Partida Rol por web

Baron soltó una pequeña carcajada.- Coño Frost, si tienes sentido del humor, que callandito te lo tenías.- Dijo sonriente mientras trataba de hacerse una idea de la distancia hasta los objetivos a los que estaba apuntando.-Oído señora.- Dijo simplemente cuando escuchó la voz de su sargento. No era él mejor tirador del regimiento, ni mucho menos, pero podía hacer un par de cosas para que no se comieran a sus compañeros.

-Tsk, puta mierda.

Ray era muy consciente de que su ráfaga había sido un fiasco. Ni una solo de aquellos caparazones de mierda había sufrido daño alguno, aunque los jodidos bichos parecían estarse replanteando su estrategia y un buen número de ellos parecían confusos. Eso o su patas artríticas se les habían pegado al suelo. Quizás estuvieran rezando a la zorra de su reina. Un vistazo a su izquierda y corrió hacia la nueva posición, para ocuparla. Rodríguez parecía que iba a dedicarse a dar por culo a los dos bichos que se acercaban por su área. Dos jodidos cabroncetes que parecía estaban desviándose para atacarles por donde más doliera.

Había visto caer al bicho volador con el disparo de la Cabo. Si Odonell era así para todo, merecería la pena sobrevivir.

No había tiempo. Una ráfaga era imposible en aquellas circunstancias. Órdenes eran órdenes pero la realidad imponía sus propias reglas. Y Perdición tenía hambre.

-Fuego contra bichos al suroeste -informó.

Frost tenía ya el ojo puesto sobre ese grupo de insectos enemigos, había ajustado su posición y calmado su pulso con una respiración menos agitada. Mientras Galanza le hablaba comenzó a dejar salir una oleada de plomo al grupo de arácnidos y trabajadores que se acercaban algo confusos. El hermoso y armónico sonido de un morita en full auto amenizaba la charla, como si fueran las magdalenas que acompañaban el te con leche de la tarde.

Ya mucho estaba sucediendo alrededor del fuerte, se oia el retumbar de disparon y pasos apresurados por todos lados.

Cuando finalizó la ráfaga automática, dejó el humeante rifle a un lado y se dispuso a ayudar a Josh que parecía muy agotado por la carrera. Josh, voy a ir subiendo la lizard line para hacerte el trabajo más sencillo. Anunció por la radio, aprestándose a ello y apurando a Galanza para que lo secunde. Mierda de disparo, parece que erré todas las balas... no debo seguir desperdiciando ese escaso recurso.

Estaba totalmente agotado por haber corrido tan aprisa para escapar de los malditos bichos, ahora tenia que esforzarme una ultima vez para poder subir, ya arriba me tomaria un momento para recuperar el aliento pero lo mas importante era olvidar un poco el cansancio y subir aprisa antes de terminar como alimento de bichos.
-Alla voy Camarada- grito a Frost mientras trato de subir por la lizard line.

-Me encargo de los de abajo, no llegaran a la muralla, dice entre una mezcla de confianza y esperanza, ahora los unicos que avanzaban hacia adelante era por su zona, tenia que barrerlos cuanto antes y rapido. o se convertiria en un problema grabe.

asi que apreto el gatillo y no lo solto hasta que el arma paro automaticamente momento en el que miro que efecto tenia su rafaga.

Baron escuchó a Frost y vio como esperaba que este le secundase después de soltar una ráfaga de plomo con no demasiado acierto. -Si hay que soltar plomo se suelta- Dijo casi en susurros animado por la ráfaga de su compañero y soltó una deflagración con su rifle. No le gustaba especialmente disparar, él era un amante, pero los bichos habían demostrado numerosas ocasiones que no podían ser cortejados.

Tras su ráfaga asintió a las indicaciones del técnico y se dispuso a ayudarlo a tirar de Josh, en aquel escenario era de lo poco que podían hacer por sus compañeros.

Alex observa como Crow dispara el bicho superior así que ella apunta a los dos bichos que están cruzando el alambrado, aprovechando el retraso dispara una ráfaga rápida.

Rápidamente observa como los proyectiles surcan el cielo. La tropa esta demasiada quieta, aun no están en posiciones y los bichos ya se encuentran en el lugar, la alambrada no ha sido instalada del todo y no han empezado bien.

MOVEROS DE UNA VEZ, A VUESTROS PUESTOS O NO SERA DISPARARE UNICAMENTE A LOS BICHOS.

El combate empezaba a prolongarse y a complicarse. Muchos bichos estaban ya próximos a la alambrada y avanzaban a toda prisa, mientras los infantes del 2° pelotón intentaban mantenerlos a raya sin mucho éxito.
Por su parte ya casi la mayoría de los infantes que habían bajado a colocar las alambradas habían logrado subir a los muros reforzando el poder de fuego de sus escuadrones.
Súbitamente un fuerte grito se escucho desde el oeste, al parecer un infante estaba herido. Y ese no era el único problema, tenían ya 2 bichos pegados al muro y uno de estos intentaba atacar Garth.

Alex empezo a repartir ordenes por doquier incluso a su superior.
Willem encárgate del de abajo!
Raynard al pegado a la muralla delante tuyo.
Crow el del mas al norte.
El resto al grueso del centro del muro empezando por los guerreros! Miller y sargento fuego de supresión parte inferior y superior respectivamente!
Frost Ayuda a Garth inmediatamente, no te lo volveré a repetir, sacalo de ahí ya!

Miller no tiene tiempo ni de mirar alrededor, las órdenes de la cabo resuenan en el comunicador y aunque a tan solo unos metros de distancia Josh las está pasando putas, el debe contener a los bichos que se acercan por el SE. Asi de jodida es la guerra.

Vamos Josh, ¡aguanta!

El zapador se gira hacia el objetivo marcado y se apoya sobre el muro para controlar la dispersión del Morita, apunta y aprieta el gatillo para castigar con un stacatto de plomo a los bichos de la alambrada.

Ray había visto saltar esquirlas de hielo allí donde su disparo había impactado y no era donde el puto bicho estaba precisamente. Empezaba a ponerse nervioso. Se estaba comportando como un jodido novato y su puntería parecía haberse ido por el retrete junto con su última cagada. Y por cada uno de aquellos monstruos no eliminados, las oportunidades de supervivencia menguaban que daba gusto. Por de pronto, dos de aquellos cabrones ya estaban listos para darles matarile si no se espabilaban. Si no se espabilaba él.

La orden de la Cabo llegó alta y clara a través del comunicador. Goterones de sudor corrían por la espalda de Ray cuando apuntó a su objetivo.

-Por San Apapucio bendito, que le dé -rezó en voz alta, un recuerdo de sus viejos tiempos como monaguillo en la parroquia de su pueblo, antes de disparar. Sin embargo, el sonido que escuchó hizo que se cagara en todo lo que se meneaba-. ¡Arma encasquillada! -acabó gritando.

Baron encárgate del de Raynard!

Estaba preocupado por los infantes que aún estaban por fuera del muro intentando llegar hasta arriba del muro. Mientras intentaba concentrarme lo máximo posible en desencasquillar mi rifle, lo necesitaría lo más pronto posible como esa horda de arácnidos continuase aproximándose.