Partida Rol por web

La cabo parecía que el había pillado gusto a la Derringer. O bien se había calentado lo suficiente o le gustaba como vibraba entre sus manos. Fuera como fuera, Bauer no tenía muchas opciones para con el arma. Y no había tiempo que perder. A sus manos voló la Triple G con su carga de granadas de fragmentación. Dos posibles destinos. O el gusano a sus espaldas o el tanque que acariciaba el ángulo norte de su posición y cuya carga de llamas podría mandarlos a todos a mandar por el culo bien pronto. La boca de su lanzagranadas fue como el agujero del mismo infierno, una oscuridad iluminada por el fuego cuando tres granadas fueron escupidas en dirección a aquel jodido y monstruoso bicho.

¡Ole tus cojones Bauer!

Dice el zapador levantando un puño.

¿Donde huevos te habías metido?

Tras los escasos segundos que habían pasado desde que había llegado al suelo, mientras corría como un demonio para llegar al sitio asignado, subía por las escaleras y seguía corriendo por la parte alta del muro, justo antes de llegar a la zona donde estaba la construcción del comedor/cantina, Ethan desvió la mirada al lugar que ocupaba instantes antes y vio como un enorme gusano salía del suelo, devorando entre sus enormes fauces al Teniente...."Dios...." -no era muy católico, pero la expresión le salió del alma, mientras un escalofrío le recorría todo el cuerpo y el miedo se instalaba ya de forma permanente como una bola pesada en la boca del estómago. Esto le dio alas a sus pies, haciéndole llegar en unos pocos segundos más a la esquina suroeste del fuerte, cruzándose con otro infante (rodríguez) mientras sigue oyendo a su alrededor el tableteo de los disparos. Al girar la esquina reduce la carrera a un pequeño trote cochinero, para ver mejor la situación....

De repente se oyen tres explosiones consecutivas y un rugido, ¡ parece que una de las maldites chinches gigantes ha caído !, pero poco puede hacer ya que está recuperando el resuello. Se acerca rápidamente al muro, dirigiéndose hacia el norte y al acercarse al muro, observa como uno de esos malditos bichos está intentando tirarlo....¡¡ y las luces de repente se apagan !!. Farfullando algo ininteligible para los más cercanos, se asoma al muro apuntando al bicho y dispara, mientras dice.."Ya me pe-pe-pegará la bron-bronca, cabo...si es q.q..que seguimos c...c...con vida....CAE CABRÓN CAEEEEE!!"

Los proyectiles de plasma cruzaban el cielo simulando una red como si los bichos quisieran atraparnos y no dejarnos marchar de este helado planeta. Desde los altos cielos llegaban nuetra repuesta en forma de grandes bolas de energía y lanzaderas de desenbarco que vendrían a sacarnos de este planeta.

Regreso lentamente a mi posición mientras los crugidos del muro se hacen mas fuertes, saco una de las granadas de los bolsillos de los pantalones recargando la que le lanzé al Tank....gracias a que Bauer estaba allí, no estoy muy fino no.... Una vez llego a mi posición junto a Josh recojo mi morita del suelo golpeandola un par de veces para desatascarla del hielo y la nieve que ya la recubren.

- Dios parece que esos cabrones estan soltando todo contra nosotros.

Bauer olvídate de la Darringer, nos viene el proyectil encima, hacia el sur que yo voy al norte.

ATENCIÓN INFANTES! Dispersaros por el muro, recargar si hace falta y apuntar a la espera de la señal para fuego de supresión, solo hace falta dar tiempo a la flota. A QUEDADO CLARO?

-Atención todos los escuadrones, prepárense para una fuerte explosión. He minado el pozo con explosivos térmicos de alto poder, no podemos esperar mas para detonarlo, percibo un sonido tenue de pequeñas hormigas que avanzan por el túnel, pronto estarán sobre nosotros.-

-Sargento Corbec, necesito ya esas coordenadas para el bombardeo orbital, no tenemos tiempo para hacer planeaciones.-

Miller espero que estubieras equivocado con el radio de los explosivos termicos en el pozo, quieren activarlo ya.

Alex sabia que era un riesgo dejar la darringer pero ya estaban en suficiente peligro sus infantes y ella. Asi que corrio hacia el norte, teniendo en cuenta que podia llegar a quedar separada del resto de la muralla por el proyectil de plasma que venia hacia ellos. Con suerte se quedaria corto o pasaria de largo.

-¿Que dónde huevos estaba? Follándome a tu hermana en la letrina, Miller. Aunque con lo fea que era, bien puedo haberme beneficiado a un bicho -dijo Bauer, cuyo rostro era clara muestra de la agitación que sentía y de la satisfacción al ver caer al tanque bajo el impacto de las granadas de fragmentación.

Sí, no todo era malo. Y aquel enorme monstruo había acabado bien jodido. Pero aquello no era sino el aperitivo de una cena con demasiados platos para comer. Su humeante lanzagranadas estaba ahora vacío y la mirada resbaló golosa sobre la Derringer que la Cabo tanto parecía querer.

-Bauer olvídate de la Derringer, nos viene el proyectil encima, hacia el sur que yo voy al norte.

La voz de la Cabo le sacó de su arrobamiento y sin pensarlo dos veces, asintió, mientras la veía marchar hacia el norte.

