Partida Rol por web

La máscara de la Muerte Roja

La Sala Negra

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17/07/2013, 12:20
Director

 

Tras perder la consciencia de ti mismo, te sientes caer en un abismo que parece no tener fin mientras las fuerzas te abandonan. Quizá lo esperabas, o quizá no, pero has muerto. ¿Te lo imaginabas así? ¿Esperabas ir a algún lugar? ¿El Cielo? ¿El Infierno? ¿El Purgatorio? Te preguntas si tu caida conduce hacia alguna parte, pero parece no tener fin, y los instantes se dilatan perdiendo el sentido. ¿Cuánto llevas precipitándote por ese abismo? No lo sabes, no eres capaz siquiera de imaginarlo, y poco a poco te abandonas, te dejas llevar por la sensación de vacío que parece querer apoderarse de ti.

Ya no importa nada, ya no queda nada. Has perdido toda esperanza cuando de pronto, te detienes, en medio de ninguna parte. Miras a tu alrededor, y te percatas de que varias manos que emergen de la oscuridad te sujetan. Se aferran a tu carne con fuerza, y sientes sus huesos sin piel clavarse sobre ti. 

Frente a tu rostro, se aparece el propio rostro de la Muerte Roja, embozada en su mortaja carmesí. Sus manos putrefactas te acarician las mejillas, y un dolor lacerante te recorre el cuerpo. ¿Eres capaz de sentir dolor incluso en la muerte? Parece ser que sí.

Las cuencas vacías de sus ojos, tras la máscara de alabastro que cubre la piel ajada de su cara, se posan sobre los tuyos. No pronuncia una sola palabra, pero eres capaz de escuchar su voz resonando en tus propios huesos mientras tu mirada, anegada en lágrimas, es incapaz de apartarse de la visión fatal de la Muerte, que te ofrece un pacto macabro, una segunda oportunidad sujeta a condiciones nefastas. El espectro te propone luchar por una nueva vida, que podrá darse en otro cuerpo incluso si el tuyo queda maltrecho. Debes propiciar que su semilla llegue hasta el final, que sus malas hierbas se lleven a Próspero y a todos sus invitados, que la enfermedad los alcance a todos sin excepción.

Sus heraldos, los heraldos de la Muerte deben sobrevivir hasta el final, y la Esperanza debe desfallecer en cada uno de los habitantes del castillo. Sólo así, podrás volver, sólo así, obtendrás una nueva vida y podrás recomenzar. Sólo ejerciendo de Juez entre las sombras podrás volver a ver la luz tal y como la recuerdas.

Sus palabras se arremolinan en tu mente, mientras tratas de asumir tu nueva misión, cuando las manos te sueltan, y vuelves a caer y una negrura espesa te envuelve, provocando que una inconsciencia abrumadora se apodere de ti. No sabes cuánto tiempo ha transcurrido cuando abres los ojos y compruebas que ya no te encuentras en el abismo.

Te encuentras en una sala oscura, bañada por una luz que, al penetrar en la misma a través de unas vidrieras rojas, da a todas las cosas en su interior un aspecto mortecino y macabro. La estancia es similar a la anterior, pero devastada. Girones de terciopelo en los tapices de las paredes, muebles ajados y llenos de carcoma, telarañas en cada esquina, comida podrida y vino ácido sobre las mesas. No tienes duda de que la Muerte se encuentra entre sus paredes. 

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17/07/2013, 13:27
Director

Miras a tu alrededor, tratando de asimilar lo que acaba de ocurrirte, y te percatas de que no estás solo. 

Sentada sobre una silla polvorienta, encuentras a Camelia, la esposa del Conde Roderigo, que llora desconsoladamente tapándose el rostro con las manos. A unos metros de ti, al parecer igual de confuso y sorprendido, se encuentra el Príncipe Próspero, que se sacude la ropa, y escudriña la sala con el miedo reflejado en sus ojos. 

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17/07/2013, 14:03
Director

A medida que tu cuerpo vuelve a perder la consciencia, la réplica de ti misma que la Muerte ha obtenido de tu sangre, desaparece del abismo, transportándose hacia otro lugar. 

Siendo capaz de sentirla en lo más hondo de tu ser, que ella se encuentre ahí es equivalente a que tú misma estés en ese lugar y te encuentras en una sala oscura, bañada por una luz que, al penetrar en la misma a través de unas vidrieras rojas, da a todas las cosas en su interior un aspecto mortecino y macabro. La estancia es similar a la anterior, pero devastada. Girones de terciopelo en los tapices de las paredes, muebles ajados y llenos de carcoma, telarañas en cada esquina, comida podrida y vino ácido sobre las mesas. No tienes duda de que la Muerte se encuentra entre sus paredes.

