Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Páramos - Zona 1.

Cargando editor
11/12/2011, 22:32
Ponzoña.
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
11/12/2011, 23:10
La Compañía Negra.
Cargando pj

PONZOÑA:

- Calculas que estáis a un día de distancia del poblado de los Tres Castores. Eso a la velocidad de guerreros físicamente en plenitud y que no lleven carga.

A la velocidad de un carro de mulas y un grupo de debiluchos, serían dos días completos.

- Para llegar a tiempo habría que salir algo antes del Alba del tercer día del mes.

- Ahora mismo es mediodía del primero.

Cargando editor
11/12/2011, 23:07
Peregrino.
Cargando pj

Había estado al lado de Matagatos mientras llegaban los viajeros y había oído las palabras de Campaña, las que me hicieron pensar:

"Conocer nuestras habilidades es bueno desde un punto de vista táctico como grupo, pero no me agrada en lo más mínimo acerca de mi y de lo que puedo hacer. Por otro lado, puede ser una técnica de la Compañía para espiar en nosotros. Eso es paranoia, pero nunca está de más ser precavido."

Me marché hacia alguna zona con pasto para poder recostarme y pasar un poco de los fuertes tiritones que me atacan. Me recosté y relajé cuando escuché las palabras del Camello. Rapidamente me puse en pie y tomé el mango de mi arma bajo mis harapos, fue entonces que supe oí que era Caratotem quien hablaba, dando instrucciones y noticias acerca de la muerte de Lengua Negra.

"Siempre supe que era estupido mandar poca gente a esa aldea. Uro debe haber muerto también o quizás logró huir, pero no le será fácil encontrarnos. Debimos ignorar esa aldea o entrar todos, cualquier otro plan era descuidado. Pensar que la Pitonisa también quería ir, habría significado su muerte, la de Sicofante y la de cualquier otro que hubiese estado dispuesto a acompañarlos. Esos hombres pagarán, no creo que la Compañía deje pasar esta afrenta como si nada."

Luego escuché acerca de las instrucciones, pues nuestro cometido es atacar a los Tres Castores al amanecer del quinto día. Volví a recostarme en la hierba mientras pensaba sobre aquello.

"Debo recuperarme de mi enfermedad, pues no estoy en condiciones de luchar. No quería hacerlo, pero creo que deberé recurrir a los conocimientos de algún curandero. Además, casi todo nuestro grupo está en malas condiciones, somos un muy penoso destacamento. ¿Portaestandarte? ¿Acaso ese no es el padre de Matagatos y gran guerrero de la Compañía, encerrado por loco? ¿Será ese el extraño hombre que llevamos en el carro? Ahora que lo pienso, su mirada era la de un depredador acechando y evaluando. Nunca supe qué tan cerca estuve de morir. Esto es cada vez más complejo."

Me mantuve tirado en el pasto, tiritando como un charco al lado de una estampida mientras intentaba mantener mi calor y ordenar mis pensamientos.

Cargando editor
12/12/2011, 07:50
Matagatos.
Cargando pj

Cuando veo que no tengo otra alternativa me acerco despacio al camello, no me hace mucha gracia tener que hacerlo pero sabía desde un principio que ser el segundo de Lengua Negra conllevaría tener que hacer cosas que no me gustarían. Prefería permanecer en un segundo plano y acatar las órdenes de quien estuviera al mando cumpliéndolas lo mejor posible, pero no era así lo que el destino tenía planeado. Serpiente se hace a un lado y me permite ponerme enfrente del camello, que sigue hablando.
Las siguientes palabras caen sobre mí y me dejan petrificado en el sitio. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Dejo de sentir el calor del sol y todo se vuelve helado a mi alrededor.

