Partida Rol por web

La Edad de los Héroes

CAPÍTULO PRIMERO: LA CAZA DEL ÉQUIDO (Aestos y Néstor)

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21/12/2012, 04:23
Maze Master

La historia, hasta ahora...

Según habían oído, la ocurrencia le había venido a Theseos durante una de sus vacanales. Al parecer, a algún poeta estúpido se le ocurrió componer un poema sobre una infame bestia tan bella como mortal, que causaba muerte y desgracia cerca de la aldea de Kalyssia, y no contento con esto, el muy cabronazo había cantado la obra en la corte real durante la fiesta de cumpleaños de Theseos.
Al buen rey de Tenas, medio borracho, no le hizo mucha gracia que alguien cantara en su fiesta de cumpleaños sobre la desgracias causadas por un monstruo en una aldea feudal de su reino. Además, a pesar de lo terrible de la bestia, el poeta había insistido en la ultraterrana belleza del engendro. Así que, ni corto ni perezoso, Theseus, rey de Tenas, preguntó allí mismo quién de sus servidores sería tan gallardo y valiente como para, no solo derrotar a la bestia, si no capturarla viva y llevarla a la corte, para que toda Tenas pudiera admirar la belleza de la mortal criatura (y el valor de los Tenasinos). Hubo un silencio sepulcral, hasta que un no demasiado hábil (y bastante bebido en ese momento) noble llamado Néstor, alzó su espada en respuesta al Rey de Tenas. Hubo muchas loas y alabanzas en ese momento a favor del pobre estúpido.
Al día siguiente, aún resacoso, un sirviente tuvo que recordarle al gañán Nestor la promesa de capturar viva a la bestia que había hecho ante media corte la noche anterior. Algo preocupado por la situación, Nestor acudió a pedir consejo a un antiguo maestro, el sabio Aristocles.
Aristocles no supo a qué se enfrentaban a partir de la descripción de la bestia que Néstor le trasmitió. O bien Nestor había estado demasiado ocupado, ejem, con alguna mujer como para prestar atención al poeta, o estaba demasiado borracho, o el poeta había adornado excesivamente la descripción de la criatura .
De todos modos Aristocles determinó que daba igual, pues conociendo a los poetas, era bastante improbable que el poeta hubiera visto siquiera al monstruo y que lo más probable era que la historia hubiese pasado de boca en boca hasta llegar a sus oídos, por lo que la historia original podía desvariar bastante de lo que el poeta habría cantado en la corte.
Sea como fuere, Néstor recordaba que una experta cazadora llamada Melanchta llevaba tiempo en Tebas, encerrada en una mazmorra. Al parecer, había empezado a insultar y amenazar a altos cargos de la ciudad, acusándoles de reclutar forzosamente a su padre para alguna leba. Una cazadora le vendría bien para su causa, y Néstor usó su influencia política para soltarla, prometiéndola usar sus influencias y ayudarla a encontrar a su padre si primero ella le ayudaba a cazar a la bestia de Kalyssia viva.

El viaje a la aldea de Kalyssia duró algo más de un día y fué tranquilo. Cuando empezaban a acercarse a la aldea, llegaron a un campo de olivos, donde pastaban muchas ovejas. Néstor, junto a su viejo amigo de toda la vida, compañero de armas, y guardaespaldas, Aetos, se detuvieron a... ejem... interrogar (digamoslo así) a unas pastoras que andaban cerca, las cuales no pudieron evitar caer prendadas ante el encanto de Nestor y la musculatura de Aetos.
Mientras Nestor y su antiguo amigo se ocupaba de tan, digamos... importante asunto, Nestor pidió a su amigo Aristocles y a Melachta que se adelantaran al pueblo.

Y en estas lindes estamos....

