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La Corte de Invierno: Kyuden Seppun

Corte de Invierno: Llegada a Kyuden Seppun

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03/11/2016, 20:42
Bayushi Shigeru
Sólo para el director

-Muchas gracias, seguro que el agua está estupenda. De momento esto será suficiente, pero lo tendré en cuenta.

Tras despedir a la sirvienta y esperar a que salga de la habitación, me desvisto dejando con cuidado mi ropa, y me meto en el barreño. Exhalando un suspiro de satisfacción, me acomodo y relajo mi cuerpo, haciendo una meditación rápida para eliminar toda la tensión del camino.

Tras lograr la relajación completa, comienzo a volver poco a poco y, cuando estoy preparado, abro los ojos y comienzo a pensar en todo lo que me aguarda en los próximos meses...

 

Cuando estoy listo, salgo del barreño con cuidado de no mojarlo todo y comienzo a secarme con la toalla. Cuando ya estoy seco, saco mi espejo y mi peine y comienzo a arreglar mis cabellos. Cuando estoy satisfecho de mi reflejo, me levanto y me visto, cogiendo unas prendas sobrias pero formales, y me quedo indeciso mirando mis máscaras, decidiéndome al final por una máscara de tela que me cubre de nariz hasta la garganta.

Ya arreglado y listo, me salgo de la habitación y le digo al heimin más cercano:

-Ya he acabado mi baño, por favor encárgate de que se lo lleven y dile a Chiyoko que el agua estaba en su punto.

 

Dicho esto, comienzo a caminar a donde se supone que estarán los demás invitados.

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04/11/2016, 07:33
Hiruma Kôkatsu

El Hiruma se levantó y abrió la puerta de su habitación.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Desaparezco este finde, sorry.

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04/11/2016, 22:05
Doji Naota
Sólo para el director

Como era de esperar él simplemente se dirigió a los Heimins para que estos, obedientemente, llevasen el equipaje de ambos a sus aposentos. Al menos, había incluido el suyo en la petición, tratándose de todo un detalle para tratarse de él. Aunque también lo era el hecho de poder acompañarle en aquella corte, quizá simplemente no consideraba que fuera competente para cuidar del hogar si le dejaba sólo. Sólo los kamis saben que ha de pasar por su retorcida mente. 

En riguroso pero observador silencio sigue a la comitiva ¿Tendría que compartir aposentos con él? La sola idea le causaba repulsión y alteraba cualquier atisbo de tranquilidad con la que estudiar o meditar. Al menos el lugar era hermoso, su hogar también contaba con ciertos lujos sin embargo aquello se encontraba a otro nivel. 

Al llegar paseó en silencio por la estancia, ajeno a las demandas de su padre y deteniéndose en la mesa sobre la cual descansaban los pergaminos. Una sonrisa de lado apenas perceptible se dibujó en sus labios cuando el Heimin que los acompañaba le sacó de sus pensamientos. Le sorprendió la exagerada y poco delicada muestra de etiqueta del joven, y se apresuró a responder con voz calmada, tratando de relajar al chico, que parecía nervioso. Tenía una cara un tanto rara...aunque el tampoco era nadie para juzgar eso.

-Está bien, tomaré un baño - comentó educado, mordiéndose la lengua consciente del egoísmo de su padre, quien había pedido un baño para él nada más llegar, olvidándose de su existencia como era costumbre. Se asoma por la puerta acariciando con su mano la pintura en relieve que decora las paredes y mirando con curiosidad el exterior de la habitación.

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05/11/2016, 14:42
Narrador

Como cabría esperar, tras la puerta no había nadie. Al revisar a ambos lados del pasillo, tampoco conseguiste divisar persona alguna. Sin embargo, al mirar a tus pies sí que encontraste algo.

En el suelo delante de la puerta de tu cuarto, se encontraba una bella talla con forma de cangrejo, el símbolo de tu clan, confeccionada con madera de cerezo pulida. Es una talla hermosa, con gran cantidad de detalles. Parece hecha por un artesano experto.

