Partida Rol por web

La Ira del Rey del Rio

Problemas en Riverbend

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06/04/2009, 22:58
Director

Tras muchos días sin encontrar ninguna ocupación llegan a vosotros rumores de que la aldea de Riverbend está sufriendo recientemte contínuas incursiones de los habitantes del reino salvaje de las hadas.
Riverbend siempre ha estado en una región muy frecuentada por los seres feericos, pero últimamente se han vuelto más agresivos. Dicen que el condestable del lugar promete recompensar a aquellos que resuelvan el problema.
Sin más dilación os dirigís a Riverbend, ya queda menos de un día para llegar.

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07/04/2009, 13:32
Hadarai

Intentando mantenerse siempre en el centro del grupo, un pensativo y silencioso Hadarai camina junto a sus compañeros hacia la aldea de Riverbend.

-Me pregunto qué diantres estará ocurriendo en ese lugar. Entiendo que los seres feéricos tiendan a ser traviesos y a menudo puedan dejarse llevar por las curiosidades de un mundo tan distinto al suyo como éste. No obstante, tal ensañamiento con una misma gente no termina de cuadrarme. Supongo que algo habrá en esa aldea que esté provocando mayores hostilidades.

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07/04/2009, 16:45
Aelar

Aelar viajaba, como de costumbre, en punta de la formación, a unos cuantos metros por delante del resto del grupo, a fin de poder detectar problemas y/o emboscadas mediante sus aguzadas dotes de observación.

De hecho, procuraba evitar el camino principal y se afanaba en buscar senderos paralelos, que le permitieran flanquear a cualquiera que prestara una atención indebida a los caminantes.

Mientras avanzaba, atenta al canto de los pájaros (o a la ausencia del mismo), al rumor de la vegetación y a cualquier otro indicio significativo, reflexionaba sobre la composición del grupo: dos elfos, dos humanos, un semielfo y una dracónida, la otra "mujer" de la expedición. Y en cuanto a especialidades: dos practicantes de la magia arcana (un mago y un brujo), dos de la divina (una clériga y un paladín) y dos seguidores de la vía de las armas (el guerrero y ella, una exploradora).

Interesante grupo, sí señor.

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08/04/2009, 02:16
Varis

Varis llevaba un rato en silencio, pensando en lo que podría estar causando el problema que tenían intención de resolver, pero como los pensamientos no eran su fuerte, sino más bien las palabras, se decide a hacer públicas sus inquietudes haciendo un comentario a sus compañeros, especialmente a la clérigo junto a la que viajaba, y con la que ya había intentado antes discutir de religión:

¿Y si los habitantes de las tierras de las hadas ven a la aldea de Riverbend como una intrusión en los dominios de la naturaleza? No me extrañaría mucho que unos seres tan salvajes pensasen de esta forma. Yo mismo, hace tiempo ya, veía así a las ciudades más grandes y civilizadas... Afortunadamente mi orden me abrió los ojos a las verdaderas enseñanzas de Melora.

Esto último lo dice con orgullo mientras acaricia el símbolo sagrado que cuelga de su cuello.

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08/04/2009, 14:50
Boran

- Entiendo que se protejan los bosques por la gente feérica. Es nesario encontrar un equilibrio entre explotación y conservación del bosque, algo que los madereros no suelen aceptar de buen grado.

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13/04/2009, 10:34
Sureya Baar Karhzen

Sureya, a pesar del tiempo que lleva caminando a su lado, sigue sin acostumbrarse a que Aelar vaya por delante de ellos, sin la protección del grupo y por eso siempre procura, aunque esté en medio de una conversación, mantener un ojo en su compañera...

Cita :

¿Y si los habitantes de las tierras de las hadas ven a la aldea de Riverbend como una intrusión en los dominios de la naturaleza? No me extrañaría mucho que unos seres tan salvajes pensasen de esta forma. Yo mismo, hace tiempo ya, veía así a las ciudades más grandes y civilizadas... Afortunadamente mi orden me abrió los ojos a las verdaderas enseñanzas de Melora.

