Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Pelotón de Campamenteros.

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31/03/2013, 01:36
Lombriz.

Jabalí, guerrero fuerte, no de mi escuadra. Mongowa, Mogimba. Lombriz arrugó el gesto al recordar la muerte de la campamentera bajo su mando. Arrastrada de la jaula como un fardo, aún herida, poseída por los soldados del Triplete sobre su propia sangre, y golpeada hasta ser solo un pedazo de carne. Peregrino imbécil, y Lombriz, Lombriz inútil. El hostigador no sabía cómo liderar, y él aún sabía menos.

Lombriz hubiera abofeteado a la mujer allí mismo hasta hacer sangrar sus mejillas, para que comprendiera. Qué derecho tenía una mujer simple como ella a decidir qué debía o no debía escuchar un hombre libre.

El curso de sus pensamientos cambió de rumbo cuando la mano de Belleza tomó una de las suyas. Lombriz se estremeció bajo el tacto de la piel de la k’hlata. Las sensaciones que le provocaba la cercanía de las mujeres le perturbaba profundamente. Maldijo su suerte el día que le había sido asignado el mando del tercer escuadrón, el de los que no servían ni como carnaza. El gusano repulsivo, el viejo inútil, y las mujeres: la loca, la muda y las que no debían haber sido nunca parte de la Compañía. Mujeres, que le hacían volver atrás, a los años en los que su mente no era suya. Aromas que embotaban sus sentidos y producían un hambre insaciable, extraña; imágenes que se colaban tras sus párpados y se agarraban a sus ojos con fuerza imposible; ensoñaciones de carne sinuosa asaltándole en sus sueños. Su propio cuerpo reaccionaba de forma extraña, como había ocurrido ahora. Lombriz se encogió todavía más sobre sí mismo para ocultar su turbación.

—Preocupa lo que preocupa —respondió, simplemente, en la lengua que, a pesar de los años, todavía no había sido capaz de aprender apropiadamente, como si la prohibición que había sido incrustada en su mente siguiera en efecto—. Cuerpo se recuperará. Quiero saber quién vive. Tú vives. Asesina vive. ¿Perdida, Misteriosa, León Anciano?

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31/03/2013, 01:40
Compañía: Misteriosa, Sexto Pelotón, Campamenteros.

Misteriosa sonríe misteriosamente a Lombriz.

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31/03/2013, 01:43
Perdida.

- "Estoy aquí. No me hirieron, pero tampoco maté a nadie.

Herí a un Bandido, al que luego mató Ikharus. Y a un Chacal, que después escapó. No sé si eso cuenta." -

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31/03/2013, 01:58
Lombriz.

Lombriz alzó la cabeza al escuchar la voz de una de las mujeres, Perdida, y en el movimiento, sus ojos se cruzaron con la oscura tez de Misteriosa, titilando en tonos anaranjados a la luz de la hoguera. ¿No murió nadie más? ¿León Anciano? Bien. Lombriz inútil afortunado. Asintió a las dos mujeres y volvió a reposar la cabeza sobre la fina esterilla, esperando que ocurriera aquello por lo que los habían sacado de la tienda. Hubiera deseado disfrutar del aire, libre de los olores de los heridos, pero estaba demasiado concentrado combatiendo las voluptuosas imágenes que asaltaban su mente como para darse cuenta, siquiera, de que estaba respirando.

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31/03/2013, 03:01
León Anciano.

-Vivo, vivo- Asiente el anciano hombre con voz mustia, abriendo por primera vez la boca durante toda la reunión -Morir cuidando un caballo no es algo que se me antoje.

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31/03/2013, 03:43
Tarado.

Llego a la reunión tras salir de la tienda de heridos y me acerco al fuego. Estoy al principio ensimismado en mis cosas, afilando mi lanza y dándole los cuidados pertinentes para que cuando llegue el momento de jurar, esté en perfectas condiciones. Posteriormente me dedico a hablar un poco con la gente alrededor del fuego.

- Bueno, buena noche a todos. ¿Tenéis todos Hermano de Capa ya para la ceremonia?

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31/03/2013, 12:37
Perdida.

- "Yo no sé si voy a poder jurar, la verdad." -

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31/03/2013, 12:38
Compañía: Misteriosa, Sexto Pelotón, Campamenteros.

Misteriosa niega con la cabeza y sonríe tristemente, con el pulgar hacia abajo. Ella no va a poder jurar.

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31/03/2013, 12:51
Plumilla.

