Partida Rol por web

La lógica de las hogueras

2. PANDEMÓNIUM - Novokovo entre tinieblas

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28/04/2022, 04:22
Director

Un brazo sobresale de la tierra. Es una extremidad putrefacta, grisácea, carcomida por el tiempo y los gusanos. El graznido de los cuervos es enloquecedor. Las lápidas tiemblan allí donde los muertos luchan por librarse de sus prisiones subterráneas. Salen de la tierra como topos, cubiertos de lodo, con la ropa que debía abrigarlos en su descanso eterno hecha jirones, las cuencas de los ojos vacías, y se mueven torpemente, como títeres guiados por hilos invisibles.

Los muertos vivientes son cuatro. Los que están en mejor estado tienen algunos mechones de pelo pajoso colgando sobre sus frentes; los que son cadáveres arcanos tienen huesos amarillentos asomando de entre los restos de carne que aun tapan sus osamentas. Emiten sonidos guturales, pero salta a la vista que estas criaturas carecen de inteligencia: están aquí para matar a los vivos.

Los cadáveres ambulantes arrastran los pies por entre las tumbas. Caminan a una velocidad sorprendentemente rápida. Dos de ellos avanzan hacia Heinrich, uno hacia Cornelius, y otro hacia Laurien. Los cuervos, aun posados sobre el árbol, baten alas y chillan, casi como un gesto triunfal y burlón a la vez.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ficha de los zombis:

Niv.1 / ATQ: +0 (Zarpazo o mordisco 1d4) / DEF: 11 / PV: 6

¿Enfrentar a los zombis? De ser así, por favor hacer las tiradas relativas al combate (están detalladas en la escena de reglas). ¿Huir? Para huir, van a hacer falta algunas tiradas de Destreza dificultad 12... podéis hacer la primera ahora. Aviso que derrotar a los zombis puede dar como resultado una pieza de información muy valiosa.

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28/04/2022, 19:35
Heinrich von Bassenheim

Heinrich dedicó una última mirada de desafío a los cuervos. Sonrió. Lo consideraban ya una presa vencida, y eso estaba lejos del resultado que el batidor ya había decidido en su cabeza, fuera este acertado o no. No se iba dejar matar. La bruja que dominaba aquellos pájaros perdería la sonrisa antes de lo que a ella le parecía. El juego de verdad había empezado. Se centró en su urgencia más inmediata, los muertos vivientes.

 

Ya había vivido emboscadas en el ejército, claro que eran humanos los que atacaban, y soldados aquellos que le acompañaban. Los que ahora le acompañaban no tenían semblante de luchadores, pero tampoco los zombies parecían tan inteligentes como para ser la misma amenaza que una emboscada militar. Sea lo que fuere, estaba decidido a acabar con aquellos horrores. 

 

-Cornelius, Laurien, huid, yo los entretengo. Avisad a rostro de plata de lo aquí acontecido. -dijo, sin tan siquiera mirarles. Sus ojos eran solo para el enemigo en aquel instante.

 

Dejó caer la pistola al suelo, guardarla o recargarla le quitaban un tiempo vital en aquel momento. Sacó su mosquete, apuntó y disparó. Quizá por la sorpresa, su disparo no fue todo lo certero que le hubiese gustado. No importaba, aquello solo era un aviso. La nube de pólvora se disipó, tras lo que lo dejó caer al suelo, y desenfundó su espada.

-Ahora si que no escapáis- susurró para si

Y se lanzó a por el primero de los zombies que le atacaban. Atacó con toda la saña que tenía guardada de hacía unas horas. Su estoque brilló a la luz de la luna, anticipando el triunfo...

- Tiradas (3)
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28/04/2022, 23:10
Dr. Cornelius Kotzträppus

En ningún caso Cornelius podría haber previsto tan macabra, delirante escena, aferrado como estaba a sus académicas maneras de tratar este y los demás asuntos con anterioridad, durante su existencia.
Hasta ahora, que testigo como estaba siendo de aquellos acontecimientos, y viendo en peligro sus vidas, pronto llegó al razonamiento de que dependían del batidor, en este caso, para salir airosos de aquella; a no ser que la hermana Laurien contara con algún talento marcial, que desde luego, él no tenía, o sobrenatural, que llegados a este punto tampoco lo descartaba.

La hermana Laurien era extremadamente comedida. Las personas guardan secretos.

El graznar acusador de los cuervos ahora era ensordecedor, y dos de aquellas criaturas infames se aproximaban a Laurien y Cornelius, mientras Heinrich encaraba otras dos. El anciano se esforzaba por procesar todo aquello, haciendo un verdadero esfuerzo, por no sucumbir al pavor. Blandía ante sí su bastón, como única arma aceptable, y miraba a la joven por el rabillo del ojo tratando de saber donde estaba y no desorientarse en aquella espantosa situación.

Otra detonación iluminó brevemente la escena, y se escuchó la voz grave de Heinrich, marcial soldado en la lucha, que con la sangre de hielo desgajaba con su acero a uno de aquellos engendros del mal.
Pretendía luchar él solo, pues con toda seguridad podría acabar con los cuatro, pero pensó Cornelius que mala idea era esa de separarse de él, que el cementerio era amplio. A buen seguro Rostro de Plata estaría de camino, alertado por los disparos. Tendrían más posibilidades junto al experto batidor, y no iba a dejarle solo.

Aprovechando el fogonazo, y teniendo encima a otro de aquellos terribles seres muertos que se alzaban en el cementerio, Cornelius buscó ingenio alguno, desesperada idea, que pudiera retrasar, o hacer caer, o bloquear, o al menos perder pie al maloliente espantajo y a su tétrico gemelo; algún engaño que les diera, a Laurien y a él mismo, algo de tiempo para situarse cerca de Heinrich, o ayudarle en el combate.

- ¡Esos malditos cuervos, parecen la llave de esto!¡El vil resorte orquestado, para esta fatal trampa ímpia y antinatural, Heinrich, mejor quedarnos!, ¿dónde va un pobre viejo a tientas en este cementerio brumoso y embrujado? A buen seguro el halcón ya se dirige hacia aquí... Laurien tiene la caja, quizá la buscan a ella, ¡¡protegedla, protegedla...Hein...!!

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cornelius trata de esquivar a la cosa mientras se protege con su bastón, intenta adoptar una posición ventajosa que le permita analizar la situación en busca de algún elemento del entorno o algo que les pueda ayudar. No va a abandonar a Laurien y Heinrich (Siento la rebelión). Al lorito con la caja esa chic@s.

Creo que para esquivar tiro +INS y DES, no sé si antes del ataque o ahora, dejo hecha una tirada a discreción del Director. 