Al mirar alrededor, confusa, descubres que tu réplica no se encuentra sola. Sentada sobre una silla polvorienta, encuentras a Camelia, la esposa del Conde Roderigo, que llora desconsoladamente tapándose el rostro con las manos. A unos metros de ti, al parecer igual de confuso y sorprendido, se encuentra el Príncipe Próspero, que se sacude la ropa, y escudriña la sala con el miedo reflejado en sus ojos. A tu derecha, se encuentra Lautone, por igual confuso y sorprendido.

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17/07/2013, 14:08
Director

A tu izquierda, de pronto aparece una figura por entero carmesí. Al contrario de lo que pudieras pensar, no se trata del espectro que os ha condenado a todos. 

Al fijarte en ella, descubres los rasgos de Fionna, la hija menor del Conde Roderigo. 

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17/07/2013, 16:06
Lautone

Había muerto, no había más... sencillamente había muerto... justo cuando su vida empezaba a ir bien, justo cuando empezaba a tener éxito, un posible matrimonio, una mujer con buenas posaderas y de buen ver... poder, amor, sexo... y así se quedó todo, a las puertas, y el, siendo empujado hacía el fin del mundo, hacía el olvido.

Se paseó la mano por la barba, estaba frustrado, muy frustrado y ver a la mujer llorando como una plañidera le estaba soliviantando por momentos - cálmese ya... estamos muertos joder, no hay más que hacer por ahora... - le dijo con mal tono de voz. Estaba muerto y no iba a rendir pleitesia a nadie, ni al principucho ese al cual le miró con cierto desdén con su único ojo.

Fionna... Lautone la miró con cierta expectación y sorpresa - ¿tú también has muerto? - le preguntó directamente

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17/07/2013, 16:40
Fionna

Fionna mira confundida y cuando ve a su madre, corre a su encuentro con un abrazo.

- ¡Madre! - se encontraba sorprendida por lo que había sucedido. Ni ella lo entendía muy bien.

Mira a Lautone y al recordar dónde se encuentra, lo mira con los ojos abiertos - No... Es algo extraño. Es como si estuviera en comunicación con ustedes y con los vivos. La muerte hizo una copia de sangre de mí y tomó mi forma. He llegado aquí pero no he muerto. Es como si... Como si estuviera en ambos lugares - dice sorprendida y mira a todos los presentes. Pasa la mirada por el príncipe y le dice - Mi señor Príncipe, siento lo sucedido - permanece a los pies de su madre, esperando recibir una señal de ella.

 

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17/07/2013, 21:50
Camelia

Al escuchar la voz de Fionna, levanta la vista, sorprendida, con el rostro anegado en lágrimas. 

Acto seguido, corre hacia su pequeña y la abraza— ¡Hija mia! ¡Mi niña! ¡Oh Dios mio! ¿No estás muerta? ¡Oh Señor gracias!—tomó su rostro entre las manos— ¿Cómo está tu padre? ¿Y Patricia? Oh Fionna... Esto es el infierno ¡El infierno!.

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17/07/2013, 22:05
Fionna

- Tranquilízate madre. Estoy aquí. Todos estamos bien pero una profunda tristeza ha invadido a nuestro pobre padre. Siente tu pérdida a cada instante. Patricia ha sido valiente y está acompañándolo siempre, pero a mí la muerte roja me ha hecho algo que me ha traído aquí, junto a ustedes y a la vez junto a los vivos - dice mirando a su madre.

A pesar de las circunstancias, se sentía muy feliz de verla y de poder sentir su calor, que hasta estos momentos, veía la falta que le hacía. Mira al señor Lautone y con voz amable le dice - Mi señor, le pido que entienda a mi madre, mi padre y ella siempre han estado juntos y ella fue la primera en llegar aquí, así que le pido que no le hable tan fuertemente. Sólo se siente sola -.

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19/07/2013, 21:19
Fionna

Fionna, con temor en su rostro, se dirige hacia su madre.

- Madre, los que se encuentran vivos desean saber si conoces la identidad de quien te ha hecho esto. ¿Has sido envenenada? -.

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19/07/2013, 21:48
Lautone

Lautone la miró con gesto ausente, realmente no entendía exactamente como era eso posible, pero tampoco podía comprender como era que había muerto y estaba en ese especie de limbo - que mierda de broma - musitó mirando al suelo momentáneamente.

