Partida Rol por web

Al ver que faltaba dinero, Asher chasqueó la lengua y pagó el dinero restante.

-Madd no puede decir nada, ella no manda en mi vida... -le guiñó un ojo y sonrió; luego cogió las linternas y le dio una palmadita a J.J en la espalda-. ¡Vamos!

— Espero que la compra de la llave valga la pena — murmuro por lo bajo a Phil mientras termina de pagar. Echo un vistazo a mi reloj de pulsera para percatarme de que nos hemos llevado un buen tiempo en la tienda. — Sí, vámonos que nos hemos pasado... 

Madison echa a andar, y a Kevin y Kimani no les queda más remedio que seguirla. Acaban en un hospital. Bueno, en realidad es como un centro de salud, muy, pero muy pequeño. Aunque quién sabe o que podréis encontrar ahí. O siempre podéis seguir explorando. 

¿El hospital? Vaya pérdida de tiempo. No hacíamos más que dar vueltas para al final seguir haciendo lo mismo (es decir, na-da). Madison estaba irritada y sentía que iba a explotar.

-A ver. Vosotros sois los que quisisteis venir aquí, así que por lo menos podríais tener alguna idea de dónde ir o qué hacer. No sé, alguna biblioteca o librería donde encontrar información sobre esa casa, por ejemplo. ¡Pensad algo por vosotros mismos!

-Tranquilo, m-merecerá la pena -le dijo Phil a Jeremy, guardándose la llave de la mansión en el bolsillo del pantalón. Después, se dispuso a salir de la tienda detrás de los chicos, echándole el brazo por encima a ambos, animada y lista para la aventura-. ¿O-os imagináis que esta llave es un deus ex machina? Pue-puede que sirva para abrir una habitación que nadie co-conoce...

No hace falta si vas a quedarte en el hospital, pero si te vas de allí tienes que tirar, o también puedes ir a cualquier sitio donde hayas estado antes con solo declararlo. Te vas del hospital?

Ante la pasividad de aquellos dos, Madison se dio la vuelta y se fue del hospital. No sabía dónde acabaría, pero cualquier sitio era mejor que aquel, y dar vueltas también sonaba mejor que quedarse allí parados como postes.

Madison se separa del grupo

Madison, libre como una hoja movida por el viento, se pierde por el pueblo. No literalmente, en realidad va a parar a la zona residencial. Una anciana sentada en su porche llama su atención:

Niña, tú no eres de por aquí, verdad?

Madison aprovechó la situación para intentar sacar información. Normalmente, los chicos la veían como la típica animadora tonta, pero ella tenía mucho más en su interior de lo que dejaba translucir.

Mmmm, no señora. Solo estamos... de visita. Dígame, señora. ¿Conoce la vieja mansión? ¿Sabe algo de ella? Lo digo porque antes la he visto... y me ha dado escalofríos.

La viejilla sospecha:

No serás de las que ponen la radio por la noche, eh? Como esta noche vuelva a oír la radio cerca de la mansión voy a llamar a la policía y os detendrán por allanamiento. ¡Rebeldes! ¡que eso es lo que sois!

Señora, a mí no me gusta la música moderna. Mi abuela me pone discos antiguos y nos quedamos horas esuchándolos, así que no se preocupe. No pondré ninguna música.

Lo que no le dijo era que su abuela era pesada como ella sola, pero aún así, aprovechó el momento para intentar ganarse su confianza, adoptando el típico gesto de niña inocente que durante tantos años había cultivado.

- O el armario que nos lleve a Narnia, no te jode... - Me echo a reír. - Gracias, la noche en la casa será  más interesante gracias a que hayas comprado la llave. Será  genial buscar qué  abre. - Me froto las manos rapida y fuertemente. De verdad me pica mucho la curiosidad. 

Una vez salimos, nos vamos dirigiendo donde está el resto.

A mí tampoco. Todo ese rock and roll y esos bailes del demonio no me gustan un pelo. ¿Y qué te trae por aquí?

-Si vamos a Narnia no me vendría nada mal... Hace demasiado calor aquí y un poco de nieve... Refrescaría.

Ash sonrió mientras se dejaba abrazar por brazo de la chica. Había intuido que está era de menor estatura que él, pero se había equivocado.

-O a un mundo paralelo donde haya que matar marcianos en una nave espacial...

Pues siendo Asher quien toma la iniciativa; acabais, cómo no, en una pista de deportes. Esta está llena de grafittis. La mayoría no son interesantes, falos y penes. Pero también los hay con frases curiosas, aunque ninguno sobre la mansión. Sí os llama la atención uno en particular, dice así:

62 A
78 T
51 E
18 I
70 A
34 L
81 M
77 E
96 P
05 C

Solo estoy acompañando a un amigo. Nos hemos detenido... ah... eh... para poner gasolina y comer algo. En cuanto a la casa... nos detuvimos delante de ella. ¡Da bastante miedo!