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07/01/2013, 23:56
Maze Master

Cuando Aetos despertó, le dolía la cabeza. Era pleno mediodía, y el sol caía de plano sobre la cabeza. Sintió el roce de unos cabellos en su cara, y al abrir los ojos descubrió a una pecosa jóven de dorados bucles semidesnuda y tumbada frente a él. Ambos se encontraban al aire libre, sobre una piel suave de animal, a su vez sobre el suelo de guijarros junto a un estanque. La muchacha le sonrijo agradablemente y dijo: -Mi dulce Morfeo... -

Como si un rayo del mismo Zeus le hubiera alcanzado, Aetos se semiincorporó, y divisó unos metros más allá a su amigo Néstor, durmiendo. Una morena le cubría por encima, y otra belleza de largo pelo rojizo se levantaba desnuda del lugar que ocupaba junto a él para introducírse a risotadas en el entanque y lanzar tanto a Néstor como a la morena tumbada sobre él salpicaduras de agua fresca.

La muchacha pegó un chillido al ser despertada de forma tan brusca, y Néstor se sacudió también al sentir el agua fría sobre él. Miró hacia los lados, haciéndose cargo de donde estaba, y vió la mayoría de sus piezas de armadura y armas repartidas por la orilla del estanque, así como unas ánforas vacias (demasiadas) con olor a vino.

- Oh, vamos... - Dijo sonriente la pelirroja, cuyo nombre ninguno de los dos compañeros acertaba a recordar. - ... tampoco es que llevéis demasiado tiempo durmiendo. Media mañana, a lo sumo. -

-Ji, ji, ji. Parecen sendos dioses oscuros... - Musitó la de bucles rubios junto a Aetos. - ... Cástor y Pólux. -

En ese momento, la pelirroja puso un rostro aterrador, mientras miraba más allá del lago - ¿¡¡Qué es eso!!? -

Todos miraron hacia donde la pelirroja indicaba. En el horizonte se divisaba una negra columna de humo negro elevándose en el aire. Más allá de la depresión donde se encontraba el pequeño estanque, las ovejas de las pastoras pastaban tranquilamente dispersas entre un denso olivar.

Aetos y Néstor recordaban que más allá del olivar se encontraba el camino que llevaba al pueblo y también los crecidos campos de trigo que lo rodeaban. Por la situación, la columna de humo debía elevarse desde el pueblo de Kalyssia.

La morena junto a Néstor se giró, hincándose de rodillas para mirar hacia allí: - No puede ser el Demonio... - Añade la jóven. - ...nunca nos ha atacado de día. - Finaliza.

Más allá del olivar, la columna se eleva más y más, y otras se van uniendo a la anterior, ennegreciendo el claro cielo azúl sobre lo que parece ser el lugar donde debe estar la aldea, auque esta no es visible desde aquí...

Notas de juego

Por cierto, vuestros PJs están... en pelotas. Vuestras armas, armaduras y vestimentas están cerca esparcidas. No contáis con caballos ni nada parecido. Os habéis dirigido a kalyssia caminando.

PD. Para que no haya error, el estanque y el olivar no aparecen en el mapa. Son demasiado pequeños como para aparecer en el mismo. Los "árboles verdes" que aparecen en el mapa no son el olivar, si no un bosque de pinos que empieza bastante más allá del pueblo, en dirección a las montañas.

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08/01/2013, 16:28
Néstor

La sensación del agua fría despertó repentinamente al noble Néstor, que vio como el vino se le subía repentinamente a la cabeza, de golpe, recordándole los excesos de la noche anterior. Las jovenes eran, sin duda, bien atractivas, pero no podía recordar sus nombres, aunque aquello realmente no importaba, pues no volvería a verlas ni saber de ellas. Parecía que la mañana sería entretenida, retozando en las frías aguas del estanque que se encontraba junto a ellos...

Sin embargo, una de las muchacha los alertó, a él y a su fiel Aetos, de una amenaza que parecía cernirse sobre la aldea de Kalyssia. Mientras Néstor contemplaba la columna de humo negro abriéndose paso sobre el azulado cielo, escuchó a la pelirroja comentar algo sobre el demonio.