-¿Len.. Lengua Negra ha muerto?
Apenas yo mismo oigo mis palabras, ni nada de lo que sucede en estos momentos a mi alrededor, aunque en general todos se encuentran callados y expectantes ante las palabras del camello. Intento seguir en pie, aunque mi cuerpo parece resistirse a permanecer erguido. No puede ser, tiene que ser un error. Este estúpido camello, o Caratotem, o quien quiera que sea tiene que estar equivocado. No puede haber acabado así. Cierro los puños con fuerza y me mantengo en el sitio como puedo. Sabía que era una mala idea, no debí dejarle ir, no había necesidad de hablar con esos traicioneros Hombres de Arena, debimos haber seguido todos juntos. Era inútil, ya no se podía hacer nada. ¿Acaso debía fiarme de las palabras de Caratotem? La magia también fallaba, pero no podía permitirme dudar en estos momentos, sabía que la misión de Lengua Negra era arriesgada desde el principio y aunque no había estado de acuerdo, él estaba al mando y debía acatar sus órdenes. Pienso en Khadesa, en Serpiente y en Sicofante. Habían estado a punto de acompañarlos. ¿Un grupo más numeroso habría cambiado algo o solo habría aumentado el número de víctimas? Ni siquiera me hubiera gustado ir con todo el pelotón. Pienso en Uro. Caratotem no lo menciona pero está claro que ha sufrido el mismo destino que Lengua Negra, no lo hubiera dejado atrás y aunque así hubiera sido por las circunstancias o por una orden directa de mi primo dudaba de las posibilidades de supervivencia o de regresar hasta nosotros del guerrero. Eso era un golpe muy duro, la puntilla que faltaba para destruir la moral de todos, que ya estaba por los suelos. Habíamos perdido a dos compañeros, nuestro jefe y probablemente el mejor guerrero que teníamos. Los malditos Hombres de Arena me las pagarían, cuando terminara todo esto me encargaría que la Compañía arrasara ese maldito pueblo. No creía que el Capitán dejara pasar por alto el asesinato de su hijo y yo estaría allí para cobrarme la venganza. La imagen del camello se vuelve borrosa, mis ojos están llenos de agua y estoy a punto de llorar. Aprieto con más fuerza aún mis puños, estoy empezando a hacerme daño y apenas escucho las siguientes palabras del animal, del que ahora reconozco la voz. Atacar al alba Tres Castores al quinto día. Eso era dentro de cuatro días. No era ahí donde quería volcar mi furia, pero al fin y al cabo ellos también eran culpables de la muerte de Lengua Negra, tendrían también su merecido. El camello para de hablar repentinamente mientras se contorsiona y comienza a emitir sonidos de lamento, esta vez de animal, para finalmente caer al suelo como muerto. Aunque los posteriores ronquidos dan idea de que ha caído en un sueño profundo. Me tomo un momento y respiro profundamente. Estoy muy afectado por lo ocurrido pero soy consciente de la atención de todos sobre la escena y tengo que intentar no empeorar más la situación. Ahora estoy al mando y tengo que ser el primero en dar ejemplo. Dejo de apretar los puños y siento alivio al romper la tensión a la que han estado sometidos. Me doy la vuelta y me dirijo a Serpiente, que se encuentra a mi lado y a Rastrojo mientras dirige alabanzas a su maestro a unos metros de allí. Mi rostro es serio, aunque intento que no transmita tristeza alguna.

-Serpiente, Rastrojo. Quiero que me confirméis lo de Lengua Negra y Uro, Caratotem se ha equivocado. Doy unos pasos hacia ellos y paso entre ambos, cuando estoy entre ellos paro durante un instante y les susurro en Oscuro para que nadie lo oiga. No me importa si podéis hacerlo o no, si no podéis, aparentar que lo estáis intentando, ahora la gente necesita pensar que hay esperanza de que regresen. Si confirmáis cualquier cosa decídmelo a mi y a nadie más. Sigo caminando como si tal cosa, mientras vuelvo a donde estaba Sacorroto, intentando aparentar que nada había pasado. De una manera u otra había que seguir con las órdenes y ahora mismo no estábamos preparados para enfrentarnos a nadie.

- Tiradas (1)
Cargando editor
12/12/2011, 11:59
Ponzoña.
Cargando pj

Ponzoña se había alejado cuanto había podido de aquel pozo de magia malsana. Era un hombre supersticioso, como lo eran la mayoría de las gentes que poblaban la Sabana, con independencia de la tribu a la que pertenecieran. Un chamán era siempre un hombre o una mujer poderosos, alguien a quien recurrir, pero siempre en último extremo, cuando todos los demás esfuerzos habían fracasado e incluso entonces, el miedo y un rechazo atávico ante aquel ser conectado con las fuerzas espirituales estaban presentes.

