Partida Rol por web

La máscara de la Muerte Roja

3. Sala Púrpura - 2ª parte.

Cargando editor
26/07/2013, 00:26
Director

Con el paso de las horas, el sueño finalmente vence a algunos. La culpabilidad y el miedo que atenaza a la mayoría, provoca que para muchos poder dormitar aunque sea entre campanada y campanada del reloj, sea algo imposible.

La imagen de Juliana siendo decapitada, la visión de su cuerpo descabezado a través de la puerta abierta que da a la sala azul, desmadejado sobre un charco de su propia sangre, es una visión escabrosa difícil de eludir, y que quita el hambre a más de uno, que entre lo poco apetecible de la comida y los hechos recientes, encuentra repugnante la mera idea de ingerir alimento.

Bajo las órdenes de Alfredo, el cual no se ha pronunciado desde la muerte de Juliana, los guardias velan por turnos durante toda la noche. Sin embargo, la sensación de sentencia final embadurnaba el aire como el olor de un perfume empalagoso, sobre todo en aquellos momentos en los que el reloj vuelve a resonar entre las paredes del castillo, recordando a todos los invitados de Próspero las desgracias acaecidas en su encierro.

La mañana se presentó volviendo más luminosa la estancia, dando, gracias al color de las vidrieras, un aspecto más entristecido a todos los que se encuentran en ella. Aquella luz no hacía sino acompañar a la perfección el estado de ánimo en el que se encontraban todos los presentes, que vivían ya con el temor continuo a la muerte y difícilmente podían distraerse o difuminar los pensamientos que les llevaban a creer que ellos mismos podían ser las siguientes víctimas.

Cargando editor
26/07/2013, 00:29
Reloj

El reloj, como en los días anteriores, daba las doce campanadas del mediodía, provocando un temor ineludible y ya no tan ilógico, pues todos tenían motivos para temer. Sin embargo aquella hora seguía teniendo una consideración especial con respecto a las demás, y no dejaba a nadie indiferente.

Los invitados de Próspero se miraron los unos a los otros, asustados, con la desconfianza brillando en sus pupilas.

Unos murmullos cargados de asombro atrajeron la atención de todos los presentes hacia la sala azul, en la que el cuerpo de Giuseppe se incorporó, sentándose sobre el suelo. 

El hombre, confuso, se palpó el rostro y observó sus propias manos. Finalmente se levantó, y se dio la vuelta, enfrentando a los que le miraban atónitos, caminando hacia la sala púrpura. Embadurnado en su propia sangre, constituía una visión perturbadora que pretendía acercarse a los que aún quedaban vivos para cobrar algún tipo de venganza. Sin embargo, respiraba, y se mostraba temeroso. Ese hecho evitó que cundiese el pánico entre los invitados de Próspero, que a pesar de todo no pudieron evitar mostrarse estupefactos ante lo acontecido. 

Cargando editor
26/07/2013, 00:40
Martina

Cuando Giuseppe entro en la sala Martina se olvido momentaneamente de todos los que estaban junto a ella ofreciendo su apoyo y corrió como nunca hacía él. En cuanto llego a su lado lo abrazo y hundió su rostro lleno de lagrimas en su pecho ensangrentado.

-Por favor padre, prometerme que jamas volveréis a iros de esta manera... Prometermelo...

Algo dentro de ella sabía que con la vuelta de su padre todos sus miedos volverían y sus ansias de libertad estarían de nuevo capadas, pero sin él allí se sentía vacía en parte y desorientada... Al menos por ahora, y por mucho que odiase su manera infantil de tratarla amaba a su padre, el único familiar que le quedaba.

Cargando editor
26/07/2013, 00:47
Attilio

Attilio se incorporó de un salto y abrío los ojos como platos, asustado.

-Brujería, esto es brujería gitana, esto lo ví hace tiempo en unas tierras bastante lejanas y frías, aqui hay algo raro, aqui hay brujos.

Cargando editor
26/07/2013, 00:54
Attilio

Attilio mira sus manos... -Brujería aqui hay brujería- Attilio toca su frente y vuelve a recostárse como puede

Cargando editor
26/07/2013, 01:27
Lucrezia

Paró la partida de cartas en cuanto sonó el reloj. Aquellas campanadas consumían toda su atención en no oírlas. Cerraba los ojos con fuerza y negaba con la cabeza. En cuanto los abrió, la visión dantesca de Don Giuseppe levantándose para ir al encuentro de su hija le hizo abrir los ojos como platos.

