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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

La Compañía Negra: Tienda de los Heridos.

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09/04/2013, 23:09
Plumilla.
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Plumilla tras el último herido que había llevado a la tienda, Odio sonrió de nuevo con aire cándido y tomó las manos del hiena entre las suyas, más pequeñas y de piel menos áspera por el callo de las armas en las manos del chico, se inclinó sobre él creando una cortina de cabello oscuro a ambos lados del rostro de ambos.
-No necesito que la Compañía me devuelva nada-susurró en el mismo tono en que se hace una confidencia especial mientras los ojos miel de la K'Hlata sostenían la mirada del hiena confiada-Duerme esta noche, Odio, mañana decidiré si puedes empezar a entrenar-añadió en voz normal incorporándose mientras soltaba las manos del hiena y se dirigía a Ojopocho.

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09/04/2013, 23:21
Plumilla.

Plumilla tras el último herido que había llevado a la tienda, Odio sonrió de nuevo con aire cándido y tomó las manos del hiena entre las suyas, más pequeñas y de piel menos áspera por el callo de las armas en las manos del chico, se inclinó sobre él creando una cortina de cabello oscuro a ambos lados del rostro de ambos. La K'Hlata bisbiseó algo al guerrero como una respuesta sobre un comentario del hiena.
-Duerme esta noche, Odio, mañana decidiré si puedes empezar a entrenar-añadió en voz normal incorporándose mientras soltaba las manos del hiena y se dirigía a Ojopocho.

-Ojopocho-dijo la chica al caimán negro acercandose mientras sorteaba esteras donde descansaban heridos-mañana al alba he de llevar una lista de aquellos que podrán entrenar de nuevo aunque sea un poco-miró a Sabandija-es tu pupilo, no voy a decir su nombre si tú no estás seguro de que le vaya a venir bien-hizo una pausa en la que se pasó una mano por la nuca-el camino de vuelta lo ha hecho completamente solo y ha aguantado bien...-dijo en favor del pupilo de Ojopocho.

Attar seguía tumbado, descansando. Seguramente no se habría movido de ahí en todo lo que llevaban fuera. Plumilla suspiró retirando la mirada del gigante y encaró a Ojopocho para saber qué tenía que decir.

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10/04/2013, 02:14
Ojopocho.

- Si todos descansan esta noche y no hacen estupideces posiblemente la mayor parte de los heridos puedan entrenar mañana aunque sea de forma leve. - le digo. Eso si, Peregrino no estará en disposición de hacerlo durante un  tiempo.

- De todas formas al alba haremos una nueva inspección de los heridos junto a Matagatos para determinar quienes están en disposición de entrenar y quienes deben descansar otra jornada más.

- Ahora descansa. - añado apoyando mi mano en el hombro de Plumilla. De lo contrario podrías caer enferma.

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10/04/2013, 13:04
Sabandija.

Sabandija llega a la tienda de heridos detras de Plumilla, algo encorvado pero con la cabeza alta. Revisa su petate para que esté todo preparado para el entrenamiento del día siguiente. La daga y el cuchillo, las lanzas y las jabalinas, la piedra de afilar etc. Todo estaba en orden. Después, escucha las palabras de su mentor, Ojopocho, y sonríe.

- No habrá problemas. Quiero entrenar mañana así que descansaré todo lo que pueda.-El joven se palpa el vientre.- De todas formas me lo tomaré con calma. Aún no estoy recuperado  ni mucho menos. No podré hacer todo lo que me gustaría, pero he estado pensado en un par de cosas. ¿Te parece que las comentemos a ver qué piensas tú, Ojopocho?

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10/04/2013, 13:29
Ojopocho.

- Por supuesto Sabandija. - le digo. Tú dirás.

- Por cierto, ¿como ha ido la reunión? - añado con una medio sonrisa.

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10/04/2013, 17:18
Sabandija.