Su pequeño paseo le llevó a una loma próxima y miró en derredor con ojos escrutadores. Los perfiles, la vegetación, el mismo oasis despertaron los recuerdos de una vieja batida llevada a cabo por su pueblo en aquella zona hacía tiempo. Fue una de sus primeras salidas tras el ritual de iniciación que lo declaraba ya un hombre adulto.

Inconscientemente su mano izquierda protegió su sexo al rememorar la circuncisión de dicho ritual, el dolor de la misma, breve pero agudo y el aceite de palma que le abrasó durante días para evitar que su herida se infectara y cicatrizara correctamente.

Sí, sabía dónde estaban. Lo sabía perfectamente. Volviéndose, recorrió con agilidad la distancia que lo separaba de Matagatos, siendo testigo de unas palabras cuyo contenido ignoraba. Secretos, pensó para sí. Flaco favor para una tribu herida. La nuestra.

- Matagatos. He recorrido el lugar y sé dónde nos hallamos. Apenas nos separa un día de la tribu de los Castores. Ello si estuviéramos fuertes y sanos. Con el carro cargado hasta arriba y los reclutas enfermos, tardaremos dos días completos en alcanzar su poblado. Desconozco nuestros plazos para llegar hasta allí. Solo soy un guerrero y no tengo por qué saberlo - la posible acidez de su comentario se vio anulada por su impasibilidad. - Pero en ausencia de Lengua Negra tú eres nuestro líder y creo que debes saberlo para hacer tus cálculos. -

Cargando editor
12/12/2011, 12:16
Sicofante.
Cargando pj

¿Lengua Negra, muerto?- piensa con incredulidad Sicofante. ¡Lo que faltaba ya para minar aún mas la confianza de la compañía! Desde luego, el viaje que estaban realizando estaba siendo muy desgraciado para ellos... ¿podía ponerse la situación peor?

Siempre puede ponerse peor- piensa el noble sureño mientras observa a Matagatos. Había cogido el mando con prontitud, sabedor de que ahora la compañía necesitaba cuanto antes intentar recuperar una normalidad que ya no tenía.

Ahora vengo, R´Gaa, te dejo al animal un instante- tras decir esto se dirige hacia Matagatos- Matagatos, perdona que te interrumpa- le dice- tengo mi caballo listo y predispuesto en caso de que necesites buscar o explorar el terreno. Solo para que lo sepas.

Cargando editor
12/12/2011, 13:16
La Compañía Negra.
Cargando pj

MATAGATOS:

- Geográficamente hablando sabes donde estáis, pero te resulta imposible calcular con exactitud el tiempo que tardará el Pelotón de Hostigadores en llegar a su destino.

- Tal vez alguno de los exploradores, que conocen mejor la Sabana por ser tu tierra, te lo pueda indicar con mayor precisión.

Cargando editor
12/12/2011, 13:55
Dedos.
Cargando pj

Pese a lo fascinada que podría estar en otra ocasión por ver a un camello hablar ahora solo quería regresar. No sólo a su roca, sino al campamento de la Compañía. “¿Atacar a los Tres Castores? ¿En éstas condiciones? ¡Maravilloso!”, se fue retirando con aquel pensamiento mientras que, como estaba siendo habitual, negaba con la cabeza. Otra vez aquel pequeño bulto envuelto en una manta, ajena en parte de lo que a su alrededor sucedía.

Ya estaba apoyada en su roca, con aquellos tosidos que se estaban volviendo cada vez más molestos. Le dolía tanto la cabeza que no podía analizar con detenimiento las reacciones de los Oscuros. Serpiente, como siempre, con aquella manía suya de tensar las situaciones; mientras que Matagatos, muy al contrario y pese a querer ocultarlo, se veía afectado.

