Partida Rol por web

Antes de cortar, el Florp añadió algo:

- Por cierto, si queréis trocar tecnologías, podemos poneros muuuuy por encima de Antares en algunos ámbitos, o eso creo. Pero la confianza por el buen hacer del pasado está demasiado erosionada por esos mensajes a Antares y esa repentina curiosidad por Tulrik, así que el trato es sencillo: tecnología por tecnología, a menos que necesitéis dinero en cuyo caso también se puede acordar. -dijo.

Quieres poner esa descripción, ¿eh, maldito? xD No iba a colar. Los de Antares son de los míos, lo he visto desde el minuto 1. Podrían hacer como que cuela pero no, así que mantengo ese roleo de "los Florp somos honorables y vosotros sois unas sucias ratas por atacarnos". Aunque vive Dios que venía preparando desde turno 4 mi aniquilación de todo bicho a tiro, pero me puede el buenismo al decir "anda, quita la nebulosa" xDDD

"Lees muy bien. Solo espero que tu raza entienda el significado de esas palabras." comento el cicops mirandolo desde su truno con craneos de distintos seres enfrente suyo, algunos incluso eran de los Flops.

"Respecto a la alianza militar aun me parece buena idea, algunos de mis nuevos burocratas me dicen que hay mucho que pueda aprender de tu pueblo. Yo ahora la verdad estoy mas curioso que antes." comento tranquilo en su trono. "Deja la comunicacion abierta, aun si no te atre vez a responderme en este momento."

El Florp miró desdeñoso el trono del Cicops*, y después a quien reposaba en él.

- Claro que podría interesante una alianza militar, pero, ¿cómo fiarme de aquel que, estando su pueblo en deuda según su propio gobernante, sin provocación previa, ataca a mi civilización? Alguna muestra tendréis que dar de que en verdad tanto os importa tal alianza. -dijo el Florp.

Rapidamente un nuevo ciclops sale, se encuentra maquillado de una forma que recuerda al viejo lider de los cicops y tal vez por eso Crinto lo mirada con desden. "Segun informes que se hicieron cuando gobernaba mi predecedor...los cicops recibieron un gran ataque de parte de los Indirilio, los marmoreo y por ultimo ustedes." le informa dehaciendose del papel al terminar. "El informe esta equivocado? Porque si no lo esta entonces yo solo cumpli con lo que leiste antes para todos."

"Ya no hay deudas entre nosotros y mi economia esta creciendo con el nuevo planeta. Mi civilizacion no desea atacarlos teniendo un blanco mucho mas tentador...los marmoreo." comento de nuevo sonriendo con malicia. "No se me ocurre como mostrar que deseo la alianza, mas que firmandola o es que quiere algo de dinero?"

El Florp escuchó el informe sin mudar el gesto, a lo que replicó:

- He leído varias veces sobre esa época. Se estableció una alianza cambiante con los Marmóreos que fue rotando entre las diversas modalidades en las que se pueden aliar dos Imperios. No obstante, nunca hemos lanzado un ataque contra los Cicop. -replicó Coed- No obstante, podría estar dispuesto a perdonarlo, si estáis dispuestos a pagar en tecnologías... como la que nos habéis robado. -concluyó el Florp.

Sin duda el Cicop era un enemigo a tener en cuenta, pero Coed sabía que, si quería, sólo con sus acciones podía desestabilizar terriblemente la ofensiva Antariana, convirtiendo a los Marmóreos en un objetivo tremendamente correoso.

Un mensaje de la emperatriz marmorea llega al despacho de sus aliados Florp.

"La amenaza Cicop se ha cernido sobre todos nosotros, los marmoreos no tenemos ningun problema en volver a apoyar de manera militar sus acciones. La afrenta Cicop, los marmoreos tampoco nos la hemos tomado bien, asi que contad con nuestro apoyo. Con respecto a las tecnologias, siento decir que ahora mismo no tenemos interes en negociar tecnologias, aunque gracias por el ofrecimiento."

El Florp asintió:

- Aceptamos, por ahora al menos. -concluyó el Florp.

Crinto no parecia muy entusismado por la excusa que ponia, pero lo dejo que siguiera hablando. "Me parece bien el intercambio de tecnologia o en este caso que te de una para que continuemos con esta alianza. La tecnologia que te robe es una de organizacion, algo de unos burocratas que supongo que son los que me molestan ahora..." afirmo mirando con rabia algunos que se encontraban en una esquina casi escondido y tapando su cara cuando los tomaba la camara. "Pero antes que puedo darte tecnologia deseo que admitas tu ataque contra mi raza, ya que sin ello los mios no pueden sentirse comodos con este acuerdo."