- Do- ¡Don Giuseppe! ¡Estáis vivo! ¿Cómo es posible? - Exclamó asustada y a la vez maravillada. - ¡¡Milagro!! ¡¡Milagro!! - Se santiguó y entrelazó las manos. - Oh, Señor, ¡gracias! ¡Tu luz está llegando a estas oscuras estancias! ¡Oh, hay esperanza! ¡Elisabetta, hay esperanza!

Se le saltó una lágrima y sonreía, a pesar de lo horrorosamente fantasmagórico del momento. Estaba asustada, pero aquello significaba que Dios no los había olvidado.

Cargando editor
26/07/2013, 02:05
Elisabetta

Contemplo horrorizada y al mismo tiempo esperanzada el retorno de Giuseppe.

Si él podía volver... quizás también volviese Lautone. Había esperanza. Claro que la había. Acarició su vientre.

Sí madre. Hay esperanza.

O venga Attilio, callate.

Me levanto y suelto la mano de Martina con la que he estado sentada todo este tiempo.

Bi...bienvenido Maese Giuseppe. ¿Cómo cómo está Lautone?

Cargando editor
26/07/2013, 02:48
Fausto

Cuando se hacía interesante la partida de naipes. El maldito reloj vuelve a sonar. Mi compañera de juegos cede a su control y se interna mas en la oscuridad del dolor.

Sin embargo, no estaba preparado para lo que estaba por ver. De entre los muertos el señor Giuseppe se levantaba para alivio de todos. Me dirijo en su dirección. -Un milagro sin duda. Debemos dar gracias a Dios de su regreso señor Giuseppe. Le pregunto ¿pudo ver a los otros? ¿Tiene noticias de ellos?-

Fioona aun no me daba razón alguna de Juliana. Quizás este señor este mas dispuesto a ayudarme.

Cargando editor
26/07/2013, 08:19
Cecile

Con los ánimos por los suelos, Cecile no podía parar de llorar. Recordaba los momentos de la fiesta en los que tan feliz se encontraba, bailando y disfrutando del vino. Incluso el vino me sabe mal en estos momentos... Cómo había cambiado la situación desde entonces.

De repente, los murmullos y movimientos de los demás despertaron a la mujer haciendo que mirara en la dirección donde se encontraba el padre de MartinaGiuseppe había aparecido de nuevo entre ellos como por arte de magia.
¿Qué ha ocurrido...? Ahora ya sí que me pierdo por completo... - Dijo para sí misma, sorprendida.

No quiso romper el momento padre e hija que se había iniciado, pero tenía mucha curiosidad de saber cómo había vuelto Giuseppe y si se habría recuperado de la enfermedad por el camino. ¿Por qué Próspero, Lautone... Los que han sufrido la muerte por la enfermedad, no habrán tenido la suerte de volver como Giuseppe? Aunque en realidad no es tanta suerte... Pensó, recordando que la situación en la que se encontraban tampoco era mejor.

Cargando editor
26/07/2013, 10:15
Roderigo

Mis ojos permanecen abiertos como platos al ver como se incorpora Giussepe. No es posible, si él se ha levantado, ¿por qué no mi dulce Camelia? Pese a alegrarme de que un padre como yo escapase de las garras de la muerte, no puedo evitar sentir cierta envidia ante esa pregunta. ¿Por qué ella no?...

- Fionna, ¿vos sabíais algo de esto? - Pregunto a mi hija menor un tanto acelerado. - Permitidme explicarme, en ese lugar donde vos podéis hablar con los difuntos... ¿Sucedió algo ahí?

Cargando editor
26/07/2013, 10:53
Patricia

Como la mayoría, la madrugada ha sido un martirio añadido. Mi cuerpo cansado buscaba dormir pero mi mente asustada y dolida no lo consentía. Lograba de vez en cuando una pequeña cabezada pero poco más. Por la mañana trato de encontrar algo decente con lo que acallar el hambre que nos asola a mi familia y a mí, pero es en vano. Todo está pasado. A saber cuántos días llevan estos alimentos aquí servidos...

Finalmente vuelvo a sentarme con mi familia y nada innovador sucede hasta que, por sorpresa para todos, el señor Giuseppe vuelve a la vida. O al menos así parece. Mis ojos se abren de par en par, iluminando un rostro renovado de esperanzas.

- Es... es obra de Nuestro Señor... -digo maravillada al ver como padre e hija se abrazan- ¿Eso quiere decir que también los demás pueden volver a la vida? -miro a mi padre con una mirada llena de ilusión- ¿Quiere esto decir que madre podría volver a la vida?