“Mal asunto. Si, bastante malo”, se preguntó qué sería del pueblo de Los Hombres de Arena en cuanto el Capitán se enterara de, si era cierto, la muerte de su hijo. “Más te vale estar lejos, Jaro. Muy lejos…”.

De momento, lo que no estaba para nada lejos eran los tosidos y aquel terrible dolor de cabeza.

"Me estaba cayendo bien Lengua Negra. Era un tipo bastante comprensivo".

Cargando editor
12/12/2011, 16:12
Matagatos.
Cargando pj

-No te preocupes, encontraremos las hierbas necesarias para curarte. La sangre que has tragado no te ha sentado bien y también estás resfriado. Digo a Sacorroto cuando termino de inspeccionarlo.

Me levanto y me dirijo al centro del Oasis. De camino Ponzoña se detiene a hablar conmigo, parece que conoce muy bien la zona.

-Gracias Ponzoña, esa información nos es muy útil. Era de vital importancia saber lo que tardaríamos en llegar hasta nuestro destino final, yo sabía donde estábamos pero no sabía el terreno que nos quedaba por delante ni cuanto tardaríamos en recorrerlo. No te vayas muy lejos, quiero hablar con todos.

Sigo caminando y me encuentro con Sicofante, que me ofrece amablemente su caballo. -Gracias Sicofante, lo tendré en cuenta si es necesario, alguien tendrá que adelantarse y explorar la zona y el poblado, no podemos atacar a ciegas. Vamos a hablar con todos.

Hago llamar a Guepardo que se encuentra vigilando a la entrada del oasis y espero que mis compañeros estén atentos.

-Muchos de vosotros ya sabéis lo que ha ocurrido. Hemos recibido un mensaje de Caratotem. No sabemos exactamente donde están Lengua Negra y Uro ni si les ha pasado algo, aunque eso no significa que no estén bien.

Hago una pequeña pausa mientras repaso los rostros de mis compañeros, ahora casi todos serios. Nuestras órdenes son claras, debemos atacar el poblado de Tres Castores en la madrugada del día cinco. Nos llevará dos días llegar hasta allí. Ahora mismo no contaba con que todos consiguieran recuperarse.

Mañana por la mañana partiremos. Con los pronósticos más pesimistas estaríamos a distancia de ataque el día cuatro, eso nos dejaría un día para acercarnos a explorar su posición y saber lo que nos esperaba al día siguiente, tampoco convenía estar tan cerca del poblado mucho antes o podríamos ser detectados. No nos acercaríamos demasiado hasta que no fuera el momento justo del ataque.

Ahora comeremos y después de comer todo el que tenga conocimiento de plantas vendrá conmigo a hacer una batida, necesitamos medicinas para los enfermos. Los que estéis enfermos será mejor que os quedéis descansando y el resto podréis entrenar o cazar algo por los alrededores.

No había mucho margen para más, salir más tarde no permitiría afrontar cualquier imprevisto del camino, y últimamente había demasiados, y necesitábamos llegar con tiempo suficiente para comprobar el estado de nuestros enemigos, no podíamos atacar a ciegas y prepararnos para la batalla, por primera vez el Pelotón de Hostigadores iba a enfrentarse a un enemigo tangible.

Mañana antes de partir, aseguraos que lleváis toda el agua posible, puede que no encontremos agua potable en adelante. Cualquier cosa que queráis aportar será bien recibida.

Espero por si alguno de mis compañeros tiene algo que decir.

Cargando editor
12/12/2011, 16:55
Khadesa.
Cargando pj

La mujer había asistido, pasmada, a la charla del camello. No era la primera vez que veía algo así, desde luego, pero sí tan de cerca, tan patente. Tanto, que en un primer momento lo achacó a la fiebre.

Pero no, era cierto, Caratótem había poseído al animal y se había valido de él para llegar hasta los Hostigadores y transmitirles su mensaje. Se acercó, andando lentamente, tratando de escuchar. Miró con enojo al chamán, y su reacción. Porque lo que Caratótem estaba diciendo era algo demasiado duro, demasiado increíble, y Rastrojo se había quedado sólo con el hecho, por excitante que éste fuera, y no con el contenido.

