El camino fue largo, parando escasas horas para dormir en medio del bosque, buscando refugio y esperando no encontrarse con nadie. La suerte les sonrió por primera vez al permitir que ningún bandido intente nada con ellos.
Al llegar al bosque, todos se dieron cuenta de forma rápida por las condiciones tan inhabitables del lugar.
Era impenetrable, tal como lo prometió Ahrem. Meterse allí no sería sencillo.
Bien, aquí es donde William nos ha dicho que las flores crecían. ¿Estan todos preparados?
Oktael miraba con intriga aquel ecosistema. Tan hostil, pero a la vez tan misterioso. Tan bello y tan intacto, virgen. El afeicano prefería ésta fortaleza, a la construída por humanos.
- Siempre listo!- dijo mientras acomodaba sus cosas.- estos... bosques eran comunes en mi hogar. Será difícil movernos por ahí, pero si lo hacemos con cautela y destreza, también nos proporcionara ventajas...
-Pensé que África era un mar de arena. Es importante saber eso.- Lo dije sin ninguna malicia, ya que eso era lo que nos había enseñado el viejo cura. Acto seguido, volví a ver el bosque, recordando el camino. Podía recordar las pisadas del capitán, y de mis antiguos compañeros.
-Estamos cerca. Espero que haya en abundancia... El oro sería bueno para esta empresa.
Oktael sonrió ante el comentario de William. - África es un continente basto y hermoso. Algún día podrías visitarme allí y conocer lo que es la tranquilidad de vivir en abundante riqueza...- claramente los valores de Oktael no coincidían con los valores materiales de aquella sociedad dedicada a acumular riquezas materiales.
¿Aún recuerdas bien como era? - este observaba a Oktael, de forma curiosa - es decir, ¿cuantos años tenías cuando te sacaron de allí?
A medida que se adentraban, debían superar un ecosistema muy poco habitable. Superar cientos de malezas y arboles y ramas que tapaban la visión. Varios ruidos de animales e insectos, que poca confianza te darían.
Oktael ya ni recordaba cuántos años tenía en aquel entonces. Los años los computaban de otra manera.
- Digamos que ya tenía mi primera piel, símbolo de mi primer cacería. De esa manera celebramos nosotros lo que ustedes llaman la mayoría de edad.- hizo otra pausa para tratar de traducir sus costumbres.- Mi esposa ya tenía dos hijos míos. No solo recuerdo mi tierra, sino que la anhelo y todas las noches la visito junto a mi familia. No creo que vuelva a verla, pero dejaré mi vida en ello...
Es un deseo muy noble, Oktael - este observó con cierta melancolía los deseos del africano. En este momento, y más que nunca, entendía a la perfección el sentimiento que era regresar al hogar propio.
Miren, parece haber unas ruinas allí delante - señaló este.
En la medida que se adentraban, los enormes árboles cada vez tapaban más la iluminación de la zona. Aquel día, estaba todo nublado, por lo que cada vez parecía volverse más complicado ver con claridad.
Tengo el temor de que comience a llover. Hay demasiadas nubes grises en el cielo.
Pólux escuchó entretenido la conversación del negro, contemplando, al igual que el resto, que aquel hombre se merecía encontrar dicha paz que andaba buscando, ya sea en su tierra o en lo que quedaba de su familia. Mas su temperamento desenfadado no puedo evitar añadir la siguiente chanza:
-Vaya, vaya Oktael, así que dos hijos antes de ser mayor de edad, eh... jajaja -dijo sin desaprovechar la situación- espero que consigas lo que buscas amigo mío -concluyó un poco más solemne- pero centrándonos en lo que nos ocupa, no perdamos el tiempo, dejemos las monturas a resguardo en las ruinas y nos pones a buscar hierbas -expuso finalmente llevando su montura hacia allí.
Tras dejar las monturas en las ruinas, las cuales llamarían poderosamente tu atención, puesto que pertenecían al antiguo imperio de Varkoglia, comenzaron a buscar las flores que tanto estaban codiciando.