Cargando editor
26/07/2013, 11:31
Nicola

Aquello era, sin duda, una buena noticia. Aunque Nicola no se esperaba que pudiera ocurrir. Todo parecía perdido con Giuseppe, pero allí estaba, de nuevo vivo. O, al menos, éso parecía, y éso estaba inclinado a creer. Algo que devolvería la esperanza... Aunque bien sabía que algunos querrían la vuelta de otros fallecidos. Pero éso dependía de los designios de Dios. Si no, nadie habría muerto.

-Me alegro de verle, Giuseppe-dijo el caballero, con una sonrisa. 

Cargando editor
26/07/2013, 12:56
Chiara

Chiara se levanta de un golpe con la boca abierta cuando ve a Giuseppe volver caminando de la otra sala. En un primer momento su mente se niega a creerlo y la joven no reacciona mientras en su mente se corean las palabras de Attilio.Brujería... ¿Es brujería? Está vivo... — Una pequeña luz de esperanza se abre para ella. — No... Ha sido un milagro. ¿Se puede volver de la muerte entonces?

En silencio observa cómo Martina se abraza a su padre, que parecía haber muerto hasta hace unos instantes. Entonces los engranajes encajan y algo hace clic en su mente. Lo mira, abriendo mucho los ojos, empezando a comprender. — No estabais muerto... Estabais dormido... — Susurra la joven, más para sí misma que para el hombre.

Parpadea lentamente, mientras a su alrededor algunos empiezan a recibir al mercader de vuelta. En ese momento, la joven mete la mano en su bolsillo, como buscando algo, y se mira después la mano vacía al sacarla de él, con desazón en la mirada. — Oh, creo que he perdido el crucifijo de mi madre en la otra sala, en la huida. — Susurra con voz triste mientras pasea la mirada a su alrededor, buscando los ojos de Nicola. — Caballero, vos tenéis una fortaleza y un valor admirables aún en estos momentos crueles... ¿Querríais acompañarme a la Sala Azul para que pueda buscar mi crucifijo? Es... Lo único que tengo de mi madre y no me atrevo a ir sola. — Chiara hace la petición con un tono preocupado y humilde, todavía pensando en lo sucedido con Giuseppe.

Cargando editor
26/07/2013, 14:54
Nicola

Aunque le pareció una petición algo extraña, Nicola asintió a las palabras de Chiara.

-De acuerdo, os acompañaré. Aunque os pido que tengáis cuidado. Quizás pueda ocurrir algo a alguien que se separe del grupo, así que no os separéis mucho de mí. 

"Así Martina podrá reencontrarse en paz con su padre sin que yo esté encima..." pensó el caballero, dedicando una sonrisa a la hija del mercader, aunque no estaba seguro de que ella estuviera mirando. 

-Cuando digáis. ¿Cómo es el crucifijo en cuestión?

Cargando editor
26/07/2013, 15:12
Lucrezia

Escuchó la petición de Chiara con algo de suspicacia. Seguía evitándola y ahora quería volver sobre sus pasos a una sala anterior, a remover entre los cadáveres. Con las votaciones cerca, Lucrezia no pretendía conformarse. Aquello tenía que terminar; el milagro de Giuseppe revivido era una señal de que había salida. Cogió de nuevo las cartas e invitó con una mirada a Fausto a que jugara con ella, y mientras esperaba que volviera a repartir, miró a la amante del difunto príncipe y le sonrió.

Joven señora, si queréis, en cuanto hayáis encontrado esa preciada posesión vuestra, podéis uniros a esta partida de cartas. Me gustaría retomar nuestra conversación... Mientras tanto, mi querido Fausto... - Lo miró. - ¿Repartís? - Suspiró. - Estas muertes, tantas emociones... me hacen pensar en el amor perdido. Mi marido nos dejó, y a mí eso me dejó devastada. Tuve la enorme suerte de que ambos creciéramos en la bendición de nuestras familias, y no tuviéramos que cumplir deberes incompatibles con nuestro amor. No os mentiré que al principio no lo conocía mucho; tuve que confiar en el criterio de mi amado padre, pero con el tiempo el amor surgió y me alegré de haberme casado con un hombre como ése, tan maravilloso... Viendo las reacciones de algunos de quienes están aquí me pregunto, ¿qué habría hecho yo si fuera solo una chica del servicio y hubiera recibido el flechazo del amor al ver a mi difunto esposo? ¿Habría soportado ese amor prohibido? ¿Os parece si apostamos esa noción, más que el dinero, a nuestra primera mano? Yo digo que probablemente habría sufrido mucho sin su amor, pero que siendo una muchacha poco educada, habría sucumbido a mis pasiones y caído en una desgracia tremenda.

