Partida Rol por web

Isildel sintió ante las palabras del portador del alba. Extendió los brazos y empezó a conjurar un veneno que pudiera acabar con ellos. Hundiéndolos en el terrible sueño de la muerte. Sus palabras eran funestas, los versos parecían una letanía de muerte y arrastraban las palabras entre susurros siniestros.

- Quema su piel, disuelve su vida y acaba con la amenaza. Salpicadura ácida.

La pequeña Kendra estaba encantada con Freyr y lo miraba como si le estuviera descubriendo los secretos del universo de los enanos. Tan feliz estaba de las respuestas del enano que ni se percató de las miradas que le lanzaba el elfo, claramente mosqueado.

Una vez dentro de la cueva se concentró intensamente en buscar algún tipo de trampa en el camino. Avanzaba un tanto inclinada con el arco preparado con su flecha en una mano y sujetándose la barbilla con gesto inquisidor con la otra cuando unos gruñidos les alertaron de la presencia de los lobos. 

Más nos vale acabar con ellos rápido o alertarán a todos los goblins que haya en esta cueva. Otra opción es... ¿Alguno tiene comida? ¿Algo de carne?-. El bárbaro se rascó el mentón. -Quizás podamos intentar aplacar a las bestias. No dejan de ser animales-.

¡Que gran idea del gran Thalai! Hmmmm...Comida... - la boca se le hacía agua pensando en ricos manjares mientras se palpaba los bolsillos y rebuscaba en su bolsa por algo que lanzarle a los lobos. No llegó, sin embargo, a encontrar nada ya que Izmael se dispuso a dispararles con su ballesta seguido de Isildel que les lanzó ácido a los pobres animales. Kendra frunció el ceño ante lo que considera una injusticia. Si aquellos lobos estuvieran adiestrados por los goblins no necesitarían tenerlos encadenados. 

Pero, ¿qué hacéis, perturbados? Si ya han dado la voz de alarma de poco servirá matarlos... - moviendo la cabeza en gesto de resignación y con tristeza en los ojos la mediana apunta al lobo herido con el ácido y le dispara con su arco esperando poder acabar con el sufrimiento que el ácido pudiera provocarle. 

El barbudo enano no se podía creer la respuesta del mago, ¿era posible que hubiera subestimado su poder? No le dio tiempo a meditarlo durante mucho tiempo, pues el clérigo en seguida tomó una determinación y partir de ahí los ataques hacia los lobos fueron la tónica.

Freyr no tenía intención de matar a los lobos en un primer momento, pero ya no se podía hacer otra cosa, al final iba resultar que Thalai era una hermanita de la caridad comparada con los bendecidos por la magia.

El enano salió de su sorpresa con el ataque de la pequeña Kendra, un tanto descolocado soltó el martillo con la mano derecha y se echó la mano a la espalda para coger una de sus hachas, con el mismo movimiento la lanzó directamente contra el lobo más alejado. Va a aparecer hasta el último goblin en la cueva. ¡Ven junto a mi Thalai! El enano dejo hueco al gigantón para que avanzara al frente, quería combatir lado a lado con esa bestia de la naturaleza y su sonrisa al llamarlo lo delataba, pero entre la posición y la barba, nadie pudo darse cuenta de ello.

Lo cierto es que el gigante de ébano no esperaba resultar ser el más sensato del grupo...

...Pero visto lo visto, la esperanza no estaba completamente perdida.

-Rauatai me lleve...-, murmuró cuando Izmael dejó volar la primera saeta seguido de la salpicadura de ácido de Isildel. Ya no había marcha atrás. Tenía que acabar con aquellos animales lo antes posible. La vida de Gundren podía depender de ello.

Vio a la mediana acertarle a un lobo con precisión mortífera. Luego, Freyr le llamó a su lado antes de lanzar un hacha con su brazo de hierro. Odiaba matar animales si no era para comer. Lo odiaba con todo su ser. Mucho más si estaban encadenados. No era un combate justo.

Thalai extrajo con la diestra una de las jabalinas de su carcaj y, sosteniendo el escudo que había cogido a la carroña goblin en la siniestra, se colocó al lado de Freyr, cerrando filas junto al enano. Por mucho que odiase la situación, no iba a dejar a su compañero solo. Luego miró a los ojos a uno de los lobos... Y dejó volar la jabalina con toda su fuerza, deseando que la muerte se abalanzara con rápidas alas sobre su presa. Era lo único que podía desearle a aquel animal.

Los lobos os ladran con violencia cuando decidís atacarlos atados y sin posibilidad de atacaros, están atados y tirando de la cadena, siendo fácilmente víctimas de vuestros ataques los cuales todos acertaron ... el ataque de Kendra acabo con el sufrimiento del Lobo que aullaba por el ácido, mientras que Freyr y Izmael acaban con el otro , cayendo en un charco de su propia sangre ..., el ultimo recibio el ataque directo de la jabalina de Thalai, quedando mal herido, pero eso solo hizo que entrara aun mas en rabia, ladrando y tirando de las cadenas con más fuerza ... sin embargo, parece que no es suficientemente fuerte como para arrancar el clavo que le impide defenderse de los traicioneros atacantes que habían acabado con sus manada ...