(He marcado oculta por si se usa después del ataque, espero hacer bien)

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29/04/2022, 18:08
Shadha al-Qanan

El camino hasta el ayuntamiento transcurre sin sobresaltos. La aldea duerme en paz. El guardia que está apostado en las puertas del cabildo parece necesitar con urgencia una buena dosis de sueño. Se cuadra para recibirte. Tu presencia le ha dado una bienvenida inyección de temor y adrenalina.

El sucio y pequeño calabozo está en el subsuelo, y allí permanece Shadha al-Qanan, de las tierras del desierto. Está en la esquina de la celda, con la espalda apoyada en la pared y los brazos rodeando las piernas. No duerme. Sus ojos, dos perlas de ónice, están clavados en ti.

—¿Y ahora qué, enmascarado? ¿Tortura? ¿Ejecución? No tengo nada más que decir. Haz lo que tengas que hacer.

Notas de juego

Da por hecho que tienes la llave de la celda ;)

Acerca del encuentro con Dina... buf, qué escenaSSSSa que quedó. Gherim es tan impredecible que yo ya daba por sentado que Dina estaba muerta desde el momento en que contó la verdad sobre Kaden y la masacre del granero. Lo último que esperaba era la reacción que finalmente tuvo ( y efectivamente, Dina es una mujer inteligente, así que sí entendió que Kaden es tu padre). Chapeau, caballero, chapeau.

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30/04/2022, 09:57
Ser Gherim van Wayden

La presencia fantasmagórica que accede al calabozo parece emerger de entre las nieblas del tiempo. Su sombría silueta se recorta en el umbral emitiendo destellos de plata. Es la personificación de una venganza no consumada, fuego ardiendo bajo una piel mancillada. Puro odio esculpido en carne y hueso.

—Tomaré vuestro relevo. Retiraos —ordena al guardia. Y lo hace con tal frialdad, que pareciera que la voz reverbera en el pensamiento del centinela, un insidioso eco en el interior de su calavera.

En la soledad que le sucede, el último de los Van Wayden, el hijo de un linaje maldito, se planta firme ante la hechicera de piel de ébano. La mujer aún guarda redaños para desafiarle en el interior de su jaula. Ser Gherim no se inmuta. En otros hombres, otros inquisidores, aquella mujer habría podido despertar un indómito deseo de ser forzada y ultrajada allí mismo, generando el mismo placer que aquel que otorga someter a una bestia salvaje y majestuosa para demostrar su estéril aura de poder. Pero en el enmascarado aún existe algo intangible, algo inmaculado, algo incorruptible.

Honor.

Como si fuera el Emisario de la Muerte abre la celda y accede al interior.

Cierra con llave.

En silencio, obviando la bravura y el reto que laten en las preguntas de Shada al Qanan, Ser Gherim van Wayden la observa sin pestañear. Esmeralda clavándose sobre obsidiana.

Silencio. El más absoluto de los silencios.

La pregunta flota en el éter: ¿Qué crees que estoy dispuesto a hacerte, hechicera?

Ser Gherim deja que la miríada de respuestas carcoman el alma de Shada, debilitándola. Y lo hace durante un largo instante, antes de hablar. Es joven, pero todo un prodigio en la materia. Él es la esencia misma del miedo que encoge los corazones de los hombres, sean o no infieles a Fenre. No está dispuesto a renunciar a eso.

De repente, la mano de Ser Gherim revela su verdadera naturaleza y, como la zarpa del halcón, cae en picado sobre el rostro de Shada al Qanan, tapándole la boca y alzándola en pie.

—Escuchad. Y escuchad bien. He venido a sacaros de aquí... Con una condición —musita, sus labios muy cerca del oído de la extranjera. —Me ayudaréis a derrocar al Imperio Antoniano. Me ayudaréis a traer Justicia a esta tierra. La Justicia que Fenre nos ha negado. A cambio, os ayudaré a reconstruir la vuestra.

La mano de Ser Gherim parece tallada en mármol, fría e inamovible. El enmascarado mira fijamente a Shada al Qanan sin cederle un mísero hálito.

—Os juro por mi honor que caeré muerto si no lo consigo.

>>No tenéis tiempo para pensar. Uníos a mí o seréis quemada viva tras sufrir los tormentos del Maestro Torturador. Vuestra tierra será pasto del olvido y el don que atesoráis en vuestro interior se habrá perdido para siempre. Soy vuestra única oportunidad. Soy vuestra última oportunidad. Asentid con la cabeza... O negad.

Notas de juego

¡ESTO NO TE LO ESPERABAS, ¿EH?! ¿¡QUÉ ES DEWEY SIN UN PLOT-TWIST-AND-SHOUT!? XDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Me encanta sorprender a mi Baalis. ^^

No me voy a repetir mucho, pero está quedando una partida canela fina, tío. Muy compacta, muy rica en escenas muy intensas y con una trama atrapante. Así es muy fácil rolear. ;-)

Dina, junto con Shada, mis PNJs favoritos. Te salen bordadas, macho.

Me he tomado como licencia amedrentar al guardia para quitármelo de en medio y charlar con Shada a solas, pero tú me dices si hay que tirar algo, por supuesto. Tengo un avieso plan en mi mente para armar un Christopher ahora mismo. Ya verás, ya.

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30/04/2022, 15:47
Shadha al-Qanan

Shadha estaba preparada para todo: para las tenazas ardientes, el potro, la horca, la hoguera o el garrote vil. Pero no estaba preparada para esto. La vida y la libertad eran ya posibilidades ajenas, esperanzas tan muertas como la familia de Dina. Con tu mano tapando su boca, le ofreces un trato. La extranjera se envara y abre tanto los ojos que pareciera que están a punto de salirse de sus cuencas. Tarda unos segundos en asimilar tus palabras. Unos tres, aproximadamente.

Shadha al-Qanan asiente.

No hay ventanas en el calabozo. El escape no es posible en el subsuelo donde os encontráis ahora. La escalera da al patio interno del cabildo. A estas horas, el alcalde Minsky y un par de criados estarán durmiendo en el interior del edificio principal del ayuntamiento. El único guardia estará apostado en algún lugar fuera del calabozo. Tendrás que hacer algo con él si quieres salir de allí con la extranjera sin ser detectado.

—El Imperio Antoniano... —susurra Shadha, sacudiendo la cabeza, una vez que retiras la mano de su boca [1]—. ¿Qué es el Imperio Antoniano para vos, inquisidor? Escuchad: mi misión es sagrada. Si esto es lo que debo hacer para salvar mi ciudad, Azaat-Nam, entonces lo haré. Pero debo advertiros: no mancharé mis manos con la sangre del pueblo antoniano. 

Notas de juego

[1] Asumiendo, claro, que la dejas hablar. En caso contrario, hacemos un retcon y ese diálogo de Shadha no existió nunca.