Al tocar la figura en la zona del caparazón, la figura emitió un sonido dulce y claro, como el de una campana de bronce de las que se emplean en los templos para ayudar a la meditación. ¿Sería acaso un regalo? ¿De quién y por qué?

Notas de juego

Sin problema :D. ¡Pasa buen finde!

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05/11/2016, 14:47
Goro

 -De inmediato, samurái-sama.

Y veloz como… un heimin veloz, el muchacho fue a buscar ayuda para traerte las cosas del baño. No tardó demasiado en regresar con todo lo necesario: una estera de bambú estrechamente tejido para que el agua no mojara el suelo, el barreño con agua caliente, una esponja para frotarte el cuerpo, un paño suave de algodón para secarte y ungüentos perfumados para acicalarte después.

También sacaron ropa limpia de la cómoda donde estaban tus pertenencias, dejándotela lista para que te vistieras nada más acabar. Cuando todo estuvo listo, el sirviente que había hablado antes contigo volvió a arrodillarse ante ti mientras el resto se marchaba.

 -Todo listo, samurái-sama. Espero que la temperatura del agua sea de vuestro agrado. Si necesitáis algo más, llamadme.

Y se quedó en esa postura hasta que le dieras permiso para irse.

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05/11/2016, 14:59
Narrador

El heimin se arrodillo y con un “de inmediato, samurái-sama” salió corriendo de allí para encargarse de lo que le habías ordenado.

Por tu parte, estando ya limpio y perfectamente vestido para la ocasión, empezaste a caminar en dirección al comedor para disfrutar de una bien merecida cena. Aún era pronto, pero la espera en compañía se haría más corta. Y seguro que alguien más había tenido esa idea, por lo que no estarías en soledad allí esperando.

De hecho, no habías llegado al comedor cuando te encontraste a dos cortesanas del clan del escorpión charlando animadamente en uno de los pasillos. En cuanto te vieron sacaron sus abanicos para taparse la boca mientras se reían. Eran jóvenes y lo que sus máscaras te permitían ver de su rostro te pareció hermoso, pero no eran unas niñas con el gempukku recién superado. Confiarse delante de ellas y decir una palabra de más podía ser muy peligroso. Especialmente para cualquiera que no fuera de vuestro clan.

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05/11/2016, 15:00
Bayushi Akemi

 -Buenas tardes, samurái-san. ¿Dando un paseo?

La doncella se rio un poco más mientras te dedicaba una mirada coqueta.

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05/11/2016, 18:40
Bayushi Shigeru
Sólo para el director

Vaya, aquí hay un claro ejemplo de belleza femenina, esto puede ser divertido.

-Buenas tardes, Bayushi-san. La verdad es que iba camino del comedor, estoy deseando conocer a los demás invitados. Si nuestros caminos coinciden podemos ir juntos si así lo deseáis. Siempre se agradece la compañía, pero sería un autentico placer pasear junto a unas primas tan hermosas como vosotras.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Fallo muy gordo, no tengo heráldica en la ficha xD 

Si lo de primas a ti no te gusta, lo edito, es una expresión que hemos usado siempre ne mesa cuando quiere hablarse en tono cordial dentro del mismo clan/familia

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07/11/2016, 00:19
Daidoji Daisuke

-Bueno, pues llévame a mis aposentos y traeme ese refrigerio.-  Luego me iré a buscar a Naota-san y con suerte lo encuentro cerca de mi cuarto.

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08/11/2016, 19:41
Doji Naota
Sólo para el director

Una vez todo estuvo listo se dispuso a asearse, percatándose antes de comenzar a despojarse de su atuendo de la presencia del Heimin, quien esperaba algún tipo de señal, arrodillado. 
No estaba acostumbrado a tener que pedir intimidad para el baño ya que en su hogar era algo común, por lo que se apresuró a informarle. 

