel. E hizo que sus manos húmedas frotasen la suciedad del cuerpo con mucha paciencia. Cuando terminó su ritual, estaba lo suficientemente limpio como para meterse en el barril de agua sin tener que pasarse minutos a remojo en un agua negra. Aún así, el baño se enturbió. El sol de la mañana había tenido suficiente tiempo de calentar el agua de los pozos lo suficiente como para que no estuviera helada. Su paciencia había sido premiado por dos veces.

Se sumergió de cuerpo entero mientras maldecía su suerte.

El joven aspirante por el que aposté se ha quedado sin comer hoy. Mal augurio.

Emergió y observó el bullicio que había junto a los barriles que aún estaban ocupados.

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05/09/2011, 16:11
[RIP] Mentiroso.

Mentiroso disfrutaba tranquilamente del baño. Observaba sin prestar demasiada atención a sus compañeros. Unos venían, otros iban. Otros parecían incómodos por bañarse en público, como si tuvieran algo que ocultar. Otros se limpiaban con gran remilgo, como si fueran príncipes y hubieran olvidado que ayer se revolcaban en el fango y mañana volverían a hacerlo. Aunque entendía lo del jabón, por cuánto costaba hacerlo si apenas tenías madera o esencias y la grasa la necesitabas para cosas más importantes.

Otros rechazaban la ayuda de los esclavos. Se preguntó por qué. Los esclavos podían ser de la tribu de cualquiera de ellos. Deja que te ayuden, deja que se hagan buenos esclavos. Un buen esclavo viviría más y mejor que todos ellos, un esclavo que sobra acabará vendido a mina y morirá joven con los pulmones llenos de hollín. Se fijó en una de las esclavas que le recordó a su hermana, y un sentimiento de culpabilidad se introdujo en su mente.

-¡Eh, acércate!- Por un momento dudó. -Lávame el pelo, y la espalda. Y después trae un cubo con agua.- Se dejó llevar por recuerdos de tiempos mejores y después no volvió a mirarla.

Salió del barril limpio, se enjuagó con el agua y se vistió con lo que tenía, una armadura de cuero simple y gastada por el tiempo.

Después se acercó a Jabalí y Guepardo, que ya habían terminado y charlaban.

-Hola, compañeros. ¿Vamos a por ese grog? Que yo necesito entrar en calor je je- Mentiroso se dio cuenta de que había pasado demasiado tiempo en el barril -Me llamo Mentiroso.