Ya me dirás cuál es tu plan de escape. Si es con sigilo para que nadie os vea huir, tirada de Sigilo dificultad 12. Si quieres matar al guardia, tiradas estándar de combate: es un PNJ de nivel 1, no te será difícil matarle. Si te irás excusándote en tu autoridad inquisitorial (que puedes usar perfectamente, después de todo, habéis sido vosotros los que colocaron a Shadha en prisión, también la podéis sacar de allí), al día siguiente en la aldea se sabrá que el inquisidor enmascarado ordenó que se libere a la extranjera. Esto, asumo, podría también traerte conflictos con tus compañeros.

En cualquier caso, el pobre guardia ya es testigo de que visitaste a Shadha. Wrong place, wrong time.

No me voy a repetir mucho, pero está quedando una partida canela fina, tío. Muy compacta, muy rica en escenas muy intensas y con una trama atrapante. Así es muy fácil rolear. ;-)

Dina, junto con Shada, mis PNJs favoritos. Te salen bordadas, macho.

Se me hizo difícil pensar qué haría Shadha en esta situación. En base a lo que ya establecí acerca de ella, decidí que su motivación central es salvar a la bruja, instruirla en el bien y enseñarle a usar sus poderes para sanar su ciudad natal, Azaat-Nam. ¿Ayudarte a derrocar al Imperio Antoniano? Depende de qué signifique eso... Shadha no avalaría un genocidio ni la matanza del pueblo llano, pero ¿derribar una dinastía gobernante? Puede que Shadha no tenga conflicto con eso.

Te digo que vamos por un 40% de partida jugada y esta ya va siendo mi favorita de todas las que dirigí. Antes de eso, mi favorita fue El hambre que vendrá (la del recaudador). Este grupo tiene una dinámica genial, con muchísima interacción entre PJs. De Niniel ya me esperaba una gran jugadora solamente por sus positivos, pero Lucius y Mori fueron dos auténticos hallazgos.

Esta partida me gusta tanto que ya ando pensando en posibles secuelas: una investigación en un monasterio a lo El nombre de la rosa, una misión diplomática al continente arábigo de Shadha al-Qanan, dar caza a una secta herética en Fenregrado (nuestro Vaticano casero)... ¡Tantas ideas, tan poco tiempo! xDD

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30/04/2022, 19:16
Dr. Cornelius Kotzträppus

El anciano se esforzaba por procesar todo aquello, haciendo un verdadero esfuerzo, por no sucumbir al pavor

- Tiradas (1)
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30/04/2022, 18:30
Ser Gherim van Wayden

Ser Gherim asiente con sobriedad, liberando a Shada de su tenaza, ambos danzando ahora el baile de los conspiradores entre susurros. [1]

—Vos no mancharéis vuestras manos de sangre —Por la forma en la que lo dice, Ser Gherim sabe bien quién ungirá sus manos en el velo carmesí de ser necesario. —Pero debéis estar preparada para morir. Lo que voy a proponeros así lo exige, me temo. Jamás habría irrumpido aquí de no ser por vuestro coraje. Sé que estabais dispuesta a morir con vuestros secretos por proteger la memoria de vuestra tierra y de vuestros protegidos. Para mí, eso significa algo...

>> Toda mi vida he luchado por mis recuerdos, hechicera. Recuerdos que antes fueron personas. Personas que fueron asesinadas durante la guerra. Desfiguradas, de una manera u otra. Mas esta noche... —Silencio.—Esta noche... he comprendido que lucho por las cenizas de un pasado que ha barrido el viento largo tiempo ha —revela el enmascarado, su voz un susurro con el filo de una guillotina.

La pregunta sobre el Imperio Antoniano demanda una reflexión personal. Ser Gherim inspira profundamente antes de contestar.

—¿El Imperio, decís...? Solo es la punta del iceberg. La corrupción devora las entrañas de nuestra tierra. Antongrado... Herenhout... La propia Inquisición. Vos misma lo dijisteis. Esta tierra se marchita entre ríos de sangre y lágrimas, sacudida por guerras, epidemias e injusticias. ¿Y dónde queda Fenre? ¿Dónde está el Dios de los Hombres? —Ser Gherim traga, y se sorprende al hacerlo sin dificultad. La extranjera no es parte del círculo interior que antes le aprisionaba. Ahora toda la rabia, toda la impotencia y todo su rencor hacia el orden establecido salen a relucir. Sus pensamientos afloran en libertad. Su corazón late con fuerza, como el aire que penetra en sus pulmones.

—Teníais razón. Nuestro dios nos ha abandonado. Lo hizo hace mucho, decepcionado con su creación. No somos dignos de él. Y en su silencio, los opresores, falsos adoradores de Fenre, han aprovechado su ocasión para abrir de piernas a esta bella tierra y ultrajarla sin piedad. Hoy... Esta noche... He visto el rostro de una mujer inocente. He mirado a los ojos a una mujer buena a la que una vez consideré mi enemiga. A una mujer a la que le ha sido arrebatado todo. Hasta las lágrimas...

>> He tomado mi decisión: No pienso tolerarlo más... —sentencia, tensando la mandíbula en un colérico siseo.

La Bestia aún late en su interior.

—Cuando era aún joven, un gran hombre [2] me educó para creer que venimos a este mundo a dar lo mejor de nosotros, no a tomar cuanto nos apetezca de él. Con su muerte, olvidé aquella valiosa lección... Pero, esta noche... Esta noche he recordado.

El Rostro de Plata es pura vehemencia. Agarra a Shada por los hombros y la acerca hacia sí.

—Ayudadme a cambiar esta tierra. Si en verdad podéis educar a la hechicera, ayudadme a hacer un mundo mejor. Entended esto: esa joven, si estáis en lo cierto, tiene el poder no solo para salvar Azaat-Nam... Sino para salvar el mundo.

Mi redención.

—Nuestra causa despertará temibles enemigos, hechicera. Solo un ingenuo pensaría lo contrario. No penséis ni por un instante que la Inquisición olvidará vuestra contribución a la causa si aceptáis mi propuesta, por limpias que estén vuestras manos de sangre. Os diré la verdad: el árbol de la libertad solo puede regarse con la sangre de los tiranos —declara un sombrío pero impertérrito Ser Gherim. Verdaderamente vive cada una de las palabras que salen de su boca.

—Pongamos fin a las tiranías. Traigamos un nuevo amanecer.

Ser Gherim extiende la mano a Shada, expectante.

Notas de juego

[1] Perfectamente asumido.

