Miré por la ventana y, al tiempo que el paisaje quedaba atrás en una sucesión progresiva supe que ya no había vuelta atrás. Bajé la voz -Mi nombre real es Cyntia Queensberry de los Stonehouse de Londeres.- Confesé revelando por primera vez en ese viaje mi verdadera identidad y mi ascendencia noble. Mis padres son los condes de Stonehouse. Lo dije de forma que sólo me escuche ella, de alguna forma me inspiró la confianza necesaria para ello pero tampoco quiero ir pregonando que soy la hija fugitiva de los condes.
Sindy miró por la ventana un rato y pareció relajarse. Tras ello se acercó a la señorita Eleanor y le susurró algo que, con el traqueteo del tren, quedó en secreto entre las mujeres.
Uy, el mensaje de Elionor Strom ha quedado en publico en vez de en privado. ^^U xDD
un poco tarde pero bueno, yo aviso XD
Sep, quizá el máster cometió un error y se lo hizo visible sólo al médico para agilizar un poco mostrando lo evidente por si había dudas sobre ciertos aliados. Vaya despiste de principiante. Paso a corregirlo.
xDDD
Todo parece volver a la normalidad con la misma rapidez con la que se ha producido el sobresalto. Siento no haber seguido al señor Straus; aunque no fuera de utilidad, quizás habría sido una buena oportunidad de aprender más sobre el tren, pero tampoco quiero dejar sola a Sindy. Parece estar haciendo buenas migas con Miss Strom.
-Señoritas, ¿no les han dicho que los secretos en reunión son de mala educación? -les espeto con una sonrisa de falsa galantería. -Tranquilas, es broma. Solo trataba de romper un poco el hielo. Y, grazia a Dio, que se ha ido el hombre de la máscara. Me pone realmente intranquilo no ver la cara de mi interlocutor, y más aún si parece un cuervo. -comento en voz baja, llevándome un dedo a los labios, como si el tipo pudiera regresar en cualquier momento. Por supuesto, es otra ocurrencia para relajar el ambiente.
- Cierto, - asiento ante las palabras del señor Cavallini, - aunque no sé si me escama más su aspecto o su personalidad. Y todas esas preguntas sobre el tren...
Resoplo levemente y me centro en la dama pelirroja.
- Y usted, ¿viaja sola, señorita Elionor de la familia Strom? - Me giro discretamente hacia Sindy y, con rapidez, le dedico un guiño y una media sonrisa.
Antes de que la señorita Strom contestara al elegante von Reiter, una sombra enorme pasó de largo acompañado por pisadas contundentes y algo apresuradas. Su silueta quedó recortada a través de la cortinilla que cubría el vidrio de la puerta.
Todas las miradas se dirigieron a la puerta y en el pasillo comenzaron a escucharse murmullos y demandas que pedían una explicación.
El gesto de von Reiter hacia Sindy me molesta, de forma inesperada, pero decido no darle mayor importancia. La señorita Strom es, cuanto menos, un enigma, pero mucho más interesante me parece el pequeño jaleo que se oye en el pasillo. Así pues, me levanto y me dirijo a la puerta.
-Si me disculpan, voy a averiguar que demonios está pasando en este tren. ¿Se apunta a esta pequeña excursión, miss Sindy? -Este sentimiento de querer mantenerla a mi lado. Estaré... No, ni se te ocurra pensar en esa palabra. Lo que sucede, simplemente, es que es la dama más hermosa del tren.
Trato de tranquilizar a los compañeros de viaje, sobre todo a las damas, y me levanto para echar un discreto vistazo.
Tengo un mal presentimiento, pues temo que pueda tratarse de los Zimmerman en respuesta a algún altercado que quizá esté relacionado con el incidente que ha experimentado el tren.
