Partida Rol por web

La luz que ilumina la tormenta

Un paseo por Bechafen

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28/10/2014, 20:12
Director

La ciudad de Bechafen coronaba todos los mapas de Ostermark. Los caminos más seguros terminan en alguna de sus puertas de acceso y sus murallas, gruesas aunque no demasiado altas, abrazan a sus ciudadanos y a todo aquel que pagara el portazgo correspondiente y cumpliera la ley.

Una mañana de otoño de 2522, dos figuras surgen de la llovizna que cae inútilmente sobre la tierra arrasada por la guerra. La llamada tormenta del caos, la invasión de Archaon y sus huestes, ha amainado, y ha dejado los restos desolados de un imperio moribundo. Aún queda salvación, dicen algunos. Quizá lo dicen porque si no la hay, solo queda esperar la muerte.

Los guardias de la muralla, que incomprensiblemente resistió semejante embite sin apenas rasguños (los ejércitos pasaron de largo sin detenerse apenas a atormentar los sueños de los ciudadanos y a quemar los campos) se han vuelto más desconfiados. Se cierran en torno a la entrada al ver las armas y el aspecto de guerreros curtidos y les piden la documentación.

Abren los ojos al comprobar que les entregan una carta bien guardada para evitar la humedad. La carta lleva el sello de la orden de Sigmar y viene con un salvoconducto firmado por un alto cargo de la orden. Según ésta, los portadores tienen derecho a pedir audiencia con el conde elector en persona. Los guardias se miran unos a otros. No tenían ninguna información al respecto.

Uno de ellos toma las riendas. Deja entrar a los hombres y les indica el camino hacia el palacio del conde elector. Han de seguir la calle principal hasta una elevación. El castillo, una plaza alta con un edificio sobrio, de aspecto resistente, no tiene pérdida. Allí deberán volver a probar suerte con el salvoconducto.

Notas de juego

Muy resumidamente. Dejo a vuestro rol cómo os conocéis, pero estáis allí porque Hans es un conocido "limpiador" de bestias malvadas y/o caóticas (además de otros tipos de seres malditos, si se tercia). Dado que después de la Tormenta del Caos hay mucho trabajo de este tipo, un sacerdote de Sigmar con influencias os ha llamado la atención para que os dirijáis a Bechafen y habléis con el conde elector en persona, que tiene un importante encargo que haceros, si lo aceptáis.

La cosa es sencilla. En este trabajo, el dinero se cuenta por los recursos del cliente. Y en este asunto, el cliente es un conde elector...

Empezamos, chicos. Cualquier duda, ya sabéis.

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29/10/2014, 17:44
Marco Astarloa

Hacía ya mucho que había salido de Estalia, casi cuando había escuchado hablar de aquel cabrón malnacido de Archaon y todo el jaleo que este había montado con sus huestes, aquellas que amenazaban con acabar con todo el mundo libre y con la humanidad. Lo bueno de luchar contra el Caos siempre era lo mismo, el Caos era el mal. En aquello había una ventaja respecto a los conflictos estalianos, no había que pensar cuál bando era el correcto, el mal estaba allí sin ninguna duda.

Marco no había logrado labrarse la gran reputación a la que aspiraba al combatir contra la gente de Archaon, pero había visto cosas que jamás pensaría y horrores que nunca en su vida hubiera podido imaginar y seguía vivo tras ello lo cuál ya era bastante para la mayoría. Sin embargo él aún necesitaba más por eso se había unido a un conocido "cazador", si es que se lo podía calificar como eso, para ayudarle en sus tareas de "limpieza" y acabar con lo que se le pusiera por delante con la intención de labrarse una gran reputación.

Aquella idea le había llevado hasta donde estaban ahora, en busca del hombre que a todas luces debía ser el que les diera alguna clase de encargo para el que valieran los curiosos talentos de su compañero. - Vamos a darnos prisa, tengo ganas de saber que vamos a tener que hacer aquí y empezar a trabajar en el tema en cuestión. -

Tras eso Marco afirmó el paso y señaló con la cabeza hacia su destino mientras comenzaba a andar en aquella dirección - No hay perdida posible al parecer. -

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30/10/2014, 00:33
Hans Von Drechsle

Desde que partiera de sylvania , con apelativo de noble de Stirland para no atraer las malas lenguas sobre su verdadera procedencia si bien era ya una verdad que ambos estaban en la misma tierra , había viajado haciendo méritos contra cualquier bestia , seguidor de caos o piel verde había encontrado por el camino ;si bien sus labores aún eran pocos , parecía haber ganado cierto renombre , tan solo esperaba estar a la altura y seguir demostrando que era alguien digno para entrar a formar parte de los caballeros pantera . 

