Partida Rol por web

La Llegada del Invierno

Primera escena: Pensamiento y Memoria

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29/08/2011, 16:55
Director

Primera escena; empezad narrando un día normal de vuestra vida como humanos :p

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30/08/2011, 01:18
Hagger Hegg

- Bueno dias ciudad de Boston, son las 5 de la mañana y esto Radio Nacional de USA 


Hagger no necesitaba ya poner el despertador de la radio para estar despierto, de echo, lo llevaba esperando ya un rato, como unos quince minutos, pero le gustaba la sensación de calor que tenía en la cama. Apagó rápidamente la radio, pues no soporta al locutor de esa cadena, pero era eso o alguna cadena de música que es más ruido que otra cosa. S epuso de pie ágilmente y se dirigió como todos los dias al trono de marmol a ejercer su trabajo. 

Tras un trabajo bien hecho y aviarse como cada mañana, salió a correr por la urbanización, un poco de ejercicio diario y eso. Sus auriculares ya al lado de las llaves, cogió ambas cosas a la vez y salió a la fresca mañana de final del verano. Y comenzó a correr. Sus vecinos siempre le decían la buena forma que tenia. El nunca le habia dado importancia hasta el dia aquel del accidente. Iba algo distraido corriendo y al llegar a un cruce no vio un coche que venia algo ligero. Del susto dio un salto que paso por encima del coche y lo cruzó a la largo, y al caer no se hizo daño ni nada, estaba bien. Sus vecinos decian que era todo un atleta pero él sabía que había algo más que simple adrenalina, algo que tenia que ver con sus sueños. 

Llegó a casa a tiempo para almorzar y darse una ducha antes de irse al polideportivo. Hoy a los chavales del entrenamiento les tendría que dar alguna clase avanzada, pues llevan dos semanas practicando la misma estocada, y aunque a algunos no les sale todavia la floritura, deben continuar con el programa, de lo contrario llegara el torneo interclubs y no estaran listos. 

 

Sin más dilación se subió en su coche familiar ( que ironia, un coche familiar para el solo) y se fue a dar las clases de esgrima que tanto le gustaba 

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30/08/2011, 11:37
Hilda Loken

Los primeros rayos de sol acariciaron mi rostro, colándose por la ventana del refugio de montaña. Esa noche me había tocado guardia en el parque, pero la temporada está a punto de finalizar y el parque nacional de Glacier cerrará sus puertas a los excursionistas. Con una sonrisa pienso en lo que eso significa. Para empezar, menos trabajo pero, sobre todo, la llegada de las nieves.

Me levanto rápidamente. Aunque la cama de mi apartamento en Great Falls es mucho más cómoda que la del refugio, estoy acostumbrada a las pocas comodidades de la vida en la montaña y más de una vez prefiero dormir a la interperie antes que bajo un techo.

Salgo al exterior antes de desayunar. La naturaleza está despertando con el amanecer y los pájaros y animales de Glacier empiezan a hacer sus característicos sonidos matinales. Los años pasados en la montaña me permiten distinguir la mayoría de ellos y sonrío mientras cierro los ojos, dejando que el sol me bañe y sintiendo la fresca brisa en el rostro.

Cojo la radio y salgo a correr antes de desayunar. El paisaje, ahora verde, no tardará en cubrirse de un manto blanco y yo cambiaré las botas de montaña por los esquíes. Salto entre las rocas y esquivo los árboles, tan acostumbrada a moverme entre ellos como otros lo están a caminar por la ciudad. "Hay que estar loco para cambiar las sequoias por farolas, tráfico y gente a mansalva", pienso mientras hago ejercicio por el bosque.

Vuelvo a la cabaña y, antes de que termine de ducharme y desayunar llega un mensaje de radio.

- Hilda, aquí central, cambio. - La voz mecanizada rompe el encanto de la naturaleza, "pero al menos mi trabajo me permite correr por la montaña", pienso optimista, "o esquiar aunque para ello tenga que enseñar a unos cuantos niños malcriados". La época en la que yo misma fui una "niña malcriada" hace tiempo que quedó atrás.
- Hilda a la escucha. - Contesto de forma mecánica.
- Unos excursionistas han denunciado la desaparición de uno de los suyos. Se han visto huellas de osos en las proximidades...
- Voy para allá. -
Interrumpo. Ya conozco la historia, un niño rico que se puso a rastrear un oso para fotografiarlo o cualquier tontería similar que le permita fardar con sus amigos de ciudad. En esta época del año se preparan para la hibernación, así que están más agresivos de lo normal. El chico tendrá suerte si ha perdido el rastro. - Dame las coordenadas. - Añado mientras cojo el fusil con dardos tranquilizantes.

