Partida Rol por web

Donde los héroes reviven una noche de traición de un pasado remoto.

¡Por Reorx!, exclama Craster.

En la construcción de este edificio han tenido mucho que ver los enanos. Salta a la vista, explica observando el templo, que tiene forma de pirámide.

En seguida veis un puñado de monumentos caídos en la meseta del templo. La propia meseta mide centenares de pies de ancho y el templo está situado a quince pies del camino que sube desde el valle. A ambos lados del templo dos grandes estatuas han caído al suelo, formando unos grandes montones de piedras blancas esparcidos por la meseta.

Ante vosotros el templo se levanta del suelo sobre un paseo elevado de piedra arenisca. La fachada exterior del templo tiene la forma de una pirámide escalonada, la base de la cual mide sesenta pies de ancho y se levanta hasta una altura de más de treinta pies. Las piedras se han situado para formar una plataforma natural en la parte superior del zigurat.

En las cuatro esquinas del paseo parece que se levantaban cuatro obeliscos de la misma altura que el templo. Ahora los obeliscos están reducidos a cascotes y solo pueden verse algunos detalles de los gloriosos frescos que los decoraban.

En la parte más alejada de la meseta veis una fuente grande y sorprendentemente limpia. Del agua surge un vapor que se retuerce como una serpiente hacia el cielo, aunque incluso el suave sonido del agua sobre las rocas se pierde en el silencio reverberante de la meseta.

- Esto debió de ser realmente imponente - comenta el caballero, ahora a pie que lleva su mano derecha en el pomo de la empuñadura de su nueva espada - pero hoy son son ruinas... solo esa fuente parece en buen estado - comenta mientras mira a su alrededor, esperando no encontrar ningún peligro en el exterior del templo.

- Quizás, antes de adentrarnos en las ruinas deberiamos ver si es agua potable. Uno nunca sabe cuando necesitará un buen trago de agua refrescante -

Kolthar mira extrañado la fuente y el vapor que se arremolina alrededor.

No debe ser muy refrescante, sale humo como cuando calientas el agua para cocinar. A lo mejor se puede cocinar en esa fuente como si fuera una gran olla con agua caliente. Es una pena que no tengamos pescado para hervir...

El minotauro termina divagando mientras, distraido, pasea su mirada por las ruinas y piedras. Su vieja lanza está en su caballo, ahora porta la que le ha dejado Alfio, que parece adaptarse mejor a su mano y estar mejor equilibrada.

Con la mirada clavada en el otrora magnífico edificio piramidal, Amílcar avanza hacia el templo por entre las derruídas estatuas. Allá en su tierra, lo más parecido a una construcción de este tipo son los tótems que se elevan unos pocos metros del suelo y simbolizan los distintos aspectos de la naturaleza. Por ello, y a pesar de llevar un tiempo recorriendo el mundo civilizado, el explorador sigue maravillándose ante la majestuosidad de tales construcciones.

-Tanto esfuerzo empleado para venerar a unos dioses que luego nos tratan como meros títeres...

De pronto, la atención del arquero se centra en la extraña fuente que han descubierto sus compañeros. Con el ceño fruncido, el nómada niega con la cabeza, pero no obstante los sigue a regañadientes.

-¿Por que no vamos directamente a por lo que hemos venido a buscar? Esa fuente tiene toda la pinta de ser una trampa. ¿Qué demonios hace ahí en medio tan, tan... impoluta, cuando el resto del complejo aparece prácticamente destruído? No me gusta un pelo, no me gusta un pelo.

- Pues... es cierto, quizás no es tan refrescante... pero está en demasiado buen estado como para no investigarla - Acariciando el pomo de su espada el caballero da los primeros pasos en dirección a la fuente mientras sus ojos permanecen atentos al entorno.

- Además aquí tambien se veneró a los dioses del bien. No necesariamente debemos encontrar algo malo allí... puede ser algo bueno... o eso espero -

Eso fue hace mucho tiempo, Alfio. Mucho me temo que solo quedan restos de maldad en este lugar, maldad o almas atrapadas desesperadas por liberarse de las cadenas que les obligan a permanecer en este mundo, sin darles el descanso que se merecen. digo esto mirando fijamente la fuente, aunque sin dar un paso hacia ningún lado en concreto. En estos momentos seguirá al grupo, hasta que tenga que convencerles de lo contrario.