- GGGGGGGRRRRRRRRRR - el lobo intenta atacaros pero no llega hasta vosotros asi que da dentelladas al aire, incapaz de hacer otra cosa para acabar con la amenaza.

No me gustaba matar a animales salvajes, pero no había habido otra solución. Los lobos nos habían olido y estaban rabiosos por atacarnos. Si lograban soltarse de las cadenas, vendrían a por su presa sin pensarlo. Seguramente habían sufrido lo indecible bajo la tutela de sus criadores. Lathánder perdonaría nuestro proceder, sin duda alguna.

-"Thalai o Freyr, haced el favor de terminar con la pobre vida de esta criatura para que no sufra más. Y a tí, pequeña... se que no te ha gustado atacar a estas bestias, pero no había otra solución. Si tuviéramos otros medios para frenarlos sin derramar su sangre, ten presente que hubiera optado por ello. Además, debo recordarte que la vida de Gundren está en juego y nos vamos a tener que manchar las manos de sangre más de una vez. A veces se lo merecerán y otras no, pero hay que actuar sin dudar... sino, puede que a los que tengan que rematar sea a nosotros y no se si los goblins son tan piadosos en estos casos. Si has decidido acompañarnos en vez de quedarte en la carreta, ten esto presente... hay que ser valiente y hacer de tripas corazón. Muchas veces acertarás en tus decisiones y otras no, y ahí es donde tienes que demostrar tu entereza. Lo siento mucho por tí, eres una persona jovial y pura, y espero que esta aventura no te afecte."

De corazón esperaba que Kendra no se sintiera mal por la muerte de los lobos, por eso había intentado calmarla con un buen sermón... como hacía mi maestro conmigo cuando me veía afectado por alguna cosa.

-Izmael , recuerda que el corazón mueve al cuerpo. Saber calmarlo e infundir ánimo en él es tan importante como saber luchar.

Palabras que ahora se me antojaban lejanas...

Toqué mi colgante y recé una plegaria a mi dios para que calmara mi espíritu y me concediera parte de su poder. Una brillante luz empezó a salir de mi colgante, iluminando el contorno de la cueva a nuestro alrededor. Junto con la luz del bastón de Isildel ahora teníamos bastante luminosidad en derredor. Me quedé mirando y escuchando a lo lejos por si divisaba la aparición de más goblins, mientras recargaba mi ballesta.

En la zona que os encontrais no ha cambiado nada salvo los lobos ... Tu tirad de percepcion es apra algo en concreto???

Ver o escuchar si con el jaleo del combate se acerca alguien.

Te das cuenta que el sonido del riachuelo rebota mucho en la cueva y amortigua el sonido del "combate" dando mucho sonido en ella y amortiguando los sonidos en general ...

Era evidente que Izmael había tenido una vida dedicada a la oración, desde luego dar sermones se le daba bien, o eso le pareció a Freyr. Sin embargo, su orden no le hizo tanta gracia, aunque la acató, no sin una dura mirada acompañada de un gruñido gutural. Gggrrrr. 

Al enano no le hacía gracia matar a los lobos si hubieran podido evitarlo y fue él quien disparó primero la ballesta, ahora delegaba en los demás para acabar el trabajo, a Freyr le dio la impresión de que el clérigo no quería mancharse mucho las manos... o la conciencia...

Freyr volvió a agarrar su martillo con las dos manos y se acercó al lobo lo suficiente como para golpearle. Había visto hasta donde llegaba con la cadena, por lo que si no se liberaba estaría bien. El enano descargo su martillo sobre la cabeza del lobo, un golpe rápido y contundente sería lo mejor para acabar con su sufrimiento.

Tras acabar con el lobo, el robusto y barbudo enano se acercó para recoger su hacha. Vamos, será mejor no perder mucho tiempo. Dijo a sus compañeros dispuesto a seguir avanzando mientras se fijaba que podía ver por la abertura de la gruta.

No perdamos más tiempo con esto. Dijo Isildel comprobando el rango que permitían las cadenas de aquellas bestias desdichadas. Levantó una mano y con un cántico de muerte y desolación de silabas funestas y sibilantes realizó otro de sus letales conjuros.

- Nieblas de muerte, aire fétido de la desolación. Esprai venenoso

El último de los lobos se tambalea, cuando la nube le rodea y el enano le golpea, queda su cuerpo inerte ... ya no hay mas ladridos ... los tres lobos estan muertos en el suelo atados por las cadenas, cuando veis que el palo que lo sujetaba esta medio desenterrado en lo profundo del cuarto en el que estaban.

Thalai se sumió en lo que pareció un eterno silencio una vez el tercer lobo exhaló su último aliento. Se acercó a los cadáveres y retiró la jabalina del cuerpo inerte con un movimiento rápido.

-Marchad con Rauatai en su cacería eterna-, murmuró con semblante adusto. A continuación, se giró y caminó hasta llegar junto a Freyr. Puso su manaza sobre el hombro del enano y habló con un tono sereno y firme.