- No os preocupéis amadas mías, Néstor se encargará de acabar con cualquier amenaza que se cierna sobre Kalyssia, no tenéis nada que temer - dijo bravucón y envalentonado, como era habitual en él. Realmente no le apetecía en demasía correr hacia el pueblo, pero era una forma más que elegante de deshacerse de aquellos amores de una noche. Miró a su compañero Aetos cómplice, esperando que este le siguiese el juego. Después cruzó la mirada con las mujeres, se puso de pie de una forma bastante "heróica" y habló - ¿Ayudaréis a este guerrero a vestirse antes de partir hacía el peligro desconocido? - Aquél teatrillo casi le hace reírse, pero empezaba a acostumbrarse a toda aquella parafernalia. Mejor quedar como un héroe desconocido, que como un gañán sin corazón ¿no?

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08/01/2013, 19:50
Aetos

Al joven todavía le dolía la cabeza. Estaba pagando los excesos de la noche anterior, pero dadas las vistas de las que ahora disfrutaba, sin duda merecía la pena. Dos vigorosas jovenzuelas le acompañaban a él y a Néstor en unos pastos verdes y sus cabelleras bailaban al ritmo de una suave y refrescante brisa.

El agua fría lanzada a su compañero le hizo recordar los sucesos de la noche anterior de forma tan brusca como si al que hubieran empapado hubiera sido a él mismo. Recordaba un gran banquete en los barracones cortesía del rey de Tenas. Aetos estuvo preocupado por Néstor al comienzo del convite, ya que dada la condición de noble de éste, ambos estaban en mesas separadas. Él estaba con los soldados, donde la solemnidad se fue dejando de lado conforme avanzaba la noche hasta convertir aquello en casi una bacanal. Esa preocupación le duró al hoplita, más o menos, hasta la tercera jarra de vino, desde donde ya le costaba algo más revivir los sucesos posteriormente acontecidos.

Sin prestar atención de las continuas adulaciones de las dos mozas, continuó intentando despejarse y recordar, aún medio recostado en las verdes hierbas, cuando una de ellas les alertó. Una columna de humo se veía a lo lejos, y procedía de la aldea de Kalyssia. ¡Kalyssia! Claro, por eso estaban allí. Fue entonces cuando recordó con nitidez la misión encomendada por el rey de Tenas, según la cual ellos dos, junto al viejo Aristocles y una cazadora que Néstor no mencionó más de un par de veces, protegerían dicha aldea de un monstruo que, según les habían informado, era culpable de la contínua desgracia.

-¿El Demonio? -exclamó, para a continuación murmurar: -Entonces era cierto... no era un simple cuento de los poetas. Espero que nos perdonéis, bellas damiselas, -continuó diciendo a un volumen normal- pero debemos partir cuanto antes. Si queréis asistirnos de algún modo, ayudad a Néstor con su armadura y después ayudadme a mí. Si es cierto que esa Bestia ha atacado, hasta el último segundo es valioso.

Aetos se levantó raudo y buscó sus armas, armadura y demás pertrechos para equiparse con ellos cuanto antes. Néstor se lo tomaba más a broma, como era natural en él, pero Aetos, aunque en los momentos de paz y tranquilidad podía ser tan descarado y golfo como el que más, cuando olía el peligro cambiaba de carácter completamente.

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09/01/2013, 18:26
Maze Master

Notas de juego

Pequeña PD: En realidad no habéis pasado la noche. Habíais llegado casi a Kalyssia esta mañana, pero tan sólo os habréis entretenido con las chicas un par de horas, y luego os habéis tirado otras dos horas de la mañana dormidos. Ahora será algo más del mediodía "má o meno".

Ahora sigo con vuestro tuno.

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09/01/2013, 18:30
Maze Master

Ràpidamente, las bellas pastorcillas ayudaron a los dos bravos guerreros a vestirse y armarse. No por nada, era su aldea la que estaba ardiendo, y sus rostros mostraban la preocupación de aquél que sabe que sus seres queridos pueden estar en peligro. La tarea apenas duró un par de minutos.

Cuando los dos compañeros empezaron a cruzar corriendo entre los árboles, los corderos se apartaron a su paso, dispersándose balando por el olivar. Sin prestar atención a los animales, las doncellas cogieron como pudieron sus ropas del suelo y salieron a la zaga de ambos héroes, llevando la ropa entre sus brazos, pero sin darles tiempo a cubir sus cuerpos desnudos.

