Partida Rol por web

Sus llamas empiezan a consumirse sobre sus ropajes y sobre su escudo de madera. Aún a punto de cocerse, el Trasgo, intenta pinchar al mediano con su lanza. Pero sus fuerzas son muy escasas y el fuego le está terminando de cocer.

Nada más termina su ataque, esta criatura cae al suelo inconsciente. -Aghhj..-

Methgar, herida por el ataque del trasgo y el rayo del maldecidor, el cual no pudo esquivar decide retroceder lo justo para poder sacar de la mochila y tomarse una poción para así restablecerse de sus heridas

 Me ubico tras la estatua,una vez que el trasgo deja de arder y cae inconsciente al piso.

Seguidamente saco otro Pergamino,y lo leo,rápidamente conjuro una ácida y verdosa flecha,que dirigo hacia el maldecidor,la flecha impacta sobre el trasgo consumiendo su ropa,hasta penetrarse y fundirse en su verdosa piel,quemándola*.

Ahora si...je!

El hechicero no tiene muy claro como ayudar a sus compañeros por lo que decide como medida precautoria el cubrirse de un posible ataque del goblin con el cetro, cubriéndose detrás de una de las estatuas mientras prepara su siguiente movimiento. Demonios, si me acerco a Methgar solo lograr estorbarle y me arriesgare en balde, pero tampoco puedo atacar al maldito lider ya que esta demasiado lejos...

Los animales salvajes siguen arrinconando a la clériga. Tanto sus garras como sus afilados dientes no logran atravesar la dura armadura de metal que posee la aventurera, no hay que olvidar que una barrera mágica está por delante de ella, y eso le está ayudando de lo que podría haber sido sus ultimos suspiros de vida.

-Grrrrrr.. ¡GRARR, GRAR!-

-Malditos perros..-

Comienzo a cerrar mis ojos, mientras muevo mis manos de forma misteriosa al aire. Es un riesgo, pues tengo a esos canes esperándome para morderme, aún así recito las palabras en mi interior. -Hafin.. slad-

Mi cuerpo empieza a transformarse en un humanoide de unos tres metros de alto, esto me ayudará a escapar de este pozo. Cuando mi tamaño ha cogido todo su esplendor, me cojo de la cornisa para de un pequeño impuslo trepar por el saliente.

La exploradora no puede evitar el rayo eléctrico, siente como todo su cuerpo se electrocuta y se chamusca. Por la parte trasera sale algo de humo, se ha debido de churrascar parte de su armadura, pero por suerte, tiene tiempo de sacar un bebraje mágico de su mochila que no duda en consumir. (+7pg).

Racalín saca un pergamino y lo lee atentamente. De sus manos sale un ácido viscoso con forma de flecha. El proyectil vuela sobre el foso e impacta de lleno contra el Maldecidor. Sus ropas se consumen en parte por ese corrosivo ácido. Sin embargo, cuando todo indicaba que iba a caer, una luz rojiza rodea su silueta*

El cérigo por su parte, decide arriesgarse en acerarse demasiado a la zona inferior. Donde un pequeño Goblin pasa por su lado con una maza, seguramente dispuesto a golpearle.

En el interior del foso, se escuchaban terribles gruñidos y ladridos, lo que presagiaba, que a Sejmet no le estaban dando un comité de bienvenida. De pronto, se ve como una criatura humanoide de unos tres metros de alto sale del foso, y pone en pie sobre el borde de la trampa. Es la clériga, que gracias a Pelor ha conseguido salir con vida de ese infierno.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!. ¿QUÉ SER ESA COSA GRANDE JEFE?- Este goblin se sorprende al ver salir del foso a la clériga convertida en una criatura de tamaño enorme para sus ojos. Este invadido por el miedo, arroja su maza contra Sejmet y echa a correr hacia la posición del Maldecidor*

El de la parte inferior intenta pillar desprevenido a Caesar, sin embargo la estúpidez de estas criaturas se ven reflejadas en acciones como esta. El Goblin resbala al suelo, se golpea los dientes y la maza golpea su cabeza (-1 pg).