Gracias . 

Dice simplemente a los guardias tras volver a guardar la carta en su respectivo lugar para así evitar cualquier deterioro si bien su utilidad estaba por acabar . 

El imperio no se forjó en un solo día amigo estaliano . 

Contestó a su compañero para dejarle por sentado que fuera cual fuera su misión no iba a moverse mucho ; si algo había aprendido es que los más escurridizos eran los cultistas que se ocultaban a simple vista , y también los más peligrosos en cuanto a conseguir apoyo y corromper , en cambio el resto solía ser grupos más fáciles de localizar , aunque también más dificiles de matar por su número . Había que andarse siempre con pies de plomo . 

Normalmente todos los castillos tienen un mismo patrón , visto uno vistos todos , igual que los pieles verde . 

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31/10/2014, 14:19
Director

Las nubes apenas se mueven, como clavadas en el cielo plomizo. La lluvia, casi ingrávida, aumenta la sensación de frío húmedo y exagera los olores malsanos de una ciudad pequeña. Ni siquiera el camino principal está adoquinado, todo lo más, suficientemente limpio para no tener que esquivar restos putrefactos ni baches peligroso. A los lados, las casas se disponen según el espacio libre y la permisividad de un terreno ondulado. Los ciudadanos de Bechafen mantienen la cabeza algo más alta de lo normal en esas tierras ante los forasteros, pero otros tantos escupen al suelo en señal de disgusto y, desde luego, nadie pasa cerca de los dos extraños.

El ascenso es sinuoso, algo incómodo por los charcos acumulados. Cuando llegan al portón de acceso y presentan la acreditación, se les trata igual que a la entrada de la ciudad. Del mismo modo también se les franquea el paso.

-No os detengáis en el patio. Esperad en el vestíbulo - dice uno de los guardias, que señala hacia un pasillo abierto, el típico acceso rápido para las visitas a caballo, cuyo extremo termina en un llamativo portón, a cuyo lado, para los infantes, hay una puerta más pequeña, de una sola hoja, eso sí, igualmente sólida -. Golpead con la aldaba y preguntad por el castellano.

Delante de ellos, a través de un patio convencional, el hogar del conde elector de Ostermark parece apoyado en otros edificios anejos. Uno de ellos, muy grande también, es sin duda el templo de Sigmar. Se separa del patio principal por una sección propia de muralla. Una puerta hecha de gruesa reja conecta ambos extremos. Una pareja de sacerdotes la atraviesa en ese momento. Al pasar al otro lado, el más retrasado extrae un aro de metal surtido con muchas llaves y cierra con dos ruidosas vueltas.

Notas de juego

Siempre que queráis hacer algo y por mi narración (porque yo entienda que son escenas de tránsito, etc) penséis que habéis perdido la ocasión, como por ejemplo haber matado a pellizcos a los guardias, o qué sé yo, no temáis interrumpirme y modifico el post de acuerdo con eso. Normalmente tendré cuidado, pero como digo, en algunos momentos entenderé que vosotros vais a lo vuestro. Así agilizamos.

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31/10/2014, 15:09
Marco Astarloa

Mientras caminaron por el pueblo aprovechando el ascenso Marco advirtió que los ciudadanos de aquel infecto lugar eran cuanto menos poco cariñosos con los viajeros que venían de fuera como era el caso de ellos dos. Entre dientes y con un claro tono que no demostraba demasiado énfasis en aquella situación, el estaliano le dijo a su acompañante - Debo de dejar de juntarme contigo, yo antes levantaba pasiones allá donde iba y aquí me miran como si hubiera violado a sus madres. - amagó una sonrisa de medio lado mientras caminaban. Marco había colocado por encima de si la manta que usaba para dormir durante los viajes, en aquella ocasión le servían de impermeable para evitar que su ropa y demás enseres se calasen.