- Uff bueno, verás...como decirte...- El joven mira a un lado y a otro. No quería molestar a los heridos relatando lo que había escuchado en la reunión. Todos necesitaban descansar. Así que fue bajando  la voz para que sólo Ojopocho pudiera escucharle- Primero estuvimos esperando a que todos llegaran...

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10/04/2013, 17:21
Sabandija.

El joven había bajado la voz a un susurro sólo audible si Ojopocho se hubiera acercado a él.

- Primero estuvimos esperando a que todos llegaran...nadie parecía saber que es lo que querían de nosotros. Después apareció Lengua Negra, todo serio. Nos dijo que él se haría cargo del mando de los Campamenteros y que si alguien se ofrecía voluntario para ser el segundo al mando.- Sabandija juguetea con su pelo, ahora sucio y deslucido por no haberlo podido tratar como se merecía.- No recuerdo quienes levantaron la mano. Yo no.- Sabandija no parece avergonzado cuando lo dice y mantiene la mirada de Ojopocho.- Entonces Tarado casi nos ahoga en un mar de palabras. No sé, no le auguro un buen futuro en la Compañía, aunque no me cae mal. Hablaba de fraternidad, de un líder justo y equitativo, pero a la vez implacable. Sin embargo dirigió palabras duras a algunos, como Derviche y Lengua Negra, por lo que no fue muy bien recibido y Lengua Negra lo expulsó de la reunión. No sé qué castigo le darán. - El joven se vio sosprendido por un escalofrío que le recorrió la nuca sólo de pensar en lo que podían hacerle.- Asesina levantó la mano, León Anciano también, ese saco viejo de huesos...y algunos más. Yo estaba un poco abstraido por lo que me habías dicho antes de la reunión y no hice mucho caso. No sabes lo que significa para mi que hayas aceptado ser mi Hermano de Capa.- Los ojos del K’Hlata parecen llenarse de lágrimas pero no acaban por rebosar.  Después de una pequeña pausa continua contandole a Ojopocho.- Finalmente Lengua Negra repartió entre algunos elegidos unas tareas. Piojillo debía listar nuestras pertenencias. Plumilla dar un informe sobre nuestro estado de salud para saber quien podría entrenar y quien debía desansar. Keropis y Manta debían hacer otro informe sobre las habilidades de los Campamenteros. Y más o menos eso fue todo.

Al acabar de resumirle la reunión y encadenando el tema con el entrenamiento del día siguiente , Sabandija expone sus inquietudes a su mentor.

- Creo que estar al borde de la muerte me ha cambiado, Ojopocho. Me ha abierto los ojos. He sufrido mucho y por nada en el mundo, ni la Compañía, me gustaría verme en la situación en la que me vi. No podría aguantarlo de nuevo. El dolor...- Sabandija se lleva la mano al vientre.- Si la única manera es entrenar, entrenaré. He estado pensando en lo que se me da bien y en lo que soy fuerte. Mi padre era cazador... yo...soy cazador. Ahora lo veo todo claro y sencillo. Si puedo cazar un animal, puedo adaptarme para cazar hombres... los enemigos de la Compañía.- Sabandija desprende un aire de determinación que antes no desprendía. No sabía cuánto le duraría pero por ahora estaba convencido de lo que decía.- Mañana haré un entrenamiento leve. Estaba pensando en mejorar mis habilidades de acechar. Mi padre siempre me decía que me escondía bien, pero que a la hora de moverme hacía más ruido que un paquidermo. Si llego a un enemigo sin que se diera cuenta sé que ahora sería capaz de rebanarle el cuello sin vacilar.Si tengo que matar para no volver a sufrir ese dolor lo haré o para proteger a los que me importan. Así evitaré que us espíritus me atormenten - La imagen de Ojopocho herido en la batalla le vino a la mente reafirmándole en sus pensamientos.- Tengo claro que en el cuerpo a cuerpo no tengo posibilidad con gente como Odio, o Derviche. Me haré cazador...cazador de hombres.