Plumilla, acompañando el gesto de Misteriosa, cerró los ojos. Claro que le dolía no jurar pero tras haber pasado horas suturando heridas, limpiando supuraciones y vendando huesos rotos más le dolía saber que aquellos que buscaban su hermano de capa seguramente no verían la luz de un nuevo sol para cuando llegara el momento de la ceremonia.

Quizá ni siquiera sobreviviría aquél a quien eligieran como hermano de capa.

Déjales que disfruten del momento, niña. Ya habrá momento para el lamento.

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31/03/2013, 13:32
Sabandija.

Sabandija llega renqueante a la reunión de los campamenteros. Andaba ligeramente encorvado para evitar sentir la tirantez de la herida aún curándose, pero aún así no podía evitar que se le escapara algún que otro gemido de dolor, cuando sentía el desgarrador dolor en el vientre. Caminando así parecía más viejo que el mismo León Anciano, al que veía por ahí. Cuando llega saluda a todos con un gesto de cabeza y contesta a Manta, puesto que era un tema que le preocupaba bastante.

- Yo ya se lo he pedido a alguien. Esperaré la respuesta. - A la vez responde a Perdida. - Si derramaste sangre de un enemigo de la Compañía creo que podrás jurar, aunque no soy el más indicado para asegurártelo.

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31/03/2013, 17:15
Keropis.

-Sssi derrramasss sssangrrre porrr la Compañía, ya sssea tuya o de tusss enemigosss puedesss jurrrarrr -dijo el ermitaño desde lejos. Estaba de pie, quieto, con los brazos cruzados y mirando a ve tu a saber donde, pues no parecía prestar atención a nada de lo que ocurría allí.

No tenía ni idea de quiénes de los presentes podrían jurar, pero tenía muy claro qué juramentos serían de verdad y cuales serían "por cumplir". Había gente que mataría igual, sin tener intención de hacer nada por honor o deber. Matarían y punto.

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31/03/2013, 19:01
Odio.

Odio había salido de la tienda renqueante aún. Sus heridas se curaban despacio, pero estaba siendo paciente y tranquilo, más de lo habitual. Sus pasos se dirigieron hacia donde el resto se encontraba, sus compañeros campamenteros. Las conversaciones empezaron a girar en torno a la elección de hermano de capa, quienes de ellos podían o no jurar.. 

El hiena permaneció callado, sumido en sus pensamientos. Él había matado al enemigo, había herido al enemigo y había derramado su propia sangre por la compañía. Sabía que iba a ser un hermano juramentado, pero no esperaba que fuese tan pronto. Tenía claro quién quería que fuese su hermano de capa, sólo le quedaba preguntar y esperar una respuesta afirmativa.

Desde que había entrado en la compañía su objetivo siempre fue ser un hermano más, ser alguien allí y no un simple recluta de tres al cuarto. El momento se acercaba... y, sin embargo, Odio no estaba tan alegre como imaginó que lo estaría. Pese a que su mirada no estaba tan cargada de rencor como al principio.. algo le seguía agobiando dentro de sí mismo, algo le impulsaba a no estar satisfecho. Quizás fuese el hecho de que seguía sin tener el apoyo de sus compañeros, o al menos no lo sentía.. quizás que ya sólo le llenaba la necesidad de sangre.. quizás...tantos quizás, tanta desazón.. y tan pocas respuestas a sus dudas.

Sentado, como estaba, clavó sus ojo en el suelo... y su mente se disipó entre pensamientos.

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31/03/2013, 23:59
Derviche.

Derviche estaba mirando, como los trozos de madera estaban devorados lentamente por el fuego. La noche no era fría, pero el calor hacía bien a su cuerpo malherido.

Escuchó a Reyezuelo y sobre su rostro no se vio ningún gesto inmediato. Después de un buen rato, enarcó una ceja y dirigió su mirada hacía el hombre, pero sin mover su cabeza.

- ¿Grog? Pensó por un rato si apuntar con una de sus cimitarras y lanzarla hacía él, con el claro propósito de abrirle la cabeza. Sería un gesto demasiado duro para las fulanas que estaban reunidas alrededor del fuego, además de algunas mujeres y los guerreros Manta y Odio. Arrastró la punta de la cimitarra por el suelo hasta encontrar una piedra de tamaño considerable como hacer daño, pero sin matar a nadie, y la movió de un lado a otro. Entrenando, respondió secamente, a las siguientes palabras que el plumado vomitó de su boca. No pensaba moverse de ese sitio para nada, era el mejor y se lo merecía y si alguien no pensaba eso, que se lo diga.

