Tras salir de la biblioteca el grupo fue directo a la estación, no había billetes hasta el día 13. Así que los investigadores hubieron de esperar hasta ese mismo día. El tren salio el sábado 13 a las 12 AM de la estación de Vancouver, ¿por delante? atravesar Canadá entero, 90 h de tren que se os hicieron eternas.
Atravesaron nuestros protagonistas, montañas y planicies, el paisaje era absolutamente impresionante, varias veces os quedásteis mudos. Había zonas del Canadá en las que el hombre quizás no hubiera estado nunca permanentemente, no había ni siquiera signos de vida.
Por fin, el miércoles 17 de Noviembre a las 6 AM llegásteis por fin a Toronto. Tras apearos del tren preguntásteis por un hotel, se os recomendó el West-Forest Hotel, un hotel céntrico y bastante barato. Nuevamente alquilásteis una habitación, esta vez una grande con cuatro camas para una semana, pues ya se sabía que Canadá estaba algo mal comunicada y los trenes...
Tras dejar vuestro equipaje salísteis del hotel a estirar las piernas. Estábais en Toronto y teníais todo el día por delante.
Restaros 27,50 $ dólares cada uno por el billete de tren
Restaros 0,50 $ por el Hotel una semana.
El periodista se estiró y desperezó después de ese larguísimo viaje en tren. Después de bostezar un par de veces, dijo:
-Bueno, deberíamos investigar ésas dos direcciones y luego dirigirnos a Kaloops.
—Empecemos por el 131 de Green Mountain, a ver qué encontramos ahí.
Dinero restado
- Adelante pues, vamos tras la presa.
Si hay alguna sucursal de Bank of America de camino necesitaría sacar dinero, a la carrera.
El grupo preguntó a media docena de transeúntes hasta localizar la calle de la tarjeta encontrada en el hotel de Vancouver, de camino a vuestro destino, os topásteis con una filial canadiense asociada al Bank of America, Gregor entró un momento a por fondos mientras el resto esperaba en la calle.
¿Cuánto quieres sacar?
Con 100 dólares de momento me apañaré.
A los pocos minutos (poca gente había en ese momento) Gregor sale del banco, todos juntos a Green Mountain, que en contra de lo que pudiera parecer, no es una calle sino un barrio. Un pequeño barrio asentado sobre una colina que antaño debio ser frondosa con total seguridad.
Por fin localizáis el número 131, una casita de una sola altura de madera pintada en blanco y un tejado de teja roja. Tiene una puerta y una contrapuerta con una red metálica.
Rodeo la casa de forma discreta con el fin de averiguar a simple vista si hay alguien dentro. Observo además si hay gente por la calle con el fin último de encontrar el momento oportuno de colarme en su interior.
Tengo entendido que los canadienses no tienen costumbre de cerrar sus casas con llave. Supongo que al estar su dueño o dueña ausente sí estará echado el cerrojo.
Collins se alejó un poco de allí para no levantar sospechas, tanta gente junta delante de una casa no era normal. Y si algún agente de la ley, o buen ciudadano, pasaba por delante, podían meterse en problemas.
Yo tengo difícil lo de pasar desapercibido debido a mi gran altura, pero ya estaba acostumbrado a llamar la atención así que dejo hacer a los expertos mientras voy dando vueltas por delante de la casa y los alrededores y me entretengo buscando algún rastro o algo de fauna urbana, por no perder la costumbre.
Nada digno de mención, sólo las típicas especies autóctonas canadienses y un caracol de dimensiones casi monstruosas.
Al rodear la casa, ves un pequeño patio trasero (al estilo británico) en el que hay un cenador de madera y una mesita metálica con aspecto descastado sobre la que hay una taza humeante (té o café supones) y una puerta corredera abierta, hay alguien en casa.
Espero discretamente alejado al dueño de la taza, con el fin de saber quién es. No dejo de observar por si vienen transeúntes, me gustaría evitar parecer un voyeur.
¿Será un familiar, un vagabundo, el propio Bhule ha vuelto a casa, la tal Lester se ha cansado de viajar? La duda me corroe.
Transcurre más de un minuto sin que nadie aparezca. ¿Habrá ido al baño? ¿ se habrá quedado dormido?
Me acaricio la barbilla. Qué raro, se entretiene demasiado. Espero un poco más, planteándome dar la vuelta para tocar la puerta de la entrada como un tipo educado o acceder directamente por esa vía cual curioso impertinente.
Como buen detective, paciente donde los haya, Marlowe decide esperar un poco más a ver si alguien sale al patio trasero, pero nadie aparece. Te das cuenta de que la cantidad de humo que exhala la taza cada vez es menor, con lo que se está enfriando. Claro que el tiempo canadiense... ya se sabe.
Empiezo a preocuparme. Pueden haber sucedido varias cosas: que el dueño de la taza esté hablando por teléfono, que se haya entretenido con cualquier otra cosa o que pueda haber tenido algún tipo de problema. Si se trata de una llamada, debe ser importante, o de lo contrario habría vuelto para recoger la taza y tomar su contenido durante la charla. No parece causa de descuido, pues ni Bhule es tipo despistado ni su supuesta mujer parece que lo sea.
Puestos a resolver el misterio, me adentro por la parte de atrás cual dominguero o vecina entrometida, diciendo con voz jovial:
—¡Hola!, ¿Terrence? Soy tu viejo amigo John. ¿Estás por aquí?
Marlowe se acerca a la parte trasera del jardín, se pega a la valla para observar mejor, pero nadie aparece. Así que el bueno de Marlowe pasa una pierna por encima de la valla y luego la otra hasta colarse con un saltito en el interior del jardín. Mientras camina hacia la entrada trasera de la casa pregunta con voz jovial, a los pocos segundos aparece un hombre.
Un hombre alto y fornido ya algo entrado en años (unos cincuenta) asoma por la puerta trasera, mira con extrañeza al detective aunque no parece estar molesto ni reacciona violentamente sino más bien con curiosidad
- ¿le conozco de algo? ¿es amigo de Terrence?
—Hola, soy John Marlowe, viajé junto a Terrence en una expedición científica. Hice buena amistad con él, y estoy buscándole con la intención de hacer otro viaje en busca de conocimiento.
Le tiendo la mano al desconocido. Me recuerda a Bhule, por su aspecto debe ser familiar. A ver si siendo amable y cercano puedo saber algo más sobre Terrence.