Partida Rol por web

Sharp dispara una flecha al Segador. Sin embargo, el proyectil atraviesa la extraña bruma sin afectarlo aparentemente...

Cuando por fin reacciona, se acerca corriendo hasta la brumosa criatura y trata de atravesarla con su hacha con extrema violencia.

Prag lanza un golpe bestial con su hacha, dirigido perfectamente al cuello de la siniestra figura. Sin embargo, aunque el fantasma encapuchado no logra esquivar el ataque, el filo atraviesa limpiamente su brumoso cuello sin causarle al parecer ningún daño, como si el Segador no fuera más que una difusa ilusión!

La espectral figura de humo, comienza entonces a difuminarse, llevándose consigo los ojos de Andreas, y dejando el cadáver marchito y repleto de heridas en el suelo...

Evidentemente no dejaré que te marches así sin más explicaciones, si es necesario llamaré tu atención de otra forma.
Elara saca un pequeño trozo de azufre de su bolsa, el cual presiona con su mano derecha, luego cuando la abre, una pequeña esfera en llamas flota en su palma.
Suavemente extiende su dedo índice momento en el cual la pequeña esfera se desplaza hacia la punta del mismo.
Allí la bruja apunta en dirección a la criatura.
La esfera sale despedida para impacta en un lugar cercano a ella en una explosión de fuego que quema todo a su alrededor.

El paladín observa sorprendido como la criatura ha atacado a su protegido, por lo que sin perder un segundo se lanza contra el y aprovechando la distracción generada por la explosión de fuego de Elara, el paladín hace un veloz movimiento de su espadón y su arma dibuja un arco vertical sobre lo que supone es la cabeza de la criatura a la cual intenta golpear...

Zenram permanecía alerta, con la espada desenfundada, vigilando los arboles cercanos, el camino, y hasta el estrellado cielo.
Elandris, viendo al juglar aterrorizado, cantaba y tocaba su enardecedora melodía, llenando de valor sus corazones.
Cuando las campanadas retumbaron en la cercana torre de la ciudad, apenas unos instantes fueron necesarios para que la oscura y brumosa figura se formara frente al bardo.
En un instante, el cadaver de Anderas, yacía hundido entre sus finas ropas, como un cascaron vacio.
El Segador, ignorando sus fútiles ataques, comienza a desaparecer de la vista, la espada del paladin, al igual que la pesada hacha de Prag, solo corta el humo...

En pocos segundos, solo ustedes permanecen, con el cuerpo de Andreas a sus pies...

El paladín permanece quieto con la espada sujeta entre sus manos, su mirada se mantiene fija en el cadáver de su protegido a quien no a logrado salvar la vida, durante tensos segundos que por momentos parecen horas Zenram no dice palabra, sin embargo sin dolor reflejado en el rostro o furia en los ojos el paladín envaina su espadón, se arrodilla al lado del bardo y comienza a acomodar su cuerpo para darle un rigor menos brutal, al terminar se levanta nuevamente y se acerca al fuego, toma un madero de la fogata y se acerca nuevamente al cuerpo frente al que se arrodilla...

Querida Atena, perdona las terribles afrentas que pueda haber tenido esta alma para contigo y los dioses, para con las criaturas de este mundo y del etéreo, déjale descansar a tu lado merced al terrible trauma que ha sufrido, sus últimos días los ha pasado en sufrimiento y dolor, su pena sea la que haya sido se ha pagado con creces, permitele descansar y ser vengado...Murmura...

En seguida el paladín se prepara para incinerarle, tal y como marcan los ritos de Atena...

No creo que este bardo merezca tanta ceremonia ni que sean suficientes los últimos días de sufrimiento que ha tenido.
Agrega Elara mientras se apoya en el árbol.
Evidentemente aquí hay fuerzas más allá de lo habitual y que podres oscuros están inmersos en esto.
Pero como ha sido el plan original...
Partamos... Si es que las nieblas lo permiten, es algo que también quiero saber.

