Partida Rol por web

La anciana removió distraidamente el contenido del caldero

- Tengo el don de la profecía, como otros muchos Jotun. Si, lo sabía. Pero no puedo salir de esta cabaña así que confiaba en que vosotros la ayudaseis.

- Curioso. - digo inaudito ante las palabras de la Jotun. ¿Y como se relaciona con el exterior? si es que lo hace, claro.

- A través de profecías y sueños, claro. Como hice con Cybill para decirle donde podríais encontrarme.

La gigante termina de remover el contenido del caldero y se limpia las manos con un paño

- Bueno, esto ya está. Cuidado que quema.

Groa coje el caldero, y a pesar de su tamaño parece que no le pese absolutamente nada. Lo deja en el suelo, y comienza a serviros una ración a cada uno en cuencos de barro. El guiso parece una especie de estofado de carne con verduras.

- Comed. Estoy segura de que ese ascenso os ha dejado hechos polvo

Me siento en la mesa y pruebo la comida. Las mismas normas de hospitalidad que me obligan a compartir el plato de Groa me aseguran que nuestra anfitriona no hará nada en nuestra contra mientras estemos en su casa. Y, si el propio Thor se sentó a la mesa de los gigantes, sería una ofensa a nuestros padres que nosotros no lo hiciéramos.

- Cybil nos dijo que te comunicaste con ella durante su enfermedad - digo finalmente abordando el tema que nos ha traído aquí. Probablemente debería ser alguno de los otros quien lo hiciera, porque las interacciones sociales no son lo mío, pero el ascenso me ha afectado algo menos que a ellos gracias a mi costumbre de moverme en la montaña y a la resistencia épica heredada de mi padre, así que consigo recuperar el aliento algo antes. - Por lo que sabemos, el Corazón del Invierno ha sido usado - digo señalando a Cybil que ahora lleva el artefacto en su torso - y el Fimbulvërt se acerca. - Y con él, el Ragnarök, que será el fin tanto de los Aesir como de los Jotum. - Cybil afirmó que no había ya forma de pararlo, pero que podremos prepararnos para él. - ¿Cómo puede alguien preparase para el fin del mundo? - También dijo que tú podrías ayudarnos.

Agarro un cuenco y empiezo a comer imitando a Hilda mientras la escucho atento la conversación que esta mantiene con Groa.

Meto un dedo en el plato y lo chupo. -Mmm shumy-

Groa se siente en la mesa y come un poco del guiso, pero no se termina el plato

- Si querida, puedo ayudaros. Habéis ayudado a mi hija y es justo que a cambio yo os ponga sobre aviso acerca de lo que se os viene encima

Podéis ver a través de las ventanas de la cabaña que el paisaje ha desaparecido. Solo se ve nieve, y de vez en cuando algún arbol o estructura pasando a toda velocidad. Da la impresión de que la cabaña... se está moviendo

Al mirar un momento a James, veo cómo vuelve su cabeza hacia la ventana. Sigo su mirada con la mía y observo el exterior. La nieve casi no permite ver nada, pero de vez en cuando me parece observar algo pasar a toda velocidad. Hago un gesto al resto de mis compañeros para que se fijen también, cuando me doy cuenta de qué es lo que se mueve fuera. Mejor dicho, que es lo que pasa por la ventana mientras nosotros nos movemos.

Aguantando las ganas de desenfundar a Ehiwad, me giro hacia la giganta. Si no estuviera atada por las leyes de la hospitalidad correría la sangre por el suelo. La suya o la mía sería algo que sólo las Nornas podrían decidir. Sin embargo, consigo esconder mi ira tras el sarcasmo.

- No poder salir de tu cabaña no parece un problema si puedes desplazarla donde desees - comento. - ¿Dónde nos llevas, Groa? - pregunto finalmente con desconfianza.

La anciana se encoje de hombros

- No lo se; esta cosa se mueve sola. Si uso mis habilidades proféticas puedo estimar donde va a parar la próxima vez, pero la mayor parte de las veces no tengo interés en ello. Siempre parece acabar en el lugar adecuado en el momento oportuno.

Cuando descubro que la casa se mueve me acerco a la ventana para comprobar que la vista no me había engañado desde la posición en que me encontraba.

- ¿Qué cojones está pasando aquí? - me pregunto mientras mi mano se dirige instintivamente a la pistola aunque finalmente no la desenfundo.

No obstante Hilda se me adelanta al formular la pregunta. La respuesta de Groa suena sincera. ¿Por qué iba a mentirnos? Ella sería la que saliese perdiendo en todo esto si nos engaña.

- Confío en que así sea. - respondo girándome hacia Groa. ¿Qué puedes decirnos de lo que le ha comentado mi compañera hace un momento? ¿Puede ayudarnos con lo del Fimbulvërt?

Al enterarme de que la casa se movía pegue un salto de mi silla. -MI MOTO!!!!- Salí corriendo a la ventana para ver como nos  alejábamos sin remedio... :(

Cybil reprime una risita cuando ve a Ian salir corriendo a mirar por la ventana. Mientras, Groa empieza su explicación

- Puedo. Pero ello depende de lo que querais saber. Imagino que tendréis muchas preguntas, ¿no?

Me encojo de hombros, recordando las palabras de Hugin. Si el Padre de los Dioses tenía un plan para evitar el Ragnarök evitando el ritual con el Corazón del Invierno, me temo que ya hemos fracasado.

- ¿Hay alguna forma de evitar el Ragnarök? - pregunto. - El Corazón del Invierno ya ha sido usado para invocar el Fimbulvert, pero, ¿se puede parar? ¿O retrasar de alguna forma?

Puedo imaginar la respuesta. Las Nornas ya han hablado, lo hicieron hace mucho tiempo y ni siquiera Odín puede escapar a su sino. El Ragnarök llegará y los dioses morirán en él. Sólo dos humanos escaparán del fin del mundo escondiéndose entre las ramas de Yggdrasil.

Sin embargo, nuestra misión era conseguir el Corazón del Invierno para que los Aesir pudieran llevar a cabo sus planes, aunque todo parece indicar que hemos tardado demasiado en conseguirlo.

Groa niega con la cabeza

- No querida. El Destino es el que es, y una vez iniciado el Ragnarök, es imparable. Aquel jotun con el que hablasteis estaba en lo cierto; todo esto se puso en marcha mucho antes de que los Aesir supieran del Corazón del Invierno.

-Y esta casa es imparable!?!?!? Necesitamos detenernos! Que importa el Ragnarök! Yo voy a ir a buscar mi moto!- Gritaba mientras me estiraba la cara hacia abajo, apretando fuertemente mis mejillas con las manos.

-A donde vamos a parar!?!?!-

Groa suspira, ignorando el comentario de Ian