Partida Rol por web

KEROPIS:

NUEVAS TIRADAS:

- TS Fortaleza, dificultad 10, para recuperarte por completo tras el descanso.

- Elegir entre Otear o Supervivencia a dificultad 12 para encontrar definitivamente el camino hasta el Grupo I de Matagatos.

Keropis se consiguió poner en pie, le costaba moverse por culpa de ese sol incansable. Vió por donde se iba Pelagatos, asique supuso que ese era el camino hacia su grupo; pero aun así no estaba seguro de hacia donde debería de ir.

Con un ligero quejido, Keropis se puso en movimiento en una dirección que creía que era la correcta, pero no tenía la seguridad absoluta.

KEROPIS:

- Te sientes revigorizado. Aunque no sabes por qué, tu dios sigue tan muerto como lo estaba anteriormente.

- Deben de ser reservas de energía interior que ignorabas que tuvieras.

Keropis se sentía extraño. Después de ese agotamiento y cocerse vivo bajo el sol del día de esas tierras, de pronto, se sentía como nuevo, como hacía tiempo que no se sentía.

Sin preocuparse mucho por el motivo por el cual se sentía así, ahora mismo tenía como prioridad encontrar el grupo de Matagatos. Creía que había encontrado el rastro por la sencilla razón de que Pelagatos provenía de allí... ¿Pero Pelagatos estaba con su grupo o era de otro?

No tenía ni idea, pero ahora lo más importante era encontrar a algún grupo de la Compañía.

KEROPIS:

- Dudas bastante entre dos direcciones. Finalmente sigues una que crees que es la correcta.

- Tus energías han fluctuado mucho desde que saliste de tu cripta funeraria. Es la magia de los ritos que te otorgaron la inmortalidad, es magia antigua y algo inestable.

Al final el Ermitaño se decidió por una dirección en concreto, ya solo deseaba llegar a algún otro grupo de la Compañía, pues sabía que era ya una tontería el hecho de llegar pues la emboscada que mencionó Pelagatos ya habría terminado. Solo esperaba que no le emboscaran a él solo por medio de este paraje.

Caminaba con unas energías renovadas. Tendría que acostumbrarse a estas cosas, no sabía porqué, pero intentaría entenderlo. Si llega a saber lo que iba a ser de su existencia, puede que no se hubiera levantado en armas contra el Príncipe.

Keropis negó con la cabeza para quitarse esos pensamientos funestos de la cabeza, el pasado no se podía cambiar, solo podía sobreponerse a él y seguir adelante.

El Ermitaño tenía un larguísimo futuro en ese mundo. Casi tan largo como la eternidad.

KEROPIS:

- Eliges finalmente la dirección que estimas correcta y caminas en línea recta, perdida la noción del tiempo.

- Finalmente, alcanzas a atisbar a unos guerreros, ¿serán estos los que buscas?

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

MENTIROSO:

- Finalmente, atisbas algo delante tuyo. Parece ser un guerrero ataviado con una armadura viejísima y herrumbrosa que se acerca a un grupo de guerreros. Dirías que por fin has llegado hasta el grupo de Matagatos.

SICOFANTE:

- Te parece que ya ves a los guerreros del Grupo II, el liderado por Ponzoña.

La vuelta es algo mas tranquila, pero parecía que ya veía a lo lejos a su grupo. Tenía información que dar, aunque suponía que Mentiroso, si había llegado a su pelotón hubiera informado ya a Ponzoña. Quizás aún se encontraría allí o bien buscaría a otros grupos para informar. Al menos el tagliano no lo había visto en el camino de vuelta.

Ya falta poco- espoleó a su montura para que fuese algo más rápido.

- Mentiroso (montado sobre su Camello) guía a la escuadra de Lombriz hacia el Grupo III liderado por Peregrino.

- El mismo grupo que va a recibir los refuerzos de loa escuadra de Reservas de Akatsuki.

El guerrero K'Hlata se puso en cabeza de su escuadra siguiendo a Mentiroso que iba a lomos de aquel camello pulgoso. El líder de la escuadra esperó apoyado sobre su lanza hasta que todo estuvo listo, el camello se puso en marcha y Lombriz se giró desdeñoso dando la espalda a sus reclutas. Tampoco se merecían mucho más, ninguno de ellos con un poco de suerte sobrevivirían un par al próximo ataque.

-!En fila de dos!!No os despistéis!!Si nos atacan nos reagruparemos entorno al camello!

No le gustaba repetir las cosas, así que confió en que sus reclutas captaran el mensaje a la primera. Era la vez que más había alzado la voz en todo el día y así sería hasta que se encontraran a algún enemigo. Siguió al guía con su lanza apoyada al hombro y el escudo bien aferrado mientras su mirada vigilaba las sombra mirando de vez en cuando por encima de su hombro a sus hombres.

-¿Están muy lejos, Mentiroso? -se volvió hacia el jinete del camello.

Mentiroso avanzaba pesadamente, el paso lento de los reclutas lo exasperaba. Miraba al frente con la esperanza de ver a su objetivo rápidamente, pero aun no divisaba nada.

Miró hacia atrás y vio a Lombriz dando las ordenes a la recua de novatos, pobres diablos, y se preguntó cuántos quedarían después de la próxima batalla.

Ese pensamiento le llevo al próximo combate. Se veía de lejos, cabalgando con su camello, ensartando enemigos, repartiendo muerte y ganando honores. No le desagradó en absoluto esa visión...

La voz de Lombriz lo saco de su ensueño. Le respondió rápido, no quería mostrar su distracción y autosatisfacción.

-No los veo, Señor, pero no deben estar muy lejos. Podría avanzar unos metros y otear el horizonte. No me gustaría encontrarme con una sorpresa desagradable, Señor-

TIRADAS:

- Supervivencia.

- Otear.

- Buscar.

Mogimba parece intimidada por las palabras de Lombriz.

- "El Sol nos abandonará pronto..." -

Mongowa asiente en silencio.