Os acercáis hasta la fuente. Sus aguas cristalinas dejan ver que el fondo es inicialmente poco profundo, pero en seguida se hunde bastante. Por la sensación de calor, os dais cuenta de que se trata de algún tipo de aguas termales.

Por los rastros alrededor del agua, la fuente debe de ser la morada de algún tipo de serpiente o similar de gran tamaño (como un caballo).

-¿Habéis visto eso?--inquiere Amílcar claramente asustado al tiempo que señala algo, un rastro posiblemente, en el suelo junto a la fuente--Debe tratarse de algún tipo de sierpe de gran tamaño. Ya os lo dije. Será mejor que dejemos estas cálidas aguas en paz si no queremos llamar la atención de la criatura que reside en ellas.

Enseguida, el nómada desenfunda el arco, coloca una flecha y lo mantiene tenso mientras echa un vistazo a su alrededor con mucha desconfianza.

El caballero desenfunda su espada mientras mira a su alrededor, tan preocupado como el nómada - Si, y es muy grande - asiente a sus palabras - Esos rastros son realmente grandes - Agrega mirando a su alrededor - Mejor retirémonos... pero sin dejar de estar atentos. Puede estar cerca -

Kolthar no tiene muy claro eso de los rastros, pero se retira con el resto.

¿Y qué comera una serpiente así, pumas, sombras, esqueletos?

Con la mirada perdida en el suelo, buscando serpientes, se coloca en la vanguardia de la retirada. Por si una nueva amenaza les acehase ahora que estaban pendientes de la fuente.

Levantando las cejas

No sé que habreis visto, pero cuanto menos nos demoremos, mejor. Cuando consigamos lo que hemos venido a buscar, sea lo que sea, ya tendremos tiempo de investigar todo lo que querais. digo mirando alrededor, un tanto escamada por los comentarios del resto.

Veis que un paseo elevado rodea el templo propiamente dicho. La superficie del paseo está cubierta de escombros y cascotes, la mayor parte procedentes de los restos de los cuatro obeliscos que en su tiempo se levantaban en las esquinas.

Bajo la arena y las piedras podéis ver que las pequeñas losas de cerámica teñida formaban un mosaico enorme en el suelo. Sin embargo, los colores se han desvanecido hace ya mucho tiempo y las losas están agrietadas y rotas, oscureciendo el diseño original.

Las paredes exteriores del templo están escalonadas, con cada nivel subsiguiente más pequeño que el anterior, creando una forma piramidal. Las piedras de los escalones están desgastadas, agrietadas y derrumbadas en algunos lugares, pero se sigue viendo la antigua grandeza del templo.

En el centro de la pared sur hay una escalera que lleva hasta una plataforma y una entrada que aparentemente se abre hacia el interior del templo. En las paredes este y oeste unas escaleras similares llevan claramente hasta la cima del templo, donde otra plataforma sirve de estrado.

Amílcar rodea el templo para inspeccionar mejor la estructura antes de comenzar a ascender por la escalera más meridional, aquella que lleva a la plataforma y que una vez sirvió para dar la bienvenida a la casa de los dioses del bien.

-Aquí dentro debe estar la respuesta que buscamos...

Amílcar rodea el edificio, pero descubre nada nuevo de interés.

Orgulloso por haber cumplido su tarea de asegurarse que sus compañeros no hayan corrido riesgos con la sierpe, Alfio respira más tranquilo - Supongo que si -

Sin embargo, al ver que el nómada prefiere usar una de las escaleras que lleva a la cima comenta - Supongo que nuestro objetivo debe estar adentro - tras una pausa completa - Pero yo también creo que lo mejor es asegurarnos que no dejamos nada allí arriba. Aseguremos esa posición y luego entramos -

El caballero se mantiene con la espada desenvainada y sigue los pasos de Amilcar, atento a su entorno - Solo espero que esa serpiente no "habite" allí arriba - completa en voz baja