Tras cruzar e intercambiar unas miradas con los guardias se detuvieron ambos al otro lado donde se encontraban las puertas que debían cruzar para reunirse de una afortunada vez con el señor que les llevaría hacia su tarea en aquel poco agradable pueblo. Con una media inclinación y un elegante gesto de muñeca Marco dijo - Herr "Limpiador" haced los honores y tocar la aldaba, a fin de cuentas vos sois la visita esperada. - en sus palabras se notaba su marcado acento estaliano, pese a que había hecho esfuerzos para tratar de asimilar el reiskpiel más común.

Tras encargarle a Hans que llamara a la puerta Marco observó a los sacerdotes de Sigmar con interés - ¿No adoraban por aquí a Ulric? - fue lo único que se le ocurrió añadir a su compañero en el que confiaba que tuviera mayor y más conocimientos sobre las religiones del Imperio que él mismo.

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01/11/2014, 20:53
Hans Von Drechsle

No seas quejica . 

Le contestó al estaliano con respecto a eso del recibimiento y juntarse ambos . 

Cuanto más alejados está la gente del caos más como tu son , y cuanto más cerca más hombre hay que ser para aguantar . De donde yo vengo , Stirland , no están bien visto ni los forasteros , ni los elfos , ni las costumbres modernas ; y ya no hablemos de los halflings . El mejor recibimiento que puedes recibir en Stirland es que los niños te arrojen boñigas para alejar la mala suerte , en el peor serás recibido por una horda de no muertos . 

Hans llamó a la puerta usando la aldaba como solía hacerse , si bien sus nudillos estaban bien trabajados de llamar a enormes puertas de roble que ya los habían perdido tiempo atrás . Luego escuchó el comentario sobre los dioses , y si bien no era muy creyente siempre era bueno tener en mente a los dioses cuando había peligro cerca . 

Sigmar fundó el immperio , en cualquier parte podrás encontrar un templo en su honor , Ulric estaba antes pero su influencia está más que nada en el norte , cuanto más al norte más posibilidades de que veas sacerdotes de Ulric en vez de Sigmar , y lo contrario es en el sur ; verás más sacerdotes de sigmar o Myrmidia , y creo recordar que este ultimo venía de vuestras tierras . En fin , el imperio adora a muchos dioses , tal vez debería aprendértelos , y rezar más que nada a Morr , dios de los muertos y los sueños , para que te enseñe como librarte de la muerte el tiempo suficiente hasta que él decida que ha llegado tu hora . 

Mientras le hablaban , abrieron la puerta y tal y como los guardias le habían dicho , Hans preguntó por el castellano y le comentó que tenía una carta para tener una audiencia con el conde elector ya que había sido llamado ante su presencia . 

Notas de juego

Creo que con el saber popular del imperio puedo conocer esos detalles . 

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03/11/2014, 20:57
Director

Una chica joven abre la puerta. Su rostro se asoma con curiosidad, como si pasara por allí y de repente hubiera escuchado la aldaba. La visión del hombre armado produce un serio efecto en su ánimo. Abre los ojos y contiene a medias un chillido agudo. Logra serenarse con evidente esfuerzo, tras lo que atiende a las palabras de Hans. Pide entonces que la acompañen y les hace seguirla por un pasillo mal iluminado hasta unas escaleras. Sin decir nada, señala una de las puertas, que está entreabierta. Tampoco espera la chica a ser despedida. Simplemente, cambia de dirección y baja otra vez las escaleras.

La puerta es de buena calidad y está remachada. Tiene una cerradura sólida, de las que solo se pueden abrir con mucha habilidad o con un ariete del tamaño de un toro. El marco entornado deja imaginar que la habitación al otro lado debe de ser grande, está mucho mejor iluminada y su dueño tiene sin duda un gustos obsesivo por los tapices. Esforzando el ángulo hasta el extremo sin abrir más la puerta, puede entreverse la esquina de una mesa, de un negro brillante, como si fuera de obsidiana.

Notas de juego

Me parece perfecto, compañero.

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03/11/2014, 21:21
Wilhelm Träger

-Adelante, ¿a qué esperáis? 

La voz del interior suena enérgica, aunque distraída. Debe de estar muy cerca de la puerta en el momento de hablar, porque sin dar tiempo a reaccionar, su dueño abre la hoja del todo con cierto esfuerzo.