[2] Hago alusión a su mentor, el viejo Colmillo de Hierro que hizo las gestiones para que la Inquisición lo acogiese. Aunque Gherim dice con su muerte, esto no quedó confirmado cuando lo comentamos antes de empezar. ;-)

Véase que la reflexión de Ser Gherim es... bastante profunda. Este tío no quiere solamente derrocar la cúpula del Imperio... ¡Quiere un cambio drástico a nivel social en toda Alurnia! ¡QUIERE A UNA PROFETISA! O_O

Qué plot-twist te dejo ahí en el hangar, ¿eh? ;-D

Puede que después de todo Ser Gherim no sea el héroe que Alurnia merece, pero sí el que necesita en este instante. ^^

El plan de fuga te lo dejo esbozado aquí pero no lo roleo con Shada hasta que estreche la mano de Gherim. Asumo los riesgos, ya me conoces. Voy con todo. ¡COMO PARA NO IR CON TODO CON EL ÚLTIMO DE LOS VAN WAYDEN! :-D

1) Al guardia no le voy a dar matarile, que no tiene culpa de nada. Si fuese Hans Grüber, ya te digo yo que un pistoletazo en la oreja se lo llevaba xD.

Tampoco voy a salir con sigilo porque si me sale mal, pues ya tenemos fandango. ¡Pero es que si me sale bien es incluso peor! ¡Inquisidor prorrumpiendo en calabozo a horas vespertinas para yacer con hechicera hereje! ¡Ya veo los tabloides! ¡ESCÁNDALO EN NOVOKOVO!

Mi idea si Shada acepta (aunque me he pegado un speech bueno, si hace falta tiradón, me lo dices y la hago en el momento), es sacarla de allí montando un pequeño numerito (lo tengo todo estudiado) con el vago pretexto de que la necesitamos para investigar un perturbador hallazgo en su hogar, algo simple y sin mucha complejidad pero que inquiete un poco al guardia. Luego ya la liaré del todo, ya te lo podrás figurar.

La prioridad es sacarla de allí aprovechando la noche, claro.

2) Mi idea es asociarme con ella para atrapar a la bruja antes que mis compañeros (que no se diga que no esquivo el metagaming XD). Algo me dice que Shada es un PNJ con ciertos recursos (quizás no una amenaza, pero sí útil para rastrear a la hechicera). A ver qué me vas diciendo y, por supuesto, estoy abierto a lo que proponga Shada, claro. Mi alianza con ella es sincera, desde luego. En este post te he desvelado gran parte de la psicología oculta de Ser Gherim. Creo que es evidente que su motor principal en la trama era la sombra de la guerra de los destronados y que, en realidad, dista mucho de ser un Inquisidor tan clásico e inmisericorde como decía ser. Dina tiene gran culpa en esto último, por cierto. La violencia a Gherim le viene por el odio que no puede soportar carcomiéndole las entrañas. ¡En el fondo, este Van Wayden podría ser un agente de cambio para todo el reino!

Tema que habrá que abordar en otras partidas es si esa inquina que tiene contra los antonianos puede traicionar sus, en principio, nobles intenciones de cambio.

Respecto a todo lo que propones en dinámica inquisitorial... Solo puedo decir que el hermano Llagas y Pústulas, villano trastornado a la Dewey, está preparado. Ya sabes que me gusta dar alternancia a mis adalides. ^^

Celebro que te esté gustando tanto la partida. Aunque ya te he dicho lo que opino yo como jugador, a mí me agrada mucho que el Narrador se lo esté pasando también de vicio. Es la señal de que todo encaja a la perfección.

Abrazo, amigo Baalis.

Y sí. DOUBLE POST!!! xDDDDDDDDDDD

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01/05/2022, 14:49
Shadha al-Qanan

—Nunca he temido a la muerte. Mi misión demanda que esté lista para morir en cualquier momento. Mi misión... nuestra misión.

Shadha al-Qanan estrecha tu mano.

—La verdad brilla, enmascarado. Habéis visto la luz. Cuando os conocí, estuve segura de que la corrupción que azota vuestro continente también había tomado vuestro corazón. Pero habéis cambiado. La mujer sin lágrimas os hizo cambiar, decís. Todos podemos cambiar. La portadora también. Ella puede curar mi tierra... y también la vuestra. Es poderosa, mas su poder es salvaje, apenas domesticado. Lo que ha sucedido en esta aldea no es ni una décima parte de lo que es capaz de hacer. Es capaz de enormes atrocidades... o de enormes milagros. Tal es lo que me ha sido revelado por los arcanos.

>>Escuchad con atención: todo lo que he podido averiguar acerca de la portadora de Novokovo ha sido gracias al cofre que me habéis arrebatado [1]. Dentro de ese cofre hay un artefacto que me permite rastrear fuentes de magia. Bajo ninguna circunstancia ese objeto debe ser utilizado por un mortal sin entrenamiento. Su uso cuesta sangre, mente y alma, enmascarado, y no estoy dispuesta a que nadie más que yo pague tan elevados costos... por no decir que la utilización errónea del artefacto podría ser la perdición de todos nosotros.

>>Recuperad ese cofre para mí. Traédmelo y, en unas horas, podré concluir la búsqueda. Encontraremos a la portadora. Sanaremos el mundo. No más podredumbre. No más cadenas. Farhad lashaq —dice, en su aterciopelada lengua natal—. Por un nuevo amanecer.

Notas de juego

[1] En este momento el cofre lo tiene Laurien.

Baia baia. Sorprendido me ha dejado, Sr. Douglas Finn.

Si hay algo que no esperaba en absoluto era este tremendo giro de los acontecimientos. Quedo atento al numerito de Gherim, a ver cómo decide sacar a Shadha de prisión. Junto con eso, necesitaría que me indiques si piensas llevar a Shadha de vuelta a su casa, u ocultarla en algún lugar hasta que termine todo (para bien o para mal).

En este segundo capítulo Novokovo va a volar por los aires. Avisado estás ;)

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01/05/2022, 16:35
Ser Gherim van Wayden

 

 

 

Notas de juego

CHALLENGE ACCEPTED!

No esperaba menos de ti, debo decirlo.

Si Gherim y Shadha sobreviven, acabo de visualizar la frase final de Rostro de Plata a la extranjera. ;-)

Te expongo el plan completo en movimiento mañana, pero no dudes en pedirme edisió en cuanto proceda. Así agilizamos a tope. ^^. La idea que tengo (aún añadiré algún detallito) a grandes rasgos es: diré al guardia que me la llevo a investigar una vez más su ajuar doméstico y luego le prenderé fuego a la casa de Shadha para dar el pego de que es una hechicera loca y casi me mata cuando escapa. Algo de paranoia siempre nos ha gustado, ¿no es así? ;-D

En realidad la pondré a salvo en otro lugar. A poder ser, alguno que no esté muy lejos.

Me alegra haberte sorprendido, amigo. Era una jugada que tenía en mente desde que llegamos a Novokovo, pero no la había dado por cerrada. Si salía, salía. Y si no, pues pa' lante también.

Ahora tengo la sensación de que Gherim es un PJ más completo todavía.