En apenas un minuto, los dos valientes habían llegado al borde olivar. Las jóvenes se quedaron tres metros tras ellos, asustadas.

Sin perder la cobertura de estos árboles bajos, vieron frente a ellos el camino que iba de Tebas a Kalyssia. Más allá del camino, trigales crecidos hasta el cinto rodeaban la aldea. Salpicando el trigal había montones de paja o heno de la altura de hombre y medio, secándose al sol.

Al finál del camino, se divisaba una aldea sin muros ni protección alguna, formada por una veintena de chozas de barro y techos de paja. Había otras construcciones de barro en los bordes del pueblo que parecían hacer de almacenes para el grano. Divisaron una especie de "vía principal" que atravesaba la aldea desde el camino (simplemente una zona más ancha de separación entre chozas) y vislumbraron también un edificio o choza de mayor tamaño, en el centro de la aldea. Algunas de las chozas ardían prominentemente, elevando columnas de humo negro al cielo, y los habitantes de las mismas salían al exterior, sólo para ser recibidos por hombres armados, que les golpeaban arrojándolos al suelo. El aire estaba parciálmente cubierto de humo, y repleto de los gritos de los habitantes de la aldea.

Los atacantes carecían de caballos, al parecer. Llevaban largas picas, escudos y yelmos de penacho carmesíes. Vestían cortas y ligeras túnicas rojas para la guerra, y sus escudos portan el símbolo de una antorcha.

Los dos veteranos no lográban a ver a sos otros dos compañeros, el erudito y la cazadora, pero había demasiado caos y movimiento de gente para divisarlos. Además las chozas no permiten ver bien todo. Aetos y Néstor dirían que eran entre seis y ocho atacantes, dispersos por todo el pueblo. Los aldeanos eran más, pero no estaban armados ni entrenados para la guerra, y pocos de ellos eran varones adultos.

También vieron alguna gallina huyendo dispersa, y unas pocas carretas de un sólo eje con bueyes.

Por cierto, aquí el terreno es llano, pero mucho más allá de la aldea y de sus trigales, en direcció nordeste a casi un kilómetro, se divisa un gran bosque verde extendiéndose al pié de las altísimas montañas.

Notas de juego

Además de rolear, hacedme una tirada de ingenio, chatos.

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09/01/2013, 20:10
Néstor
Sólo para el director
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09/01/2013, 21:10
Maze Master

Notas de juego

En tu post ni se ve tirada ni comentario ni "na de na".

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09/01/2013, 23:24
Néstor

La actitud de Néstor cambió durante el camino y su rostro se trasformó por completo ante lo que sus ojos divisaron. Estaba claro que aquello estaba siendo un brutal ataque contra gente que no podía defenderse. El fuego era indiscriminado, así como los golpes que los atacantes propinaban a los pueblerinos que intentaban huir. El noble intentó dilucidar la procedencia de los atacantes, pero sin demasiada suerte. 

Miró a su compañero, sabiendo que iban a meterse en una lucha desigual. La suerte era que los atacantes estaban separados y no los esperaban.. "divide y vencerás" pensó mientras examinaba el grupo de guerreros a los que atacar. Sin duda lo ideal sería pillarlos por sorpresa, que estuviesen apartados del resto.. y si era posible, atacar sin ser vistos por otros grupos.

- Amigo.. es nuestra hora - dijo mirando a Aetos y desenvainando su brillante acero - ¿Por quién prefieres empezar? - En su rostro se dibujó una sonrisa, ciertamente el Noble encontraba lugar para sonreír en cualquier lugar, aquél era su carácter.  

- Tiradas (1)

Notas de juego

Empezamos bien..

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09/01/2013, 23:34
Maze Master

Notas de juego

Efectivamente, fallo. Simplemente no descubres nada especial.

