Partida Rol por web

Al contrario de lo que parecería normal, el hecho de que enrojezca ligeramente me satisface, la vergüenza hará que recuerde el error y, probablemente, aprenda de él. Tras escuchar su nombre, mi cabeza baila un poco de izquierda a derecha, buscando algún error en su postura más la veo bastante más que aceptable para su experiencia y decido no corregir los detalles menores en la altura de su mentón o la leve inclinación del cuerpo. Bastante ha pasado ya.

Dispara entonces una pregunta y, en lugar de responder, me doy la vuelta y comienzo a alejarme de ellas, con una única palabra e instrucción.

Descansad.

Me siento sobre una silla que hay en el lugar, y pese a estar sentado mis hombros siguen tensos y mi rostro serio. Bailan mis ojos entre una y otra hermana, son tan dispares que casi podría sonreír. Casi. Más no... hay algo en ellas, en ambas, que sólo hace que me den ganas de comprobar de qué pasta están hechas. Ladeo un poco la cabeza para apoyar mi rostro sobre mi puño derecho.

Antes del entrenamiento, tengo unas preguntas -aclaro-. Y ya que te gusta hablar... comencemos por tí. ¿Por qué quieres ser yo?

En ese instante mi mirada se convierte en una daga que perfectamente podría atravesarla y dejarla en el lugar. La pregunta es directa, sin dobles sentidos y, a su vez, certera y peligrosa, las palabras que pudiesen surgir ahora de los labios de Naya podrían condenarla... o salvar su vida. Un único instante desvía mi mirada hacia su hermana, Asha, advirtiéndole que será mejor que no baje la guardia, pues será la próxima.

Ante la orden de descansar, los hombros de Naya cayeron levemente, sintiendo un ligero alivio. Mientras Puño de Hierro se dirigia a sentarse ella aprovechó para frotarse el lado derecho del muslo pues sentía un pequeño calambre mientras lanzaba una rápida mirada a su hermana.

Las siguientes palabras pronunciadas por su futuro comandante le congelaron las venas. Sintió vergüenza al ver que lo único en lo que se había fijado él era en que le gustaba hablar. Mala señal.

También se sentía confusa. ¿Había dicho ella eso? Se mordió el labio mientras se debatía entre si le rebatia aquella pregunta o no.

- Em.. para serle sincera, en quien realmente quiero convertirme es en mi padre - volvió a erguirse en toda su altura mientras seguía hablando con un brillo de admiración en sus ojos - él ha sido siempre mi ejemplo a seguir. Cariñoso y bondadoso, pero duro e implacable en los momentos necesarios. Él siempre ha protegido a los indefensos, a la Cromería y a los que difunden la palabra de Orholam, como LaBlanca, y no duda en emplear la fuerza que sea necesaria para que los suyos estén a salvo - devolvió la mirada al comandante con cautela

- Quizás no es lo que esperaba escuchar, pero es la verdad - sentía la boca seca y las manos habían comenzado a sudarle. Hablar bajo los efectos de aquella mirada devastadora había sido todo un reto.

Apenas parpadeo cuando ella se frota el muslo, o cuando empalidece por alguna de mis palabras.

Sólo respiro un poco más fuerte, resoplando por la nariz, cuando se yergue y comienza a hablar solo entrelazo las manos y mi mirada se endurece, apretando un poco los dientes y conteniendo las reacciones que sus palabras me provocan, lo cual se puede ratificar por otro leve gruñido desde lo más profundo de mi pecho mientras mis músculos se tensan al tener que contener el torrente que asciende desde la base del estómago y, sólo cuando termina, doy un fuerte golpe con la palma de la mano en la silla.

JAJAJAJA -río algunas carcajadas abiertas, para echar el cuerpo hacia delante-, tienes los cojones de tu padre. Me gusta. Tienes razón, Bardrych es de lo mejor de la Guardia Negra y muchos no estarían aquí si no fuese por él. Decías que te llamabas Naya ¿cierto?

Pregunto, a sabiendas de que ese es su nombre, pero es un nombre que estoy seguro que escucharé más adelante. Entonces, apoyándome en el brazo contrario al que estaba apoyado al comienzo, mis ojos van hacia su hermana, la mayor y más sonriente. Cualquier rastro de buen humor que tenía hace diez segundos ha desaparecido por completo.

