Partida Rol por web

Vingard asiente a la mujer de mirada penetrante y agradece la advertencia. Se vuelve al Threkor y responde con voz profunda.

¿Lo que me ha traído aquí? Pues la luxina. Cuando descubrí que tenía el don apenas era consciente de lo que había pasado. Y cuando descubres algo así, que forma parte de ti y conoces tan poco, buscas hasta encontrar una forma de comprenderlo y de paso comprenderte un poco más a ti mismo.

Eso me llevó a la cromería. Ayudé a una familia de Satrapas en la capital para poder ganarme un sitio aquí. He luchado y he trabajado duro para seguir mi camino. He adquirido lazos que ahora me llevan a exprimir al máximo esta oportunidad. Aunque en unos meses me sentiré como un hámster enjaulado.

Dice con una sonora carcajada.

Y quiero probarme a mí mismo. Por eso llevamos varias horas de cola. Quiero ponerme al límite, y servir a la guardia me pareció la mejor opción.

Dice al tiempo que le da otro trago al fuerte licor y tapa el pellejo curtido guardándolo entre sus ropas.

¿Y tú Threk? ¿Cuál es tu historia, como has acabado aquí? Se te ve un fornido guerrero.

- Sí, eso parece, , mi mentor, me ha convencido, aunque por lo que me ha dicho es bastante difícil conseguirlo, pero voy a intentarlo con todas mis fuerzas. ¿Qué tal lleváis esto de hacer cola?.

Me fijo entonces en que a parte de a Naya y a Lennart a los demás con los que hablan no les conozco asi que decido presentarme.

- Por cierto a vosotros no os conozco, mi nombre es Bethanie y soy nueva en todo esto.
 

Sonreí al recordar el asunto que me llevó hasta allí. Cada vez que tengo que explicarlo me da algo parecido entre vergüenza y orgullo. No es que me de vergüenza en sí, pero es mejor no irlo diciendo por ahí al primero que llega.

Digamos que ultrajé el honor de la hija de cierto noble, pero como sabía trazar, me tomó como esclavo y me mandó aquí, con la esperanza de que le pueda servir en el futuro, vete tú a saber para qué.

Vaya, bajo esa fachada de rudo guerrero hay todo un seductor .

Dijo Vingard con una carcajada.

- Ignoraba que había esclavos aquí. Lo siento, supongo que cuando disponga del poder suficiente será un poderoso esclavo, o alguien que busca su libertad.

Dijo retomando la seriedad observando a su compañero directamente a los ojos.

Entonces se giró a la Mujer rubia de ojos azules.

- Bethanie, un placer soy Vingard de Bosque negro. Le ofrecería un buen licor pero parece ser que está prohibido.- Termina diciendo entre susurros cubriendo su boca con el dorso de la mano.

Me giro hacia la recién llegada. Mi expresión cambia y viejas costumbres resurgen de mi interior. Aquellas costumbres que me han traído hasta aquí precisamente.

Hola, trazadora. Da gusto ver algo de belleza adicional  - miro a Naya y sonrío - entre tanta testosterona. Soy Threkor.

Miro a Eda por si me había escuchado.

Evidentemente me refiero a aprendices. Las mentoras obvía decirlo.

Pongo mi mejor sonrisa a la espera de algún reproche.

Siento que mi cara empieza a enrojecer levemente debido a las palabras que me dedica el joven que se ha presentado como Threkor.

- En... encantada de conoceros - Bethanie tranquila no van a comerte, son tus compañeros a partir de ahora recuérdalo- ¿está prohibido el alcohol en La Cromería?, pues ayer durante la cena juraría que estaba bebiendo vino - les sonrío ya más tranquila una vez habíamos empezado a hablar- ¿lleváis mucho en la cola? porque no os he visto por el comedor, yo al menos he podido comer algo.

Eda se limita a mirar a Threkor con intensidad mientras que Thony rodea los hombros de Bet en actitud posesiva.En ese momento llega vuestro turno.Tras dar vuestro nombre,apellido y edad el escriba os indica una zona del patio que nos e ve desde ahí

-"El instructor Rask llegará enseguida.Esperadle allí,quiere conocer a los nuevos aunque hasta mañana no empezareis"-

Efectivamente están allí los chicos que han ido pasando delante vuestra murmurando y mirando en dirección a dos hombres que están lejos.Ambos son altos pero uno de ellos le saca casi una cabeza al otro,es negro como el carbón y su cuerpo indica claramente que es una máquina de matar.Por fin,se acercan a vosotros

Hoy llega la remesa de los nuevos aspirantes por lo que te diriges junto Rask,el instructor,a la zona de entrenamiento,donde un nutrido grupo os espera,notablemente nerviosos.Llevan horas guardando cola para inscribirse y están cansados e irritados,con hambre y seguramente frío.Peor siempre les haceis lo mismo.Muchos desisten antes de llegar al final de la cola así que al menos,los que están allí es porque realmente desean ser Guardias.Y de todos esos menos de la mitad logrará acceder a ella

Naya sonríe a Trehkor complacida ante lo que toma como un halago.