¿Lengua Negra... asesinado? ¿muerto?

Tampoco había dado explicaciones, no sabían por tanto si había muerto a manos de los Hombres de Arena. O de algún animal salvaje de la sabana. Ni tampoco qué había pasado con Uro. Además, a ella le pareció que, por las palabras que había escuchado, no estaba claro si Caratótem sabía algo de la muerte del líder, o sólo lo había interpretado como tal a lo dicho por Serpiente acerca de su ausencia.

Finalmente escuchó también las órdenes que tenía el Pelotón, y se estremeció. Atacar. Atacar en las condiciones en que estaban al poblado de los Tres Castores. Sería un suicidio...

Cargando editor
12/12/2011, 18:42
[RIP] Mentiroso.
Cargando pj

Mentiroso se lanzó al lado de su camello inconsciente. Tenía que asegurarse de que estaba bien.

-¡Camello, despierta! ¡Vámonos de aquí! ¡O nos cogerán a todos!

Mentiroso ya pasaba de todo y hablaba en K'Hlata. No merecía la pena seguir escondiéndose, sabía que sabían que estaba allí e iban a por él. Había que poner tierra de por medio como fuera.

 

Cargando editor
12/12/2011, 18:56
Ponzoña.
Cargando pj

El Hiena era un guerrero y conocía la muerte. Era la inevitable llamada de la sabana que los reclamaba a todos una vez en la vida. Lengua Negra tal vez hubiera muerto. Pero, ¿el cazador de cabezas? Lo dudaba.

-Piensas como un hipopótamo, pálido, no como una leona. Hasta un cachorro de guepardo sin destetar te lo diría si te entendiera -dijo Ponzoña tras oír a Matagatos y dando un paso hacia él-. Mira a tu alrededor. Enfermos y tullidos. ¿Vas a enviarlos a la batalla? ¿Y con qué pelearán? ¿Con flemas y toses? Piensa, ranger, pero como una leona preocupada por sus cachorros. Dales tiempo a recuperarse, a sanar. Dales el día de hoy y regálales uno más. Y atiéndeles con tus artes de sanador. Quizás entonces tengas un ejército y no carnaza que blanqueará al sol sus huesos picoteados por los buitres antes siquiera de que empiece la batalla. Te lo he dicho. Un hombre sano y sin cargas recorrería la distancia hasta el poblado de los Castores en un día. Dame dos o tres hombres sanos de los que puedas prescindir y partiendo al alba estaremos allí para poder observar a nuestro enemigo, estudiarlo y ver si es débil y dónde podemos morder. Un explorador, otro guerrero y a él -dijo apuntando a Serpiente al tiempo que escupía a un lado. Antes que su compañía preferiría yacer con el camello tendido en el suelo, pero no se trataba de él, sino de todos. La astucia debía prevalecer sobre las simpatías-. Viajaremos ligeros, pero necesitaríamos odres de agua para todos y comida. Algo de tasajo si lo hubiera. Si partes al amanecer del tercer día, estarás a tiempo para guerrear y conseguir que nos maten, pero venderemos cara nuestra sangre. Y sabrás dónde atacar. Hay jinetes entre los nuestros que podrían galopar y recoger nuestra información y dártela a tiempo. Él mismo podría con su magia hacer hablar a... eso -su dedo señaló al camello-. Dejaremos un rastro claro para que podáis seguirlo. Te ofrezco una posibilidad frente a la muerte que nos prometes. Piensa, Matagatos. Como una leona con cachorros.

Dicho aquello, Ponzoña guardó silencio.

Cargando editor
12/12/2011, 19:24
Peregrino.
Cargando pj

Me mantengo recostado hasta que Matagatos habla con todos, miro el suelo cuando el habla del combate, pues aunque no temo morir, no quiero deshonrar a mi pueblo por culpa de la enfermedad, pereciendo sin haber acabado con algún enemigo. Ese es mi único temor, no ser digno de mi nombre y no ser digno del camino que me han enseñado y que sigo como única religión digna de ser oída y sentida.

