Partida Rol por web

Bandidos, arkkk, bandidos, guardias bandidos.. arkkk

Maldición!!! Comprendiendo por fin lo que sucede el hechicero prefiere mantenerse a la expectativa a la espera de que distinguir entre aliados y enemigos...

Garret salta hacia la multitud con una herida en la espalda, pero no ya para uir, sino para volver al combate de nuevo y acabar lo empezado, ahora que sabe con certeza lo que ya sospechaba desde que le dijeron que la dama iba a ser ejecutada. De su cinto desaloja una pocima de color rojo sangre que acaba en sus labios en unos segundos. Luego sus heridas comienzan a restablecerse poco a poco.

Cuando el combate acabo apenas quedaban siete guardias en toda la ciudad, Es que nadie noto que su numero se habia disparado en tan solo un dia? - La porcion visible de su cara era un tanto inquietante mientras daba de espaldas al tumulto. En un instante se giro dispuesto a entrar en combate de nuevo.

Garret salta hacia la multitud con una herida en la espalda, pero no ya para uir, sino para volver al combate de nuevo y acabar lo empezado, ahora que sabe con certeza lo que ya sospechaba desde que le dijeron que la dama iba a ser ejecutada. De su cinto desaloja una pocima de color rojo sangre que acaba en sus labios en unos segundos. Luego sus heridas comienzan a restablecerse poco a poco.

Cuando el combate acabo apenas quedaban siete guardias en toda la ciudad, Es que nadie noto que su numero se habia disparado en tan solo un dia? - La porcion visible de su cara era un tanto inquietante mientras daba de espaldas al tumulto. En un instante se giro dispuesto a entrar en combate de nuevo.

La cimitarra se le resbala de sus manos al ser derribado por el guardia, cayendo golpe a golpe hasta frenarse sobre la tarima. -Tengo que intentar llegar hasta...- El forcejeo es muy duro, muy igualado. El desconocido alarga la mano diestra hacia una de sus botas sin que se de cuenta el guardia.

Sus dedos se quedan a escasos centímetros del mango de la daga, pero enseguida vuelve a forcejear contra el guardia tratándole de golpear esta vez con un rodillazo.

-Lo pagarás, ¡juro que lo pagarás!-

El guardia escupe a Aslan y le suelta, vacilándole:

-La armadura no me deja moverme bien. Pero te reto, te reto a que te enfrentes conmigo, gusano apestoso. Se levanta y mantiene una posición defensiva mientras grita al resto de guardias. ¡¡Posiciones defensivas!!-

Hima por fin libera de los grilletes a la Dama, dejándola libre.

Mantiene una charla con Methgar y finalmente, junto a ella se pone en posición para atacar. Asiente a las palabras de la elfa, pero antes de lanzarse contra el enemigo se arrodilla frente a la Dama -Ya eres libre, puedes irte..-

Sin perder más tiempo da un pequeño salto para bajar del escenario y observa los guardias que tiene más cerca, sabiendo que Methgar le está protegiendo con su arco desde arriba -¡Escuchadme bien!. Este pueblo es nuestro, y no nos lo váis a arrebatar con vuestras sucias manos. Si no os rendís, de una cosa estoy seguro, moriréis aquí. Sobre el suelo empedrado de esta plaza correra vuestra sangre-

Con seriedad estudia su siguiente ataque mientras dice, a sus espaldas: -¿Podrías dar al que está justo en el centro de los cinco?*- Le propone a Methgar mientras de reojo observa al místico.

-No le falles ahora, aguanta Querelar, aguanta..-

Si lograse darle, podría ser lo suficientemente intimidatorio como para que huyesen... pero será un tiro muy largo... y hay otros guardias más próximos amenazándonos.. suspira Espero que tenga un buen plan

Levantando un poco el arco como corresponde a un tiro tan largo, Methgar apunta lo mejor que puede al guardia que le indica Hima y libera la flecha. Esta, sorprendentemente, vuela recta y certera hasta clavarse en el cuerpo del guardia. Sin embargo, la distancia ha hecho que el tiro pierda fuerza causando leves daños..

