Partida Rol por web

A través del campo de fuerza semicircular que Djimbo había creado en la demostración de sus habilidades, todos pudieron ver como la puerta de su celda se abrió por completo. Ante ellos se abrió un pequeño pasillo elaborado con el mismo metal del que estaban hechos todas las celdas que habían visto hasta ahora. Allí, unos grabados de dos centímetros de grosor cruzaba las paredes. A pesar de que la invasión había llegado hace poco, todo aquello daba la impresión de tener siglos de antigüedad. De todos modos todos estaban más preocupados de otra cosa, el posible ataque de los centinelas alertados. Pero allí no había nadie. El pasillo estaba vacío y desolado. El silencio era la única melodía que acompañaba al respirar entrecortado de los prisioneros. ¿Al final tanto lío para esto? 

"Aquí Mezzeder, Profeta de la Verdad. Transmito mi mensaje a todos los huéspedes de nuestra base. Se os hospedó aquí debido a vuestra resistencia a la pacífica colonización del Planeta Tierra con el objetivo de establecer un nuevo orden y equilibrio en pos de vuestra evolución y supervivencia. Pero aun así, y con las comodidades que se ofrece a vuestra raza, un grupo de prisioneros sigue resistiéndose. He depuesto las armas de centinelas y campeones para daros a ver que no buscamos un enfrentamiento. Pero de continuar con vuestro empeño, habremos de cortar de raíz toda insubordinación. Tenéis dos opciones. Volved a vuestro habitáculo y comunicaros por el terminal con la I.A. para que os devuelva al lugar o Seguid con vuestro empeño y sed erradicados. No admitiré discusión de estos términos. Si tenéis alguna queja de nuestro trato, admitiré conversar con aquel que tenga el honor de llegar hasta mí. Quizás si vuestro limitado cuerpo alberga una mente interesante podamos encontrar el equilibrio necesario para que os considere dignos de caminar por la base sin grilletes"

—He roto el enlace mental -su voz surgía con la dificultad de aquel no acostumbrado a pronunciar palabras -La mente de ese... ser... es poderosa. Ni la he sentido entrar, pero una vez ha hablado he seguido notando una ligera presión dentro de mí. Está rastreándonos, así que me he abstenido de llamar la atención con el uso de mis habilidades. Tened cuidado, creo que puede ser todo una treta para tenernos localizados y ejecutarnos estemos donde estemos. Puedo intentar rastrearla a ella, pero sería peligroso.

—Esto cada vez es más de locos... ¿rastrear la mente? Una puñetera locura. Yo estoy escasa de ideas, ¿se os ocurre algo? -Vivian se apoyó sobre la pared y se cruzó de brazos. Viendo que no había nadie, se había relajado... pero sabía que el tiempo corría en contra.

—JAJAJAJAJA -comenzó a reirse a carcajada limpia —Yo digo que avancemos, la localicemos y le peguemos un tiro entre ceja y ceja usando el rifle que tiene ese -dijo señalando con la cabeza a Djimbo- Así seguro que se deja de tonterías. 

—... -la chica parecía visiblemente nerviosa. Su piel se estaba volviendo cada vez más rojiza e iba goteando magma con más fluidez cada vez. Parecía que iba a estallar en cualquier momento —¿no podemos encontrar otro camino? Quizás podamos derretir estas paredes y olvidarnos de este puñetero lugar.

Los prisioneros comenzaban a moverse de un lado a otro, visiblemente nerviosos y angustiados.

—¡Deberiamos de habernos quedado! Solo ibamos a pasar unos días y luego nos hubieran liberado. Ahora podemos morir

Otros le respondieron

—¿Morir? No, no, ¡yo quiero regresar!

Y otro grupo parecía contrariado

—¡Nos iban a matar igualmente! ¡Debemos luchar! ¡Hay que recuperar lo que es nuestro!

Preocupada como estaba por el bien de los supervivientes humanos que nos acompañaban, lo primero que hice fue hablar con ellos, para calmar los nervios.

- No os dejéis vencer por el pánico. Lo que lamento es que no hayamos podido liberar a todos los que puedan estar atrapados en otras salas y otras celdas. Durante la segunda guerra mundial, muchos de los que fueron recluidos en los campos de concentración nazis creyeron que serían liberados a los pocos días y por ello no lucharon. Esto no es diferente, por tanto huir es la única opción razonable, y por peligrosa que sea nunca lo será más que quedarse.

Miré a los prisioneros para infundirles coraje.

- Ahora necesito que hagáis lo que os diga en todo momento. Será la manera de salir de aquí sanos y salvos. ¿De acuerdo?

Mi mirada no era la de un duro sargento de hierro, era más parecida a la de una madre amorosa pero firme que habla con sus hijos.

- Y ahora, vámonos de aquí. - Encaré la salida hacia el corredor y miré a mis compañeros, en especial a QR, buscando consenso.

La situación se tornaba cada vez más compleja. Había leído sobre los poderes mentales de los Profetas pero el escuchar las palabras de Megabrain lo hizo preocuparse, era posible no tuviesen defensas contra ellos... De cualquier  manera ya no se podía volver atrás, sólo ir hacia delante era la opción viable. Intentaría encontrar una ruta esquivando el peligro si encontraba otro ordenador, aunque en teoría debieran de estar cerca de la salida, a menos que su hackeo le hubiese fallado. De cualquier maneras intentar cualquier cosa deparaba posibles éxitos y riesgos, debía de sopesar las alternativas.