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09/01/2013, 23:41
Aetos

El joven Aetos observó con detenimiento y en tensión el panorama. Por lo visto, el culpable de aquella situación no era, desde luego, aquel supuesto "Demonio" del que hablaban los bardos -Quizá, al fin y al cabo, sí que fuera una leyenda-. 

La pequeña villa estaba sufriendo un violento saqueo, pero el Esfúride no encontró ningún signo distintivo de los asaltantes que le ayudase a reconocer su identidad o procedencia. Lo que sí sabían ambos, hoplita y noble, era que eran superados en número, pero quizá pudieran aprovechar la difícil visibilidad en la villa y el hecho de que los atacantes de la aldea se encontraban separados entre sí, para adentrarse en esta y pasar, a priori, desapercibidos.

Entonces escuchó las palabras de su admirado compañero, y contestó:

-Lo esencial ahora es encontrar a Aristocles y a la cazadora. Podemos intentar pasar desapercibidos para averiguar su paradero, y de camino podríamos aprovechar para quitarnos a un par de ellos de enmedio, quizá podamos pillarles por sorpresa para no llamar la atención del resto...

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ains... si no pienso yo aquí... :P

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10/01/2013, 20:47
Néstor

- Las damas primero - dijo haciendo un gesto y dejando la iniciativa a su compañero, a la par que sonriendo. Al fin y al cabo, confiaba en él más que en ninguna otra persona y sabía de sus talentos, no era la primera ni la última vez que lucharían juntos. 

Pese a la sonrisa y a la actitud de Néstor, éste estaba concentrado en lo que se les venía encima. Echó un rápido vistazo nuevamente a su alrededor, por si percibía la presencia de la cazadora y Aristocles. 

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10/01/2013, 22:16
Maze Master

Aetos identifica rápidamente el carmesí de las vestimentas y escudos de los hombres de armas que atacan la aldea como el color de Heraklya. El fuego ilustrado en el escudo podría representar muchas casos, pero junto al intenso rojo de sus vestimentas, sin duda confirma un símbolo a Ares, dios de la guerra, y uno de los dos dioses adorados en Herakly, junto con Zeus.

Esto es inusual. Estas son tierras bajo la protección de Tenas. Se supone que Heralklya y Tenas están en paz ¿Qué demonios está ocurriendo?

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11/01/2013, 17:16
Aetos

En contraste con la poca seriedad con la que Néstor afrontaba el asunto, el joven Aetos estaba serio, y pronto pasó a sentirse contrariado. Normalmente, siempre acababa cayendo en el juego del noble y participando de su actitud, pero esta vez era diferente. Había algo muy fuera de lo común, y es que el hoplita pronto consiguió reconocer las vestimentas de los atacantes de la villa.

Se trataba de hombres de Heraclia. No había duda, las ropas color carmesí y la forma de sus escudos les delataban, y aunque le costó un poco más, reconoció también la imagen del fuego ilustrado en aquéllos, símbolo inequívoco de veneración a Ares, dios de la Guerra, quien, además, gozaba de gran devoción en la misma ciudad de Heraclia.

El esfúride parpadeó y miró con un gesto preocupado a su compañero, a quien pronto advirtió.

-Néstor, esto no me gusta. Puede que no se trate de simples bandidos... portan armaduras y escudos de Heraclia. Esto es preocupante, ha habido muchos rumores de movimientos de ejércitos de las diferentes Polis. Pero esto, atacar gente inocente... ¡Debemos apresurarnos y hacer algo! - Susurró, con un especial énfasis, instando a su compañero a reaccionar.

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11/01/2013, 18:24
Néstor

Las palabras pronunciadas por su compañero fueron borrando, paulatinamente, la sonrisa de la cara del noble Néstor. Ciertamente, en aquellas circunstancias, lo que acontecía ante sus ojos podía ser más importante de lo que pensaban, así como su intervención. Pero no era tiempo de pensar en aquellas cosas, estaban atacando a personas inocentes y, entre ellos, seguramente estuviesen Aristocles y la cazadora.

Sin decir nada más, hizo que sus pies avanzasen  sin demora hacía el interior del pueblo, con destino al primer grupo de soldados que se encontraban en su camino. Debían ser silenciosos y pasar desapercibidos... pero a la vez rápidos y decididos.