El Maldecidor siente como su cuerpo es consumido poco a poco por ese ácido, hasta que, una luz rojiza bordea su cuerpo y cada vez se va haciendo mas intensa. Gracias a esa luz, el Maldecidor vuelve a sentir vida, y mira con cara desafiante buscando al mediano. Pero antes observa a la criatura grande.

-¿Pero como diablos ha conseguido escapar de ahí?. ¡¡Sois unos inútiles!!- Le mete un tortazo al Goblin y mira su cetro.

Su cetro da vueltas y vueltas al aire, pero no pasa absolutamente nada. Aunque desde fuera, puede verse como un alocado Trasgo mueve sus brazos y lanza bolas de fuego imaginarias.

 A éste que le pasa,creo que le ha afectado el ácido un poco más de la cuenta,...pues tengo entendido que el ácido dura hasta deshacerse,le hará daño al pobre...

Pienso mientras el ácido se deshace en el cuerpo del maldecidor.

Tranquilo amigo,estás alucinando.¡Hola!

Le digo al maldecidor,saludándole,y con gesto sonriente.

Con tranquilidad,me sitúo tras la exporadora y lanzo una flecha al goblin,situado delante del Maldecidor.De nuevo el pobre Racalín vuelve a fallar.

Esto no es posible...he vuelto a fallar!¡no!

Susurro,lamentandome de mi error.

Al ascender el foso y encontrarme de nuevo en la superficie, no puedo evitar esbozar una sonrisa triunfal.

Gracias, Pelor, por vuestra bondad... espero poder compensaros.

Apenas he subido cuando veo un goblin corriendo en dirección contraria a mí. Inmediatamente trato de alcanzarlo con mi espada. Sin embargo, parece que no me he acostumbrado aún a mi nuevo tamaño, y el arma pasa muy por encima de la cabeza de la criatura.

Vaya...

Veo como el goblin sale fuera de mi alcance, y entonces me vuelvo a mis compañeros.

-Estoy bien.-digo, dándome cuenta entonces de mi propia suerte- ¡Acabemos con ellos!

El clérigo se encontraba arrinconado por el goblin quien pese a tener mas cerca al resto de sus compañeros parecía empecinado en seguirlo, dándose cuneta que se encontraba sin salida no quedaba mas que pelear, por lo que Caesar levanto su maza amenazante y la descargo sobre el cráneo de la criatura. Mystra dame la dirección necesaria para lograr impactar a tu enemigo, mis amigos me necesitan y he de acabar con él antes de que sea tarde.... El golpe es bien dirigido y cae pesado sobre el yelmo del goblin quien...

Methgar avanza hasta ocupar una posición en la que tiene una buena línea de tiro y, tras tomarse unos segundos para apuntar aprovechando la distracción de su enemigo dispara al maldecidor. Grande es su éxito.. pues logra impactar con la flecha y no puede evitar una sonrisa de satisfacción

Por fin un buen tiro...

Los perros saltan y saltan inúltimiente dispuestos a dar caza a la gigantesca Sejmet cuando se dispone a escapar. Sus colmillos rozan sus botas, pero esta en un último instante se encuentra libre de esta prisión.

-Groarr, grrrrrr. ¡Grau, grau!-

Los perros ladran fieramente allá abajo, enfurecidos y enrabietados por no tener carne que morder.

Lanzo una última mirada a los perros, y, haciendo oídos sordos a sus gruñidos, continúo lo que aquella trampa interrumpió; avanzo desafiante hacia el enemigo. Los pasos resuenan en la estancia.

Sin decir nada, tomo el espadón con las dos manos, manteniendolo a la altura de mi cintura. La punta del mismo se dirige directamente al goblin que está algo adelantado al maldecidor. Entonces lanzo un ataque empujando mis manos, desplazando el peso de mi cuerpo también hacia delante para aumentar la fuerza del mismo.

Mas no consigo hacerlo suficientemente rápido y el goblin lo esquiva.

Argg...