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01/05/2022, 20:30
Laurien Groote Stroek

Un nuevo ahogado grito llenó los pulmones de la joven Laurien, uno que logró ahogar a duras penas mientras contemplaba aterrada la escena que ante ella tenía lugar... Los muertos se alzaban... Los graznidos de aquella conspiración se clavaban como agujas en su sien, su sonido era como pulsaciones martilleantes y rítmicas que aceleraban sus latidos.

Escuchó la petición del hermano von Bassenheim y las palabras del hermano Kotzträppus y negó para sí pues ella también era una inquisidora, una que confiaba ciegamente en Fenre, una que había sido bendecida con su luz... Luz... La luz era el faro, el fuego en la más oscura noche...

Laurien tomó el símbolo de Fenre entre sus manos y comenzó a rezar un salmo, uno que esperase que tomase el llameante cuerpo de Fenre y quemara hasta la última pluma de aquellos cuervos, hasta el último jirón de carne de aquellos demonios para que así sus almas fueran purificadas...

Confiteor Fenre Omnipotenti
tú eres la luz de nuestros ojos,
el fuego de nuestros corazones,
el calor de nuestras entrañas.
Tuyo es el sol que calienta nuestros días,
tuyas las estrellas que nos guardan en la noche oscura...
Fenre, defiéndenos.
El mal nos acecha y la muerte despierta.
Que tus llamas purifiquen sus impíos corazones

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02/05/2022, 14:18
Director

El mosquete de Heinrich falla, pero deja una intensa nube de pólvora desde la que el batidor emerge, estoque en mano, y se abalanza sobre aquellas blasfemias [1]. Su corazón late al ritmo indicado, la sangre presiona contra sus venas, sus ojos están fijados sobre el horror al que ha de poner fin. Uno de los cadáveres andantes abre sus fauces y unos cuantos gusanos caen de ellas. Su aliento hiede: es muerte, podredumbre y corrupción al mismo tiempo. Intenta hincar sus dientes en la carne de Heinrich pero el batidor es más rápido; con una grácil finta le hace perder el equilibrio, y con un revés le tajea el pecho. Del muerto viviente no mana sangre.

Heinrich hunde su estoque en la criatura [2]. Dos palmos de acero se entierran en su garganta. Las manos del cadáver tiemblan, y de su garganta sale algo parecido a un grito de dolor. Entonces, como si fuera un títere al cual le han cortado súbitamente los hilos, se derrumba, inerte; el muerto regresa a la muerte. Sea lo que sean estos monstruos, no es mucho lo que se requiere para ponerles fin.

En ese breve instante en que Heinrich está retirando el estoque del cuerpo inanimado, un segundo cadáver se le acerca por detrás. La boca de la criatura va hacia su cuello, pero los instintos del batidor están aguzados, y dando un codazo hacia atrás impide que el mordisco le desgarre la yugular. No obstante, los dientes se hunden en su tríceps izquierdo con una saña inusitada, atravesando tela, piel y músculo. Heinrich siente cómo la sangre caliente impregna sus ropajes [3].

Cornelius, entretanto, está siendo acosado por un tercer cadáver, que avanza lento pero seguro hacia el erudito. Pero, loado sea Fenre, el anciano inquisidor no anda indefenso: en esta situación un bastón es mejor que nada, y Cornelius, zarandeando el bastón de izquierda a derecha, logra mantener a raya al cadáver resucitado [4]. Sin embargo, el reanimado sigue allí, a un metro de distancia, aguardando con hambre impaciente. Los ojos del erudito van de aquí para allá, intentando encontrar algo... y sí, hay algo: los cuervos. No son solamente aves poseídas. Son ojos. Hay alguien viendo a través de ellos. Los cuervos graznan a los muertos, y luego hacen movimientos con el pico hacia vosotros. Alguien controla los cuervos, y a través de los cuervos, controla los cadáveres [5].

Laurien se aferra al símbolo de Fenre. Es el símbolo del Dicasterio: un corazón atravesado por una espada. Una poderosa fuerza arcana que mana del cuerpo de la inquisidora se concentra en sus manos, tornándolas luminosas como dos soles. A cada palabra de su salmo la luz se torna más fuerte, más ardiente, más cegadora, más purificadora. El símbolo de Fenre que la hermana Laurien sostiene se convierte en un astro que quema el mal [6].

Una oleada de luz se expande por la inmediatez del cementerio, pasando por encima de los cuerpos reanimados y de los cuervos. Uno de los pájaros poseídos se prende fuego al instante y muere entre sollozos lastimeros. Cuando su cuerpo toca el suelo, ya no es más que un cúmulo de cenizas negruzcas. Las otras aves lloran la muerte de su compañera y el daño que también han sufrido: aunque no están muertas, sus plumas están chamuscadas y maltrechas. La luz de Fenre bate los cadáveres, tumbándolos al suelo y dando un respiro a Heinrich y a Cornelius. No obstante, ninguno de ellos ha muerto, aunque han sufrido heridas graves: sus pieles, ya de por sí podridas, ahora muestran quemaduras feas, desprenden un asqueroso olor a carne quemada, mientras que los pocos ropajes y cabellos que tenían se han desintegrado.

Cuando la luz termina de dispersarse, uno de los cadáveres tumbados por Laurien, arrastrándose por el suelo, llega hasta su pierna derecha [7]. Muerde con tanta fuerza que sus dientes tocan la tibia de la inquisidora. Un rayo de dolor estremece azota hasta el último de los sentidos de Laurien.

- Tiradas (7)

Notas de juego

[1] Heinrich falla el disparo.

[2] Un zombi falla su ataque, Hein acierta en el suyo y le causa 6 de daño, matándolo al instante.

[3] Otro zombi acierta en su ataque y le causa 4 de daño a Hein: está en 5 de vida.

[4] Éxito en la tirada de esquivar de Cornelius.

[5] Éxito en la tirada de Alerta de Cornelius. 

[6] Hechizo de Laurien: 1d4 de daño a todos los zombis. En este momento hay tres zombis, uno atacando a Hein, otro a Cornelius, otro a Laurien. Provoca 1, 3 y 3 puntos de daño respectivamente. Causa 1d2 de daño a los tres cuervos (cada uno tiene 2 puntos de vida). Mata a un cuervo, hiere a los otros dos.

[7] 3 de daño a Laurien, está en 5 de vida.

-0-0-0-

Finalizada la primera ronda de combate. Resumen: Hein herido, hay un zombi con 5 PV atacándole. Cornelius ileso, hay un zombi con 3 PV atacándole. Laurien herida, hay un zombi con 3 PV atacándole. Hay dos cuervos vivos, posados en el árbol, con 1 PV cada uno. Al próximo turno, como efecto secundario del hechizo de Laurien, los zombis tendrán un -2 en sus tiradas de ataque.

