Partida Rol por web

La Ira de los Justos - La incursión de la Herida del Mundo

1-1. En la oscuridad

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12/03/2014, 00:17
Ioseph Merrion

Cuando terminó de entablillar la pierna, nada contento con el resultado. Suspiró y se limpió con el dorso de la mano la pasta que habían formado en su frente el polvo y el sudor al mezclarse.

-No te preocupes. Seguro que Irabeth está bien. Ya lo sabrías si le hubiera pasado algo.

Se volvió hacia el tiflin, no tan seguro ya de que no fuera malvado, y se irguió. Había tenido que encender una antorcha para entablillar la pierna de Anevia, pues con la luz del félido no veía lo suficiente. La recogió de hueco en los escombros en la que la había encajado y la levantó para mirar a Kevveon y a Horgus.

-¿Qué? ¡No! ¡De ninguna manera! -exclamó, y de pronto cerró la boca, sólo para continuar en un tono mucho más suave-. Nadie va a abandonar a nadie. Esta buena mujer tiene razón. Tenemos que permanecer juntos. Y tenemos que buscar otros supervivientes, lo primero de todo. ¿Y si hay alguien más aquí, atrapado entre los escombros? Debemos ayudarles.

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12/03/2014, 00:17
Anevia Tirabade

-Te lo agradezco, Kevveon, pero gracias a Ioseph puedo moverme y no duele demasiado. -El rostro estoico de la humana no dejaba traslucir si decía la verdad o no.

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12/03/2014, 00:18
Horgus Gwerm

-¡Una coja y un ciego! ¡Lo que faltaba! ¿Cómo vamos a sobrevivir aquí abajo con semejante carga? Los dioses os maldigan a los dos. ¿Qué clase de castigo es este? ¿Por qué me han encerrado con semejante compañía? -Clamó a los cielos de piedra-. Una ratera venida a más y un mago mentiroso que no puede ni andar por sí solo. ¡Psché!

Si queréis convencer a Horgus de que cambie de idea, Diplomacia CD 19.

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12/03/2014, 00:23
Cage

-Yo te ayudaré con eso. Dije mientras me acercaba a la mujer de cabellos plateados. En realidad lo hacía por no estar cerca del tal Horgus. Cualquier excusa era buena y una niña perdida parecía la mejor en esos momentos. ¿Pero estás segura de que cayó aquí? Tal vez consiguió quedarse en la superficie.

Intenté no mirar a la mano que sobresalía del montón de rocas. Lo último que necesitábamos ahora era que cundiese el pánico. Yo también opino que deberíamos permanecer juntos. Que los heridos se queden ligeramente atrás para evitar andar más de la cuenta, pero juntos en todo caso.

Miré con diversión al paladín y, tras dudarlo un momento me dirigí a él. Sí, bueno, puede que aquí encontremos a uno o dos supervivientes más, quizá algunos pocos más antes de que se nos acabe la luz y con mucha suerte... ¿Pero que pasa con los de ahí arriba?

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12/03/2014, 00:26
Kevveon Gunn

-Creo que nos estamos poniendo un poco tensos, compañeros. Aquí nadie ha hablado de abandonar a nadie. Eso lo habéis pensado vosotros ya que no ha salido de mi boca tales palabras, pero si Anevia y Aravashnial desean continuar, siendo ellos los más perjudicados, adelante, no perdamos más tiempo.

Dejó de hablar para escuchar a Horgus y su oratoria barata, la verdad es que ese ridículo hombrecillo empezaba a ser cargante.

-Escuchadme un momento mi señor, seguramente si fueseis vos quien estuviera a punto de morir, agradeceríais la ayuda de un ciego y una coja, o incluso de un medio demonio si me apuráis, así que por favor, dejad de decir semejantes sandeces y hagamos algo de provecho.

 

- Tiradas (1)
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12/03/2014, 03:46
Coriander

-Si no le gusta la idea puede salir corriendo, señor. Pero sin nuestra ayuda usted tampoco llegará a ninguna parte. Si la superficie es peligrosa no me quiero ni imaginar como será esta cueva, y dudo que sepa orientarse solo. No le queda otro remedio que quedarse con nosotros y ayudar.

Coriander se limpió la sangre de la mejilla con la tela de la manga y se volvió hacia el félido.

-...Estaba a mi lado, recordando como se hundió el suelo a nuestros pies me cuesta mucho creer que esté en la superficie... No puede estar muy lejos.

Entonces se percató de la mano que sobresalía entre los escombros. Se acercó temblorosa y guardando el aliento, temiéndose lo peor, pero los dedos eran demasiado largos y huesudos para ser los de Anay. Coriander respiró de nuevo e incluso se rió en un susurro por el alivio que sentía.

-Yo no tengo las habilidades adecuadas para rastrear. No se por donde empezar -dijo, aún mirando la mano y de espaldas al resto-. Así que agradecería si alguien pudiera ayudarme. Anay... Anay es solo una niña.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pene. Aunque no he decidido que edad tiene la chiquilla. Entre los 4 y los 16 si me preguntas xD. Cosas que pasan cuando no te ha dado tiempo a hacerte la historia ¬¬. Dejémoslo en que si tiene 4 dice la verdad y que si tiene 16 está siendo condescendiente y arreglado por el momento.