Que diablos, después de todo son mis compañeros... A la carga Argus!!! Con su cuervo al hombro el clérigo carga contra el guardia más cercano agitando su maza en alto, en cuanto tiene al enemigo a su alcance descarga un golpe lateral que busca el costado derecho del sujeto, sin embargo el guardia da un pequeño paso a la izquierda y esquiva el golpe...

 El rostro de Querelar, frío, como una máscara. Pronuncia las palabras.

 - Os he dado la posibilidad y la habeis rechazado... id con vuestros dioses.- Estas úlitmas palabras las pronuncia en voz baja, gélida...

 En una rápida finta, en la que el bandido queda con la guardia descolocada, el valletano lanza un ataque horizontal, el filo de la cimitarra crepita de energía justo antes de alcanzar el cuerpo del bandido... una vez el acero lame la piel y corta piel, carne y huesos una red de relámpagos sacude violentamente al hombre que siente como la vida se le escapa.

La mujer se masajea las muñecas con sus propias manos al notarse liberada. De refilón observa al caballero que intentó salvarla.

La situación se ha vuelto complicada, y en el momento recuerda el víal que le entregó Querelar en el interior del palacio. -No pude contartelo, en cambio tú....- Echa mano a uno de sus bolsillos y extrae un pequeño bote de cristal con un líquido oscuro en su interior.

Duda unos instantes en ingerir, pero finalmente vuelve a guardarselo. Arranca hacia la posición de Querelar, recoge el arma que se le resbaló a Aslan y ataca por sorpresa al guardia que hace frente al propio Aslan.

La batalla da comienzo con una infortunado Aslan que es embestido por uno de los guardias, su arma se resbala sobre la tarima y los dos caen al suelo en un forcejeo. La batalla la gana el guardia, que honestamente la deja levantarse para librar un combate frente a frente.

El frenético Caesar carga contra los guardias, sin importarle en demasía el peligro que eso puede tener. Su arma esta vez dibuja un ataque digno de un caballero, sin embargo, no puede evitar mostrar cara de asombro al ver como el guardia esquiva su golpe. Un poco más allá, el mediano que huía dejando sangre a su paso se detiene e ingiere una bebida mágica (+9 pg). Hima salta del escenario, y coge las dos kamas que cuelgan de su espalda, no obstante siente un tremendo pinchanzo en una de sus piernas y ordena a Methgar que ataque con su arco para ganar algo de tiempo.

La flecha es tan precisa como un aullido de un lobo al ver la luna llena. Por suerte para el guardia, la flecha roza con velocidad la mejilla de este y el daño es muchisimo menor de lo que podía haber sido (-1 pg).

El místico ofrece un festín de golpes electrizantes sobre su adversario. Su mano reluce azulada y humea debido al poderoso hechizo que esta realizando. La energia pasa de su mano al filo de su espada en cuestión de segundos. Esto no le daña a él, pero su oponente no es tan afortunado; El cuerpo del guarda mantiene unas fuertes convulsiones, sus ojos estallan al tiempo que su cuerpo se carboniza y muere al instante, tras un terrible sufrimiento (muerto). Tras ello, observa como la Dama alcanza la cimitarra de Aslan y la ensarta contra el guardia, por la espalda... (-3 pg).

-Gracias mi Lady- Honra a la mujer que le acaba de ayudar del guardia, aunque se siente un poco indignado por haber sido ayudado.

Observa el brutal ataque de Querelar, y lo aprovecha a su favor para intimidar al guardia. -Miraté, estás muerto, como tu ignorante compañero. Somos tres, y... ¿vas a pedir ayuda a tus amiguitos?. Poc, poc, poc, poc..- Aslan imita a una gallina mientras advierte al mistico de la presencia de dos guardias más por la retaguardia.

-Trataré de flanquearlos por la espalda..- Medita tras errar su intento por golpear con sus puños.

Casi sin pensar, realiza un acrobático movimiento para saltar de la tarima con tan mala fortuna que se lleva un tajo en el hombro por parte del guardia... (-6 pg)

-No dejes de atacarles. La lluvia de flechas detendrán su avance..- Hima, seguro de sus palabras da instrucciones a Methgar para que no deje de atacar con su arco a la zona indicada.