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02/05/2022, 16:38
Heinrich von Bassenheim

Heinrich sonríe cuando abate al primera cadáver, y mira de reojo a los cuervos, sea quien sea está asistiendo a la derrota de su primera artimaña. De repente, sintió un dolor punzante en su brazo, aquel muerto le había hincado el diente. Acto seguido un resplandor, como si se hubiese vuelto de día emanó de la hermana Laurien. Su corazón se calentó y tomo renovados bríos para el combate. De esta guisa, da un nuevo golpe con su estoque, y con este otro más, en un baile macabro para devolver al descanso a aquellos cuerpos que decidieron levantarse de donde no deberían. Muerto su rival mas cercano, levantó la vista para ver como les iba a sus compañeros.

Mejor de lo que esperaba.
 

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

No se como va el tema de reparto de daños y tampoco se si un ataque crítico suma daño o no. Sea como sea, primero ataco al zombie que tengo encima hasta matarlo, luego voy a por el que está atacando a Laurien.

 

PD: ya podía haber venido el crítico con el mosquete, hubiera sido un buen inicio de combate xD.

 

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02/05/2022, 17:37
Ser Gherim van Wayden

Ser Gherim asiente despacio. Todas las piezas encajan en el relato de la extranjera. Incluso le revela parcialmente el contenido del cofre. En verdad confía en él. Pero la guerra –la suya- ha cambiado, y mantenerla con vida resulta trascendental para localizar a la Portadora.

—Contad con ello. Ahora necesito saber dónde podéis guareceros, hechicera. Un lugar que no conozca nadie salvo vos. Vuestra casa aquí en la aldea no es segura. Nunca lo fue. Tampoco puedo dejaros aquí. Podrían asesinaros si el mal continúa acechando a la región. Sabéis bien cómo actúan los aldeanos de esta tierra ante la sombra de la superstición —Su mirada continúa siendo siniestra, pero hay un nuevo matiz en sus ojos esmeralda. Es la inquebrantable resolución de vivir la causa por la que se lucha.

—Tal y como os prometí, voy a sacaros de aquí. A tal menester, habréis de interpretar un pequeño papel. ¿Qué tal se os da expresar odio hacia mi persona? —inquiere Ser Gherim mientras esboza una torva sonrisa mientras abre la puerta de la celda y toma una cuerda para maniatar a la extranjera con las manos por delante. El enmascarado tensa las ataduras, sin dejar ningún detalle al azar.

—Voy a entregaros un arma —dice colocándole una capa sobre los hombros con inusual delicadeza y ocultando su daga en su cinto, a la espalda. —No tenéis obligación de utilizarla, pero podría salvaros la vida. Saldremos de aquí rumbo a vuestra casa, mas os ocultaré lejos de aquí mientras recupero el cofre —Ser Gherim dedica una última mirada a Shadha al Qanan, todo su ser concentrado en su nuevo objetivo.

—En marcha.

* * * * *

—Guardia —llama El Rostro de Plata, sobrio y lúgubre, emergiendo de las sombras y custodiando a la extranjera a la que empuja con vehemencia.

—Tu cometido aquí ha concluido por esta noche —declara impávido. —La extranjera desea confesar —añade con una sonrisa siniestra, marca de la casa Van Wayden. —Y me encargaré… personalmente… de que confiese.

El enmascarado lanza una acerada mirada de soslayo a Shadha. Es ahora cuando ella le ayuda a persuadir al guardia de su mascarada. Es ahora cuando ella tiene que mostrarse quebrada para que el embuste tenga sentido y resuene en la memoria del guardia.

Pocas palabras, menor es el riesgo.

Ser Gherim avanza implacable. Su mayor fortaleza es su impronta, su estela tenebrosa. Sabe interpretar demasiado bien el papel de un frío Inquisidor como para no ser creíble ante un atribulado centinela.

—Que Fenre guarde tu camino, guardia.

Ser Gherim van Wayden acaba de perdonar la vida a un infeliz con palabras vacías.

Fenre es él.

Notas de juego

Alea iacta est.

Me he tomado un par de licencias con la cuerda y la capa, pero he supuesto que habría algunas a mano. Tú me indicas.

La idea es sacar a la extranjera sin alharacas, de modo que el guardia crea totalmente controlada la situación por Ser Gherim, sin derramamiento de sangre y con discreción. Si es necesaria alguna tirada para afilar el éxito de la empresa, tú me dices que yo encantado me la juego. ;-)

Me he parado en la salida a la espera de tus detalles. La idea: aprovechando la noche y que supongo que Novokovo estará en la cama, según lo que diga Shadha, la conduzco a un refugio y luego aprovecharé para ir al cementerio a buscar el cofre.

Menuda noche le espera a Ser Gherim, oiga... xDDDDD

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02/05/2022, 19:50
Shadha al-Qanan

—Estáis en lo cierto: no puedo permanecer en la aldea. Vuestro arresto me ha convertido en la máxima sospechosa. Mi escape atraerá la furia de la aldea. Pero esa furia también recaerá sobre vos, inquisidor. Sobre vos y sobre vuestros compañeros. Un kilómetro al noroeste de Novokovo, siguiendo el arroyo, hay una cueva abandonada. Puedo guarecerme allí el tiempo que sea necesario.

>>Expresar odio hacia vuestra persona debería salirme natural —dice la extranjera, con más amargura que humor.

Fuera del calabozo, el guardia observa cómo la extranjera camina con las manos atadas a la espalda. Shadha cumple con su papel a la perfección: camina cabizbaja, a trompicones, lanzando insultos en su lengua natal y en la lengua común de Alurnia.

—¡Bastardo! ¿Más tortura? ¿No fue suficiente la primera vez? ¡El infierno te espera!

El guardia compra la escena. Masculla un tembloroso "sí, señor, a vuestras órdenes, señor, suerte, señor" y os abre paso. Un simple vigía no se atrevería a desafiar a un inquisidor. Una vez estáis fuera de cabildo y fuera de la visión del guardia, cubres desatas a Shadha. Ella cubre su cabeza con la capucha de la capa.

Os movéis entre las sombras de una aldea que duerme. Despacio, para no llamar la atención, y cuando más deprisa al llegar a los confines de Novokovo, cuando las casas son menos y más dispersas. El ronroneo del arroyo pronto se hace presente, allí entre una arboleda flaca y desabrida. La cueva es lo suficientemente grande como para albergar a una persona, pero eso no significa que sea una vivienda cómoda. No obstante, Shadha al-Qanan la acepta de buen grado.

—Es mejor que una celda —dice con parquedad—. Si no presentáis evidencia de que la bruja ha sido cazada, ¿qué hará la Inquisición con vosotros? He oído rumores acerca de la comandante de la Inquisición. Gertrud, ¿verdad? ¿Qué dirá esa mujer?

Notas de juego

Shadha ya está a salvo en las afueras del pueblo. Este post en parte va por curiosidad mía hacia cómo ve Gherim a Gertrud von Koch en este momento ;). Por lo demás, siéntete libre de plantearle a Shadha lo que harás (o no) con su casa. 