- También aprendí a preparar trampas sencillas. Estaba pensando en mejorar esas habilidades que hace tiempo no practico.  Si tengo tiempo trabajaré en ello. Necesitaré cuerda o algo para hacerla.  Empezaré haciendo unas sencillas de lazo para conejos.

- Como explorador creo que debería entrenar en la búsqueda de rastros y en la visión a distancia. Un buen cazador debe otear como ninguno. - El joven mira a Ojopocho esperando su aprobación- ¿Qué te parece? Si tienes tiempo para ayudarme con ello o si tienes alguna sugerencia bienvenido sea.

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11/04/2013, 16:03
Lombriz.

Lombriz no saber que armas tener...porque despertarse en tienda heridos. No saber si recoger sus armas alguien.Pero saber usar lanza, cuchillo y escudo si preguntar eso.

Alguien poder decir a quien tener que hacer ese informe.

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11/04/2013, 21:09
Peregrino.

Abro los ojos con violencia y mi boca se abre en espasmos extraños. La fiebre aun me ataca y el delirio es el aire que respiro en este momento. Agito mis manos intentando golpear algo que está enfrente de mí, pero solamente ataco el aire sobre mi camilla. Mis ojos no ven lo que en realidad tengo delante, sino que ven la imagen de aquel noble del Triplete que me venció y me arrebató mi arma. Le veo claramente frente a mí después de mucho tiempo buscándole en mis sueños.

He soñado con meses de guerra en la que he tenido que usar armas primitivas y de baja calidad, viendo mermada mi habilidad en batalla hasta puntos deplorables por la falta de un buen instrumento de lucha que me permita pelear con amor y orgullo de quitar la vida como el Camino de la Espada lo enseña. Aun así, he luchado y he prevalecido junto a mis hermanos juramentados, de los que quedamos cada vez menos.

Después de meses de ganar esta guerra, los castillos de los nobles comenzaron a caer ante nuestros asedios implacables. No había cuartel para ellos y luchamos con ira y cólera contenida, producida en cada una de las muertes que los nuestros sufrían durante las escaramuzas y que ahora no nos albergar más que odio hacia nuestros enemigos.

Finalmente, el castillo de turno cae ante nosotros y luchamos en el interior de sus salones para acabar con los reductos enemigos. El señor de aquellas tierras aparece y no es otro que el maldito que me dejó una cicatriz enorme en el pecho con su espada y una aun más grande en el alma. Le veo de frente y luchamos hasta que ambos perdemos nuestras armas. El maldito, desarmado, se lanza contra mí y mis puños buscan su rostro para acabarlo con mis propias manos si es necesario.

La sangre de su boca cae sobre mi rostro mientras mis puños azotan su mandíbula, y sus puños se estrellan fuertemente contra mi abdomen, quitándome el aire y causándome gran dolor, pero he luchado y sufrido demasiado tiempo para detenerme ahora y unos cuantos golpes no harán lo que su espada no logró hace ya tantos años. Finalmente le derroto pues no soy el mismo que abandonó moribundo fuera de una celda de madera, soy otro, más fuerte y mucho más decidido a conseguir lo que quiere después de haberse acercado tanto a la muerte que podría haber olido su aliento.

Le veo derrotado, inconsciente sobre su suelo de piedra. Me pongo de pie y busco con mi vista mi espada. Esta yace sobre su chimenea como un trofeo, sin siquiera desenvainar. Me acerco y la tomo con ambas manos, sintiendo como la vida vuelve a mí con el solo contacto de su superficie. La desenvaino y escucho su filo al salir, quedando deslumbrado por el brillo de su hoja, pulcra como cuando me fue arrebatada.

Me acerco al noble y sin decir palabra alguna, le atravieso con la punta de mi arma, dándole la muerte que hace tanto tiempo debí darle y que le debía como una deuda imperiosa de saldar. Todo ha terminado para mi dolor y ahora vuelvo a ser el de antes.

