Partida Rol por web

La gema de Willem

Capítulo II: Camino del sur

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26/10/2010, 17:06
Picco

El mediano escuchó las palabras de Calypso en silencio. Algo apesadumbrado por las conclusiones de su fría lógica.

- Acepto tu razonamiento, Calypso y tengo muy presente tu opinión pues como hasta ahora has demostrado tus palabras tienen mucha sabiduría. Sin embargo mi seguridad no es un argumento válido para mí, pues mi prioridad en este momento es el éxito de la misión y la supervivencia de las prisioneras. Espero que los que tengáis familia o seres queridos lo entendáis.

Hizo una pausa en la que cogió fuerzas para decir lo que quería a continuación.

- Respecto al tema del pícaro, os doy mi palabra de que haré cuanto esté en mi mano para ganarme su confianza y que nuestra relación no suponga un problema añadido al viaje. Por supuesto acataré todas y cada una de las órdenes de Sigmund a partir de este momento y prometo no entrometerme ni molestar en todas las acciones que lleve a cabo el grupo a menos que sea estrictamente necesario. Agradezco de corazón vuestro consentimiento para que os acompañe. Si en algún momento del viaje habéis de esperar por mí o mi presencia supone un impedimento para el éxito de la misión os ruego que prescindáis de mi compañía y continuéis sin reparo dejándome atrás.

Terminó la frase con una reverencia.

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26/10/2010, 17:16
Thorin

 Thorin se mesó la barba. Su opinión era totalmente irrelevante en aquel momento pues todo estaba dicho y decidido.

- Sea pues. Bienvenido al grupo, mediano. Espero que no nos hagas arrepentirnos de esta decisión, aunque por otra parte harías muy feliz a mi hacha -dijo agitando su hacha frente a la cara de Picco.

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26/10/2010, 22:24
Naedunëa Elwing

La elfa sabía que el mediano no se iba a quedar callado pero la respuesta que le dio no se la esperaba en absoluto. Y por ello y después de que todos acabaran finalmente de hablar se acerco al mediano y en un tono normal decidió aclararle varios asuntos que él parecía no haber entendido correctamente.

-Picco, siento si mis palabras te han herido pero prefiero ser sincera y hablar siempre con la verdad. Por esto, también creo me has malinterpretado o no me he expresado con precisión. En ningún momento he puesto en duda tu valía como buen sirviente en las tareas que realizas en palacio y todo aquello que te encargan. Mismamente a mi siempre me has atendido como si fuera una más de la familia y nunca he tenido problemas contigo. Por lo que he dicho que ahora, en este instante y según mi opinión, estás siendo mal siervo es porque creo te estás extralimitando de tus funciones. Conozco todo lo que significa la familia del duque para ti y entiendo que quieras ayudar, pero creo que a lo mejor es Jouheav el que más te necesita en este momento. Y estoy segura de que confías en nosotros para llevar a cabo la misión que nos ha encargado este. Sólo quería aclararte mi comentario ya que por lo que parece vamos a pasar mucho tiempo juntos y no me gustaría que hubiera una mala relación.- Nae hablaba desde la sinceridad y siempre lo hacía así aunque en ocasiones sus palabras sonaran algo frias o brucas, solo esperaba que sus compañeros lo entendieran y no le juzgaran por ello. Nunca antes se había encontrado en esa situación de dar tantas explicaciones por sus palabras,entre elfos no tenían esa necesidad de dar tantos rodeos, pero poco a poco comprendía que tendría que cambiar su manera de expresarse.

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27/10/2010, 09:33
Sigmund Belmond

Bien, aclarado y decidido todo, - dice Sigmund de manera rápida - Picco, se queda a bordo. Zarpemos pues en cuanto podamos.

El guerrero poco a poco se acercó a su buen amigo Oliver tocándole el hombro a la vez que le comentaba- Voy a echar un vistazo a la embarcación.

Sin más palabras Sigmund se marcho a inspeccionar el barco, ya había estado en varias embarcaciones en tiempos de batalla y quería ver cómo era aquella.

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27/10/2010, 10:20
Oliver Trastel

La decisión estaba tomada, Picco ya formaba parte del grupo.

Una vez zanjado el asunto Sigmund se dirigió hacia Oliver para comentarle que iba a echarle un vistazo a la embarcación, a lo que este contesto con un....Me parece perfecto, si no te importa te acompaño, yo tambien quiero saber las posibilidades que tiene el barco una vez nos hayemos de viaje... mientras se giraba para seguir a Sigmund.