-Bueno, ¿sois los cazadores? - el individuo, alto, bien alimentado, con buen color en la tez y barba cuidada, explora sin pudor a ambos contrarios -. Soy el castellano Wilhelm Träger, responsable de este castillo. Pasad si sois quien creo. El señor llegará pronto, mientras tanto, os atenderé personalmente tanto como mis obligaciones me permitan.

La estancia es un despacho, no hay duda, decorado con la gracia de una sala de banquetes, pero presidido por la mesa negra, que vista en su totalidad está llena de papeles lisos  enrollados, pilas enteras, y abundante material de escritura. Por otro lado, sin duda el material de la mesa es algún tipo extraño de piedra, o mineral. Muy extraño.

-Podéis serviros algo de beber. No me importa compartir mi vino, si no os importa que esté especiado de más.

El castellano no deja de mirar sus papeles mientras habla. No se digna siquiera a mostrar dónde está el alcohol prometido, aunque hay una mesita alta muy evidente junto a una ventana, sobre la que se airea una jarra rellena de oloroso vino (sí, bastante oloroso, ciertamente), junto a una única copa.

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03/11/2014, 22:26
Hans Von Drechsle

En cuanto escuchó las primeras palabras , Hans no esperó y se adelantó para entrar . 

Así es . 

Afirmó Hans . Luego se acercó al vino y lo vertió en la copa que pasó a su compañero antes de beber él ; no es que desconfiara , pero había escuchado mucho de que la paranoia de los cazavampiros que se antrevían a entrar en Sylvania había conseguido mantenerlos vivios ... al menos unos días más de lo que se solía esperar . 

¿ En que clase de labor se nos necesitan ? ¿ mutantes , hombres bestia , pieles verde ? ¿ o son cosas peores ? . 

Preguntó sin ninguna clase de tapujo mientras observaba el lugar y en especial ese metal o mineral tan raro el cual trataba de identificar . 

" ¿ Será que esa cosa está maldita y nos la quiere colar ? , no creo , eso es más de mercaderes , tal vez sea otra cosa o puede que ni esté relacionada con el trabajo " . 

 

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04/11/2014, 15:04
Marco Astarloa

Marco no pudo evitar enarcar una ceja al escuchar el apelativo de "cazadores" con el que se referían a ellos. Duelista, esgrimista, artista del acero afilado. Todas aquellas denominaciones le parecían más correctas para su persona que la de cazador, sin embargo y al parecer no iba a poder hacer nada en tal sentido, así que optó por callarse, mientras entraba a la estancia hacia la cuál les invitaban.

- Marco de Astarloa. - fue todo lo que dijo el estaliano como presentación, mientras se retiraba la manta que le había servido como improvisada capa y la dejaba a un lado de la estancia. Se mantuvo en pie y erguido dejando que su compañero llevara el peso de la conversación mientras él observaba todo con mirada atenta. Cuando Hans le tendió el vaso de vino notó el fuerte olor de este y tratando de no alterar su rostro ladeó el vaso vertiendo parte del contenido en el suelo con algo de disimulo y se lo devolvió a Hans mientras esperaba a que el castellano respondiera.

- Nos gustaría realizar la tarea cuanto antes. - Fue todo lo que apostilló a las palabras de su compañero sin tener aún claro a que clase de demonio, bestia o malhechor les tocaría confrontar.

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05/11/2014, 08:37
Wilhelm Träger

Más atento al destino de la jarra que a los comentarios de los recién llegados, el castellano llena la copa al ver que ninguno se había adelantado. Con un buen primer trago que da cuenta de la mitad del contenido, deja la copa en la mesa oscura, entre los papeles, y contesta con los ojos fijos en la información en ellos contenida.

-Es un monstruo, desde luego - ríe -, aunque no del tipo que pensáis. No quiero adelantarme al conde elector a la hora de proporcionar noticias, pero sí puedo adelantar su nombre. Se trata de Friedrich Günther Hessel, el antiguo tesorero de Ostermark.

El castellano levanta la vista para observar a los aventureros. Su gesto apenas contiene una sonrisa mordaz.

-Pero es un monstruo, os lo aseguro. Se llevó suficiente dinero para serlo, según parece ayudado por artes nigrománticas de origen desconocido. Ahora estará en Kislev. Eso es lo último que yo sé.