-Adelante, amigo. Más nos vale darnos prisa. Aunque hemos dado muerte con celeridad a estas bestias, temo que hayan alertado de nuestra presencia a los inquilinos de esta oscura cueva. No sé qué nos aguardará más adelante, pero sé una cosa-. Apretó con fuerza la mano. -Juntos, perseveraremos. ¡Encontraremos a tu primo! ¡Lo juro por Rauatai!-.

Según reiniciaron la marcha, el bárbaro se aproximó al clérigo.

-Izmael... Acércate. Quiero hablar contigo-. El tono de Thalai era más serio de lo habitual en el afable gigante. -Eres más dado a las palabras que yo, no me cabe duda. Por eso siempre espero que seas más cabal que yo-. Los ojos rojos como rubíes del enorme negro brillaban en la oscuridad. -Esos lobos nos habrían terminando atacando de una manera o de otra, probablemente. Odio matar animales. Sé que tú también. Lo veo en tus ojos. Pero había que hacerlo... No tienes que justificarte. Sólo espero que jamás mates sin motivo, amigo. Ni siquiera en nombre de Gundren. Ni siquiera en nombre de tus muchos dioses. Te estarías matando a ti mismo. Y tal y como te dije cuando te conocí, estarías matando a un amigo-. Sonrió de una forma extraña. Dio una palmada suave al sacerdote en el hombro y reactivó su poderosa zancada para alcanzar al enano en vanguardia mientras tiraba de la oreja a la pequeña Kendra.

Habíamos acabado con la vida de los pobres lobos, quizás les habíamos hecho un favor...

Nos volvimos hacia el interior y empezamos a adentrarnos más en la cueva. Ahora teníamos la luz de Isildel y la mía. Pudiera ser que no nos hubieran escuchado desde dentro, el sonido del riachuelo amortiguaba otros ruidos. No escuchaba nada que no fuera el agua corriente abajo.

Thalai se me acercó y me dio su opinión.

-"Gracias Thalai, pero mi dios prohibe expresamente matar sin motivo alguno. Si hiciéramos eso, dejaríamos de ser personas para pasar a ser animales sin sentimientos. He mirado las cadenas y faltaba poco para que se soltaran del amarre, así que de una forma u otra, hubiéramos acabado luchando con los lobos. Continuemos y tengamos cuidado."

La pequeña Kendra observa con tristeza la muerte del último de los lobos. Agradeciendo las palabras de Izmael no podía evitar sentir pena por esas vidas perdidas. Es probable que les hubieran atacado finalmente, pero también es cierto que no habían elegido su destino y para la mediana esto era algo terrible.

Movida por la curiosidad se acerca al elfo y con una decisión impropia para un cuerpo tan pequeño se dirige a él ¡Sígueme, sulfuroso! y aprovechando antes de que el grupo siga avanzando, se acerca al lugar donde estaban los cadáveres de los lobos y observa la gruta. La pequeña se agacha y examina sus cuerpos peludos y la zona circundante. Si yo tuviera que guardar algo éste sería un buen lugar para hacerlo...piensa con ojos brillantes y el ánimo más recompuesto después de su reciente experiencia. 

Isildel escuchó con una mezcla de humor y desprecio como el bárbaro discutía de religión con un clérigo al servicio del señor del alba. Era como si un goblin se vistiera de seda e intentara en un baile sensual superar los encantos de una cortesana. Absurdo y grotesco mientras seguía parloteando de su dios demonio, aunque no descartaba que fuera alguna desviación cultural de Malar, dios funesto del salvajismo y las bestias.

- Esos lobos estaban esclavizados por una tribu de goblins, su muerte también puede ser una liberación.

Escuchó las palabras de la mediana y asintió ante la astucia de sus comentarios. Esos granujas tenían un sexto sentido para las cosas ocultas, el sigilo y porqué no decirlo, el latrocinio. La acompañó e hizo que la luz de su bastón se hiciera más intensa al tiempo que lanzaba otro de sus sortilegios tejiendo con sus palabras en la urdimbre de Faerún. Con palabras sencillas, casi encadenadas que sonaban como un cántico antiguo y sabio, invocó el conjuro.

- Hebras de la magia, otorgadme la visión de vuestros hilos que tejen con su magia el tapiz del destino. Detectar magia.

Percepcion : Cuando entras observas como el palo estaba casi fuera ... seguramente si hubierais esperado un poco mas los lobos lo hubieran arrancado sin dudarlo ... , posiblemente vuestra rapida actuacion ha evitado terminar heridos, revisas el general la zona y observas muchos restos de comida tirada en el fondo de la cueva, asi como trozos de piel arrancadas de algún e incluso trozos de tela, pero nada que te haga pensar que sean restos de Gundren o su acompañante, son muy viejas y estropeadas, debe ser de hace al menos un mes o mas, ya que estan con algunos huesos humanos y otras criaturas mas pequeñas roidos y destrozados.

No hay ninguna salida, te da la sensación que aquello es simplemente la perrera, cerca de la entrada para sacar rapido a los animales y evitar que vayan por el agua empapandose.