¿Y tú, por qué quieres ser de la Guardia Negra?

Pregunto a la joven Asha, esperando que su respuesta fuese, al menos, la mitad de buena que la de su hermana.

La chica,que se había quedado tensa,tal y como el enorme hombre la había colocado y sin atreverse casi a parpadear,mira de reojo a su hermana y la comisura de sus labios se eleva ligeramente,en una sonrisa de orgullo.Naya es la más fuerte y la más valiente de las dos y ambas lo saben.Su padre también lo sabe y no es algo que a Asha le importe.Ella es como es y todos a su alrededor la quieren tal cual

Con alivio ha observado que el interés de Puño de Hierro se ha centrado en su hermana,olvidándose de su presencia...o eso cree hasta que vuelve a dirigirse a ella.Casi se desmaya cuando le hace la pregunta que ella más teme ¿Por qué quiere ser Guardia Negra? El pánico asoma a sus ojos,tragando saliva con esfuerzo y mirando a Naya momentáneamente.Ella es la única que sabe la verdad ¡ella no quiere ser Guardia Negra! Con esfuerzo trata de no mirar a su padre antes de responder al imponente hombre que se yergue frente a ella

-"Pues yo...eeehm, pues  esto....quiero servir a Orholam y a la Cromería.Al Prisma y a la Blanca.Creo que si Orholam nos ha proporcionado estos dones son para que le sirvamos lo mejor que sepamos y para mi,eso requiere pasar por ser Guardia Negra y aprender de los mejores"-dice de corrido.Y ahora sí,ahora mira a su padre con una sonrisa y el orgullo reflejado en los ojos.Desde luego,ese hombre ha sabido ganarse el respeto y la confianza de sus hijas

Cuando acaba el alivio se refleja en su rostro y levanta la barbilla en actitud desafiante,mirándote a los ojos y cuadrándose de nuevo,sus mejillas enrojecidas y la respiración un poco acelerada como si hubiese corrido varios kilómetros

La respuesta de la hermana francamente me decepcionó, tan... correcta en todas sus formas que parecía sacado de algún libro. Por no hablar de su tono, de sus dudas, de no saber hacia dónde enfocarse. Por un momento, mi mirada busca la del padre de la joven, una mirada seria, pero enseguida regreso a la chica que termina de hablar. Mis músculos no se han movido y mi rostro ni se ha inmutado. De hecho, aguardo unos segundos más, quizá esperando algo que me sorprenda, pero al no encontrarlo, decido separar mis labios para pronunciarme.

Está bien, la Guardia Negra necesita soldados.

No obstante, el hecho de su mirada desafiante al menos consigue que mis palabras no suenen del todo bruscas e hirientes.

Mañana son las inscripciones. Si queréis entrenar -aunque hablo en plural, mis ojos se detienen en Naya- os recomiendo que practiques cómo agarrar una pluma.

Entonces dibujo una sonrisa enigmática y una mirada desafiante. Un segundo dedicado a la salida y otro a los papeles que tengo pendientes me hacen bajar un poco los hombros, en un gesto de resignación.

Tengo trabajo.

Y con esas palabras, doy por terminada la reunión, antes de ponerme en pie para dirigirme hacia los papeles, sin detenerme a observar si se marchan o no, sencillamente dándolo por hecho. Les he dedicado unos minutos y les he dado unos consejos, pero mi trabajo antes de las inscripciones con los papeles es demasiado aburrido y denso... y no puedo relegarlo.