Me giro hacía la salida y veo horrorizado como todo el castillo está en llamas, las que bloquean la salida y no me dejan avanzar. De pronto el fuego me rodea completamente y alcanza mi arma, cuya vaina comienza a quemarse en mis manos pues me niego a dejarla ir. No tengo tiempo para eso pues antes de que parpadee, las llamas abrasan mi cuerpo completo y siento que comienzo a ahogarme en un calor terrible y un dolor completamente indescriptible. Lo que más me duele es el pecho y no entiendo por qué pues el fuego me recorre completamente.

La fiebre me ha subido y mi herida sigue infectada. Me agito en sueños intentando apagarme sin éxito alguno, pues el calor no proviene de ningún infierno onírico, sino del gran corte que surca mi tórax desde mi hombro a mis costillas contralaterales.

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12/04/2013, 09:35
Sabandija.

- Tranquilo Lombriz, yo se lo digo.- Suponía que vería a Piojillo, Manta y Keropis al día siguiente, pero Lombriz debía descansar. Ahora no podía preocuparse de ese tipo de cosas. El ambiente de la tienda de heridos volvia a estar cargado. Si lo notaba, eso quería decir que Sabandija se encontraba mejor.Peregrino se movía inquieto entre la ealidad y el sueño. ¿Le acosarían a el también lso espírutus o serían los vivos?  Pasó sus manos por entre las trenzas del pelo. Estaban sucias y apelmazadas. Debía hacer algo para arreglarlo. Al día siguiente tras el entrenamiento pondría remedio a ello.

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12/04/2013, 14:45
EL TIEMPO SE AGOTA.

TRANSCURRE TODA LA NOCHE.

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13/04/2013, 01:51
EL TIEMPO SE AGOTA.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 12.

ALBA.

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13/04/2013, 01:52
La Compañía Negra.

ESTADO FISICO MAÑANA DEL 12 DEL CASTOR DE 201:

HOSTIGADORES:

  1. Attar: Herido leve. Descansado.
  2. Campaña: Ileso. Cansado.
  3. Caracabra: Herido grave. Descansado.
  4. Dedos: Ilesa. Descansada.
  5. Guepardo: Herido leve. Descansado.
  6. Ikharus: Ileso. Descansado.
  7. Khadesa: Ilesa. Descansada.
  8. Loor: Herida grave. Cansada.
  9. Matagatos: Ileso. Cansado.
  10. Ojopocho: Ileso. Descansado.
  11. Pelagatos: Herido leve. Descansado.
  12. Peregrino: Herido muy grave (recupera la consciencia). Cansado.
  13. Ponzoña: Herido grave. Fatigado.
  14. Rastrojo: Ileso. Descansado.
  15. Serpiente: Ileso. Descansado.
  16. Sicofante: Ileso. Descansado.
  17. Uro: Ileso. Descansado.

CAMPAMENTEROS:

  1. Asesina: Muy grave. Descansada.
  2. Avestruz: Ileso. Descansado.
  3. Belleza: Herida leve. Descansada.
  4. Chamán Rojo: Ileso. Descansado.
  5. Derviche: Herida grave. Cansada.
  6. Keropis: Ileso. Descansado.
  7. Lengua Negra: Ileso. Descansado.
  8. León Anciano: Ileso. Descansado.
  9. Lombriz: Herido grave. Descansado.
  10. Manta: Ileso. Descansado.
  11. Michou: Ileso. Descansado.
  12. Misteriosa: Ilesa. Descansada.
  13. Niña de Oro: Herida grave. Descansada.
  14. Odio: Herido grave. Cansado.
  15. Perdida: Ilesa. Descansada.
  16. Piojillo: Ileso. Descansado.
  17. Plumilla: Ilesa. Cansada.
  18. Reyezuelo: Ileso. Descansado.
  19. Sabandija: Herido leve. Descansado.
  20. Tarado: Ileso. Descansado.