- Puede retirarse, le avisaré en cuanto haya terminado - No se encontraba cómodo mostrando su desnudez ni tan siquiera frente a otros hombres, era algo muy privado. Por lo menos no se había visto en la obligación de compartir ese momento con él, eso había sido todo un alivio temporal, ya que se imaginaba que trataría de hacerle la vida imposible durante la corte. Comenzó a lavarse la piel con el agua caliente, poco a poco empezó a relajarse y sentirse algo más cómodo y sobretodo limpio. 
Una vez terminó de asear su corto pelo blanco comenzó a secarse para vestirse, avisando posteriormente al Heimin de que había finalizado y podía recoger los bártulos.

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13/11/2016, 19:08
Togashi Origumo

    Origumo miró al sirviente y le dedicó una sonrisa, en verdad sabía que aquel era el deber del hombre, pero el monje no estaba acostumbrado a esa clase de tratos y tampoco los sentía necesarios por lo que respondió de un modo cortés a su propuesta. -Le agradezco sus servicios, pero me temo que en esta ocasión no serán necesarios.- El Ise Zumi se abrió de brazos para dejar claro lo corto de equipaje que iba y amplió su sonrisa. -Esto es todo lo que poseo, así que únicamente le rogaría que me señalase donde están los aposentos y el lugar donde tendrá lugar la cena, ya, que si no le supone ninguna molestia, preferiría pasear y conocer en primer lugar sus hermosos jardines.-

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14/11/2016, 17:27
Doji Hirachi
Sólo para el director

Hirachi asintió dócilmente a las palabras de su maestra aunque sabía que no podría cumplir del todo con sus indicaciones. No se sentía cansado pero iba a presentarse en la corte del emperador. Si ese no era motivo para dudar o al menos estar nervioso… Sabía que ella le había enseñado bien y desde el gempukku no había vuelto a tener demasiados problemas… pero aquella espina seguía clavada en su orgullo.

Una vez solo se desvistió lentamente, como en trance, repasando algunas lecciones en su cabeza. Se sentía abrumado. En ese palacio no era únicamente Doji Hirachi, era un cortesano de la grulla y muchos juzgarían su clan por aquello que él hiciera. Metió la esponja dentro del agua. El más pequeño desliz… Se estremeció al llevarla junto a su cuello y sentir las primeras gotas recorriendo su pequeño cuerpo de marfil. ¿Sería capaz de vestir adecuadamente? ¿Y si alguien se burlaba de su peinado? ¿Y si nadie prestaba atención a un hombre tan pequeño? Se sentía tan inseguro como en su primera noche como adulto. Si sólo pudiera terminar un poco mejor esta vez… Por mucho que el agua estuviera a una temperatura agradable, al contraste con el ambiente invernal le erizaba hasta el último de sus blanquecinos vellos.

Limpio y envuelto en paños para evitar temblequear como las últimas hojas de los árboles se puso a oler los ungüentos que les habían ofrecido. Todos eran maravillosos pero alguno le hizo arrugar la nariz por su potencia. Estaba seguro de que una sola gota de aquello podría camuflar el olor de un batallón tomando té. Por suerte terminó dando con algo que le agradó, una fragancia sutil, como el roce de un pétalo de sakura que cruza un instante su camino con el tuyo en un paseo de primavera. Sólo le quedaba vestirse y tranquilizarse un poco. Para lo segundo contaba con el abanico de su madre.

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18/11/2016, 13:45
Hiruma Kôkatsu

El cangrejo no estaba acostumbrado a semejantes delicadezas y bufó al verla. Los artesanos de su clan sólo aspiraban a crear una armadura más resistente o un arma más peligrosa. Los ingenieros Kaiu eran artistas en la creación de trampas y su disimulo y tanta frivolidad disgustó a Kôkatsu.

Dejó la figura sobre una mesita y se ajustó el kimono como pudo antes de salir a pasear. La muralla defendía todo el imperio de los terrores del sur y no había de que preocuparse, pero el Hiruma no se encontraba cómodo dentro de un castillo tan pobremente gruarecido.

