Partida Rol por web

Cita:

El juglar, apenas si logra resistir la tentación de pararse y salir corriendo como un poseso. Está completamente aterrorizado! Se encuentra en cuclillas, al lado de los restos del fuego de la cena, temblando de miedo, con la vista fija y vibrante al frente, y con la saliva colgando por un costado de su boca...

Elara mira a Andreas fijamente, sus grandes ojos azules parecen perderse totalmente mirando al bardo.
Como pieza irreemplazable de un rompecabezas, tu muerte Andreas es algo que tendrá que ocurrir, alguno tal vez pueda armarlo sin esa pieza, a mi... A mi me da igual.
Por lo pronto y con Zenram de este lado, haremos todo lo posible, de eso puedes estar seguro, tampoco me importa los males que hayas hecho en el pasado, que parecen ser muchos.
De todas formas sigo sin entender a aquellas nieblas.
Agüilda da un salto emitiendo un fuerte maullido luego, sube rápidamente a un árbol.

Elandris puede ver como al viejo juglar le castañetean los dientes y decide ponerle remedio antes de que manche sus pantalones.

-Tranquilizate amigo, recuerda que los cobardes sienten la muerte muchas veces, pero los valientes solo una.

A continuacion comienza a cantar y los corazones parecen elevarse expulsando al miedo de sus entrañas.

Cuando comienzan las campanadas, el bardo se queda rígido, expectante. Con el tañido de la cuarta campana, una bruma densa y controlada comienza a formarse en el lugar dónde se encuentra Andreas.
A cada repicar la bruma adquiere una forma sólida, al principio una sombra, pero después la figura de un ser encapuchado de gran tamaño cuyo rostro no se puede apreciar. Con el sexto redoble el Segador de Medianoche toma forma y se abalanza contra el aterrorizado bardo...

Tengo lanzado Armadura de Mago Mayor.

La criatura, extrañamente, parece estar en el plano etereo...Aun no se ha manifestado del todo, y sin embargo ya comienzan a verla visible....Como si su imagen, a pesar de estar en otro plano, ya fuera percibible en el primario, sin siquiera hacerse incorporeo aun...

Elara piensa que hay algo ligado a Ravenloft aquí.
O que esta criatura se está vengando de algo.
Si es una criatura que se venga no le importa que lo haga, si es algo loco tipo poderes oscuros o algo epico del estilo dioses, va a defenderlo.
Ahora no sabe así que ante no poder darle vida a Andreas, va a enfrentarlo.

Cuando la octava campanada retumba en la ciudad, la horrible figura encapuchada es aun semi-incorpóreo. Sin embargo, aunque aun se la ve como una forma brumosa, el Segador posa sus manos en la cabeza de Andreas y su carne comienza a palidecer a una velocidad increíble; cuando aún le queda al juglar un hálito de vida, el Segador arranca con sus garras brumosas los ojos del bardo, quien lanzando un desgarrador grito de agonia, cae entonces muerto, al suelo.
Un segundo después, suena la última campanada de medianoche...Gong!

Ya no puede hacer nada por el pobre Andreas, así que retrocede para guardar las distancias con su enemigo y trata de dispararle antes de que se les escape y pueda seguir matando... Nunca había visto algo así, ¿se tratará del auténtico asesino o de algún tipo de criatura convocada por este..?

Elara avanza desesperadamente hasta Andreas.
Antes de terminar con su vida debes explicarte.
Intenta tocarlo mientras rápidamente conjuro siempre intentando que el segador no la golpee, esto le complica mucho el lanzamiento.
En ese momento puede completar el lanzamiento pero al intentar tocarlo el bardo se mueve un poco tratando de esquivar el golpe del aparecido, momento en el cual Elara con un movimiento un tanto torpe por no estar acostumbrada al combate falla.

Elandris ve aparecer a la criatura y abre enormemente los ojos mientras que sus pelos (muy a su pesar) se ponen de punta. El extraño ser arranca los ojos de Andreas y el rojo se estremece. -Oye, eso no se hace! -Dice con voz temblorosa.

Sin tiempo a reaccionar, estremecido por la imagen que se forma ante ellos, asiste a la muerte del bardo sin poder hacer nada. Aquella criatura había acabado con su vida en un segundo, entre campanada y campanada. Habían fallado.