EXPLORADORES:

  1. Sargento Falce: Ilesa. Descansada.
  2. Cabo Berrinche: Ileso. Descansado.
  3. Astado: Ileso. Descansado.
  4. Correcta: Herida moderada. Cansada.
  5. Enmascarado: Herido grave. Agotado.
  6. Escudo: Ileso. Descansado.
  7. Frontera: Ileso. Descansado.
  8. Hermana: Ilesa. Descansada.
  9. Lejana: Ilesa. Descansada.
  10. Masutsu: Herido leve. Descansado.
  11. Niño Guerrero: Herido leve. Descansado.
  12. Pipo: Herido grave. Descansado.
  13. Ridvan: Herido grave. Fatigado.
  14. Sino: Herido grave. Cansado.
  15. Tristeza: Herida grave. Fatigada.
  16. Provisionalmente: Ballestero: Ileso. Descansado.
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13/04/2013, 14:00
[RIP] Attar.

Attar se despertó aquel día casi totalmente recuperado. Lo cierto es que se encontraba bastante bien, sólo tenía algunas molestias menores. Quizás podría empezar a entrenar con cuidado de nuevo, si Matagatos se lo permitía. Lo primero era salir de la tienda de los heridos, y dejar ésa plaza, quizás para alguien que la necesitara más.

-Attar casi se encuentra bien. Va a buscar a Matagatos para pedirle permiso para entrenar. 

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13/04/2013, 15:49
Plumilla.

Plumilla no había descansado nada, sin embargo se incorporó poco antes del amanecer y salió de la tienda. Cuando regresó las luces del alba clareaban el cielo y se frotó los brazos, estremecida. Lengua Negra le daba una sensación extraña de rechazo y sin embargo la risa del oscuro era lo que más repeluzno le daba.

-Ojopocho no podré quedarme con los heridos-le avisó al chico pellizcándose el puente de la nariz-Sabandija y Belleza, podrán entrenar. El resto se quedarán aquí reposando sus heridas-inspiró hondo procurando calmarse dejando que los que estuvieran despiertos asimilaran sus palabras y que Ojopocho no le pusiera pegas a su ausencia.

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14/04/2013, 06:41
Peregrino.

Mis sueños han durado días. Visiones febriles de dolor y sufrimiento, tanto físico como emocional, nacido de la deshonra sufrida en el campo de batalla. De como dejé ir por debilidad las oportunidades de gloria y victoria. De como no fui digno de mi cargo y mucho menos de la confianza depositada en mí. No soy nadie y he perdido mi alma, eso es algo que mis sueños me han dejado en claro.

Mi última visión es una imagen de la celda donde estaba encerrado junto con los otros prisioneros. Me veo en ella y veo como mis compañeros languidecen a mi alrededor mientras la oportunidad para escapar aun no llega. La noche cae y con ella el ataque organizado para rescatarnos. Aprovecho la oportunidad para encarar al noble enemigo, tal como ocurrió antes excepto porque esta vez Jabalí hace lo correcto y en vez de encarar al Noble junto a mí, corre directamente al caballo y se aleja con él. Caracabra se lleva al camello de Mentiroso y el enemigo entiende que no tiene como huir. Depone sus armas y yo consigo la mía una vez más. Es tomado prisionero y se le respeta como tal.

Todo habría sido perfecto así, pero así no es como ocurrió...

Mis ojos se abren con violencia una vez más, pero esta vez si veo lo que tengo delante de mí. Veo el cielo de una tienda de campaña grande. Miro a los lados y veo a otros miembros de La Compañía heridos, aunque ninguno parece tan mal como yo. He sido el más herido y sé que fue por mi incapacidad de hacer frente a un combatiente. Esa clase de debilidad me hace inferior y me hace débil. Miro entre mis cosas y no veo mi espada. Sé lo que ha sucedido, recuerdo al Noble con ella a la espalda y recuerdo el último corte fulminante que me dio. Si me venció... huyó con mi espada.