-No está prohibido, Beth. Solo he hecho una recomendación sobre la mala impresión que puede dar beber en un momento como este -

Tras inscribirse buscó a su hermana para ir juntas al lugar indicado - Vienes con nos tras Beth?-

Vingard empezó a caminar con una media sonrisa. Podía sentir la brisa cargada de sal procedente del mar. El rumor de las olas se podía sentir por encima de las conversaciones, junto con el chillido de las gaviotas.

- Vayamos. A ver que nos espera antes que nos despierten mañana a primera hora.

El hombre más bajo se para ante vosotros.Los brazos detrás de la espalda y las piernas separadas ligeramente.Pasa sus ojos lentamente por cada uno de vosotros,deteniéndose en alguno más que en otro.Por fin,comienza a hablar

-"Sed todos bienvenidos.Mi nombre es Rask y seré vuestro instructor.Sabed que quien entre a formar parte de la Guardia Negra lo hará tras pasar duras pruebas y por lo tanto será miembro de pleno derecho.Cada cierto tiempo os pondré retos,quien no los superé será expulsado,quien no siga las normas será expulsado,quien intente ponerle la zancadilla a un compañero y sea descubierto...será expulsado"-se cruza de brazos mientras las comisuras de sus labios se levantan un poco-"Mañana os espero aquí para empezar vuestro adiestramiento,pero antes os presentaré al comandante Puño de Hierro,la máxima autoridad de la Guardia Negra"-mira al enorme hombre que tiene al lado y le hace un gesto,indicando que él ha terminado de hablar

Siento los brazos de Thony alrededor de mis hombros, este mentor mío va a hacer que mis compañeros me conozcan por estar siempre roja, pero por otro lado no puedo evitar que me guste, suspiro imperceptiblemente y me dirijo a mis nuevos compañeros.

- Sí, claro, vamos con vosotros.

Una vez hemos llegado miro al hombre que hay al lado del que se ha presentado como instructor, es enorme, trago saliva, da verdadero miedo, quizás no haya sido buena idea después de todo, vuelvo entonces a mirar al tal Rask o al final no me enteraré de nada de lo que está diciendo.

Cuando llegaron a la zona indicada Naya se colocó. Las manos a la espalda, piernas separadas a la altura de la cadera, espalda bien erguida y mirada al frente. Aunque antes echó un vistazo a la postura de su hermana por si tenía que corregirla algo, pero estaba todo bien.

Su instructor terminó pronto la charla. Más o menos era lo que sabía, aunque hubiera preferido que fuera otra persona quien les pusiera esos retos. Se mantuvo en silencio, intentando controlar que su cuerpo no le jugara una mala pasada, pero era inevitable no mirar al comandante, aunque fuese de reojo

Vingard observó la postura rígida de Naya. Bueno, ella había crecido escuchando relatos de esa guardia así que sabría la actitud y posición que había que tomar. La imitó y dirigió la mirada al frente con media sonrisa. Esto iba a ser muy interesante ¿Ese instructor les haría alguna demostración de lo que se puede lograr con entrenamiento? ¿Quizás daría una paliza a alguno de los aspirantes empezando el descarte. Como solía decir su mentor, el no ya lo tienes ahora lucha por un si, y lucho por más de diez años.

El tono autoritario del tipo me hace dar un respingo. No me esperaba que alguien pudiera hablar tan alto.

Escuché atentamente al instructor mientras veía como Naya y Vingard se ponían en una posición de atención como si ya fueran miembros de la Guardia. Estaba claro que Naya lo daría todo por ingresar en aquel grupo de élite de soldados. Creo que es la única que realmente lo desea por convicción.

Cuando el instructor acaba de hablar, algo de decepción me invade. Esperaba empezar en aquel día a hacer algo, pero no será hasta mañana cuando empiece de verdad lo bueno.

A ver que nos tiene que decir el tal Puño de Hierro.

Se había sentido invisible por unos segundos. Una sensación que aunque extraña pero que agradecía en cierto sentido, le daba margen a pensar. Un suspiro quedo, eso fue lo único que exhaló cuando el instructor hizo acto de presencia.

No había imitado a sus compañeros  y seguía cruzado de brazos mientras fingía escuchar con atención. Fingía  bien, pues sufría  de un molesto  zumbido en sus oídos que termina por evocarse en su mente como si fuesen fantasmas del pasado. Todavía seguía haciéndose a la idea de qué iba a implicar ser un Guardia Negro, aún sin haber asumido  siquiera lo que implicaría ser un trazador. Esta noche conciliaría difícilmente el sueño.

Había jugado con su vida en el Trillador para formar parte de algo que renegó ser, y sin embargo, aquí estaba. Quizá sea todo cuestión de inercia,y arrancar sin parar hasta que alguien lo haga. Quizá es que no sabes lo que quieres.

Suspiró de nuevo cerrando los ojos, cuando volvió a abrirlos ya no quedaba rastro de ningún fantasma. Sólo una mirada al frente.