Partida Rol por web

- "¡Anotado! ¿Más apuestas?" -

- "De acuerdo, yo pongo dos por Attar." -

Jabalí miró con atención las monedas que el comerciante le tomó e intentó memorizarlas para aprender algo nuevo.

Esto es complicado... muy complicado.

Sin más decidió volver junto a los suyos. Guardó las monedas que le habían sobrado en la bolsa y metió en ella el paquetito con las cuentas, antes de enganchar la bolsa en su taparrabos y asegurarla con un fuerte nudo para que no se le perdiera. Había quedado en entrenar y realmente tanto a él como a sus músculos le apetecía un poco de movimiento.

Cuando se acercaba al grupo de hostigadores que no habían ido a la ciudad, se dió cuenta de que algo pasaba. Sus compañeros no estaban entrenando sino que andaban todos hablando y dando voces, unos primero y otros después, todo formando un círculo más o menos compacto. Cuando estuvo más cerca de ellos, bufó al escuchar las apuestas. Su entrenamiento debería esperar un rato más.

-¿Quien va a luchar y como van las apuestas? -preguntó cuando se unió al grupo.

El descanso de Loor se vio interumpido por unos gritos animados en los que parecia que se intercambiaban apuestas acerca de un combate asi que la guerrera se acerco para ver que era lo que sucedia.

- ¿Que es lo que pasa? ¿Quien va a combatir contra quien? - comenzo a preguntar pero al acercarse más pudo ver a dos de sus compañeros provistos de largas pertigas - Attar y Campaña... parece un combate poco equilibrado pero si algo he aprendido ultimamente es a no fiarme de las apariencias - murmuro para si.

- "¡Attar versus Campaña! ¡Apuesta mínima de dos platas, vamos, vamos, apostad ahora!" -

¡¿EH?! ¡¿QUÉ?!

Rastrojo llegó corriendo de detrás de una tienda tras acabar su conversación con Guepardo. Había olido la apuesta desde lejos. Los juegos de azar siempre le habían atraído, pero nunca tuvo dinero suficiente para apostar con los Soldados y sus salarios. Dos platas era una apuesta mínima muy alta...

¿Una apuesta? ¡Sí, sí! ¡Yo apuesto! ¡Por Attar! ¡No! ¡Por Campaña! ¡No, no, no! ¡Por Attar! ¡NO!

Miró a los dos contendientes. Ambos eran unos inútiles retrasados que solo servían de carnaza en la batalla. Era lo mismo que tirar una plata al aire y apostar por si salía cara o salía cruz. Así que lo más seguro era consultar a los espíritus...

¡Attar o Campaña, Campaña o Attar!

¡Ganar con la caña, por la pestaña del jaguar!

¡Oh, espíritus, decid! ¿Quién con pértiga es el adal...?

Pero interrumpió la oración. Si acertaban los espíritus, nunca nadie volvería a querer apostar contra Rastrojo. Si se equivocaban, era echar más lodo sobre su aptitud para el chamanismo.

Noooo... Tranquilos, no voy a consultar a los espíritus. Sería como hacer trampa. ¡DOS PLATAS POR CAMPAÑA!

Escarabajo ve como Jabali regresa de hacer negocios con el comerciante. Hasta ese momento Escarabajo ha entrenado junto al grupo, pero sin poner demasiado de sí mismo. Es sencillo: un combate solo puede ser de una forma, en serio. Y si se usan armas de verdad y Escarabajo entrena en serio, alguien termina herido. Es así, es sencillo. Y quien no sea capaz de verlo es un idiota indigno del mando.

Para Escarabajo las cosas son sencillas. Como es sencillo saber que la mayor parte de sus compañeros son patanes sin idea del valor de las cosas, ni de como tasar los bienes, y si recordasen que él ha sido hijo del jefe de una tribu importante, le avisarían para tales cosas. Seguro que al pobre Jabalí le han estafado.

En un momento determinado oye las voces. Un combate entre Campaña y Attar. La expresión de su cara cambia. Sin mediar palabra, y sin intervenir en la multitud de apostantes vocingeros, se acerca y observa a ambos contrincantes con una expresión seria, tensa y reconcentrada

- "Yo cubro la apuesta del chamán. Aunque si ganase Campaña, sería preocupante." -

Guepardo también fue junto al grupo. Vio que Rastrojo iba a apostar también, hecho que le pareció muy poco digno para un chamán. No obstante le iba a hacer caso, debía intentarlo. Que más daba si no funcionaba. Por suerte tenía dinero, podría conseguir lo que Rastrojo le había dicho. Vio que el grupo estaba reunido junto a los duelistas. Él fijo su vista en otra persona...en el comerciante. Se acercó a él y le preguntó: - ¿Tienes batatas?