Sin rastro de piedad, el siguiente trago del castellano finiquita la segunda mitad de la copa. La deja de nuevo en la mesita junto a la ventana y añade un gesto para que la usen los aventureros.

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05/11/2014, 08:48
Director

Desde el pasillo se escucha el sonido metálico de una armadura pesada, seguido de una exclamación airada, imposible de entender. A la vez, un ruido apresurado, con un jadeo, que se acerca a la puerta.

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05/11/2014, 08:51
Wilhelm Träger

-Atención - carraspea el castellano -. Viene el conde.

Un vistazo al rostro de Träger confirma que su expresión ha mudado completamente. Ya no exhibe un aire de suficiencia, sino un rictus ingenuo y servicial, de ojos muy abiertos y postura estirada.

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05/11/2014, 10:36
Hans Von Drechsle

Al escuchar los pasos y ver la acción del castellano era bastante obvio que se acercaba el conde elector . 

" Así que el antiguo tesorero les ha robado con artes nigrománticas ... ¿ habrá despertado un zombie solo para que cargara con el dinero ? bastante improbable , pero habrá que investigar igualmente " . 

Han tomó posición firme cual soldado ya que los dictámenes de la caballería le exigía que mostrara el debido respeto hacia alguien de tan alto rango . 

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05/11/2014, 22:56
Marco Astarloa

La mano de Marco se pasó por su cara despejándose la frente y el gesto al escuchar las palabras del hombre que tenía frente a él y que les había dado, a él y a su compañero, los primeros detalles del cometido que debían cumplir en aquellas frías tierras. ¿Un tesorero? ¿Un jodido tesorero? ¿Qué honor o que gloria había en atrapar a un orondo y torpe tesorero que había metido la mano en el pozo? 

La cara de Marco reflejaba un ligero aire de decepción, sin duda no era aquello lo que él quería hacer allí pero llegados a tal punto no tenía muchas opciones de echarse atrás o dedicarse a realizar otras tareas diferentes y no parecía aquello muy esperanzador. En silencio y sin decir mucho más salvo una pregunta. - ¿Está seguro que usó artes nigrománticas? -

Es una escusa perfecta para ocultar la incompetencia de sus guardias. Fue lo primero que pudo reflexionar sobre aquello sin embargo antes de añadir algo más escuchó el rumor de que llegaba el conde y se giró de medio lado para afrontar la visita del verdadero patrón.

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11/11/2014, 08:38
Wilhelm Träger

-Oh, sí. Seguro - el castellano interrumpió un momento su silencio de guarda para responder al estaliano -. Me lo contó un miembro de confianza del servicio y lo confirmaron dos sacerdotes de Sigmar.

Justo entonces, precedido por un mayordomo vestido con ropajes escarlata, entró un hombre en edad madura, vestido con armadura completa. Una banda roja que anunciaba su título cruzaba el peto. El aspecto del conde elector Wolfram Herrwig era el de alguien que podría partir en dos con sus propias manos a cualquiera que pusiera en peligro a sus nietos.

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11/11/2014, 08:46
Wolfram Herrwig

-¡Castellano! - tronó el conde elector, tras dejar la espada apoyada en la pared - ¿Son éstos los agentes?

El aludido asintió con gravedad. El conde observó a Hans y a Marco, centrándose en las características más notorias de ambos.

-No parecen malas piezas - reconoció al fin, y a Hans le dio la impresión de que aquello aliviaba un poco el gesto del castellano -. ¿Qué les has contado hasta ahora, Wilhelm?

El castellano carraspeó y le puso al corriente. Mientras escuchaba, el conde elector se dirigió hacia la jarra de vino y apuró lo que quedaba de ella sin molestarse porque el líquido rebosara en su barba cana.

-Ese Littman - gruñó, cuando terminó el castellano -. Ulric, Sigmar y todos maldigan a esa rata marienburgesa -. Confié en él durante años, y cuando al fin miro hacia otro lado, desaparece entre la niebla de la mañana, como un cobarde ladrón ¡hijo de mil putas!

La jarra de vino, ya vacía, terminó pagando la rabia del conde, y fue arrojada hacia la pared más alejada, donde se hizo pedazos con un estruendo que coreó el insulto final.