Con un suspiro de alivio Asha mira a su padre y ante un gesto de éste asiente a Puño de Hierro y sale con paso tranquilo.Bardrych mira a Naya y con un gesto de cabeza le indica que salga también

-"Comandante"-se despide el hombre mientras sale en pos de sus hijas,dejando al imponente hombre mirando con el ceño fruncido los papeles que tiene delante

Tu hermana se acerca a Cameron,temblando como una hoja mientras tu padre y tú salís,él pasando un brazo por tus hombros

-"Por Orholam,ese hombre da mucho miedo"-exclama la chica cruzándose de brazos-"Creí que no podría aguantar más tiempo así ¿cómo lo soportais?Espero que no sea él quien nos instruya,estoy segura de que me echaría a la primera de cambio"-frunce el ceño mirando a Naya-"A ti no,tú le has caído bien"-

Vuestro padre se echa a reír

-"Vamos,ya os hablé del comandante,no creo que os haya sorprendido.Aunque reconozco que en persona impone más.Estoy orgulloso de las dos por cómo os habeis comportado,no todos los que hablan con el comandante la primera vez salen tan bien parados.Y ahora,Cameron,quiero que acompañes a mis hijas a sus dormitorios.Debéis estar agotadas después de haber pasado el Trillador y conocer a Puño de Hierro,todo el mismo día"-os besa en la mejilla a cada una-"Descansad,mañana os veré cuando bajeis a inscribiros"-os mira mientras os alejais con Cameron

Ante la risa del imponente hombre Naya miró a su padre, desconcertada al no entender el motivo. Pero poco le importaba pues el cumplido que le lanzó después provocó que el ligero rubor que antes había teñido sus mejillas se remarcase más.

Sintió la desazón de su hermana ante la pregunta que ahora debia responder ella. Tuvo que emplear toda su fuerza de voluntad para no salir en su defensa, sobre todo ante su padre. Atrapó la mirada que le lanzó su hermana e intentó transmitirle con solo un gesto que todo iba a ir bien. Que iba a estar ahí para ella.

El corazón de Naya se cubrió con un poco de tristeza al ver a su hermana responder. No podía imaginarse tener que hacer algo que una no quería. Quizás por eso le hirió el tono que empleó puño de hierro con su hermana. Quería replicarle, decirle algo, pero su padre estaba allí, y no podía poner en un aprieto a Asha. Así que simplemente asintió ante aquel extraño consejo y salió

- Pues yo espero que si nos instruya él. Es el mejor - dijo lanzandole una extraña mirada a su hermana. Quería hablar con ella, pero estaba demasiado cansada y toda la conversación con el comandante rondaba su cabeza.

- Gracias padre - dijo recibiendo el beso de despedida antes de alejarse hacia su dormitorio

Por fin llegais al patio de entrenamiento de la Guardia Negra.Es un lugar diáfano de piedra.Repartidos por el patio hay mesas y expositores de madera con armas y un poco apartados de donde estais hay un grupo de muchachos entrenando.Os dais cuenta de que usan tanto armas como luxina para atacarse entre ellos

El lugar donde os teneis que dirigir es fácilmente reconocible pues una fila de aspirantes como vosotros espera ante un puerta abierta donde van pasando

Me dirigí hacia la cola mirando a mi alrededor. Parecía que la Guardia Negra atraía a muchos estudiantes. Supongo que pertenecer a la Guardia Negra es una manera de sentir que estás allí por un motivo diferente al que realmente te ha traído. Por mi parte ese es el motivo principal.

Eda, ¿qué tipo de pruebas se pasan para entrar en la Guardia Negra?

Eda te mira y mira la larga fila

-"Pues no tengo ni idea,nunca me he presentado.Creo que te apuntas y el instructor Rask va haciendo pruebas y según las hagas te cogen o te expulsan....pero de verdad que no tengo ni idea...yo no sé luchar"-alza las manos con gesto de ignorancia mientras avanzais con exasperante lentitud

La incertidumbre me ponía algo nervioso, pero también estaba emocionado por empezar a andar en aquella nueva etapa en la Cromería.

Esperé pacientemente que llegara mi turno en la cola.

Vingard observó el patio de armas, inspirando con fuerza y notando el sol calentando su piel. Empezó a valorar cada saliente de piedra, cada terraza y cada grada de esa enorme estructura. Podía sentir como el calor calentaba la superficie. Eso era una arena, un patio de entrenamiento donde seguramente se realizarían los combates delante del resto de la cromería, en definitiva, un campo de batalla.

Vingard subió a lo más alto para ver una mejor perspectiva del campo, de sus proporciones, las posiciones estratégicas que ofrecía. Sentir el viento en la cara y de paso observar el horizonte en busca del mar.