Hizo sonar su cangrejo una vez más antes de abandonar su estancia.

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28/04/2017, 02:02
Soshi Tomoe

Las dos muchachas volvieron a reírse púdicamente tapadas por los abanicos. La segunda doncella fue la que rompió el silencio esta vez.

 -Nos halaga que un samurái de tan noble porte se digne a pasear con unas cortesanas como nosotras. Será un honor acompañarte hasta el comedor.

Ambas muchachas intercambiaron una mirada antes de ponerse una a tu izquierda y la otra a tu derecha, para caminar contigo hacia el comedor.

Notas de juego

El tono cordial me parece perfecto para que hables con personas de tu mismo clan y rango similar al tuyo. Así que el primas se queda.

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28/04/2017, 02:04
Bayushi Akemi

 -Y contadnos Samurái-san. ¿Habéis llegado hoy por un casual? Porque creo que os recordaríamos de haberos visto antes.

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28/04/2017, 02:04
Soshi Tomoe

 -Ciertamente le recordaríamos. ¿Qué tal fue vuestro viaje? Espero que no fuera muy agotador…

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28/04/2017, 02:05
Narrador

El sonido de la escultura pareció despedirte mientras salías de tu habitación. Los pasillos del palacio se encontraban en su mayoría vacíos, con la excepción de algún cortesano elegantemente vestido o sirvientes que iban de un lado para otro.

Sin embargo, en uno de los pasillos más anchos, un grupo de personas se encontraba hablando animadamente mientras caminaban. No tardaste nada en reconocer al centro de atención de aquel grupo. Rodeado por varias cortesanas de varios clanes, se encontraba Bayushi Jotaro, vestido con un elegante kimono de seda roja y negra y con el aspecto tan cuidado como si fuera más un cortesano de alto rango que el débil bushi que era. El grupo se acercaba a donde te encontrabas, pero si Jotaro te había visto, te había ignorado directamente.

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28/04/2017, 02:05
Narrador

Tras tomarte tu tiempo para lavarte el polvo del camino y refrescarte, te encontrabas ya listo para enfrentarte a tu primera aparición oficial en la corte. O por lo menos eso pensabas. Los nervios seguían en la boca del estómago, persistentes como el niño mimado que pide caprichos a su madre. Ni siquiera la idea de que tu maestra estuviera a tu lado durante toda la velada era tranquilizadora. Tal vez fuera incluso peor, ya que sabías que ella te juzgaría con más dureza que cualquier otro de los presentes.

Sin embargo, tus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchaste unos suaves golpes en la puerta de tu aposento.

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28/04/2017, 02:06
Goro

Tras la puerta, un sirviente habló con voz temblorosa.

 -Pe-perdonad que os moleste, Samurái-sama. Traigo una carta para usted.

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28/04/2017, 02:06
Takeo

El sirviente te llevó por los pasillos del palacio hasta el lugar donde estaba el que sería tu aposento. Por lo que parecía, en aquella zona estaban hospedados multitud de samuráis de la grulla, viendo los colores de los kimonos y los mones bordados en los mismos. Encontrar a Doji Naota no debería ser excesivamente difícil en aquel lugar.

Cuando llegasteis a la puerta de tu habitación, ésta se abrió y salieron un par de muchachos de la servidumbre, los cuales se inclinaron profundamente al verte y luego se marcharon de allí.

 -Su equipaje ya está en la habitación, samurái-sama. Entre y descanse, de inmediato vendrá una doncella con el refrigerio que encargó. Si necesita cualquier cosa, no dude en avisar a cualquiera del servicio.

Dicho esto, se inclinó en una respetuosa reverencia y se marchó de allí, dejándote en tu cuarto. Al poco rato llegó una muchacha que traía una bandeja con unos pastelillos de arroz, una tetera con té recién hecho y una taza de fina porcelana. La dejó en la pequeña mesa lacada de tu cuarto y se retiró sin decir palabra, cerrando la puerta de tu habitación en cuanto se fue.