- ¡Y una mierda! respondió con un gruñido a Manta, esa tonta casi consigue lo que los enemigos no fueron capaces de hacer, acabar con mi vida. No se iba a dar la vuelta para mirar mal a Plumilla. Lo cierto era que la muchacha intentó curarla, pero probablemente se sintió intimidada por la fanática, cosa que, a Derviche le daba la misma satisfacción que una herida bien cuidada. De ti aceptaría una jarra de grog, se lo decía al hombre como si le haría un favor, pero la verdad era, que le debía la vida. Pensaba que me iba a morir de hambre en esa maldita tienda, dar de comer y de beber a la gente debe de ser una tarea muy difícil y eso que tenían al lado todo lo que necesitaban. Bah, si tienen que ir a buscarlo... El descontento de la guerrera iba en aumento, igual que la sed que tenía, por lo difícil que les era a los tres cuidadores de la tienda, darle un poco de agua.

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01/04/2013, 00:30
Piojillo.

Piojillo miró a Derviche y dudó si intervenir. Por alguna razón no lo hizo, tal vez por que no debiera hacerlo o por preferir evitar un enfrentamiento con la fanática. Sea como fuere echó otro tronco al fuego y miró la luna avanzar en el cielo.

Se retrasa... mal empezamos.

No sabía si sería algo deliberado, tal vez para conseguir un efecto más melodrmático, pero el caso es que los Campamenteros empezaban a preguntarse que diablos hacían allí y él no podía darles la respuesta.

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01/04/2013, 01:24
Chamán Rojo.

Llegué seguramente el último de mis compañeros, arrastrando los pies, pues no tenía muchas ganas de asistir a esa reunión. Allí vi a varios heridos, que estaban sentados o tumbados. Decidí que lo mejor sería quedarme de pie. Aunque estaba un poco cansado, estaba con mis heridas cicatrizadas y curadas, y me parecía hasta una falta de respeto sentarme al lado de los heridos.

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01/04/2013, 10:48
Keropis.

Keropis miró a Derviche

-Puesss la prrróxima vez te currrasss sssolita, que sssi no lo hasss visssto tenía muchísssimo trrrabajo -dijo mirando como si estuviera ladrando. Parecía que la paciencia con varios "compañeros" estaba rozando los límites. Una persona solitaria que le tocaba aguantar a muchos personas que tenían ideas muy contrarias a las suyas.

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01/04/2013, 14:35
Lengua Negra.

Lengua Negra había estado aguardando a que los Campamenteros llegaran. Aún habían ausencias, ausencias cuya única justificación solo podía constituir la imposiblidad de andar. Pero las conversaciones en voz baja, los murmullos, la impaciencia empezaban a ser palpables. No era importante. La ansiedad provocaba un estado de alerta que era algo a lo que los Campamenteros deberían empezar a acostumbrarse en lo sucesivo. Dio unos pasos, saliendo de entre las sombras, y se acercó al círculo formado en torno a la hoguera.

-Buenas noches a todos, Campamenteros -dijo a modo de saludo, al tiempo que se situaba en el perímetro del círculo-. Traigo novedades para todos vosotros. Del alto mando. En mayor o menor medida todos me conocéis. Lengua Negra, hijo del Capitán y en lo sucesivo vuestro líder por mandato del mismo.

Guardó un instante de silencio, dejando que la noticia permeara entre los presentes.

-Tras la muerte de Cochinillo en batalla, se ha producido un vacío que debía ser restaurado cuanto antes. A partir de este momento yo dirigiré este pelotón. Pero habrá otros cambios. Estos de mi mano. Los suficientes como para que no sean del agrado de todos -mencionó-. No tiene sentido postergar algunos de estos. El primero es el que incumbe al nombramiento de quien habrá de ser mi segundo. Muerto Cochinillo, la lógica podía establecer que Piojillo continuara ostentando dicha posición. No es la poítica del Alto Mando. Ni la mía, en principio. La relación entre un líder y su segundo debe basarse en criterios de confianza y lealtad. No obstante, en mi caso, en nuestro caso, tales criterios son casi nulos pues apenas hemos mantenido trato en el pasado, más allá del meramente circunstancial. Dispongo de un par de jornadas para tomar esta decisión antes de que partamos en nuestra próxima misión. Dos días en los que estableceré ciertas pautas y en las que el objetivo fundamental será conoceros -dijo gravemente. Aquella era una tabla rasa, en la que habría que empezar desde cero-. Por de pronto, hay algo que voy a pediros. Quiero que todo aquel que se crea capacitado para ser mi segundo, levante la mano.