Tras echar un vistazo bajó de un salto y se acercó a las mesas.

- Es interesante todo esto. Supongo que los combates serán todo un acontecimiento. ¿Has visto alguno Ali? ¿Es allí no, donde las inscripciones?

La rubia se ríe mirando al muchacho se aleja

-"¿Por qué me llama Ali?¡Me llamo Aalis!"-mueve la cabeza de forma negativa mientras observa cómo el muchacho se encarama a unas piedras para mirar por encima.Saluda con la mano a alguna de las chicas que hay por allí pero se queda junto a vosotros-"Eda¿cómo se te está dando esto de ser guía?Yo me estoy divirtiendo muchísimo"-le dice a la otra,que se limita a encogerse de hombros tras observar a Threkor

Cuando Vingard vuelve agita un dedo delante de él

-"Da gracias porque no estaban por aquí ni el instructor ni Puño de Hierro.Si te ven subiendo a las alturas te hubieras ganado un buen castigo,chico de los bosques.Me parece que tu espíritu es demasiado libre¿seguro que quieres apuntarte a esto?"-señala con la cabeza a los chicos que entrenan

Vingard asiente a la pequeña.- Cierto, perdón no sabía que te molestaba Aalis, una manía que tengo.- Dice acabando de bajar los escalones a grandes zancadas.

- Suerte que no estaban, no sería una buena forma de empezar el primer día.- Dice con una sonrisa y una disculpa.

- Por otro lado si quiero ser de utilidad tengo que aprender a combatir. Si tengo que aguantar el ceño fruncido y los castigos de algunos instructores estoy dispuesto a ello mientras me enseñen a luchar. Para cazar, buscar los remedios en las montañas y enfrentarme a las bestias salvajes llegará un momento en que mi arco no será suficiente.

Vingar se pone serio y observa a las mesas de inscripción.

- Así que tendremos aprender a pasar por el aro como un perro amaestrado si así soy capaz de utilizar la luxina para luchar.

La chica ladea la cabeza y se tira de una de las coletas

-"Ah,es que creía que no escuchaste bien mi nombre ¿me gusta Ali!Está bien,te dejo que me llames así,es divertido.Ali"-parece interiorizar el nombre antes miraros de nuevo con gesto travieso y guiñarle un ojo a Eda-"Si de verdad piensas que si no eres Guardia Negro no podrás defenderte ni ser útil,estás equivocado.Deberías ver cómo se defiende Eda de cualquier ataque ¡y sin mover un pelo"-se ríe y mira a Vingard con una sonrisilla mientras el verde inunda sus ojos.Antes de que os deis cuenta las manos del Bosquenegro están unidas por una gruesa cuerda verde que le impide moverlas.La joven da una palmada,entusiasmada,antes de que la luxina se desprenda y caiga al suelo en jirones que desaparecen al momento de tocarlo.La chica da un suave codazo a Vingard-"No te hace falta ser un guerrero para defenderte"-dice satisfecha de sí misma

Por fin llegais al patio de entrenamiento de la Guardia Negra.Es un lugar diáfano de piedra.Repartidos por el patio hay mesas y expositores de madera con armas y un poco apartados de donde estais hay un grupo de muchachos entrenando.Os dais cuenta de que usan tanto armas como luxina para atacarse entre ellos

El lugar donde os teneis que dirigir es fácilmente reconocible pues una fila de aspirantes como vosotros espera ante un puerta abierta donde van pasando

Tal y como os han dicho,la fila va sumamente lenta y la mañana pasa aburridamente aunque no podeis iros o quedareis fuera.Algunos que bajan detrás vuestra terminan por irse.Vuestros guías se marchan a comer y os traen luego algo para que piqueis mientras seguís allí,pues el escriba se ha marchado pero vosotros debeis quedaros.Y así,llega la tarde.Nadie más se había acercado a la fila,pero unos chicos con con mentores aparecen.Uno de los jóvenes se sube a la grada para mirar por encima de la muralla antes de bajar y seguir conversando.La chica que va con él parece regañarle y le ata las manos con luxina verde antes de soltarle y echarse a reir