El comerciante mira a Guepardo y señala el combate a punto de iniciarse:

- "Me apuesto contra ti dos platas en batatas. Elige por quién apuestas. Si ganas, te llevas las batatas gratis. Si pierdes, me quedo tus dos platas a cambio de nada." -

Guepardo miró al comerciante y pestañeó. - No tengo platas...solo tengo esto. - Y mostró los seis cobres que Matagatos le había dado, sin saber el valor exacto que tenían. - Pero no quiero apostarlos, necesito esas batatas con urgencia. - Sacorroto y los otros debían desaparecer y eso no admitía discusión. - Dame las batatas y yo te doy el dinero. - Y meneó la mano animándole a coger el dinero. A él le pareció un buen trato dentro de lo poco habituado que estaba a comerciar con dinero y lo poco que le gustaba hacerlo.

Campaña comenzó a ponerse nervioso con tanta gente apostando sobre el combate. Él sólo quería combatir para pasar el rato, divertirse y aprender un poco más, y sospechaba que Attar sentía exactamente lo mismo a juzgar por el gesto de su rostro. A Campaña no le gustaba apostar, ya le habían engañado algunas veces antes y estaba convencido de que no servía para nada, pero parecía alegrar a todos los que estaban allí, de modo que pensó que quizás estuviera equivocado y hacer apuestas fuese algo bueno.

Campaña miró a todos lados, los Soldados vociferaban y señalaban a uno de los dos contendientes, después discutían un poco y finalmente centraban su atención en el combate. A Campaña le resultaba difícil adivinar lo que estaban pensando, miró a Attar buscando su mirada y cuando la encontró se encogió de hombros.

Finalmente sujetó con fuerza la pértiga y se abstrajo del bullicio para centrarse en estudiar a su rival...

- "De acuerdo, de acuerdo. Toma guerrero, seis cobres en batatas." -

- "¡Ya está! ¡Se cierran las apuestas! ¡Ya no se admiten más apuestas!" -

El Cabo Barril alza el puño y lo baja súbitamente:

- "¡COMENZAD!" -

COMBATE ATTAR VS CAMPAÑA:

PRIMER ASALTO:

- Attar es el primero en reaccionar y lanza un ataque tremendamente fuerte que se estrella contra el casco de Campaña sin causar daños. El golpe resuena como una campanada.

- Campaña ignora el golpe y embiste con su pértiga directa al estómago de Attar, para 9 de daño.

SEGUNDO ASALTO:

- Attar golpea a Campaña en la parte desprotegida del brazo izquierdo, para 9 de daño.

- Campaña lanza un golpe lateral con el hasta de la pértiga directa a un costado de Attar, para 9 de daño.

TERCER ASALTO:

- Attar apenas golpea de refilón una greba de la armadura de Campaña, sin causar daños.

- Campaña castiga el otro costado de Attar, para 9 de daño. Attar cae de rodillas, aturdido, momento en que Campaña lo deja definitivamente inconsciente.

- "¡SIIIIIII!" - Ruge Barril con entusiasmo: - "¡CAMPAÑA GANA!" -

El subidón por la apuesta fue increíble. Era como estar fumando con Frontera. Realmente, Rastrojo tenía un problema para resistir las adicciones...

¡Bravo! ¡Campaña campeón!-coreó-¡Campaña campeón! ¡Campaña campeón! ¡Campaña campeón!

Sonriente, como pocas veces, pone la mano sobre el hombro de Preocupado, de una manera impropia en el chamán.

Preocupado... lo siento, pero tienes dos platas en tu bolsa que llevan mi nombre...

Campaña levantó los brazos para celebrar su victoria mientras su tío Barril vociferaba a causa del dinero que acababa de ganar, seguramente estaría muy orgulloso de su sobrino. Pero después de un breve instante de júbilo, Campaña tiró la pértiga y se acercó hasta donde estaba Attar. Se agachó y comprobó que estaba inconsciente, había recibido unos golpes duros pero se recuperaría pronto. Como Attar no estaba en condiciones de moverse, Campaña lo cogió en brazos dispuesto a llevarle a algún sitio donde pudiera descansar.

- Attar necesita descansar - dijo Campaña.- ¿Dónde puede llevarle Campaña?

Ahora que Matagatos no estaba, Campaña no tenía claro quién se podía ocupar de Attar.