Elandris guarda su laud con gesto de desgana, se le ve molesto, pero su molestia no va mas alla de la que tendria un jugador de cartas tras una buena jugada de su contrincante. -Vaya, asi no hay manera, como vamos a protejer a nadie si su atacante es inmune a nuestras armas? -Dice con tono de reproche mientras mira el cadaver de Andreas. -Bueno Andreas, supongo que no tendrias nadie a quien donar tus posesiones, a si que nadie mejor que un gran amigo tuyo, como yo, para mantenerlas en lugar seguro, lejos de saqueadores de tumbas y demas... vaya disgusto nos has dado. -El rojo se agacha y rebusca entre los bolsillos del juglar. -Puede que guarde alguna pista interesante.

Una verdadera lástima que haya tenido que morir sin que podamos hacer nada para evitarlo, claro que igual Elara tiene razón y se lo merecía, pero lo que realmente me gustaría creer es que con Andreas terminará la maldición y que nadie más sufrirá una muerte parecida... Sharp guarda su arco cabizbajo, ya no hay nada que hacer, salvo tal vez buscar una venganza, a la que algunos llaman justicia, pero sin un punto de partida dificil será... Buscaré alguna pista por los alrededores, pero si no encuentro nada lo mejor será que sigamos nuestro camino hacia el templo de Kuoto y nos olvidemos de este tema... piensa para si mientras registra los alrededores y el punto donde se apareció y desaparació la brumosa criatura.

Elandris registra el cadáver del bardo...sin embargo, ademas de unas diez monedas de oro y plata y un laud viejo, no encuentra nada...
El un bolsillo de un pantalón, sin embargo, un pergamino se asoma......

Al sacarlo, descubren lo siguiente.

Elara lanza un terrible carcajada.
Perdonarlo? Aaaaaaaaaajajajaja!!!
Tal vez los dioses lo perdonen, aunque no creo...
Que basura de asesino, bueno, creo que aquel segador ha hecho bien, todos felices?
Lo quemamos y seguimos viaje?
Luego dice en vos baja...
De haber leído ese pergamino antes le hubiera ahorrado trabajo al segador yo misma.
Para allí va uno Dispater, tratalo como se merece.
Allí las calles de hierro contemplaran los lamentos de Andreas y sus cómplices, mientras sus almas serán torturadas por toda la eternidad.

-Jamas he comprendido porque un hombre querria forzar a una mujer, con la cantidad de hechizos y de pocimas que... em... -Mira a Elara de reojo y decide mantener la boca cerrada. -Bueno, por lo visto recibio su merecido, como ves no tienes mucho de que avergonzarte joven paladin. Crees que cuando se refiere a "el señor del agua" esta hablando de Kuoto? puede que tubiera algun tipo de relacion con esa secta...

En los ojos del paladín se lee gran determinación, por un segundo sus compañeros pensarían que estaba decidido a continuar mas...

Esperad, es noche y nada ganaremos con partir ahora, lo mejor es descansar y reponer energías para el día de mañana... Zenram prende fuego al cuerpo... Por mi parte me temo que tendré que ausentarme del campamento un par de horas, no mucho, regresaré a tiempo para hacer mi guardia...El paladín enfunda su espadón y ajusta su cinturón, listo para partir...

Parece que el paladín sigue necesitando el agua, o tal vez sea otra cosa, en cualquier caso no es de mi incumbencia... buscando una posición cómoda para descansar después de las emociones de esta noche, dice a los demás: Avisadme cuando sea mi turno de guardia. Mientras en su cabeza sigue dando vueltas a la repugnante idea de como un hombre puede llegar a convertirse en un monstruo solo con beber unas copas de más: ¿Seremos todos así o los que hacen estas cosas ya eran monstruos sin saberlo y alcohol no hace otra cosa que revelar su verdadera naturaleza? Bueno, a mi nunca se me dio bien la psicología, así que mejor mantenerme apartado de la bebida...

Zenram recoge su equipo, y se dirige entonces a la cercana ciudad de Aldril...La neblina típica de todas las noches humedece con sus largos dedos las desiertas calles. A lo lejos, la luz de la posada brilla levemente.
La torre, ha dejado de cantar sus campanadas, y todo el pueblo parece sorprendido de no haber oído el ya acostumbrado grito de la medianoche...
El paladin llega al final a la posada. En frente, la casa de Victor permanece cerrada. A su izquierda, en dirección al camino que da al cementerio, se alza imponente la torre de la vieja iglesia que perteneciera a Atena.