Luego Ponzoña habla y sus palabras son sabias. Si estuviese en buenas condiciones me ofrecería a ir con él, pero mi cuerpo tirita como poseído por demonios y mis músculos no responden fielmente a mis ordenes. Necesito sanar, lo necesito más que nada y si Matagatos es capaz de sanarme, estaré más que dispuesto a luchar y vencer en su nombre y el de la Compañía.

Me pongo de pie a pesar de los fuertes tiritones que tengo y me paro al lado de Ponzoña, a quien miro con respeto y hago una reverencia con la cabeza. Luego miro a Matagatos, mostrandole lo fuerte de los tiritones y la fiebre en mis manos mientras le digo:

 - "Yo quiero luchar."

No puedo decir más, no quiero decir más, pues es un hombre inteligente y entenderá que depende de su decisión si obtendré mi deseo y podré pelear como un buen guerrero o me lamentaré como un enfermo, no abatido por las lanzas y espadas que me den muerte, sino por el inclemente y despiadado clima de la Gran Sabana.

Cargando editor
12/12/2011, 20:04
Sicofante.
Cargando pj

Sicofante asiente en silencio ante las palabras de Ponzoña. Había analizado y dado soluciones a la mala situación en la que se encontraba la compañía. Ciertamente, necesitaban un descanso antes de comenzar dicho viaje, so riesgo de llegar a su destino sin fuerzas para pelear. El descanso no es que no fuera necesario, era una necesidad. 

Apoyaba también la idea de llevar exploradores a investigar la zona. Un grupo pequeño podría moverse con mayor rapidez y sería conveniente inspeccionar el terreno para averiguar lo máximo posible de sus enemigos.

Estoy de acuerdo con Ponzoña- dice Sicofante- mas eres tu el que debe tomar ahora las decisiones. 

Cargando editor
12/12/2011, 20:15
Ojopocho.
Sólo para el director

La tirada de la tarde, tan pronto me confirmes qué encuentro, y si puedo aprovechar la tarde para buscar también el resto de hierbas que me pedía, pongo el post, a ver si Ojopocho se recupera con esto >.<

- Tiradas (3)
Cargando editor
12/12/2011, 20:33
Campaña.
Cargando pj

Después de hablar con Matagatos, Campaña decidió revisar las existencias de carne sin tener ni idea de que no quedaba nada, o al menos nada que pudiera comerse. Revisó las alforjas de la mula de Sacorroto pero no encontró más que un amasijo de vísceras y carne podrida que olía a muerto. Campaña agarró las alforjas y se dirigió hacia su primo para mostrarle lo que quedaba, él no entendía mucho y quizás Matagatos pudiera hacer algo con aquellos desechos. Pero al llegar hasta allí con las alforjas en la mano presenció el extraño suceso del camello parlatante. Ver hablar a Camello resultaba tan hipnótico que Campaña no prestó atención a lo que verdaderamente trataba de decir e incluso permaneció unos instantes más embobado mirando al camello patas arriba mientras el resto se echaba las manos a la cabeza por lo que acababan de escuchar. De repente el gigante comenzó a reirse, para él había sido todo como una especie de espectáculo cómico, soltó lo que tenía en las manos y comenzó a dar palmas y saltitos como un idiota.

- ¡Otra vez! Hacedlo otra vez - exclamó Campaña lleno de júbilo - Campaña quiere verlo otra vez, por favor...

Pero a nadie más le había hecho gracia, así que Campaña enseguida se dio cuenta de que algo iba mal. Mentiroso se había vuelto completamente loco y gritaba y vociferaba cosas sobre los Hombres de Arena y los demás hablaban sobre la muerte de Lengua Negra y Uro. Al escuhar la conversación Campaña recordó que el camello había hablado de eso, y también de que pronto entrarían en combate. Campaña se apresuró a tranquilizar a los demás, estaba seguro de que su primo no estaba muerto

- Camello ha debido comer carne pocha - dijo Campaña quitándole importancia al asunto - El primo Lengua Negra no está muerto, Campaña lo sabría - se dirigió a Matagatos - Primo, ¿te acuerdas aquella vez que Lengua Negra estuvo enfermo? Siempre se ponía enfermo pero una vez decían que iba a morir - estaba seguro de que Matagatos sabía a lo que se refería - Entonces Campaña sintió algo, sintió su muerte, y ahora no siente eso... además Uro es fuerte, no dejaría que mataran a nuestro primo.