Él por su parte carga contra el bandido, con sus dos kamas por delante.

Al darse cuenta que sus ataques son, nuevamente, ineficaces, el hechicero da un paso a tras y eleva una oración a su desaparecida Mystra. Oh diosa de los ignorantes, ayúdame con tu poder e ilumina mi camino con el fuego del conocimiento, revela la verdad y el dolor a los que creen que haz muerto!!! Enseguida murmura un par de palabras en el arcano lenguaje de los dragones... Chéria Cafsi

Súbitamente surge de la palma de sus manos una columna de fuego que abraza a su enemigo...

Garret, tras reponerse de sus heridas con el magico elixir ingerigo unos segundos antes, se gira en torno a si y carga con fiereza, contra uno de los guardias falsos*, con una sola mano. El ataque rebana la vena felolar del vandido camuflado, haciendole un corte de tamaño considerable en la pierna.

Se te hara dificil escapar cuando te ampute la pierna, maldito traidor !

El mediano gira sobre si mismo tras la carga y se prepara rapidamente para recibir la represalia de guardia herido, que aun no puede creer que el mediano se haya repuesto tan rapido.

El enemigo se acerca velozmente, con el ruido sonoro que producen las armaduras al chocarse. Uno de ellos consigue llegar a las escalas y asciende por ellas hasta toparse contra Querelar, el ataque es facilmente desviado por el valletano.

Ha comenzado la pelea, los guerreros asestan estocadas contra los heróes sin piedad en plena plaza. La situación no deja un claro vencedor, lo que si deja claro es que de aquí solo uno de los dos bandos terminará con el otro bando. Por fortuna, o no, algunos aldeanos empiezan a reunirse en circulo con sus antorchas y cada vez empieza a ser más reducido.

Los disfrazados guardias parece que no van a tener escapatoria esta vez.

 Querelar, que se había deslizado a un lado para desviar el ataque del bandido, tiene una mala posición para atacar al bribón, pero no por eso intenta lanzar un peligroso ataque descendente, tras cargar de energía arcana su diestra.

 El bandido, muy atento tras ver que le había sucedido al otro delincuentillo, muerto ahora sobre la tarima, pone toda su atención en eludir el arco descendente de Querelar, logrando así esquivar el devastador ataque.

 - Estás sentenciándote al pretender luchar. ¡Tira las armas!- Insta el valletano al bandido.

Aún sin terminar de creerse el éxito de su disparo anterior a tan larga distancia, Methgar hace un nuevo intento a ver si en esta ocasión logra que la fleche llegue con más fuerza a su objetivo. Sin embargo, esta vez la suerte no está de su lado y...

Hima avanza hacia el enemigo mas cercano con sus dos kamas por delante. Una de sus armas se clava con fuerza en el hombro del revestido guardia, salpicando un poco de sangre al extraer el arma (-8 pg). Caesar, cita a su diosa desaparecida que le devuelva el devastador poder del fuego.  Al instante su mano diestre se vuelve tan incandescente como las ascuas y esta expulsa una llama que abraza al enemigo (-6 pg). El enemigo siente como el calor del fuego es abosorvido por el metal de la armadura.

El mediano, Gárret, tras haber ingerido un liquido mágico gira sobre si mismo para buscar a su siguiente victima. La vicitma no es otra que el guardia más cercano. El pequeño guerrero se toma la revancha con excelente ataque y el guardia no puede creer que se haya repuesto tan rápido. (-7 pg)

Los guardias mueven ficha, pero parece que no son lo suficientemente hábiles como para hacer frente a un grupo de heróes tan equilibrado. Seguidamente Querelar trata de quitar tierra al asunto con sus amenazadoras palabras y con un nuevo y sorprendente ataque. Sin embargo esta vez, su ataque ha sido desvíado con contundencia por el guardia.

Methgar consciente de la dificultad de atacar a larga distancia asume el reto sin problemas, pero quizá la presencia tan cercana de dos enemigos sobre Hima le distraen. La mala fortuna quiere que la flecha no se acople adecuadamente en el mango, y al hacer fuerza de compresión el proyectil roza ligeramente el pulgar de la elfa, llevándose un pequeño jirón de piel. (-4 pg)