- Gran parte de la sabiduría de nuestros dioses proviene de la cantidad de cosas que han visto y vivido. Así también nosotros vamos dominando nuestros miedos a medida que nos hacemos más sabios. Es posible que tengas razón, pero no soy de las que aventuran cosas sin observación previa, así que esperaré a ver qué nos espera en Riverbend para hacerme una opinión.

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13/04/2009, 16:08
Director

Vuestra animada conversación hace que os parezca que el tiempo ha pasado más rápido. No tardáis en ver a lo lejos el pequeño pueblo de Riverbend a las orillas del río Willt, que forma un meandro justo al pasar por la aldea. En cuanto os acercáis un poco a las primeras casas escucháis un gran bullicio más adelante.

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13/04/2009, 19:49
Aelar

Cita:

¿Y si los habitantes de las tierras de las hadas ven a la aldea de Riverbend como una intrusión en los dominios de la naturaleza? No me extrañaría mucho que unos seres tan salvajes pensasen de esta forma.

Al oir la palabra "salvajes", Aelar arquea involuntariamente una ceja. Sus primos eladrines son cualquier cosa menos salvajes, pero no se siente con tanto tiempo como para explicarle tamañas sutilezas a un semielfo, quien por su parte élfica podría saber algo más que todo eso.

De cualquier forma, su meditación se ve interrumpida por la algarabía proveniente del meandro del río. Aelar, al oirla, levanta el puño izquierdo señalando "alto" y, a continuación, una vez comprobado que no hay amenazas cercanas, lo hace girar señalando "hacia mí, desplegados".

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13/04/2009, 21:05
Hadarai

Con la mente perdida mientras escuchaba la conversación de sus compañeros sobre el motivo real del problema de Riverbend, Hadarai apenas se percata de que estaban llegando al pueblo hasta que, súbitamente, el grupo se detiene a instancias de la exploradora.

-¡Vaya! Resulta que al final esa aldea estaba mucho más cerca de lo que parecía.

-¿A qué se deberá semejante alboroto?--piensa en voz alta el mago eladrín buscando con la mirada el origen del bullicio a la vez que se aproxima a la elfa siguiendo el protocolo de actuación acordado previamente.

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14/04/2009, 00:21
Varis

Su conversación se ve bruscamente interrumpida por un inesperado alboroto, así que Varis borra de su mente la contestación que pensaba dar a sus compañeros y se concentra en su entorno: Habrá que dejar la discusión para otra ocasión, una pena...

Al no percibir un verdadero peligro aún, el semielfo no saca su espada, pero aferra con fuerza la empuñadura mientras se despliega, alcanzando pronto la primera línea de combate, donde se siente más cómodo cuando la violencia es inevitable.

Notas de juego

Cita:

Al oir la palabra "salvajes", Aelar arquea involuntariamente una ceja. Sus primos eladrines son cualquier cosa menos salvajes, pero no se siente con tanto tiempo como para explicarle tamañas sutilezas a un semielfo, quien por su parte élfica podría saber algo más que todo eso.

Lo aclaro aquí porque al no decirlo en alto mi personaje no sabe de esto, pero teniendo en cuenta que viaja con un eladrín, jamás insultaría a su raza. De hecho en la boca de Varis, paladín de Melora, la palabra salvaje puede resultar hasta un cumplido debido a sus creencias. Aunque en este caso se refiera en general a todas las criaturas originarias de las Tierras Salvajes, que las hay bastante menos civilizadas que los eladrín, pues al fin y al cabo no sabemos aún a que nos enfrentamos, creo.

Pero bueno, que si surge la ocasión de discutir sobre el tema, que no estaría mal, ya lo rolearemos.