Me siento y apoyo ambos pies en el suelo. Respiro con dificultad intentando recobrar mis energías. Siento la herida en mi pecho y la miro para constatar lo grave que ha sido, entendiendo que si no fuese por el tratamiento recibido, probablemente estaría muerto. Intento ponerme de pie, pero el cansancio y el dolor son demasiado grandes, por lo que vuelvo a recostarme esperando estar un poco mejor antes de saber bien qué es lo que ha ocurrido mientras he dormido.

Me recuesto, mirando nuevamente el techo de la tienda pero sin intentar dormir. He dormido demasiado tiempo... no quiero hacerlo de nuevo tan pronto.

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14/04/2013, 12:46
La Compañía Negra.

- Attar sale de la Tienda de los Heridos.

Notas de juego

// Sale de escena: Attar.

// Sigue en: Tierras de Cho'n Delor: Grupo I.

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14/04/2013, 17:30
Belleza.

Me incorporé de la esterilla y miré mis heridas. Parecía que se iban curando y eso me alegró. Me acerqué a Plumilla y la di un beso como agradecimiento por haberme cuidado tan bien.

Voy a ver si entreno un poco, Plumilla. Gracias y salí de la tienda.

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14/04/2013, 17:41
Derviche.

Derviche se durmió enseguida, el cansancio, el aburrimiento que le entró, por el bla bla incesante de Tarado, el dolor, dulce dolor, que la hacía apretar los dientes con fuerza, todo era demasiado hasta para ella.

La mañana la encontró comiéndose las uñas. Llevaba tiempo sin dedicarles un buen rato y habían crecido más de lo normal. Como siempre, la limpieza y el cuidado personal, era algo que le llevaba bastante tiempo. Tumbada en una esterilla, tapada con la manta, aburrida y desganada, ponía todo su empeño en el meñique.

En la tienda, algunos entraban, otros salían y ella esperaba la visita del matasanos. Le dejó claro que si no guarda reposo, no la curaba, así que, no pensaba moverse ese día. La espalda le dolía después de tanto tiempo echada y solo fueron unas horas, así que, en cuanto acabó con las uñas de las manos, sacó un pie fuera y lo miró dudando.

Su interesante pensamiento fue interrumpido por algo de movimiento en el lado de la tienda, en la que se encontraba una de las pocas personas que tenían algo de valor, para ella. Su tutor empezó a moverse, incluso intentó ponerse de pie. Derviche sintió el impulso de levantarse y ayudarlo, pero ella no era capaz de hacerlo y, aunque lo fuera, no lo haría, no iba a herir su orgullo.

-No eres fácil de matar, ¿han sido tus dioses quienes te salvaron? La voz de la mujer, que siempre era áspera y parecía más un gruñido que otra cosa, esta vez era normal, casi agradable. Llegó a sentir respeto para su tutor y lo demostraba con gestos invisibles para los demás, pero muy notables para ella. Tenía muchas cosas que hablar con él, pero esperaba una respuesta primero, no sabía si el hombre se encontraba con ánimos de cháchara.

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14/04/2013, 17:44
Sabandija.

Tras la conversación con Ojopocho, Sabandija había dormido como un lirón. Se desperezó y se lavó la cara con agua fresca. Vio como Belleza salía de la tienda en dirección al entrenamiento así que recogió sus cosas y se fue dela tienda con paso lento. Antes de salir se despidió de Plumilla y Ojopocho.

- Yo también me voy. Andaré con cuidado. Muchas gracias por los cuidados que nos habéis proporcionado.

Sin más, salió en dirección al entrenamiento. Al salir su mirada se posó en Derviche, igual que se había posado la noche anterior sobre Odio. La misma determinación se  pudo ver en los ojos de Sabandija. Una determinación que no dejaba espacio a la vergüenza que hubiera podido sentir  con anterioridad.