Partida Rol por web

Hank no acierta a tocar al jinete con su conjuro. Éste se acerca con una mirada de odio, aunque no tanta como la que profesaba a Quivalen y golpea al humano con su espada. Después, su toque gélida hiela la sangre de Hank. La montura también le golpea salvajemente con su cornamenta y le deja esa misma sensación de vacío.

Hank mueve de nuevo la esfera hacia la montura e intenta tocar de nuevo al jinete. 

El toque eléctrico de Hank alcanza al jinete y cae al suelo, inmóvil e inerte totalmente. Poco a poco se hace sólido. Su montura lanza un último ataque contra el humano, pero se desvanece poco después.

Hank, despues de resoplar sonoramente, corre a socorrer a su compañera.

Hank se percata de que Quivalen está completamente rígida, inmóvil. Cerca la mujer y el niño se han desmayado, posiblmente por el shock emocional de ver al otro elfo morir...

Hank examina a Quivalen sin saber muy bien qué le sucede. Seguramente el toque de la criatura haya provocado algún tipo de reacción. En eso que la silvanesit recupera el movimiento y la mujer y el niño desaparecen, como si hubiesen sido un sueño.

Mientras estabas paralizada tienes una horrible visión de una mujer muerta viviente, rodeada por necrófagos, y que parece ser muy importante, casi una reina. No sabes si se trata de algo del pasado o de algo que sucederá en el futuro. Pero sí sabes que ¿fue? ¿será? importante para las razas de los elfos.

Te despierta de su sueño Hank, que está examinándote y recuperas la movilidad.

Notando el contacto de Hank, me retiro instintivamente para ver cómo todo ha desaparecido. Luego, miro a Hank parece que has logrado acabar con esa.......cosa.

Acto seguido, comienzo a moverme lentamente, como mirando hacia todos lados Debemos encontrarla, a esa mujer muerta viviente. No se dónde ni cómo, pero si está en nuestras manos, no podemos dejar que los necrófagos acaben con ella.

Hank suspira aliviado al ver a su compañera activa de nuevo. Pensaba que no lo contabamos. Supongo que la mujer sería alguna ilusión de la prueba pero si quieres la buscamos.

Una voz resuena en tu mente: ¿Qué estarías dispuesto a hacer por el poder de salvar a tu pueblo? Esa magia puede estar a tu alcance.

Mientras camino, cierro los puños fuermente, haciendo que poco a poco mis nudillos se vayan tornando blanquecinos.

Lo que fuera necesario hablo con mi mente, intentando responder. Solo tengo que saber lo que debería de hacer.