-Culo tienes, cabrona -murmuró para sí, lanzando una última mirada al arma que estaban a punto de perder y que podía haber supuesto la diferencia entre seguir vivos o no. Sin aquella arma, las cosas iban a ponerse aún peor.

Bauer miró hacia la posición que su mando inmediato le exigió y sin echar un vistazo atrás, no fuera a convertirse en estatua de sal o pulpa de plasma, comenzó a caminar apresuradamente hacia allí. Cuando se detuvo, no vaciló e introdujo las granadas de alto poder en la recámara de su lanzagranadas.

Cabo, ¡si no hacemos fuego de supresión ya mismo, esos cabrones nos estarán mordiendo los talones en unos segundos, y la flota no tendrá que infantes recoger! sus gritos resonaban entre la música del fuego automático, las explosiones y los gritos. Por más que discutiera, tuvo que obedecer una orden directa. Mierda, mierda, mierda, !no deberíamos dejar de disparar! el dedo le temblaba, entumecido. Fue consciente nuevamente del dolor abdominal punzante mientras buscaba otro cargador en el cinturón de combate. Sabía que lo lamentarían, no entendía por completo las órdenes de Odonell.

Resopló mientras guardaba el cargador con diez balas y colocaba uno lleno en el morita, luego apuntó a los puntos difusos que se movían como una marabunta de hormigas entre la tormenta de nieve.

ATENCIÓN INFANTES! Dispersaros por el muro, recargar si hace falta y apuntar a la espera de la señal para fuego de supresión, solo hace falta dar tiempo a la flota. HA QUEDADO CLARO?

-A mandar, señora-da como respuesta retrocediendo sobre sus pasos para "dispersarse" como había ordenado la cabo. La carrera le había hecho entrar algo en calor, pero la duración de la protección térmica del traje estaba en las últimas.

Si Al era el soldado brocheta yo voy camino en convertirme en polo de Sam, pensó con una sonrisilla cínica apoyándose el rifle de nuevo en el hombro y entrecerrando los ojos para poder discernir algo entre la creciente oscuridad pese a la ayuda de la visión infrarroja.

Por el amor de dios, que vengan ya-musitó para ella creando nubes de vaho al hablar.

-¡TOMA YA!- grité al ver caer al tanque después de mi ráfaga y de otras balas, había contribuido a matar a mi primer bicho si es que no lo había matado yo... pero la alegría me duró poco.

De repente las luces se apagaron y ví perfectamente como una de las grandísimas bolas de plasma que utilizaban contra la flota no cogía toda la altura correspondiente y parecía dirigirse a... aquí.

joder, joder, joder, que ahora tienen artillería...

Empecé a palpar nervioso mi casco para activar la visión de infrarrojos y pedir órdenes a la cabo cuando oí su voz por el intercomunicador

ATENCIÓN INFANTES! Dispersaros por el muro, recargar si hace falta y apuntar a la espera de la señal para fuego de supresión, solo hace falta dar tiempo a la flota. A QUEDADO CLARO?

-McAllen, recibido -no pude evitar una sonrisa al oír la voz de "ahíva" por el comunicador, pero no era el momento de entablar una charla

Asique tras recibir esas órdenes me encaminé a pegarme al muro y acercarme a otro soldado que había ahí, pero parecía algo ausente, asique me fijé en la marabunta que se nos venía encima, me coloqué la morita, respiré hondo y apunté hacia la distancia, fijándome en la que nos iba a caer encima si no lo conseguíamos.

Tenemos que pararlos, solo necesitamos un poco de tiempo... y comienza a notarse el frío

Miller sonrió ante la respuesta de Bauer. Era solu un atisvo, una mueca agridulce.

¿Si? ¿Ha salido ya mi hermana del hospital? Pensé que la tendrían más tiempo ingresada en la unidad de enfermedades venéreas. Si me hubieras avisado habría conseguido que te hiciera descuento, ¡que coño!, puede que hasta te hubiera echado el primer polvo gratis de tu vida.

Esto funcionaba así. La Eco se cachondeaba hasta de la muerte, especialmente de la muerte, ya que la hermana de Miller llevaba muerta muchos años, aniquilada por los bichos con el resto de su familia.

El zapador se movió un par de pasos hasta acomodarse contra el muro empezó a seleccionar sus objetivos con cuidado.

Al ver que todos el mundo corre alejándose de la derringer y del posible impacto del plasma, niego con la cabeza No, no, nooooo. Ese arma quizás sea la diferencia entre vivir y morir. Debemos de alejarla del punto de encuentro pienso mientras me voy moviendo lo más rápidamente posible hacia su posición mientras dejo por el suelo las granadas. ¡¡Bauer, aquí te dejo estas granadas para que las puedas usar tú!! grito para hacerme oir por encima del alboroto.

Una vez allí, comienzo a desmontarla lo más rápidamente posible, pero al poco tiempo, veo que no me va a dar tiempo. Mierda, mierda, mierda. maldigo entre dientes mientras miro hacia el cielo, hacia la inminente muerte. Con resignación, decido echarme encima de la ametralladora, con la intención de protegerla con mi cuerpo y que no sea destruida por esos malditos bichos.

Tan solo escuchar la palabra dispersarse decido alejarme un poco de mi posición actual, estando tan cerca de mis demás compañeros podría no ser beneficioso, también escapar hacia el sur podría ser contraproducente ya que disparo podría impactar en cualquier momento, como sea seguiría preparado para hacer frente a la siguiente horda que estuviera por venir.