Monto en el jeep y conduzco por senderos de montaña, lo más rápido que puedo. Me concentro en esquivar árboles y mantener el control del vehículo. Aunque nunca ha sido mi medio de transporte preferido, mis reflejos y velocidad de reacción siempre han compensado la carencia de técnica. "Sobre todo desde que conocí a mi padre". Pero no es momento de pensar en eso y la distracción hace que casi me salga del estrecho sendero.

Llego al campamento de los excursionistas. Un grupo de críos asustados, tal y como me había imaginado. Cargando el rifle al hombro salgo detrás de las huellas sin a penas parame a hablar con ellos. Me llevan un par de horas de ventaja, pero con suerte es suficiente para encontrar al chico perdido antes de que él se tope con el oso.

Una vez más corro entre la vegetación. Mis sentidos son también más agudos que antes y el chico no trataba precisamente de ocultar sus huellas, así que avanzo rápidamente. Por las cestas de comida que estaban esparcidas por el campamento, el oso se ha dado un buen festín esta noche, así que tampoco debería ir demasiado deprisa.

Corro sin descanso, aprovechando una vez más mis nuevos dones. En ocasiones dudo que todo lo ocurrido en el glaciar fuese real. ¡Uller! A cualquiera que se lo contase pensaría que estoy loca. Sin embargo es indudable que algo ha cambiado desde entonces y yo ya no soy la misma. Por un momento me llevo la mano al anillo que me recuerda la verdad.

Al fin encuentro al muchacho, justo a tiempo. Desgraciadamente también él ha encontrado al animal. "Idiota. No te has parado a pensar que es un animal salvaje que te puede destrozar de un solo zarpazo". Rápidamente, descuelgo el rifle de mi hombro y apunto. El dardo atraviesa el espeso pelaje del oso y se tambalea adormecido.

- ¡Gracias a dios! - exclama el chico. - Esa bestia me iba a comer. ¡Espero que le hayas matado!
- Está dormido. - "El pobre animal no merece morir... Tú aún tienes que demostrarlo".

Me acerco a ellos. Algo primitivo despierta en mi interior, instándome a derramar mi propia sangre sobre el oso para ligarlo a mi. Mi mano se acerca lentamente al cuchillo, echando de menos la espada ritual que me dio mi padre. Sin embargo consigo retenerme, no es momento para esto y menos delante del chico.

- Venga, te llevaré con tus compañeros.

Llegamos al campamento donde todos le dan la bienvenida. Ya tiene una historia que contarle a sus nietos. Me pregunto si me incluirá en ella o en su versión será el quien derrote al oso. Su sonrisa triunfal enorgulleciéndose ante sus compañeros disipa mis dudas. No me queda más remedio que llevarme a los chicos en el jeep al campamento base. Allí les recogerán sus padres y nos darán las gracias por la ayuda. Espero no estar cuando ellos lleguen.

- ¿Vuelves esta noche a la ciudad? - Es James quien pregunta, mi compañero de la central. Un buen chico que respeta que sea una persona reservada. Lleva intentando ligar conmigo todo el verano. - Yo también libro la próxima semana. Me preguntaba si querrías salir a tomar algo o ver una película en el cine...

Casi me da pena decirle que no. Sin embargo quiero llegar a mi apartamento y practicar con los objetos de mi padre. Tengo una sensación incómoda en la base de la nuca y algo me dice que va a pasar algo.

- Otro día, James. Hoy tengo planes...

Vuelvo al jeep y conduzco hacia Great Falls. No tardará mucho en oscurecer y mi turno casi ha terminado. Tendría que quedarme un poco más, pero prefiero no encontrarme con los padres de los excursionistas y no me apetece alargar la conversación con James.

Como algo al llegar a casa, pues no lo he hecho desde el desayuno. No tardo en ir a la caja donde guardo los regalos que me hizo Uller. El anillo siempre lo llevo conmigo, pero me he resistido a llevar la pistola y la espada encima. Miro el arma de fuego recordando las palabras de mi padre, pero la dejo en su sitio. En su lugar cojo la espada y practico algunos movimientos. Por suerte el apartamento es grande y tengo habilitada una de las habitaciones como gimnasio.

