Partida Rol por web

Con el lacerante dolor latiendo en mi cuerpo, tomo mi revólver y en lo que desde lejos podría parecer un impulso suicida, lo dirijo hacia la criatura que tengo encima...

-¡DEBEMOS SALIR DE AQUÍ!

Retrocedo intentando llevar conmigo a mis compañeros: - ¡Corran! Volvamos a la entrada, aquí somos un blanco fácil. - grité.

Mientras retrocedía todo lo rápido que podía disparé a otra de las criaturas-ratas que se nos echaban encima.

Aún superados abrumadoramente en número, Kellemport no piensa huir hasta que asegurarse de que sus amigos están corriendo con él.

No pienso dudar de las órdenes de mis compañeros.

- ¡AAAAAAAH!

Grito aterrado mientras lanzo cuchilladas ciegas a mi alrededor, intentando apartar a las ratas.

-John tiene razón, ¡debemos retroceder!

Mientras avanzo a trompicones hacia la entrada, vuelvo a disparar a esos horribles seres surgidos del tártaro.

Retrocedéis de espaldas, con las criaturas sobre vosotros, son condendamente rápidas y no lográis zafaros , Maurice mata a la que acababa de hincarle las garras (10) y que tenía prácticamente encima.

El segundo disparo tumba a una de las criaturas que tenía Kellemport encima (4).

Después Kellemport hizo otro disparo alcanzando a una de las criaturas que estaban junto a Robert, alcanzando a la bestia en pleno pecho y quedando ésta en el suelo hecha un ovillo.

Humanoide 2: tras ser apuñalada por Robert se aleja del combate y se agazapa en un  rincón.

Humanoide 5: da un zarpazo a Kellemport en la cadera, una nueva herida a la colección.

Humanoide 6: parece estar borracha o cazando moscas.

Humanoide 7: clava sus garras en el estómago de John, llueve sobre mojado.

Humanoide 8:Su garra se clava en el hígado de O´Rick, otra cicatriz para fardar con las chicas.

Humanoide 9: Imposible dar a Kellemport con tanta rata delante.

Humanoide 11:Igual que la anterior.

Humanoide 12: Su zarpa se hinca en la pierna derecha del médico, por debajo de la rodilla. Primera cicatriz para el doctor.

-¡MALDICIÓN! ¡NOS ESTÁN DEVORANDO VIVOS!

Al ver que John Kellemport está en graves apuros apunto preferentemente a las que se están ensañando con él.

Con la mano izquierda saco el cuchillo de monte para intentar mantener alejadas a las ratas... me encuentro bastante débil y son muchas. Mientras con la mano derecha no paro y abro fuego de nuevo contra una de las ratas que se me viene encima:

- ¡MORID BASTARDAS! -

la adrenalina me reactiva y hace que grite furioso.

Ni siquiera me percato del rasguño de mi pierna. ¡Esas cosas se están ensañando con Kellemport! ¡Debemos matarlas para que pueda darle asistencia médica!

- AAAAAAAAH

Maurice y Kellemport matan a un humanoirata acada uno, las restantes, al ver que la mitad de sus compañeros o compañeras están muertos o muertas o heridos o heridas, salen despavoridas en todas direcciones, no sabéis muy bien si como respuesta a un instinto natural, o bien a modo de respuesta racional y pensante, ya que desconocéis del todo la naturaleza de esas criaturas, jamás pensáseis que algo así pudiese existir...

En cuanto veo que las criaturas abismales se alejan de nosotros me giro hacia John Kellemport, contemplo sus heridas y laceraciones y aviso a Robert para que se acerque también.

-Robert... Debe atenderle... Se han ensañado con el y está bastante perjudicado... ¿Puede ayudarle? ¿Hay algo que yo pueda hacer?

Me acerco a John y comienzo, como buenamente puedo, a limpiar sus heridas y a vendárselas con trozos de tela arrancados de mi propia ropa, como por ejemplo los bolsillos de mi chaqueta.

-Bueno señor Kellemport, lo mío no es la medicina, pero cuando uno se enfrenta al trabajo de campo adquiere ciertas habilidades bastante convenientes.

- Gracias O'Rick, Peabody. - comento mientras me siento y dejo hacer a mis compañeros. Quizá sea la adrenalina pero no soy capaz de soltar mi arma. Mientras recargo el arma intento calmar mi respiración.

- ¿De dónde demonios han salido esas criaturas? ¿Qué son? No había visto jamás algo parecido. -

Reparo entonces en que no he guardado mi cuchillo de monte, miro a Peabody y se lo ofrezco: - Tenga, ni recordaba que lo llevaba. Le será más útil que ese cortaplumas. -  Luego recojo el segundo revolver de mi tobillo y vuelvo a mirar a Peabody: - Si sabe manejarse con un arma de fuego quizá esté más tranquilo con esto. - se lo ofrezco también. Dependiendo de lo que vaya a preferir usar Robert, yo usaré el otro. A partir de ahora o 2 revólveres o revólver y cuchillo.

Examino con cuidado las heridas de Kellemport mientras asiento ante el ofrecimiento del cuchillo. Por mi gesto sereno casi podría pensarse que me he olvidado de las ratas.

- La verdad es que por mi profesión me doy mejor con armas de filo que de fuego. Oh... no me entienda mal: conozco la anatomía humana, quiero decir.

Improviso unas vendas con un trozo de mi chaqueta.

- Así podrá ir tirando.

Sólo entonces, tras ejercer mi oficio, me doy cuenta de lo cerca que hemos estado de morir. Sin poder evitarlo me echo la mano a la boca intentando contener un ataque de ansiedad. El cambio es tan brusco que casi podría parecer un caso de histeria.

- Lo... lo siento... esto me está superando. ¿Qué... qué eran esas cosas? ¡Casi nos matan dios mío! ¡Si Jerry está ahí abajo...- no consigo finalizar la frase.

En cuanto Peabody acaba también de revisar las vendas me pongo en pie. Ahora tengo un revólver en cada mano y no pienso dejar que nos sorprendan de nuevo.

- Robert, por favor, vaya iluminando con la linterna. Llevaré dos armas a mano por si acaso. Será más seguro. - miro a mis compañeros y asiento con la cabeza esperando su confirmación. - No tengo ni idea de qué eran esas cosas pero debemos darnos prisa para encontrar a Jerry. Si está aquí abajo no podemos dejarle sólo mucho tiempo. -

Justo cuando pensaba encabezar de nuevo la marcha me fijo en que mis compañeros también han sido heridos, aunque no tan gravemente como  yo.

- O'Rick, disculpe mi aparente falta de interés... Pero la adrenalina me impidió darme cuena de que usted también había sido mordido. Déjenos examinar esas heridas. - miro a Peabody y nos ponemos manos a la obra.