Cargando editor
26/07/2013, 15:33
Fionna

Fionna mira asustada la situación y reacciona ante la pregunta de su padre - No, padre. Él simplemente desapareció de allí y aquí se ha levantado - dice asustada, temblorosa y aferrándose a su padre como puede.

- Él desapareció de allí y... Simplemente abrió los ojos aquí - Fionna llora. Estaba asustada y sobreponerse al pánico de las votaciones no le era tarea fácil.

 

Cargando editor
26/07/2013, 15:54
Fausto

Impactado. Si hay maneras de describir lo que mi mente y cuerpo sienten o mejor el estado en que me hallo es esa palabra.

 
No esperaba encontrar una conversación tan interesante en una persona como Lucrezia. Siempre la he pensado mas... dada a los exigentes trabajos de la corte y sus costumbres.
 
Sonrío ampliamente. -Me parece perfecto. Justo la clase de apuesta que nos pueden despejar un poco. Quien sabe. Incluso puede que con nuestras mentes despejadas podamos ver algo que no se ha visto aun.-
 
Reparto las cartas. -El amor es un poderoso sentimiento del cual rios de tinta se han derramado tratando de explicarlo y sin embargo, nos hallamos lejos de poder atisbar un mínimo reflejo de su complejidad.- Miro mi mano y juego la primer carta.
 
 
-Hace mucho tiempo yo estuve enamorado. Fue la sensación mas maravillosa del mundo. Y a la vez. Fue la puñalada mas dolorosa que he tenido que soportar. 
Mas aun así creo que es algo bueno eso del amor.-
 
Tomo un poco de vino. -Para contestar a vuestra interpelación. Yo pienso que el amor de esta joven. Sin importar su condición social la hubiera llevado a brazos de su amado. Creo que sería algo inevitable.- Sonrío un poco. -Aunque bueno diferimos en el resultado. Por mucho que termine entregando su honor a un hombre prohibido y quedara en cinta debido a ello. Entre los plebeyos, no son tan estrictas los protocolos. Se le reprendería por un lado pero luego se le abrazaría y daría gracias a Dios por el milagro que crece en su interior. Quizás ella no volviera a tener contacto con su hombre amado. Pero el hijo o hija que creciera en su interior sería el mejor recordatorio de su antiguo amor. Sin contar una ayuda invaluable.-
 
Me encojo de hombros. -Es como pienso yo por lo menos.-
Cargando editor
26/07/2013, 15:58
Chiara

Chiara se acerca a Nicola, nerviosa por volver a la otra sala, pero dispuesta a hacerlo. — No me separaré de vos, ni tocaré ningún cadáver, podéis estar tranquilo. Es aproximadamente de este tamaño. — Separa los dedos un par de centímetros. — De cobre, bastante sencillo. Está unido a una cadenita fina de plata, puede que alguna vez me lo hayáis visto en la muñeca. En el momento de las votaciones lo tenía, lo estuve enredando entre mis dedos mientras rezaba.

Cuando Lucrezia se dirige a ella, la joven responde sorprendida, pues no sabe de qué más querrá hablar la madre de su amiga con ella después de que ya respondiera sus preguntas. — Oh, cuando regresemos conversaré con vos si lo deseáis. Aunque desconozco las reglas de esos juegos de cartas con los que os entretenéis. Mi padre siempre pensó que era un entretenimiento más apropiado para varones y nunca aprendí a jugar. — Chiara espera a que Nicola eche a andar, para salir tras de él, oyendo sin escuchar la cháchara de Lucrezia de fondo y preguntándose cómo puede entretenerse con un juego de mesa con todo lo que están viviendo, y si están hablando encubiertamente de Elisabetta y su "desliz".

Cargando editor
26/07/2013, 16:14
Attilio

Attilio mira febríl a sus compañeros-no os acerqueis a mi, la brujería me ha poseído, tengo fiebre y mis manos están llenas de sangre carmesí, por favor dadme agua-habla con voz quejosa, débil

Cargando editor
26/07/2013, 18:45
Fabiano

El chambelán continúa sentado en la silla que tomó hace horas y solo alza la mirada para fijarse en el regreso de Giuseppe y después vuelve a bajarla hacia el suelo, de alguna forma no es capaz de hacer nada más, solo eso.