El Florp muestra una pequeña sonrisa ante la petición de los Ciclo, respondiendo así:

- No puedo hablar por los muertos... Tukin fue un gobernante bastante aceptable, y no he encontrado en su diario ninguna anotación sobre que esperase el ataque a los Cicop. Quizás por eso al tiempo que daba naves a control remoto a los Marmóreos os daba la tecnología para defenderme, quien sabe. Aunque debo confesar que conforme lo leía, yo sí que vi venir el ataque Marmóreo. -añadió- Es una opción bastante factible decir que en aquella época os atacamos, sí. -concluyó el líder.

-Habéis invadido uno de mis planetas. Nunca antes había empuñado las armas contra nadie, aunque formara parte de un bando, pero ese es el momento en el que mi especie alza sus puños contra el enemigo. Felicidades, habéis ganado un contendiente en la guerra -dijo la líder arbryl, su voz, aunque mucho menos grave que sus antecesores masculinos, todavía profunda y ominosa- Los florp se hayan en un punto de no retorno respecto a su dominio de la Galaxia, espero que seáis conscientes de ello, marmóreos. No entiendo que colaboréis con los florp cuando sólo sois una sombra de esos insectos. Deben ser detenidos o serán también vuestra perdición -la arbryl remarcó ese "también".

Coed aparece con un aspecto inusualmente cansado, pero aún así una mueca socarrona se dibuja en su rostro. Casi pareciera que en vez de unos ejércitos de sixtillones y sixtillones de Florp el que había atacado hubiese sido él mismo, en solitario. Nada más lejos, pues no era un guerrero que se supiera y el hecho de que hubiese ascendido al poder mediante combate era aún un misterio... para casi todos.

- Oh, sí, he atacado uno de vuestros planetas. Entre tu exploración, con la extorsión relacionada, y el ataque de tu compañero, habíais matado a montañas de Florp, los restos de cuyas naves, y quizás de ellos mismos, están ahora en el trono de Crinto, al parecer. -dijo el Cicop- Antares nos ha atacado. Hemos respondido. Si lo que quieren vuestros dueños es una guerra, habéis dado con los tipos menos indicados. Si hay guerra, no quedará piedra sobre piedra... -el líder Florp se rasca la nuca y mira a Shezzish- No va por vosotros, de verdad, es una expresión. -dice, percatándose de la particular naturaleza de su aliado actual- Bueno, pero eso, que no dejaremos ni restos de las civilizaciones Cicop y Arbryl. Que por cierto, la verdad es que los Arbryl resultaron bastante sencillos, según me han notificado las nuevas multihachas que provocan incendios han ido de maravilla... -dijo, como reflexionando.

Tras su respuesta, Coed simplemente se encogió de hombros.

Tras un tiempo sin respuesta, Coed añadió algo.

- Una cuestión... Si de verdad tanto teméis el avance de mi especie, os sugiero un acuerdo. Si todos y cada uno de vosotros os avenís a firmar una alianza científica conmigo, respetarse vuestros planetas y dejaré que resolváis la guerra a vuestra manera. -ofreció Coed.

La nueva líder arbryl apareció en pantalla, en abierto, para toda la galaxia.

-Entiendo. La última vez que prometísteis algo, el resultado fue insultante: Se acordó que nos enseñaríais secretos de Flota y ¿qué secretos nos facilitásteis? La nuestra, una investigación propia que nos habíais robado. ¿Qué cabe esperar de una Alianza con vosotros? Imagino que la ayuda sería para que pudiérais desarrollar nuevos métodos de espionaje.

El mensaje era, evidentemente, para los florp. Su actitud evidenciaba que esos minúsculos y molestos seres habían logrado acabar con su paciencia y eso, viniendo de una familiar de un árbol, tenía cierto mérito.

-Recomiendo al resto de las razas inteligentes que, cuanto menos, tomen con extrema precaución las palabras de los líderes florp. Por su propia seguridad.

La transmisión se cortó con brusquedad.

El Florp se quedó anonadado ante las palabras del Arbryl. Sin importarle si él se enteraba de su respuesta o no, habló al resto del consejo.

- Bien, eso no me ha cuadrado. A ver, podría entender el enfado después de que les haya sacudido en un planeta, es comprensible y eso... Pero es que hasta ahora no he espiado a nadie, ¡a nadie!¡Y en los diarios y registros de época de Tukin tampoco hay ningún indicio de eso, ni en los más clasificados! Tenemos tecnología de otras especies a base de comercio y ahora de los restos Cicop y Arbryl en los planetas a los que enviamos nuestras represalias. -explica Coed- Y si tan insultante y terrible fue esa ilusoria afrenta... ¿Por qué esperásteis hasta ahora para decir nada? Por Expán que sois árboles taimados además de falsos o malos analistas, cuál sea el caso. -concluyó el Florp sin ningún interés por pactar con los Arbryl, dado el caso.

Tras aquella extorsión y el posterior ataque de su aliado Cicop con la exploración que los Arbryl habían realizado, se habían ganado un enfado importante de los Florp en general, no sólo de Coed...