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14/04/2009, 08:14
Faust Hellrimmer

Faust había permanecido en silencio durante todo el camino, cerrando la marcha comedidamente sin prestar atención a la animada conversación. Aelar tenía aquella irritante manía de sumergirlos en la fronda, y saltaba a la vista lo poco que al muchacho le gustaban esos entornos. El caso era que posiblemente Varis no lo hubiera encontrado solo, perdido y salvaje en medio de la foresta, de no ser por aquella insidiosa costumbre de la fata de orejas puntiagudas. Desde que la Orden de la Bondad de Melara lo rescatara de su salvajismo tiempo atrás y lo instruyera en las vías de la guerra, el jovencito había comenzado a decir algunas palabras sueltas, aunque aún le costara relacionarse con cualquiera que no hubiese estado algunos meses en su vida.

Hadarai había tenido que pasar por aquel mismo "rito de iniciación" tiempo atrás, cuando los aparentemente innatos poderes del chavalillo llamaron su atención. De no ser por sus evidentes facciones humanas, el eladrin habría jurado que Faust era un tiefling... estaba claro que su dominio del arte no era ni natural, ni aprendido. No sin justificación corrían los rumores de que la villa de Waterwick, consumida hasta loscimientos por un incendio repentino, podría haber ardido por culpa del inquietante adolescente. Era obvio que aquel lugar había sido atacado por una horda de bárbaros de las montañas, pero el incendio provocado había parecido tan devastador como atípico, para haber sido causado por unas meras antorchas.

La Orden de la Bondad de Melara había tardado al menos dos años en poder enviar un grupo de exploración a investigar lo ocurrido en la marqueña aldea, debido a las constantes misiones hospitalarias que debían enviar a la guerra en el norte. Las nieves otoñales de las últimas temporadas no habían hecho la labor más fácil en época de alto a las armas y Waterwick apenas sí era un recuerdo cuando pudieron llegar a él; arrasado a espada y destruido a fuego, no se había convertido, sin embargo, en el emplazamiento bárbaro que aquellas tribus habían esperado tanto tiempo. Ahora los grupos de merodeadores de las cumbres evitaban el lugar como si estuviese hechizado, e incluso habían dejado las herramientas y avalorios que tan suculento botín habrían suponido. Saltaba a la vista por los cadáveres de guerreros y caballos, churruscados hasta las entrañas que el pueblo... o alguna otra cosa... había presentado batalla. ¿Pero qué? ¿Cómo?

Ciertamente la explicación más fácil era Faust, aunque las referencias a aquellos sucesos solían desencadenar unos violentos accesos psicológicos en el zagal, que sus compañeros y mentores trataban de evitar. Así pues, las explicaciones seguían en las sombras de la tupida mente del chico, que tras verse obligada a sobrevivir entre fieras, invierno y enemigos por dos interminables años, se había cerrado sobre sí misma, apenas dejando humear una cálida hoguera de sentimientos puntuales desde su interior.

-Pueblo.- dijo el muchacho, señalando hacia las construcciones, volviendo rápidamente a manosear el cetro que solía llevar en las manos.

Hadarai había entregado el fetiche al pequeño, al que parecía relajar de un modo particular. En realidad, el objeto era un instrumento levemente arcano que los eladrin solían utilizar para concentrar la dispersa mente de los adolescentes aspirantes a mago durante sus años de aprendizajes primarios; pero había demostrado tener efectos inesperados en manos del ominoso volcán interior de Faust. Desde entonces, el muchacho no lo dejaba ni para dormir, de un modo similar al que los infantes achuchaban un osito de trapo.

Notas de juego

Bueno, pues voy introduciéndome un poquito en la historia, si no os importa, ya que no tuve tiempo para escribirla antes.

Confío en que os guste. La he dejado lo suficientemente vaga como para que pueda cuadrar más o menos en cualquier momento y más o menos en cualquier configuración, pero es un inicio.

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14/04/2009, 21:15
Director

Vuestros pasos os guían hacia lo que parece ser la plaza de la aldea.
Una docena de aldeanos de Riverbend se encuentran en la calle discutiendo con preocupación mientras miran un edificio, que parece ser una taberna a juzgar por el cartél en la parte superior que reza "El Caballero Dorado". En su interior se escucha un gran ruido de voces desafinado cantando canciones picantes. De repente una jarra de barro rompe una de las ventanas estrellándose contra el suelo. El ruido no para, parece que alguien está divirtiéndose haciendo el animal en el interior del bar.