Luego de media hora de trabajo y recolección, el cielo aplaudió ante ustedes con un estruendo que resonó de forma que se paralizaría el alma de más de uno. Acto seguido, empezó a llover.
-Debemos refugiarnos por aquí, si no queremos enfermar.-Miré a Varen preocupado, ya que no estaba en condiciones de enfermar.- Deberíamos tratar de protegernos en las ruinas, ellas nos proporcionarán el cobijo que necesitemos.
Oktael se sentía incómodo bajo la lluvia, así que no hizo más que coincidir con William...
- Aquellas ruinas pueden darnos cobijo... al menos por un tiempo
-Sin duda, muchacho -dijo Pólux bastante de acuerdo con William- refugiémonos antes de que sea demasiado tarde, como Varen empeore, os tocará a vosotros aguantarlo jajaja -dijo riéndose, añadiéndole cierta comedia al asunto- ya buscaremos las flores cuando amaine... -concluyó dando su opinión sobre el asunto.
El grupo concluyó que lo mejor era ir a resguardarse de la poderosa lluvia, por lo que Varen estaba agradecido.
Al entrar en las ruinas, notarías que salvo por su aspecto exterior, por dentro tenía un aspecto de seguir siendo aún habitable. Llegaron a una habitación bastante acogedora, que tenía un fuego aún encendido en la chimenea. Varias pinturas y retratos, y una espada que te llama la atención por su belleza y su aspecto de ser un excelente arma.
Sobre un pequeño sofá, puedes notar un libro que está por la mitad. Si lo coges y ves su portada, verás que se llama ''Filosofía de la introspección y los sueños''.
Al detenerte a mirar unas de las pinturas de retratos, una en especial te llama la atención.
Luego de entrar, Edain se sacudió un poco el agua de la lluvia del cuerpo y el cabello mientras ojeaba el libro que habían cogido los muchachos hasta voltear a la pintura del retrato - Disculpen mi ignorancia pero ¿quién es el? No tiene pinta de buenos amigos. Por otra parte... Esos retratos quizá valgan algo - Se llevó la mano al mentón.
El guerrero se alegró de ver como Varen agradecía la retirada a cubierto, pues sabía bien que su amigo sería incapaz de quejarse de nada por muy mal que estuviera, algo increíble, pero a veces peligroso; por lo que en dichos casos había que obligarlo de forma sutil para que no sintiese que el era un lastre.
Una vez en aquellas extrañas ruinas, que sin duda parecían habitadas, tras contemplar el relato le dijo con cierta sorna dijo:
-No tengo ni puta idea de quien es ese tipo, pero que me parta un rayo ahora mismo si no es pariente vuestro Edain, es clavadito a vos... -expuso Pólux un tanto sorprendido por su hallazgo- al final vas a ser noble tu también y todo jajaja -concluyó el mercenario con gracia, aunque por lo que parecía, quizás no era tan descabellado.
Que queréis que os diga, es igual que Edain pero pintado XD, es lo único que me llama la atención.
- ¡Jajajaja! Yo ¿noble? Si resulta cierto os invitaré a unas prostitutas y mucho alcohol, claro, después de matar al malnacido que me privó a mi y a mi madre de recursos para vivir...- Queda mirando al retrato e imita la pose del hombre en la pintura.
Jajaja tienes razón.
¿Eh? - vio que los chicos estaban discutiendo sobre el hombre del retrato, por lo que se acercó - pues, me temo que no creo que sea pariente tuyo, Edain - concluyó - este hombre es el emperador Varkoniano IV. Es interesante encontrar un retrato de esta calidad aquí, en unas ruinas... Esto... Esto debe ser una pintura original de la época del imperio.
oh dios, es igual JAJAJAJAAJ
Rápidamente tomó uno de los banquitos de madera y lo usó como apoyo para desmontar el cuadro - No se diga más entonces.-