PD: ¿Intuyo que el embrujo de sanar podría curar las heridas del elfo? Me refiero más al tema de que esté ciego. Supongo que los puntos de golpe se los puedo curar igualmente.

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12/03/2014, 10:43
Horgus Gwerm

-Psché. Os acompañaré porque no tengo otra opción, pero esto no me gusta -dijo Horgus con mala cara.

Notas de juego

Tanto la herida cegadora del elfo como la pierna rota de Anevia necesitan un conjuro de regenerar para que recuperen su funcionalidad habitual.

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12/03/2014, 10:47
Aravashnial

-Lo fundamental es que exploremos la cueva. Por el sonido, debemos de estar en un sistema de corredores bastante amplio. Aquí abajo puede haber alimañas y lo que es peor, mestizos mutantes. A partir de ahora yo lideraré el grupo. -Se apoyó en el báculo y miró en dirección a Anevia, donde suponía estaría el paladín-. Ioseph, eres en quien más confío marcialmente hablando. Tú y Cage iréis delante y exploraréis la cueva mientras nosotros caminamos detrás de vosotros; de ese modo podréis protegernos. Kevveon, a partir de ahora tú serás mis ojos. Ves en la oscuridad, ¿verdad? Bien, tanto mejor. Tienes la responsabilidad de contarme lo que ocurre y se vislumbra en la distancia de modo que siempre sepa lo que pasa.

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12/03/2014, 10:53
Anevia Tirabade

-Yo puedo ocuparme de eso -dijo Anevia-. Si te parece bien, Aravashnial. Así, Kevveon podrá participar en la lucha si así lo desea y apoyar a sus compañeros.

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12/03/2014, 10:54
Aravashnial

-Estoy de acuerdo. En marcha. Cuanto antes empecemos a andar, antes llegaremos a la salida.

- Tiradas (4)
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12/03/2014, 11:36
Narración

Una de las paredes de la cueva, la más cercana a ellos, se había venido abajo. La mano que no era de Anay no estaba sola; otros brazos y piernas sobresalían llenas de polvo y restos de piedra. Aquellas personas podían haber sido ellos mismos. Los dioses o el destino les habían salvado la vida, pero la visión era sobrecogedora; sobre todo, teniendo en cuenta que conocían a muchas de las personas de la plaza que ahora estaban muertas.

En el suelo, no lejos de ellos, había cuatro pedazos de algo metálico y plateado del tamaño de una mano humana. Ligeramente convexos, no había que darle muchas vueltas para discernir que se trataba de cuatro escamas de la dragona Terendelev, su salvadora.

El polvo flotaba en el ambiente y hacía estornudar. El suelo había quedado cubierto por trozos de roca y mampostería, y las estalagmitas que crecían aquí no estaban del todo intactas. El techo quedaba lejos, al igual que las paredes más lejanas, que se encontraban unos 120 pies. Pero algo llamaba la atención mucho antes, sin duda. Una enorme viuda negra yacía en el centro de la cueva. Tenía el tamaño de un caballo y apestaba, inmóvil. Probablemente llevase días muerta.

Todos escucharon sin dificultad que el peligro no provenía de la araña, sino de lo que reptaba en su interior. Había un sonido de masticación. No, dos. Algo se alimentaba de las entrañas de la viuda negra...

- Tiradas (4)

Notas de juego

http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_i...

Así es como estáis. La araña está lejos, pero distinguís bien su contorno. Aparte de la araña y las escamas, no hay nada más de interés. No necesito que os mováis por el mapa como si fuese combate a no ser que os acerquéis a la araña. Podríais rodearla si quisiérais. Hay dos salidas detrás del cuerpo.

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12/03/2014, 12:19
Cage

Miré a Horgus divertido, al final había tenido que tragarse el orgullo por su bien. Aparté la mirada del viejo para ver como la mujer de pelo plateado se agachaba para inspeccionar aquella mano y fue cuando vi los demás miembros, lo que hizo que un escalofrío recorriera mi espalda. Yo podría haber sido uno de ellos. Miré con cierta lástima a la misteriosa mujer. Había demasiados cuerpos, no íbamos a poder inspeccionarlos todos, teníamos que continuar.

Pero antes... Me agaché con rapidez y abrí la mochila, donde metí las cuatro escamas de dragón. Seguramente podría sacar algo por ellas cuando consiguiera salir de aquel lugar. Me levanté sonriente, intentando que mi acción pasase lo más desapercibido posible. Bueno, creo que es hora de ponerse en marcha. Será mejor evitar pasar cerca de esa araña, no quiero descubrir quien hace esos ruidos, la verdad. Vamos por la izquierda? Pregunté a Ioseph.

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12/03/2014, 13:01
Kevveon Gunn

-Espero que las guardes como un trofeo de quien se sacrificó por nosotros, ya que de lo contrario lo lamentarás- Le dijo tajante El mago a Cage, con el rostro serio y frío como la piedra.

-Ladrón- graznó el cuervo, revoloteando sobre el pícaro.