-En fin. Así están las cosas, ya lo habéis visto. Ese maldito se excusó diciendo que tenía que recaudar impuestos en la frontera y salió con una carreta hace dos semanas. ¡Dos semanas! Con tanto lío después de la invasión de Archaon, tardamos mucho en reparar en la verdad de lo sucedido, y además, no disponemos de un cazador de vuestro tipo, alguien a quien no le importe seguir la pista de otro hombre por Kislev, una tierra salvaje llena de monstruos. Luego, claro, está lo del necromante, con lo que el asunto se vuelve doblemente peliagudo y hace doblemente importante dar con alguien adecuado para estos menesteres. No repararé en gastos para dar caza a ese cabrón atocinado, así que no me negociéis el pago. ¡Ferdinand!

El hombre vestido de escarlata pronunció un sí vacuo, tan neutro como las nubes bajas del otoño. El conde lo miró con gravedad.

-Ve rebañando el tesoro y muestra a estos caballeros, antes de partir, las mil quinientas monedas de oro que les esperan cuando traigan la cabeza de Littman - en ese momento cambió de objetivo y miró de nuevo a Hans y a Marco -. ¿Habéis entendido? Quiero su cabeza. Si viene viva y con el resto del cuerpo pegado, también me sirve, pero me da exactamente igual si toda la carne se acaba al final de esa papada asquerosa. Y os pagaré lo mismo, así que yo de vosotros, no me lo pensaba - Herrwig pasó significativamente un pulgar a lo largo de su propio cuello protegido por el gorjal.

Notas de juego

Perdonad por el cambio de tiempo verbal. Quería narrar en presente de indicativo, pero al final siempre me acuerdo a mitad de post y tengo que remodelar lo que había escrito. Si no os parece mal, escribo en pasado a partir de ahora.

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11/11/2014, 10:45
Hans Von Drechsle

Ha quedado bien claro su excelencia , lo perseguiremos hasta los desiertos del caos si es necesario . 

Aclaró Hans ante el conde elector dejando bien claro el asunto . 

Agradeceríamos una descripción del susodicho , tal vez un cuadro si lo tuvierais , además de conocer el camino o hacia que zona de kislev se dirigía por la dirección que tomó , así sería más fácil rastrearle y asegurarnos de entregaros su cabeza y no la de un doble . 

De ser posible también me gustaría hablar sobre el feo asunto de la nigromancia , he escuchado que 2 sacerdotes de sigmar confirmaron su uso ¿ fueron vistos difuntos moviéndose ? . Las tierras de Sylvania no están lejos , cualquiera con oscuros conocimientos sabría que en esas tierras podría defenderse mejor que escapando hacia el norte , tal vez fuera un agente del caos infiltrado . Igualmente sea cual sea su condición le daremos caza , por los caballeros pantera y por Sigmar de que lo haremos . 

 

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12/11/2014, 18:09
Marco Astarloa

Marco escuchó con vehemencia las palabras de aquel hombre  que acababa de llegar. Sin duda quería dejar muy claro que tarea les encargaba a ellos dos, no le parecía mal al estaliano aquello. - Puede darlo por muerto o por vivo y apresado, vuestro tesorero no tiene oportunidad alguna de escaparse. - comentó mientras se fijaba de forma fija en el hombre que les iba a encargar la misión.

-Marienburgo, ya se sabe. - los hombres de allí tenían fama de comerciantes por decirlo en la forma simple y honesta de la palabra. - ¿Lleva escolta? ¿Se le conoce alguna habilidad posible con las armas? - Aquello era lo primero que Marco consideró importante teniendo en cuenta el tipo de situación a la que se enfrentaban. - Cualquier cosa por insignificante o inútil que os parezca, nos podría ser útil. -

Marco abrió los ojos al escuchar la cantidad de dinero y luego se giró a su compañero, esperando a que los hombres allí presentes resolvieran sus cuestiones para poder comenzar a ponerse rumbo a la situación. - Vendría bien hablar con la persona que le vio usas sus habilidades mágicas, así podríamos saber con precisión a que nos enfrentamos. -

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17/11/2014, 08:42
Director

El conde elector dio, sin saberlo, una lección sobre la naturaleza de la jerarquía al castellano, al mirarlo fijamente y mandarlo a por más vino.

-Ya he mandado por él, señor.

-Y yo te mando a ti por más. Vamos.

El castellano carraspeó, sorprendido y luego nervioso. Asintió sin encontrar forma de verbalizar su obediencia, y salió del despacho.