Se paseó por la sala mirando a un lado y a otro y entonces escuchó la pregunta que soltó Fionna - ¿Envenenada? - no pudo reprimir el repetir aquella palabra - ¿Por qué sospecháis eso? Diría que hemos muerto por culpa de la enfermedad... - pero aún así, miró a su madre como esperando su respuesta

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20/07/2013, 00:34
Fionna

Fionna se sorprende por el silencio de su madre y le dice - Mi señor Lautone. El señor Alfredo nos ha dicho que debemos votar para encontrar a los esbirros de la muerte que se esconden entre los miembros de la corte. Hay quienes quieren propagar la enfermedad entre nosotros y en medio de las dudas, las intrigas y demás, me han pedido que os preguntara eso - dice con tristeza.

- Yo tampoco estoy muy segura de nada, mi señor Lautone -.

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22/07/2013, 17:15
Lautone

Viendo que su madre no respondía, fue Lautone quien tomó la iniciativa - en mi opinión... que no soy médico ni un estudioso - se encogió de hombros sonriendo mostrando que le importaba poco aquel tema - tu madre, y los que estamos aquí, hemos muerto por la enfermedad en si misma... no creo que hayamos sido envenenados... ni tu madre, vaya - se aclaró la garganta - dile a Elisabetta que espero que ella este bien... - le dijo con cierta vergüenza por aquel acceso de afecto.

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22/07/2013, 17:36
Fionna

Fionna se siente algo mal al escuchar a Lautone hablar de Elissabeta. Ella había escuchado algo que no le sería muy agradable al pirata escuchar.

- Mi señor, Elissabeta dice que quiere morir para reunirse con usted. Y los nobles, incluso mi familia, no creen que pueda comunicarme con ustedes. Me han tachado de loca. Creo que solamente unos cuantos creen en mis palabras. Cuando me sea posible, le entregaré su mensaje - le sonríe amablemente y pone sus manos en su corazón. Se sentía muy nerviosa.

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23/07/2013, 02:05
Director

Ante los presentes en la sala negra, se aparece una nueva figura, que al igual que quienes llegaron por primera vez a la misma, mira alrededor, temerosa y confusa.

Se trata de Juliana, la antigua amante de Próspero.

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23/07/2013, 02:06
Director

Al aparecer en la sala negra, miras temerosa y confusa alrededor.

Descubres que no te encuentras sola. Una joven exactamente igual que Fionna pero bañada por completo en carmesí se encuentra allí. 

También están Lautone y Camelia, el primero visiblemente contrariado y la segunda cerca de su hija, entristecida, así como Próspero, que al verte llegar empalidece, y se acerca a ti.

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23/07/2013, 02:10
Príncipe Próspero

Próspero empalidece, y se acerca a Juliana, preocupado.

— Mi señora, ¿qué os ha ocurrido? ¿Qué ha pasado?

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23/07/2013, 02:20
Director

Apenas ha transcurrido el tiempo necesario para que todos puedan asimilar la llegada de Juliana a la Sala Negra cuando Giuseppe aparece entre los presentes, asustado y confuso. 

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23/07/2013, 02:22
Director
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Miras alrededor, confuso y asustado, y descubres que no te encuentras solo en ese horrible lugar.

Fionna, o al menos una versión de ella misma totalmente bañada en carmesí, se encuentra también en la sala. 

Junto a ella, con un aspecto más normal a pesar de mostrarse algunos confusos y otros entristecidos, se encuentran Camelia, Lautone, Próspero y Juliana.

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23/07/2013, 05:18
Fionna

Fionna apenas podía digerir lo que había sucedido al otro lado cuando las figuras de los nuevos residentes se formaban allí. Por las peleas ocasionadas anteriormente, Fionna se acerca a los recién llegados y le da una reverencia a Giuseppe. Al darle una a Juliana, le dice con un tono asustado y algo triste - ¿Ahora cree en mi palabra, mi señora? - dice con tono serio y se acerca de nuevo a su madre.

- Madre, por favor. No quiero estar alejada de vuestro amor, incluso aquí. Necesito de usted, madre - Fionna lloraba. Se sentía triste pues dos muertes habían ocurrido y ella sólo pensaba en una.

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23/07/2013, 15:15
Lautone

Fionna... que no desee eso - lo que le acababa de decir le había partido su muerto corazón y miró con pesar a la chica que le trajo tan malas nuevas - debe ser fuerte, por el fruto que lleva dentro, eso es lo más importante - pero antes de seguir con su perorata entraron dos personas más - ¿La enfermedad? joder... todos están en peligro...