-Ahi delante hay algo, devorando lo queda de esa araña. Elegid por donde ir mi señor Merrion-

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12/03/2014, 13:07
Narración

Sientes de inmediato un ramalazo de tristeza cuando recoges las escamas. Aunque no la conocías, sabes que parte de la esencia de la dragona que os ha salvado se mantiene en ellas, proporcionándolas cierto poder mágico.

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12/03/2014, 13:42
Coriander

Coriander compró primero que las manos no pertenecían a nadie que conociera y después alzó la vista hacia el elfo. Si el sonido que venía de dentro de la araña le había hecho cambiar de idea no era su problema.

-¿Disculpe? Acabamos de quedar en que lo primero que vamos a hacer es buscar supervivientes y ya habla de encontrar la salida. Lo que tenemos que hacer es comprobar la zona, no pasar de largo.

El ver a Cage recoger los restos de la dragona como si fueran setas le hizo temblar de rabia. Aquel ser había tenido alma y personalidad, y el muy desgraciado del félido ni siquiera se había molestado en rezar una oración o señalarlos para que el resto pudiéramos hacerlo. Pero Coriander se guardó sus pensamientos para si misma por el momento.

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12/03/2014, 13:56
Ioseph Merrion

Le dio suave apretón en el brazo a la mujer del cabello plateado, cuyo nombre aún no conocía. Ni siquiera estaba seguro de recordar los nombres de todos los demás.

-No te preocupes. Si tu hija está aquí la encontraremos. Pero no podemos quedarnos aquí más tiempo, tenemos que avanzar. Y estoy seguro -dijo, volviéndose para dirigirse al resto-, caballero, de que Cage le mostrará el debido respeto a la noble criatura que ha dado su vida por las nuestras. No nos peleemos, ¿de acuerdo? Nos necesitamos los unos a los otros. Separarnos significa perdernos en la oscuridad.

Le pasó la antorcha al tiflin y recogió su arma del suelo. Estaba conforme con las instrucciones del elfo, y no se le había ocurrido pensar que los débiles ojos humanos no eran los más adecuados para encabezar la marcha por una cueva sin luz. Miró a la araña con disgusto. Prefería evitar el combate en la medida de lo posible, pero la idea de que lo que quiera que hubiera ahí dentro devorase también a todos los pobres desafortunados que habían caído con ellos le horrorizaba. No podía permitirlo.

-Iremos por la izquierda, pero primero hemos de ocuparnos de... de lo que quiera que sea eso, en caso de que peligroso para cualquier otro superviviente que pase por aquí. No os acerquéis ¿de acuerdo?

Guja en mano, se acercó a la araña muerta y la apuñaló en el vientre, allá de donde procedían los sonidos.

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12/03/2014, 14:00
Narración

-¡Eso que has hecho es robar, gato! -exclamó el noble-. ¡Robar a Terendelev, lo que es más! Saca esas escamas de la bolsa si no quieres que te dé una tunda, chico. ¡Maldito forastero! ¡Ten más respeto!

Anevia parecía también horrorizada por la acción de Cage.

-El recuerdo de la guardiana de la ciudad no debería usarse así. Tu vida es su regalo. Deberías recordarlo siempre.

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12/03/2014, 14:11
Narración

Tan pronto como Ioseph se acercó a la araña y levantó la guja para clavarla en el abdomen, éste explotó y dos gusanos gigantes surgieron del interior. Grandes como un perro, grisáceos, gotosos y llenos de sangre pútrida, se enroscaron sobre sí mismos encima de la araña y se prepararon para atacar al ser que quería arrebatarles su carroña.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ioseph 19, Cage 16, Gusano uno 8, Gusano dos 14
 

http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=63931

El resto podéis tirar iniciativa si no habéis obedecido a Ioseph y le habéis seguido. En caso contrario, tendréis que esperar un turno para llegar hasta los gusanos a no ser que ataquéis a distancia. Recordad que hay el doble de casillas de lo que aparece.

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12/03/2014, 14:16
Cage

Miré a Kevveon, divertido. ¿Qué iba a hacer sino? Pregunté, con el mejor tono de bueno que podía poner. También me percaté de la expresión de la mujer de pelo plateado. Parecía bastante contrariada. Después vinieron las reprimendas de dos de los nuevos.

Que aburridos...

Dudé unos instantes, mirando a Kevveon y me arrodillé para abrir de nuevo la mochila. No era por las órdenes del viejo gruñón ni mucho menos. Había notado algo en ellas y tal fueran más valiosas de lo que había pensado en un principio.

-Vaya, siento muchísimo la confusión, amigos. Yo solo pretendía guardarlas para ponerlas en algún lugar donde la gente pudiera verlas para poder recordar el ser que me salvó la vida, no pretendía ofender a nadie. Mentí. Miré las escamas y torcí el gesto antes de acercare a Kevveon, asegurándome de que me quedaba lo más lejos de Horgus. Le tendí una escama para que la cogiera. Pero eso no es lo que me preocupa, hay algo raro. ¿Sientes algo? Pregunté.

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12/03/2014, 14:28
Cage
- Tiradas (1)