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12/01/2013, 06:06
Maze Master

Notas de juego

Cita:

Sin perder la cobertura de estos árboles bajos, vieron frente a ellos el camino que iba de Tebas a Kalyssia. Más allá del camino, trigales crecidos hasta el cinto rodeaban la aldea. Salpicando el trigal había montones de paja o heno de la altura de hombre y medio, secándose al sol.

Al finál del camino, se divisaba una aldea sin muros ni protección alguna.

No te puedes adentrar en la aldea. Primero debes llegar a la aldea, que está a una distancia. Si eres rápido no eres sigiloso. Y si eres sigiloso, no eres rápido. Dadme una descripción más detallada de cómo os aproximáis a la aldea.

 

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12/01/2013, 13:17
Néstor

Néstor se dirigió hacía la zona de los trigales que daban acceso a la aldea al trote, debían darse prisa si querían ayudar a esa gente. Una vez en los trigales, dobló las rodillas para pasar todo lo inadvertido posible, reduciendo considerablemente la velocidad de sus pasos, esperando que su compañero hiciese exactamente lo mismo. No necesitaba mirarlo, hacía tiempo que se conocían y notaba su presencia tras él, sabiendo además que haría las cosas correctamente.

Desde los trigales, intentó vislumbrar a un grupo de soldados de Heraclia a los que atacar. Si conseguían acceder a ellos desde los trigales.. tenían el factor sorpresa aún más a su mano. La espada pesaba sobre la mano del noble, pero no era un peso molesto, era un peso consciente, un peso que denotaba un momento de tensión, de supervivencia... se acercaba una batalla..no había más.

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14/01/2013, 14:47
Aetos

Néstor avanzó decidido, y Aetos no tardó en seguirle en aquella incursión. El hoplita siguió, cautelosamente, el ritmo del noble, confiando en que los saqueadores no se darían cuenta de su presencia, lo que podría suponer un gran problema. 

Protegido por los trigales, Aetos imitó a su compañero y se inclinó. Trató de asomarse, cuidadosamente, entre los trigales o sobre estos, para ver si de más cerca podía encontrar alguna forma de entrar en el poblado de forma rápida y segura.

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14/01/2013, 20:26
Maze Master

Notas de juego

Ahora debéis realizar tiradas de sigilo.

La tirada de Sigilo se realiza con 1d20 más el modificador de Evadir Peligros (+6 para Aetos, y +9 para Néstor). y os otorgo un +4 adicional (para un bono total de +10 para Aetos y 13 para Néstor) por la excelente descripción de introduciros en el trigal, y porque además los asaltantes del poblado están distraidos en lo suyo y no esperan la presencia de otros soldados en la zona.

La dificultad que debéis pasar (valor que debéis igualar o superar con vuestra tirada) es igual a la carga que llevéis. En el caso de Aetos:

10 +0 (Daga) +.1 (espada) + 2 (lanza) + 2 (escudo) +1 (yelmo) +3 (coraza) = 19 dificultad

Y en caso de Néstor:

10 +0 (Daga) +.1 (espada) + 2 (escudo) +1 (yelmo) +3 (coraza) = 17 dificultad

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14/01/2013, 21:23
Aetos

Debían acercarse, e introducirse entre los trigales era la mejor forma de mantener la cobertura mientras se aproximaban. Aún agachado, Aetos trazó una línea recta con la mirada y mantuvo erguido el cuello a pesar de su posición furtiva. Intentó seguir esa línea recta de forma cuidadosa y silenciosa. A pesar de su empeño por mantener la compostura y, al mismo tiempo, no delatar su avance entre los trigales, la pesada carga que le suponía su armamento, así como su yelmo y su escudo, jugó en su contra, y no pudo evitar hacer más ruido del que hubiera deseado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No sé por qué se ha mandado un mensaje en blanco sólo para el director. Habrá ocurrido algún fallo al enviarse este. No es el primer problema que me da la web hoy, en otra partida ya he tenido algún problemilla con los dados...