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02/05/2022, 20:38
Dr. Cornelius Kotzträppus

¿Acaso era cierto lo que estaban viviendo?. Cornelius hacía un esfuerzo por mantener su mente intacta y no quebrar como un cristal. Impías e imposibles criaturas, del fango sin virtud hálito de muerte, terribles ensoñaciones hechas hueso, gusano y jirones.
Podía aceptar la vileza enquistada en los humanos corazones, la ponzoña creciente en las sociedades, el ansia de poder infinita de los efímeros hombres, podía aceptar las guerras, podía aceptar la Muerte. Pero Fenre no quisiera, que criatura alguna hollase la tierra, surcara las aguas o nadara los cielos, malvadamente animada, como eran estas.

Epifanía del mal, pobre erudito ignorante, ahora tienes delante lo que viniste a buscar. Sin duda hay brujería en todo esto, ¿Verdad, viejo?, mueve tus pies ligeros pues aún queda un siniestro y puede que vengan más. Esta horrenda noche no ha hecho más que empezar. ¿A avenirse empieza ya en tu apolillada sesera La lógica de las Hogueras?

Heinrich von Bassenheim, con serio semblante, y apretadas quijadas era la viva imagen del hombre defendiendo eso, su propia humanidad. Lo que había de bueno, y puro, y noble, en cada uno de los corazones, en contrapunto de una marcial ya casi abnegación absoluta al deber.

Al deber de destruir todo mal, al de luchar hasta el último aliento. El deber del ser humano de seguir conservando esa divinidad perdida, a golpes de sable, dando por la ley su vida. Por la ley de lo que es justo, de lo que es noble, de lo que es bueno. Oh, buen Heinrich von Bassenheim, paladín y humilde abnegado, vuelve tu sangre a regar el suelo, vuelve a arder tu viejo pecho de guerrero.

La hermana Laurien alzaba su símbolo, canalizador de poder, y dejaba escapar una ola de fuego purificador, abandonando la imagen frágil que solía adoptar para dar paso a una fuerza sobrenatural de la que Kotzträppus sólo había leído en sus libros, un torrente divino de fuego que hizo estremecer al anciano. 

Hermana Groote Stroek, escondida tras tu apariencia, y tras tus rasgos templados, te separas de los tuyos, para cumplir tu misión, que es tu condena, que es tu único elemento, que es tu Dios, tu fuego interno. Tragedia divina la tuya, que vives para dar muerte a la ruina inevitable de tus incomprendidos mortales. Blanco faro de ajedrez, en un gigantesco damero, a Fenre entrega, dogma, fe, el único movimiento. Lo único que conoces. Pobre arma delicada, del justo desquite de Dios porteada. Hasta ahora abnegada. Hasta ahora inquebrantable. Atesoras tanta virtud como divina condena. Hermana Laurien. Resiste en estas horas aciagas.

- ¡Hermanos!¡Los cuervos!¡Que bajo el suelo aún quedan cadáveres macilentos que se podrían reanimar!¡Los cuerv...!

Incapaz de ejecutar ataque alguno a su pérfido contendiente en aquellos momentos tétricos, Cornelius trató de esquivar de nuevo al último muerto viviente, con la esperanza de sortear sus desesperados ataques con la ayuda de su bastón.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo mismo que la otra vez, no sé cuándo tengo que hacer la tirada de esquivar, vuelvo a dejar una tirada oculta a discreción del Director. No sé la dificultad. De todas maneras mi modificador es 0.

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03/05/2022, 08:20
Ser Gherim van Wayden

Ser Gherim valora la lóbrega covacha como un refugio suficiente para proteger la vida de Shadha mientras cumple su parte del pacto que ha sellado con la hechicera.

Se avecina una larga noche.

—Mis compañeros no están en esto. No los involucraré si tengo esa opción, mas lo cierto es que la mentalidad de un inquisidor no acostumbra a dejar cabos sueltos —replica mientras cruza sus brazos, valorando si existe una mínima posibilidad de evitar una confrontación directa y mortal con sus hermanos. —Gertrude von Koch es una mujer impredecible y poderosa, pero no está exenta de rivales acérrimos en el corazón de la Inquisición. Si no se atrapa y ejecuta a la bruja, sus enemigos aprovecharán para cuestionarla y la debilitarán. La Inquisición solo atiende a la lógica de las hogueras, hechicera. Solo el fuego les dará paz. Si esta misión fracasa, será considerado un fracaso personal de Von Koch. Al fin y al cabo, fue ella la que nos eligió a mis hermanos y a mí para esta tarea. [1]

Ser Gherim guarda entonces un instante de silencio entregado a la reflexión antes de añadir algo más.

—No puedo siquiera imaginar la ira de una mujer como Gertrude si se ve traicionada o acorralada.

Lo cierto es que sí que puede imaginarla.

Y no es una visión agradable.

De hecho, es de esas visiones que implican una visita a la sala de interrogatorios en presencia del hermano Llagas y Pústulas y su arcano instrumental para ortodoncias.

Gherim dedica entonces una mirada taciturna a Shadha. En la escala de prioridades, ella es más valiosa que él. Solo su hechicería puede dar con la Portadora.

—Para llegar a vos, tendrán que pasar por encima de mi cadáver. Y os garantizo que solo habéis visto la sombra del demonio que habita en mí —dice con un donaire tétrico, consciente de nunca será un hombre bueno. Su alma lleva largo tiempo mancillada por el odio. —Pensaremos en eso en su debido momento, si es que vivimos para ver el sol salir en el horizonte. No solo deberéis ocultaros vos, también la Portadora. Os aseguro que la Inquisición tiene rastreadores muy eficientes. Y a algunos de ellos es imposible esconderles los más inconfesables secretos. Por suerte o por desgracia... estáis al amparo de uno de ellos.

No bastará con que la Portadora devenga en hechicera alineada con una causa justa. Habrá de ser adoctrinada en la fe. Gherim no es un clérigo. Tampoco un hombre docto en más disciplina que el arte de la guerra. Pasan los minutos, y su convicción, aguijoneada por obstáculos e interrogantes, solo se ve incrementada por una serena e inamovible determinación.

—Había pensado en generar una distracción para los aldeanos, mas empiezo a considerar que lo mejor que podemos hacer es apresurarnos y no sembrar sospechas sobre vos. Os traeré el cofre. Sé quién lo tiene —sentencia.