Mientras su cabeza repasaba cada una de las pocas opciones que parecían tener, la mujer con supervelocidad intentó calmar a los prisioneros, cosa que no se había percatado estando sumido en sus cálculos

- La dama tiene razón, quedarse significa en el mejor de los casos que su mente será lavada y moldeada a gusto de los invasores que a efectos prácticos es igual a morir, o incluso peor si me lo preguntan. - Miró a Silvia asintiendo en el camino seleccionado - Por ahora no nos queda más opción que avanzar, quedarnos quietos solo empeoraría la situación. En teoría estamos cerca de la salida y a juzgar por las palabras del Profeta, no suena más que a amenaza para infundir miedo y desorganizarnos. Continuemos el camino para ver qué nos depara y estemos atentos por si encontramos resistencia.

Mientras los demás definían sus pocisiones y avanzaban se quedó cerrando la retaguardia y mientras todos caminaban se quedó unos minutos viendo los grabados, tratando de analizar si algo allí se asemejase a un mapa o algo de utilidad...
 

Al abrirse las puertas y encontrarse nada mas que un pasillo vacío y en calma, Djimbo no pudo si no sentirse decepcionado. La idea de combatir contra esos seres tecnológicamente superiores, no era la mejor idea. Pero ya se había mentalizado.

Por todos los diablos que dicen esos malditos cobardes!!_ Escuchafme, magditash ratas. Como decir esqueleto negro, la potencia de este jusil nos ser mucho útil. Pero necesitar me hacer prácticas. Quéreis huir, perfecto yo necesitar blancos a disparar.

El tono del exsoldado era tranquilo y cuando terminó se quedó apuntándolos, mientras en su cara aparecía una extraña y siniestra sonrisa, que dejaba ver unos grandes y blancos dientes. Salvo por los incisivos superiores, que estaban bañados en oro.

Mientras el grupo se movía por el corredor, Djimbo mantuvo activo el campo de fuerza, permaneciendo en el centro del grupo.

Calmados por las palabras de Silvia y las previas que QR pronunciara previo a que se abrieran las puertas, los prisioneros comenzaron a organizarse. Aunque las palabras de Djimbo terminaron de tranquilizar a los más insurrectos, con lo que permanecieron en silencio y atento al movimiento. Entonces, todos comenzaron a caminar poco a poco y, con ello, a avanzar detrás del resto.

Entonces, cuando alcanzásteis el otro extremo del pasillo, la puerta se abrió automáticamente al sentir la presencia de los que caminaban hacia ella. Un enorme hall emergió ante ellos. Al menos 200 metros de largo por ancho coronado por unos techos altísimos que eran sostenidos por filas de columnas cercanas a las paredes. En el centro, una enorme estatua de una figura humanoide ya desgastada era iluminada por la luna, pues en la zona central del techo el metal de las paredes tenía pequeños agujeros regulares por los que dejaba entrar la luz. Disperos por la zona se encontraban algunos soldados menores, dos acorazados y justo en el centro uno de los grandes, el mismo que los había apresado a ellos. Hablaban en la lengua de su raza, con lo que la mayoría de vosotros no comprendió nada de lo que decían. 

-Maldita sea -dijo en un susurro- Podría utilizar al insecto este -dijo señalando con la cabeza al cuerpo dominado- Pero no entiendo nada de su lengua, y menos sabría hablarla.

"Su lengua escapa también a mi comprensión" transmitió a sus mentes "Pero por suerte aun no se han dado cuenta de nuestra presencia, o al menos eso es lo que pretenden parecer. Con tiempo podría traducir sus palabras, pero es de lo que más carecemos"

-Jefe, ¿cuales son las órdenes? -dijo el soldado acercándose a uno de los acorazados, el mismo tipo del que controlaba Darkness y del que obtuviste uno de sus cascos y rifles

-¡Calla! Mezzeder quiere que establezcamos un perímetro de seguridad ante la entrada de la cámara de la Piedra. Es la pieza más importante de la base, ya lo sabes. -y a una orden, el guerrero menor siguió su ronda.

-Detectando cambio de presión. Escaneando habitación. Posible presencia. Analizando.

Dijo el solitario centinela en el centro de la habitación.

La figura del Campeón central comenzaba a cambiar el color de la luz de su ojo. El resto seguían rondas y, de vez en cuando, los pequeñajos intercambiaban palabras con los acorazados. Debía de haber al menos una docena de los más sencillos que seguían las órdenes de los acorazados, o esa era la impresión. De la imponente figura del Centinela parecía que ninguno de los otros le prestaba especial atención.

- Hacia atrás, rápido - dijo susurrando - aprovechemos que aún no nos han visto para volver unos pasos y pensar un plan...

- Bien, retroceder no es una alternativa ya que el ordenador está bloqueado, la única alternativa es avanzar. Lo primero es sacar del juego al grandote. Recuerden lo que les dije antes, debemos de concentrar el fuego en él. Alguno puede crear algún tipo ataque de distracción para mantener ocupados a los pequeños? Si conseguimos juntarlos en un único lugar, la granada los destruirá de un solo golpe si tenemos suerte...

- Pajarote, si destruyen el cuerpo en el que te encuentras, qué te pasará? Es arriesgado mandarte como señuelo?

Se encogió de hombros

-No me sucedería nada -dijo en voz baja desde el cuerpo controlado- Es tan solo una cáscara vacía. Soy como humo en su interior.