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01/04/2013, 15:08
Plumilla.

Plumilla esbozó media sonrisa ante las palabras de Derviche, como si ésta ignorara que si sufría alguna herida sería atendida por la propia Plumilla y que el arrancarle costras reblandecidas por el sudor al quitarle las vendas iba a ser lo más agradable que iba a sentir la fanática y que había heridas tan graves que empeoraban rápidamente y producían la muerte mientras el pus supuraba por la carne abierta.No contestó a la provocación de la mujer que parecía demasiado ocupada en atender a sus huestes de admiradores explicando lo mártir que era y lo mal que lo había pasado, pero que, sin embargo, el grog le haría bien y sin duda pensaba que no durarían en ofrecerle más.

- Keropis, no dentro del campamento-le recordó al ermitaño con voz suave esta vez sin recurrir a sus dotes de oratoria para persuadir al hombre de abandonar su actitud agresiva. Quizá alguno de los presentes iba a saltar en más provocaciones. Sea como fuere, el silencio se hizo cuando Lengua Negra habló haciéndose oír ante los presentes. Plumilla entornó los ojos ligeramente, Lengua Negra no había hecho ruido al acercarse, de hecho, su pálida figura había surgido de entre las sombras que rodeaban el círculo de luz creado por la hoguera y en completo silencio había llegado hasta la fuente de luz. Desde donde ella estaba, Lengua Negra no era más que una figura esbelta a contraluz  que proyectaba una siniestra sombra sobre sus compañeros, que bailaba con el ritmo que marcaban las llamas.

Comprendía que Piojillo no hubiera sido designado, carecía de sangre en las venas suficiente como para imponerse. No solo para imponerse, sino para mantenerse cercano a su grupo. Era bravo en la batalla, de eso podía dar fé. Pero carecía del arrojo para reaccionar en momentos como la llegada al campamento, cuando se quedó paralizado entre el gentío. La misma Plumilla le había dejado un cubo de agua al lado para que hiciera algo aunque dudaba que lo hubiera hecho. Debía sentirse sobrepasado por los acontecimientos. 

¿Y quién no?

Lengua Negra ocuparía el lugar de Cochinillo. La curandera no tenía claro que si eso era bueno o malo. Cochinillo era después de todo como un hermano mayor, sensación que el oscuro que tenía frente a ella carecía, pero no debía adelantarse a los acontecimientos, quizá no fuera tan mal cambio aunque la sombra de su primo estuviera cerniéndose sobre él como un espíritu.

Llegó el momento en el que Lengua Negra hizo una petición que no dejaba de tener el carácter de una orden. ¿Proponerse para el ser el segundo de confianza de Lengua Negra? Cualquiera de los que hubieran derramado sangre enemiga en la batalla sería apto para ello, hecho que ya excluía de por sí a la curandera. ¿Alguien tendría tanto amor propio como para considerarse a la altura del puesto?

¿Quién haría patente su soberbia y su ambición?

Plumilla se cruzó de brazos bajo el pecho y echó los hombros hacia atrás en clara postura defensiva, sabía quienes tenían de sobra esas capacidades pero que carecían de lo mínimo que debe tener un mando. Inspiró hondo y entornó los ojos de nuevo para proteger los ojos del resplandor anaranjado del fuego y, colocándose a la sombra de uno de sus compañeros, esperó a ver quiénes eran los que se consideraban elegidos para el mando... y las razones que daba.

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01/04/2013, 16:50
Niña de Oro.

Con mucho esfuerzo y ayudada por sus compañeros llegó, al fin, al lugar de la reunión. Jadeaba aún cuando Lengua Negra habló. Se mantuvo, entre tanto, ajena a las discusiones de sus compañeros, aunque un simple detalle le llegó a los oídos: debía buscar un hermano de capa. 

Ante las palabras de Lengua Negra, que adquiría el mando sobre ellos, se quedó muy quieta, sin apenas respirar, para que no pensase nadie que ella estaba interesada en ser la segunda de nada. No se le daba demasiado bien luchar, sus únicas verdaderas dotes eran como noble. Pero eso no tenía sitio dentro de la compañía. Así que prefería obedecer ordenes y morir en el intento, si hiciese falta. 

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01/04/2013, 20:55
Compañía: Misteriosa, Sexto Pelotón, Campamenteros.

Misteriosa baja la mirada, indicando así que ella en ningún caso se postularía como Segunda de los Campamenteros.