Notas de juego

[1] Esto es especulación mía basándome en los dos primos conspiradores que nos pusiste en el prólogo. ;-)

Lo cierto es que creo que el cambio de Ser Gherim va a salpicar de un modo u otro al resto si todos sobrevivimos al sindiós que me espero, así que ya tengo pensada alguna que otra escena a la Dewey... ^^

¡Cojo mi caballo y voy a buscar a mis compadres! ¡No quemo nada de nada! ¡Hala, decidido! ¡Ser Gherim el defensor de la propiedad privada! xDDD

Ojo, prevengo: no sé cómo de mal estarán las cosas en el cementerio, pero en cuanto llegue me marco una corveta con mi yegua Nébula a contraluz con la luna de fondo y voy directo al atún. ;-D

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03/05/2022, 13:14
Laurien Groote Stroek

Laurien sintió la luz manar de ella, ese sentimiento de calidez y extenuación que la acompañaba cada vez que su cuerpo era usado como la voluntad de Fenre para eliminar aquellos seres impíos. Y entonces sintió el nauseabundo olor de una de aquellas cosas, justamente en el preciso instante en el que sintió como unos dientes mordían su pierna, provocando que emitiera un gemido de dolor al tiempo que aferraba con mayor fuerza el símbolo y clavaba sus ojos en aquellos cuervos.

- Contemplar la voluntad de Fenre... Y tu serás el siguiente... 

Volvió a cerrar los ojos pero esta vez sabía que tanto su compañero Heinrich como ella misma necesitaban ser purificados del mal que podrían causar las heridas de aquellos seres...

Confiteor Fenre Omnipotenti
tú eres la luz de nuestras almas,
el fuego de los pecadores,
el calor de nuestras vidas.
Tuya es la vida que nos nutre,
tuyas las almas que esperan su destino...
Fenre, protégenos.
El veneno nos corrompe y nuestras fuerzas fallan.
Que tu aliento sane nuestros cuerpos. 

Notas de juego

(Perdón si no se entiende algo, ando con fiebre XD)

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04/05/2022, 19:54
Shadha al-Qanan

Shadha escucha meditabunda.

—Entonces Gertrud nos cazará hasta el último rincón del mundo. E imagino que los rivales de Gertrud, si se hacen con la Inquisición, tampoco nos darán tregua. Al final de nuestra misión lo único que hallaremos es la muerte, enmascarado. Tanto si logramos traer un nuevo amanecer a estas tierras como si no lo hacemos, será imposible evadir la oscuridad. Pero eso ya lo sabíamos.

Shadha se sienta en una roca y cierra los ojos, aunque sabes bien que no dormirá. No hay descanso para los portadores del cambio.

Al volver al pueblo, recuperas a Nébula y partes hacia el cementerio en busca de tus compañeros. La escena con la que te topas es dantesca.

Notas de juego

(sigue...)

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04/05/2022, 20:26
Director

En el camposanto de Novokovo los cadáveres no descansan. El combate entre vivos y muertos se libra entre tumbas señalizadas por lápidas de madera y de piedra. Desde las ramas de un árbol retorcido, los dos cuervos que quedan graznan rabiosamente. Aún hay tres resucitados de pie: uno que ha desgarrado el tríceps de Heinrich de un mordisco, otro acosando a Cornelius y un tercero con los dientes aferrados a la pierna de Laurien.

A lo lejos, cerca del cementerio, se oyen los cascos de un caballo. Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá.

Los años de entrenamiento militar se ven reflejados en los movimientos del batidor. Con su brazo izquierdo teñido de carmesí, Heinrich gira para enfrentar a su rival y lanza dos cortes a la altura del cuello [1]. La piel del cadáver se quiebra como si fuera un pergamino antiguo, y su garganta queda seccionada de lado a lado. El estoque de Heinrich carece de piedad y se aboca a destruir por completo el mal: el batidor avanza dos pasos hacia adelante y con toda su fuerza hunde el filo en el corazón del cadáver, que ni siquiera ha tenido tiempo a reaccionar. Y así, el muerto regresa a la muerte.

El caballo está más cerca. Escucháis sus relinchos y el sonido de la tierra agrietándose a su paso. Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá.

El muerto viviente que asola a Laurien se arrastra por el suelo. Tras el hechizo de la inquisidora, hay jirones de carne quemada desprendiéndose de él, dejando a la vista unos huesos amarillentos y carcomidos por el paso de los años. Sus fauces están rojas tras el mordisco que le ha propinado a la hermana Laurien, quien vuelve a tomar el símbolo de Fenre entre sus manos y, recitando un salmo, se prepara para un nuevo encantamiento. El cadáver abre la boca y deja entrever una hilera de dientes putrefactos pero bien aptos para rasgar la piel ajena. Y entonces, justo cuando está a punto de arrancar de cuajo el cuádriceps de la inquisidora, el estoque de Heinrich atraviesa en la cabeza del muerto viviente [2]. Perfora su ojo ciego y todo el cerebro que hay detrás, dándole muerte al instante.

Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá. La montura ya está a unos cien metros de distancia. Una figura encapotada se recorta a la luz de la luna.

El hechizo de Laurien la sumerge a ella y a Heinrich en una cálida luz que llena el alma y sana los daños. Ambos sienten unos instantes de ardor en sus lesiones a medida que las heridas son cauterizadas por la magia. La pierna de Laurien está casi del todo remendada, aunque el brazo de Heinrich continúa doliendo como mil demonios [3].

Entretanto, el hermano Cornelius hace lo que puede por mantener a raya al muerto que tiene encima. Sus bastonazos, sin embargo, no pueden contener al cadáver por mucho más tiempo. Tacatá, tacatá, tacatá, tacatá. El muerto elige el momento exacto para saltar sobre Cornelius... pero el caballo del hermano Rostro de Plata se cruza en su camino. El enmascarado, a lomos de su yegua albina, alza su mandoble y describe un semicírculo de abajo hacia arriba [4]. La cabeza del muerto viviente sale volando por los aires, pero la criatura ha tenido tiempo de hundir sus afiladas uñas en la cadera derecha de Rostro de Plata. Los ropajes purpúreos del inquisidor toman un tono escarlata [5].

Los cuervos, que hasta hace segundos bramaban con insistencia, ahora están quietos, callados, sumidos en un silencio espectral, observando cada uno de vuestros movimientos con cautela.

- Tiradas (8)

Notas de juego

[1] Crítico de Hein y mata a un zombi.

[2] Segundo ataque de Hein, mata otro zombi.

[3] Laurien recupera 4 PV, Hein solo recupera 1. Laurien pierde así otro punto de magia. Solo le queda 1. Tiene que descansar para recuperar lo que perdió.

[4] Éxito en el ataque de Rostro de Plata. No tiro daño porque, a esta altura, siendo un 4 vs 1, el combate está terminado. El zombi muere instantáneamente...

[5] ...pero Rostro de Plata es herido. 4 puntos de daño.

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¡El amigo enmascarado llega justo a tiempo para salvar a Cornelius y presenciar el fin del ataque zombi! Grupo reunido nuevamente. Es de noche, muy de noche. ¿Qué se hará a continuación?