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27/10/2010, 18:14
Director
Una fría brisa procedente del sur alcanzó al grupo que se encontraba en la zona portuaria del pueblo y arrastró hasta ellos un profundo olor a mar y a pescado. La única actividad que se podía distinguir en toda aquella calle costera era la de una carabela que se encontraba a unos escasos doscientos metros de donde ellos se encontraban. A esa distancia, no se distinguía con claridad las características de esta de forma que el grupo comenzó a caminar hacia la embarcación y comenzaron a apreciar los detalles de esta cuando ya se encontraron bastante cerca.
 
Se trataba de una construcción de madera de unos dieciseis metros de eslora. La madera de su casco se encontraba en perfecto estado y los dos mástiles que la dominaban se mostraban firmes y robustos. El castillo de popa se elevaba considerablemente por encima de la superficie rasa del barco, y sobre este se podía ver un considerable timón que en aquel momento se encontraba debidamente amarrado.
 
El marinero que esperaba junto a la plataforma de embarque alzó la vista al ver acercarse al grupo, Picco se adelantó y habló antes que nadie.
 
- Somos la carga de Dabben.
 
El hombre asintió sin mucho énfasis antes de responder.
 
- De acuerdo. Dentro de cuarenta minutos zarparemos. En cuanto lo hagamos el capitán se reunirá con vosotros. Viajaréis en el interior del barco mientras el capitán lo considere. No se esperará por nadie. Está prohibido entorpecer las labores de los marineros. Nada de animales a bordo -al decir esto dirigió una mirada de desprecio hacia el pequeño mono que se revolcaba por el suelo- Nada de monos por muy pequeños que sean ni caballos, ponis, lobos, etc. Y acateréis todas las órdenes que dé el capitán mientras estéis a bordo.
 
- Pero necesitamos que viajen nuestros caballos- replicó Picco.
 
- Las órdenes son las órdenes. Nada de caballos.
 
Picco meditó durante unos segundos. Se giró hacia Sigmund y tras guiñarle sutilmente un ojo dijo en voz alta para que el marinero le escuchara pero dirigiéndose al caballero.
 
- Sigmund, creo que no nos queda más remedio que contárselo.
 
Este puso un gesto de sorpresa y pareció querer decir algo, pero Picco lo interrumpió.
 
- No. Sigmund, lo siento. Hay que contárselo. No queda más remedio, ya has oído, nada de caballos.
 
Se giró de nuevo hacia el marinero y esta vez en voz baja le susurró.
 
- El objetivo de nuestra secreta misión es transportar a un grupo de excelentes magos hasta Karst. Su poder y secretismo es tal que el grupo ha adquirido la apariencia de corceles para no llamar la atención. Es sumamente importante que estos magos embarquen y lleguen a Port Drofo en el menor tiempo posible. Se dirigirán al interior del barco y no harán un solo ruido en todo el viaje. El capitán ni se dará cuenta.
 
El marinero permaneció estupefacto pero con cierto recelo.
 
- ¡Vaya! ¿Y dónde se encuentran esos magos?
 
- Esperan en una calle cercana.
 
El hombre no parecía dar crédito a las palabras del mediano. Se prolongó un silencio incómodo en el que el marinero se vio en la tesitura de ceder o acusarlo de mentiroso.
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27/10/2010, 18:16
Liozard
Cuando parecía que finalmente iba a ceder, una ligera tos surgió de uno de los miembros del grupo. Liozard tosió de nuevo forzadamente para llamar la atención de todos. Dio un par de pasos hacia adelante con toda la calma del mundo.
 
- ¿Que ocurre Lioz...? -Picco empezó a preguntar pero se detuvo cuando vio lo que el mago estaba haciendo.
 
Permanecía de pie con los ojos cerrados elevando las manos y haciendo diferentes formas con ellas. Un ligero resplandor azul surgió de la punta de sus dedos y generaba estelas con el movimiento de estos. Aquella imnotizadora danza se prolongó durante varios segudnos hasta que el cuerpo de Liozard comenzó a moverse de forma extraña. Su peil comenzó a tomar una tonalidad oscura mientras su tórax se iba ensanchando antinaturalmente. Su cuello se estiró y ensanchó grotescamente y su cabeza se prolongó hacia adelante convirtiéndose en un hocico equino. Con una expresión de horror, todos los presentes dieron un paso atrás y miraron horrorizados la conclusión de aquella transformación... ¡Liozard se había convertido en un caballo!
 