Se hace tarde y no tengo sueño. Tal vez debería haber quedado con James para tomar unas copas, pero no quiero que se haga ilusiones. Además, sigo con la extraña sensación de que va a pasar algo. Cojo un libro de mi pequeña colección, historias de mitología islandesas, como las que siempre me contaba mi madre de pequeña. Me tumbo en el sofá y leo un rato mientras pasan las horas.

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02/09/2011, 16:11
Director

Últimamente hace más frío del habitual en Boston. Estamos en Octubre, y ya han caído un par de nevadas, aunque nada serio. Sin embargo, el frío invernal prematuro hace que poca gente quiera ir a su lugar de trabajo andando o en bicicleta, por lo que el tráfico es bastante lento. Al llegar a un cruce, la cosa empeora y el tráfico se vuelve más denso. Llevas casi cinco minutos con el coche parado, cuando de repente algo se posa en el capó de tu coche. Es un cuervo enorme, negro como el carbón y del tamaño de un gato doméstico. Da unos cuantos saltos por tu capó, haciendo un característico "clap clap clap" sobre la carrocería. Después se para delante del asiento del piloto; jurarías que te está mirando.

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02/09/2011, 16:16
Director

Ultimamente parece que el invierno se ha adelantado en Great Falls. Siempre hace frío en esa zona cuando pasa mediados de Septiembre, pero ya estáis en Octubre y han caído unas cuantas nevadas. Sin embargo, tus jefes no tienen intención de cerrar antes de que termine la temporada de visitas. Una imprudencia desde el punto de vista de algunos, pero el dinero es el dinero.

Cuando estás a punto de quedarte dormida, empiezas a escuchar un repiqueteo; algo o alguien esta golpeando una de las ventanas. El ruido parece provenir justo de la pared opuesta a ti.

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04/09/2011, 11:59
Hilda Loken

Dejo la ventana abierta un rato, asomándome por ella para disfrutar de las bajas temperaturas. Siempre me ha gustado el frío, pero últimemente me siento incluso más a gusto. El invierno se está adelantando y eso implica que pronto podré coger mis esquíes y deslizarme por la montaña.

Cierro finalmente la ventana y me voy a acostar. Últimamente duermo poco, por algún motivo parece que mi cuerpo necesita menos descanso que antes. Leo durante un rato y por fin noto cómo me empiezan a pesar los párpados. Sin embargo un sonido perturba mi sueño. No tardo en despejarme nuevamente antes de identificarlo como un repiqueteo en el cristal de mi ventana.

Me levanto y me acerco allí. Confiada, descorro las cortinas y miro al exterior.

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04/09/2011, 13:02
Director

Tardas unos segundos en darte cuenta de que es lo que está produciendo el ruido. Oculto por la oscuridad exterior, un enorme cuervo, negro como el carbón, golpea el vidrio de los cristales con su pico. Cuando corres las cortinas, el cuervo se te queda mirando con sus ojos amarillos, como esperando a que le invites a entrar.

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05/09/2011, 01:08
Hagger Hegg

Hagger aprovechó el parón del tráfico para revisar una documentación que tenía que presentar. La habria revisado unas cincuenta veces pero queria estar seguro

Clap clap clap

Sin siquiera levantar la vista seguia en sus cosas pensativo asegurandose de que los papeles estaban todos en regla y bien detallados lo que tenia que poner. Odiaba cuando tenia que estar rectificando algun impreso, siempre resultaba engorroso. 

El cuervo revoloteó, emitiendo un agudo graznido el cual captó la atención de Hagger. El cuervo no le quitaba los ojos de encima y era como si quisiera decirle algo, pero no sabía el que. Rebuscó en sus bolsillos en busca de algún grano de maiz y se lo lanzó cerca del cristal para que se acercase un poco más

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05/09/2011, 02:37
Director

El cuervo observa la trayectoria del grano de maiz, y luego sigue mirándote con sus enormes ojos amarillos. Da unos cuantos picotazos en la luna del cristal, y te mira con la cabeza ladeada. Si, te está mirando a los ojos, y hay un extraño brillo en su mirada, como si supiese en que estás pensando.