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15/04/2009, 19:00
Hadarai

Sin mayor reparo, Hadarai se aproxima con tranquilidad hacia el corrillo de aldeanos para tratar de averiguar qué está ocurriendo en el interior de la posada:

-¡Fiuuuu! Y nosotros que pretendíamos detenernos a tomar algo...

-Parece que la fiesta está pasando de castaño a oscuro ahí dentro, ¿no? ¿Sabe alguien cuál es el motivo de semejante alboroto?--inquiere el mago eladrín mostrando una sincera curiosidad por el asunto.

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15/04/2009, 19:58
Faust Hellrimmer

La violencia solía sobrecoger de un modo particular a Faust, que al instante dejó de manosear su cetro, quedándose tenso como un cazador husmeando una presa cerana, o una presa sabiendo que el cazador ronda cerca. Sus ojos penetraban por los desmejorados cristales, como si su mirada pudiese traspasarlos a fuerza, en vez de otear a través de su transparencia. La espectación podía sentirse en los rasgos del adolescente; una espectación que solía tener desenlaces del todo inesperados.

A los pocos instantes el cetro comenzó a golpear rítmicamente el peto de oscuras escamas metálicas del chiquillo, arrancando histerizantes tintineos mientras lo frotaba, más nervioso a cada momento. Sus rasgos, sin embargo, se mantenían rígidos como cabos de amarre, dando la sensación de un mecanismo a punto de saltar.

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15/04/2009, 20:42
Boran

- Hace tiempo que no tengo una pelea... creo que entraré a ver...

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15/04/2009, 21:06
Aelar

Cita:

- Hace tiempo que no tengo una pelea... creo que entraré a ver...

¡Hombres!, bufa irritada Aelar, tras comprobar que no hay peligros inminentes. La elfa se acerca a uno de los corrillos de los que discuten mirando el edificio y pregunta, señalando con la cabeza al interior: Hola, buena gente. ¿De qué va toda esta agitación? Se oye desde el camino...

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16/04/2009, 14:27
Varis

Al ver la decisión de Boran y escuchar el comentario de la elfa, Varis se sonroja y se siente incómodo, pues pensaba seguir a Boran al interior, aunque sus intenciones fuesen bien distintas. Así que intenta arreglar la situación diciendole al guerrero: Espera, no sabemos como está la situación ahí dentro y a lo mejor no es conveniente entrar tú solo... Si estas buenas gentes nos pudiesen explicar que ocurre podríamos actuar mejor informados... mirando a Aelar añade... y tratar de solucionar el problema sin violencia.

Después lo medita un momento, y conociendo un poco a Boran concluye: En cualquier caso si decides entrar, deja que al menos yo te acompañe.

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16/04/2009, 15:00
Aelar

Cita:

Así que intenta arreglar la situación

Aelar sonríe abiertamente ante el intento del semielfo de templar las gaitas, y asiente con la cabeza a su pregunta a los aldeanos. Después, relaja su postura y se dispone a escuchar lo que estos contesten.

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16/04/2009, 21:42
Sureya Baar Karhzen

Sureya sigue al grupo, aunque en segunda fila y sin abrir la boca... mejor escuchar antes de hablar...

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16/04/2009, 22:43
Director

Uno de los aldeanos, se dirije a Aelar y Hadarai
Son esas malditas criaturas de los bosques dice sin darse cuenta que habla con una elfa y una eladrin
Cuatro condenados sátiros se han traido con ellos a un enorme oso parlanchin y nos han echado de la posada de malos modos. ¡A ver cuanto tarda ese pulgos animal en cargarse toda la posada!
Al rato se fija en las puntiagudas orejas de ambas. Quizá ustedes puedan convencerles de que nos dejen en paz.