El marinero asintió visiblemente asustado mientras Picco arrancaba los restos de ropa que quedaban alrededor del (ahora) caballo Liozard, que una vez liberado de aquellas prendas opresoras se encaminó por la pasarela hacia el barco. La situación no había evolucionado como el mediano había calculado. Esperaba que su don de convicción fuera suficiente para convencer al marinero pero la sublime intervención del mago simplicó la situación.
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27/10/2010, 18:17
Director

Pocos minutos más tarde se encontraban en el barco, en uno de los compartimentos de carga. El capitán todavía no se había reunido con ellos a pesar de que hacía un rato que habían partido. Todos contemplaban con curiosidad cómo Liozard mantenía su aspecto de caballo e intentaba guardar el equilibrio correctamente a la vez que disfrutaban con sus intentos de hablar. Por el momento solo era capaz de relinchar de las formas más diversas.

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27/10/2010, 20:42
Oliver Trastel

Jajajajajaja.... Una carcajada salio de la boca de Oliver....No te esfuerzes en hablar Liozard de momento ya has echo bastante transformandote en caballo.

Oliver todavía no podía creerse lo que poco antes habían contemplado sus ojos.

El paladin se dirigio hacia Picco, y poniendole la palma de su mano derecha en uno de sus hombros le dijo...Te agradezco el gesto que has tenido para conseguir embarcar nuestras monturas.

Oliver se dedico a ojear el compartimento de carga donde les habían alojado a la par que esperaba que el capitán se pusiera en contacto con ellos, aunque de vez en cuando no podia evitar el mirar de reojo al mago y su nueva forma.

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27/10/2010, 20:46
Calypso Darren

Aunque estrambótica, la maniobra conjunta de Lyozard y Picco había conseguido que pudieran llevar sus monturas consigo. A pesar de que su montura fuera un simple pony, se alegraba de poder llevarlo consigo. Además, Oliver y Sigmund parecían hábiles caballeros, y no dudaba que sus monturas serían muy precidas para ellos.

El navío llevaba poco tiempo navegando, pero ya empezaba a sentir los desagradables efectos del mareo. Recordó cuando salió de su Aldulúmë natal en dirección al continente mayor de Embelyon. También tuvo que cruzar el mar, y estuvo vomitando prácticamente todo el viaje. Sólo de pensarlo le entraron náuseas.

Su rostro se puso pálido - Creo que no me encuentro muy bien. Odio este maldito bamboleo. Hice un viaje en barco una vez, y pensé que jamás volvería a hacerlo: Espero por todos los dioses que no haya marejada en este viaje. Durante las tormentas, el mar se convierte en un maldito infierno: Lo juro-

 

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28/10/2010, 09:50
Sigmund Belmond

Ya estaban embarcados y empezaba la travesía, miro a sus compañeros como cada uno se iba acomodando como podía en el compartimento de carga donde estaban encerrados. "Mejor, cuanto menos nos mostremos mejor".

Empezó a avanzar hacia Picco cuando Oliver apareció delante de él para felicitar al mediano. Al escuchar las palabras Sigmund sonrió y elogió también al pequeño- Si Picco, gracias por conseguir que llevemos a las monturas, nos será muy útil.-Entonces el guerrero abrió los ojos como recordando algo y dirigiéndose al mago con cuerpo de caballo le dio un par de palmaditas en el lomo - Y por supuesto, gracias a ti también Liozar. - Intento reprimir la risotada que le venía. Ejem..

Finalmente, se acerco a una esquina de la sala de carga y moviendo unos cuantos barriles para hacerse un hueco entre el caos que formaban los objetos de aquella sala, depositó las cosas que cargaba su caballo a la vez que lo acariciaba para agradecerle su trato durante el camino. Y cogiendo su manda de invierno, la tumbo en el suelo y se echó encima mientras el clérigo comentaba el problema de su mareo.

Si Calypso, hay gente que no está hecha para la mar, harías bien en buscarte un cubo y sentarte en un costado de la sala, de haberlo sabido podíamos haberte comprado unas hierbas que dicen, funcionan muy bien en estos casos...- Levanto un poco la cabeza para ver como el enano sacaba su pipa- AH! Y aléjate del olor de esa pipa, no te sentará nada bien. Hehe - Se le escapó la risa cuando el enano lo miró sorprendido ensanchando los ojos bajo sus cejas pobladas.

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28/10/2010, 10:23
Director

Thorin hizo un gesto de indignación justo antes de soltar una carcajada dirigida al comentario de Sigmund-

- Calypso, no hagas caso. Esta hierba resulta reparadora para cualquier tipo de mareo, nerviosismo, preocupación o desgracia. Excepto para este desgraciado mono.

El mono había aparecido de la nada momentos antes en una esquina del compartimento y en aquel momento acababa de tumbar un barril con el que se encontraba jugando.