Notas de juego

¿Que clase de persona lleva granos de maiz en los bolsillos?

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05/09/2011, 15:41
Hagger Hegg

Al ver que el cuervo le da un picotazo al cristal Hagger acciona la palanca de echarle agua al parabrisas y se activa seguidamente el limpiaparabrisas, esperando mojar al cuervo. 

- Asi aprenderá a no picotear lo que no debe. 

Notas de juego

Hagger Hegg

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05/09/2011, 15:48
Hilda Loken

Miro el cuervo y mi corazón se acelera ligeramente. Me vuelvo hacia mi mesilla y me fijo en el libro de mitología que había estado leyendo, recordando las historias de mi madre sobre los mensajeros de Odín. Las palabras de mi padre retumbaron en mi cabeza. "La batalla final no tardará en llegar y debes estar preparada".

Me llevo la mano al anillo y observo la runa, volviéndome luego hacia el cuervo que clava su mirada en mi desde el otro lado de la ventana.

- Debo de estar volviéndome loca. - Digo en voz alta, forzándome a escuchar mi propia voz para convencerme de que esto no es un sueño. Negando con la cabeza, abro la ventana. "Nunca más", pienso sin poder evitarlo al escuchar el breve graznido del cuervo .

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06/09/2011, 18:39
James O'Shean

Estoy en la Galería de Tiro practicando como cada día cuando de repente el busca empieza a sonar.

Llego al despacho del Capitán Jim Spencer y abro la puerta y veo que el Teniente Jhon Smith ya está dentro.

- Sargento O’Shean.

- Si, Capitán.

- Nos acaban de comunicar que un par de individuos han entrado a robar en el Royal Bank de la 5ª Avenida, se han atrincherado dentro y han matado por lo menos a 3 rehenes, el Guarda, el Director de la Oficina y un tercero sin identificar. Necesitamos de tus habilidades. Irás con el equipo del Teniente Smith.

- Sí, Capitán.

- Venga, moveros, no tenemos todo el día.

El Teniente y yo salimos del despacho y nos reunimos con su equipo.

- Bien, equipo, preparaos. Salimos en 5 minutos. – dice el Teniente.

- Sargento O’Shean, Beck, venid conmigo.

Salimos de la sala donde estábamos y tras coger nuestros Rifles nos dirigimos hacia el Furgón que nos llevará hasta el Banco.

- Cuando lleguemos quiero que subáis a este edificio y a este otro. – dice señalando un par de edificios cercano al Banco. Y que esperéis mis órdenes. Si hay alguna posibilidad de acabar con ellos sin que nadie resulte herido hacedlo.

- Si Teniente. – decimos mientras entramos en el Furgón.

- Yo subiré a este. – digo señalando al más lejano de los 2 edificios. Cuando estemos en posición avisamos y empezamos a coordinar y controlar a los objetivos.

- De acuerdo Sargento. – responde Beck.

Al cabo de 10 minutos llegamos a nuestro destino y empiezo a subir escalones hasta llegar a mi posición.

- En posición. – digo por el comunicador.

Unos instantes después obtengo respuesta de Beck. Lista.

- Veo 2 sujetos. – empiezo a relatar. Uno va armado con una Colt y el otro con una Escopeta de caza. Beck, ¿los ves?

- Si, los veo. Tengo al de la Escopeta a tiro.

- No veo al de la Colt. – digo. Espera, ya lo tengo. Teniente, esperamos ordenes.

- En cuanto los tengáis a tiro abatidlos. – dice el Teniente Smith.

- Entendido. – respondemos Beck y yo casi al unísono.

Al cabo de un instante oigo que Beck dice: Blanco fijado, tengo al de la Escopeta. Sargento.

- Estoy en ello, estoy en ello. Un poco más, un poco más. Listo. DISPARA.

Al otro lado de la calle, dentro de la Oficina los dos atracadores caen abatidos.

Cuando el equipo del Teniente Smith entra en el banco encuentran a los 2 atracadores sin vida.

El que portaba la escopeta había recibido un tiro en el pecho en un buen disparo de la Agente Beck.

El que portaba la Colt sin embargo recibe un impacto de bala en el ojo. Varios miembros del equipo observan el cadáver y luego miran hacia mi posición.

- ¿Que distancia hay desde su posición hasta aquí? – dice uno de ellos.