Después Campaña escuchó con atención lo que Matagatos tenía que decirles. La batalla estaba muy cerca y aquello sembró la excitación en el gigante, que estaba ansioso por entrar en combate. Pero Ponzoña tenía razón, en todo, y Campaña asintió sencundando todo lo que su amigo decía.

- Primo, escucha a Ponzoña, es listo - dijo Campaña señalando al Hiena - Campaña irá a la batalla con Ponzoña y nada podrá vencerles.

Cargando editor
12/12/2011, 20:49
Serpiente.
Cargando pj

Me encogí de hombros con la proposición de Matagos. No era un actor, pero si era su intención que mintiéramos no me oponía a ello. Al fin y al cabo él mandaba. Después lo seguí de cerca atento a todos sus movimientos en espera de que no cometiera una estupidez por el dolor por la supuesta muerte de su tan amado primo hasta que decidió hacer partícipes a todos del plan, aunque después del espectáculo con el camello no era precisamente un secreto.

Lo escuché atento, a él y a todos los que después de él hablaron sin perder la sonrisa. Tan solo dejé de sonreír para dejar salir una carcajada cuando escuché que Ponzoña me proponía como acompañante suyo en su idea de avanzadilla.

- ¿Yo? Qué honor Ponzoña - Volví a sonreír tras escupir al suelo tal y como había hecho el Hiena-. De acuerdo. Me gusta Matagatos- dije a mi primo tras lo que me acerqué a él para susurrarle algo al oído. Cuando terminé reí esperando que lo hubiese entendido.

Notas de juego

MJ1

Cargando editor
12/12/2011, 20:50
Serpiente.
Cargando pj

- ¿Alguna vez has cazado con cebo? Si no lo has hecho todavía dentro de cinco, seis o siete días tampoco lo harás. Esa suerte le corresponde al resto de la Compañía.

Notas de juego

MJ2

Cargando editor
12/12/2011, 20:56
Caracabra.
Cargando pj

Ignorante de cuanto ha sucedido con el camello, Lengua Negra y todo lo demás, Caracabra se incorpora cuando Matagatos se dirige al grueso de la expedición. Atiende en silencio para resoplar después, el tiempo se les echa encima y él apenas puede sostener su arma con pulso firme. Si la compañía no mejora, cómo bien dice ponzoña solo servirán de entretenimiento a los castores, más que una partida de guerra parecen un grupo de tullidos. Además está el echo de la desaparición del mejor guerrero y el lider, cierto es que cuentan con el demonio blanco, pero de nada si todos los demás perecen.

Se queda en el sitio hasta que Matagatos no tiene a nadie alrededor y se le acerca.

- Yo se de plantas, pero, si Ojopocho no ha encontrado medicina, quizá tendremos más suerte buscando drogas. No sentir el dolor aunque esté ahí puede ser igual de bueno o mejor.

Después se va a tumbar un rato, comerá y cuando la partida de búsqueda salga les acompañará, pero ahora el descanso es prioritario.

Cargando editor
12/12/2011, 21:58
Dedos.
Cargando pj

¿Otra vez tenía que levantarse? Con resignación se acercó al grupo, manteniéndose atrás sin soltar su manta como si de una armadura se tratara. Aquellos expresivos ojos, ahora apagados por la apatía, recobraron algo de su brillo pues Ponzoña hablaba con sabiduría. ¿La de un guerrero? Puede, pero no había que serlo para darse cuenta de la situación.

“Descanso y medicina. Eso es lo que hace falta”, asintió confirmando que estaba más que de acuerdo en esa parte. De nada serviría enviar exploradores, planear un ataque o lo que conllevase si el contingente estaba enfermo.

Para dar más énfasis a sus pensamientos un nuevo y descontrolado ataque de tos sacudió a la joven.