Partida Rol por web

Dos días más tarde, os encontráis en las laderas del monte Witney, contemplando un lado de la montaña en el que aparentemente no hay nada. Cybil os ha guiado hasta allí, pero no parece haber ninguna cabaña por ningún lado.

Tras sacudir y guardarla vuelvo con el grupo, después de haber orinado, que estaban contemplando nada.
Tomando un bidón de gasolina del jeep de Hilda, lo arrastro hasta la moto, así para llenar el tanque. Miro en ella la tierra que había acumulado por el viaje y no iba a pasarle un dedo, con tal de no ralla la pintura. -Ya voy a lavarte linda.- Mirando la montaña. -Cuanto menos, con agua limpia y pura de deshielo.- Le decía a mi hermosa moto harley.

Sacando el teléfono saco un par de fotos, al grupo, a las chicas de espaldas con sus traseros en el medio y de fondo la montaña, a la moto y otra a mi. -Para el recuerdo, muy lindo todo. Ahora... Cuanto más falta?-

Observo como Ian anda haciendo el moñas con su móvil.

- Siempre haciendo el payaso. - pienso mientras niego con la cabeza.

Luego miro a Cybil.

- ¿Y ahora hacia donde? - le pregunto. Aquí no hay rastro de ninguna casa.

Cybil sonrie; le divierte ver a su "hermano" hacer el tonto, pero su sonrisa está más bien dirigida al comentario de James

- Esperad un poco 

De repente, se levanta una ráfaga de viento y nieve que os ciega unos segundos. Al recuperar la visión, se puede percibir sin dificultad que ha aparecido una pequeña construcción en la ladera de la montaña, cerca de la cima. Cybil sonríe triunfante

- Ahí está. Vamos tener que escalar un poco

Al ver aparecer la cabaña de la nada miro a Cybil con una sonrisa.

- Por un momento me olvidé que Loki era un experto en engaño y manipulación. - pienso. Tal vez tenga algo que ver en todo esto.

- Por lo menos ahora ya sabemos donde tenemos que ir. - digo. Venga, pongámonos en marcha.

Escalando lo miro a James -No lo hacemos tan mal, o no muñeco?- 

Poco más de una hora tarde en llegar... -Lo menos que espero es que me reciban con algo caliente...- Pan, café o chicas.

En apenas una hora me planto en la puerta de la casa de la madre de Cybill así que decido esperar cómodamente a que llegue el resto del grupo.

- Estoy un poco oxidado. - me digo. Creo que tendré que ir un poco más al gimnasio y hacer algo de deporte.

Luego miro hacia abajo.

- Venga señoritas. - les digo. No tenemos todo el día.

Poco después aparece Ian.

- Bienvenido. - le digo con una sonrisa en la cara.

Eckhart comenzó la escalada dispuesto a llegar el primero a la cima de la montaña. Tenía bastante agilidad, y se le daba bien escalar, pero al parecer a James también, lo que hacía el "desafío" bastante interesante. Por desgracia, ambos llegaron a la vez a la cima, asi que parecía que el desafío debería de esperar:

- Vamos Ian, que no tenemos ascensor... - Dijo entre risas, había que animar la situación.

Inspiro con fuerza el aire de la montaña, deleitándome un momento con él. No me había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que lo echaba de menos, pues desde que salí del parque natural de Great Falls no había tenido tiempo para disfrutarlo.

Las voces de mis compañeros me devuelven a la realidad.

- ¿Escalar esa montaña? Fácil... Tengo el equipo en el jeep.

Acostumbrada a moverme en la montaña, no tardo en adelantar a mis compañeros. Voy colocando los clavos en la angosta pared de piedra para pasar el cordino por ellos y facilitarles la subida y me echo a un lado para esperarles y ayudar en caso de que fuera necesario.

Hilda y Hagger son los primeros en llegar hasta la caseta, mientras que Ian, Cybil, Eckhart y James tardan un poco más.

La cabaña parece una sencilla choza de madera con tejado de paja. Una chimenea expulsa humo y se puede ver el resplandor de una lumbre por una de las ventanas. Oís a alguien cacharrear dentro de la cabaña.

- Cybil, es tu madre. - le digo señalando la choza. Deberías ir tú primero.

Cybil asiente, y se acerca a la puerta de la cabaña. La empuja y entra al interior.

La cabaña es pequeña pero acojedora. Hay una mesa grande con varias sillas dispuestas a su alrededor, como si esperasen vuestra visita. Sobre la mesa hay un cesto de pan y una jarra de agua junto a varios vasos y platos. Una anciana encorvada remueve el contenido de un caldero ante la lumbre, de espaldas a vosotros. Cybil permanece en silencio unos segundos antes de atreverse a pronunciar palabra

- Ho..hola

La anciana se gira hacia Cybil y la mira; creeis ver un atisbo de sonrisa en su cara surcada por arrugas. Se acerca a ella y le coge una mano, dandole unas palmaditas sobre el dorso

- Así que has sobrevivido... Me alegro, querida

Groa suelta la mano de Cybil y regresa al caldero.

- Por favor, sentaos. Esto estará listo enseguida.

Cybil sonrie ligeramente y se sienta en la mesa sin decir nada

Hagger mira a la anciana con cierta desconfianza; a pesar de su apariencia frágil, no se le olvida que es una gigante, y los gigantes no son de fiar. Sin embargo, no dice nada y se sienta junto a Cybil.

Sin pronunciar palabra alguna tomo asiento junto a Hagger.

Tomo lugar y agarro un cacho de pan, y antes de morderlo me quedo perplejo mirando la jarra con agua... 

Miro a la giganta, desconfiada. No me gustan los gigantes, pero me fuerzo a recordar que es la madre de Cybil y que esta nos ha ayudado en más de una ocasión. Será su madre, pero si es hijastra de Loki es que no se hizo cargo de ella cuando debía...

Miro la silla y pienso en las palabras de Groa. "Has sobrevivido..."

- Entonces, ¿sabía que la vida de su hija estaba en peligro? - le pregunto directamente, no sin cierto resquemor, pues no nos ha ayudado lo más mínimo a salvarla. Sin embargo, la pregunta va con doble intención, pues no estoy convencida de si se refiere a la enfermedad de Cybil o a su secuestro por los gigantes.