- No sé pero más de 200 metros seguro. – responde otro.

- Buen disparo Beck. – digo mientras recojo mi fusil y me dirijo al Furgón para reunirnos con el resto del equipo.

- Lo mismo digo Sargento.

Notas de juego

Madre mía. Ahí va mi post. Chiquitito para que no os aburrais. ;)

Editado por el director: postea solo para el director :p; de momento no te has juntado con los demás

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08/09/2011, 22:16
Director

El cuervo revolotea y grazna enfadado. Se vuelve a posar, se sacude el agua y vuelve a mirarte con enfado.

- ¡Eh imbécil! ¡Solo estaba siendo educado y llamaba para que me dejases entrar!

No lo oyes muy bien debido a que tienes los cristales subidos, pero si, el pájaro ESTÁ HABLANDO

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08/09/2011, 22:18
Director

El pájaro entra volando en la habitación, revolotea un poco y se posa en una lámpara. Se sacude un poco, y habla

- ¡Nunca más!

Te mira unos segundos con mirada siniestra; luego el brillo de sus ojos cambia. Emite un sonido un poco extraño para un ave, parecido a una risa

- No te preocupes, solo me estaba quedando contigo. Traigo noticias importantes de parte de un.... "amigo" común

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08/09/2011, 22:21
Director

Una buena ducha después de un trabajo bien hecho; un pequeño placer que te puedes permitir. Había sido un buen día, pero aún no había terminado, como pronto vas a comprobar.

Cuando te estás secando, empiezas a oir un repiqueteo. Parece provenir de una de las ventanas del salón.

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09/09/2011, 23:59
James O'Shean

Llego a casa y directamente me meto en la ducha. A ver si ahora puedo descansar tranquilamente sin que surja ningún contratiempo - pienso mientras el agua de la ducha cae sobre mi cabeza y recorre mi cuerpo hasta llegar al suelo de la ducha.

Cinco minutos después mientras me estoy secando empiezo a oir un repiqueteo que parece provenir del salón.

¿Qué pasa ahora? - pienso mientras me pongo el pantalón y salgo del baño.

Llego a la mesilla y cojo la pistola antes de ir hacia el salón para comprobar el origen del repiqueteo.

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11/09/2011, 14:33
Hilda Loken

Doy un respingo al escuchar al cuervo hablar y mi mano sale disparada hacia la escoba en un acto reflejo.

- ¡Joder! - Exclamo asiendo el palo sobresaltada. Pese a las maravillas que presencié con mi padre y que yo misma he aprendido a hacer desde entonces, no deja de sorprenderme que un cuervo pueda hablar. - Encima se hace el graciosillo - añado dejando nuevamente la escoba en su sitio.

Me acerco al cuervo, algo incómoda por la presencia del animal. ¿Cómo demonios se actua como anfitrión de un invitado así? Las relaciones sociales nunca han sido mi punto fuerte, pero con un cuervo... Miro el libro sobre mi mesilla y me doy cuenta de la importancia que tiene esta visita. Una vez más, doy vueltas al anillo de mi padre en mi dedo, recordándome que todo esto es real y no me he quedado ya dormida y estoy soñando.

- Noticias importantes - repito. - Entonces no deberías esperar para dármelas.

Mientras espero a que el cuervo me conteste, vuelvo a sentarme sobre mi cama, pasando a su lado tratando de no dejar notar mi nerviosismo.

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12/09/2011, 00:49
Hagger Hegg

- Pues picotea en la ventana como hacen los cuervos. 

Hagger baja la ventanilla del copiloto para que el cuervo entre, sabiendo que es un hijo de una deidad nórdica, no le pilla de susto que un cuervo le acabe de llamar imbecil 

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12/09/2011, 13:44
Director

El cuervo vuela y se posa delante de ti

- Bueno, no me he presentado. Mi nombre es Hugin; supongo que sabrás lo que eso significa. Antes de nada, ¿estas familiarizada con el término "Ragnarök"?

Notas de juego

Tirada de Inteligencia + Academicismo, con un +2 :p

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12/09/2011, 13:46
Director

El cuervo entra en el coche, y, como si nada, se posa en el asiento del copiloto.

- Tu sigue conduciendo y no me mires, no sea que vayan a pensar que estás mal de la cabeza. Soy Munin; tu padre me ha enviado para darte un mensaje