 

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28/10/2010, 21:27
Naedunëa Elwing

El momento en el que Liozard se transformó en caballo fue sorprendente y tuvo el efecto deseado y el marinero dejó subir a bordo las monturas. Una vez nos instalamos en la zona que se nos habilitaba en el barco todos felicitaron al mago por su magnífica actuación y muchos tuvieron que contener la risa. Sin duda,-pensó Nae-puede parecer un hombre algo alocado pero es un gran mago.

Cuando Calypso comentó que no se encontraba muy bien la joven elfa se acercó a él y le ofreció su ayuda. Calypso si puedo hacer algo por ti no dudes en avisarme. De todas formas, y por mi experiencia, el mareo aumenta si estás pensando en lo mal que te encuentras. Quizá lo que debas hacer es intentar distraerte.

Nae había realizado en varias ocasiones el mismo trayecto por causa de trabajo y al principio le pasaba lo mismo que a su compañero por lo que comprendía como se sentía.

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28/10/2010, 21:44
Calypso Darren

- Gracias por vuestro interés, amigos, pero creo que pase lo que haga lo que haga me seguiré sintiendo mal durante todo el viaje. No os preocupéis... tampoco es nada grave. -

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29/10/2010, 00:47
Lihem Elitzur

- Creo haber oido que comerse a un mono curaba el mareo.

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29/10/2010, 08:36
Director

- ¡Cielos! ¡No! -exclamó Liozard escandalizado.

Miró hacia Lihem con el ceño fruncido negando con la cabeza.

- No. Eso no es más que una falacia. Créeme, lo digo por experiencia.

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29/10/2010, 11:22
Aeldar Tinúviel

La transformación del mago había sorprendido al elfo, que vió cómo el marinero accedía a dejar al grupo pasar con sus monturas.

Mientras esperaban al capitán del navío, Aeldar se acomodó junto a sus compañeros en uno de los compartimentos de carga, sin poder evitar mirar de vez en cuando la tranformación de Liozard.

Vaya, parece que has recobrado la voz. Dijo el elfo mirando a Liozard.

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30/10/2010, 01:05
Lihem Elitzur

Sorprendido por la reaccion del mago, miro a mis compañeros diciendo - . . . estaba bromeando . . .

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30/10/2010, 13:13
Áran Piedra

Áran se acomodó como pudo y se preparó para echarse a dormir, aunque lejos del mago-caballo.

Al menos parece que el capitán nos llevará a nuestro destino junto a nuestras monturas, pero también se han añadido al grupo un mago y Picco... en fin, esperemos no morir por su culpa.

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30/10/2010, 15:43
Director

Un joven marinero con aspecto de "grumete para todo" se asomó al compartimento.

- El capitán os reclama.

A continuación les indicó con un gesto que le siguieran. La luz les hizo entrecerrar los ojos al salir del oscuro compartimento. Se encontraban bastante lejos de la costa de forma que esta no era más que una fina línea oscura en el horizonte. La embarcación galopaba sobre las pequeñas olas a una sorprendente velocidad para su tamaño y aspecto y el viento alcanzó al grupo refrescándoles los pulmones. Mientras caminaron por la cubierta fueron conscientes de que algunos marineros que se encontraban trabajando en sus tareas se detuvieron para dirigirles miradas con cierto sentimiento que sorprendidos reconocieron como una especie de rencor u hostilidad. Sin embargo ninguno hizo un gesto de acercarse a ellos. Avanzaron hacia el camarote del capitán y cuando llegaron este les recibió sonriente.

- Bienvenidos a mi navío, caballeros... y señorita -dijo con una torpe reverencia dirigida hacia Nae.

Su cabeza tenía una forma cuadrada y muy ancha enmarcada en una recortada barba negra y por un sombrero marinero. Su nariz, redonda y gorda asomaba sobre un bigote desaliñado con apariencia de querer ser importante.

- Espero que el viaje les resulte lo más cómodo posible. Calculo que en dos días llegaremos a nuestro destino si no se presentan inconvenientes, es sabido que por estas aguas abundan los piratas, pero esperemos evitarlos. Aunque a decir verdad estamos en la mejor compañía en el caso de que haya que hacerles frente ¿no es cierto? Jajajaja. Bueno, mientras nos mantengamos lejos de la costa, podéis pasear por la cubierta, y moveros por todo el barco a vuestro antojo siempre y cuando no interfiráis en el trabajo de los marineros. Si tenéis cualquier problema o cuestión no dudéis en hablar conmigo sin ningún tipo de problema. 

El capitán les dedicó una extraña y algo forzada sonrisa. Se mostraba especialmente amable aunque parecía una amailida forzada y algo falsa. Era evidente que el hombre estaba realizando verdaderos esfuerzos para sonreír. Esperó pacientemente por si alguno de sus invitados tenía algún comentario que hacer.