El nombre real de la chica no impresionó a Elionor, por descontado que no lo hizo. Pero lo que pudiera haber ocultado en sus bolsillos antes de escapar de ese terrible destino que era ser rica, por otro lado, sí podía ser interesante. Sus labios dibujaron una pequeña "o" para ella y guiñó su ojo verde prometiendo guardar el secreto cuando el hombre que acompañaba a la niña las increpó con mala educación, pésimos modales y falta de temple. Despreciable. — En mi casa no es ese el dicho —respondió Eleonor—. Una dama no es una dama sin sus secretos bien guardados —sonrió quitándole hierro al asunto—. Entonces, al escuchar su nombre, correctamente tratado, deslizó sus ojos hacia la voz de ese hombre y luego entornó también su cuerpo hacia él. Sin embargo, antes de llegar a responder unas pisadas cortaron el silencio suspendido y una sombra eclipsó la pregunta del pelirrojo. — ¿Qué diablos ha sido eso? O quién —pensó la joven estirando sus finos dedos a la cortina para apartarla un poco y otear al otro lado. — Disculpe señor... —retomó con los ojos aun en la pequeña ventana que devolvió a su interlocutor antes de proseguir— No he oído su nombre.
Motivo: Fortuna: Impar-Sindy le acompaña, Par-se queda en el vagón.
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Veamos si la señorita Sindy le acompaña. Dejemos que el azar decida.
El señor Cavallini se levanta educadamente y se acerca a miss Sindy para intercambiar unas palabras. Así mismoel señor von Reiter (cuyo nombre demanda la señorita Strom) también se levanta y va directo hacia la puerta pasando junto a Pietro.
Herbert será el primero en salir del compartimento seguido de Pietro.
-Si me disculpan, voy a averiguar que demonios está pasando en este tren. ¿Se apunta a esta pequeña excursión, miss Sindy?- Comenta mi acompañante mientras me quedo prendada con su mirada -¿Es deseo lo veo en ellos?- en cualquier caso debo contestar con cortesía y educación, tal y como me han enseñado -Me temo que esto sería más una aventura que una excursión- digo con una sonrisa -si le parece, prefiero esperarle aquí con la señorita Strom. No soy dada a las aventuras- intercambié una mirada con Elionor tras la última frase. -Vaya usted. Luego estaré encantada de escuchar lo que ha descubierto.- Terminé la conversación sin borrar la sonrisa del rostro y aguardé a que los caballeros salieran del vagón.
Herbert abrió la puerta del vagón y al interior se filtraron los murmullos del exterior. Todo a punta a que más de un compartimento está abierto.
-Debe haber sido por el frenazo-/-¿Estará todo bien?-/-No hemos hecho más que salir de la estación-/-¿A dónde va ese orangután?-/-Mira, por ahí vuelve el señor Straus-/-He pagado una fortuna y...-/-¿Qué habrá pasado?-...
En el exterior, la puerta que va hacia la cola (en la dirección de la silueta) se cierra con un ligero portazo (algo más fuerte de lo que a muchos les hubiera gustado para sentirse tranquilos). Al mismo tiempo, la puerta contraria se abre.
Una voz contundente y metálica anuncia -Todo está bien, no se alarmen y disfruten del viaje. Estamos aquí para protegerles y les aseguramos que todo está bien.- Sin duda es un Zimmerman el que habla pues su voz se desplaza por el corredor acercándose a vuestro compartimento.
Te he dejado en el umbral de la puerta pese a tu intención de salir, pues Elionor ha preguntado tu nombre para que puedas decidir si contestar a la pregunta y salir, contestar y quedarte o salir simplemente ^^
- Von Reiter. - Digo girando levemente la cabeza antes de salir al pasillo a echar un vistazo. - Me presenté cuando usted no había llegado aún; disculpe mi torpeza.
Aunque el conglomerado de voces hace difícil entender algo, trato de discernir si alguna aporta información relevante y si pertenece a personal del propio tren.
Si no hay nada relevante en el pasillo, me dirijo a Cavallini para decirle que me acompañe y nos encaminamos hacia la cola del tren, saliendo por donde, supuestamente, ha salido el "orangután".
- Von Reiter. - Digo girando levemente la cabeza antes de salir al pasillo a echar un vistazo. - Me presenté cuando usted no había llegado aún; disculpe mi torpeza.
Aunque el conglomerado de voces hace difícil entender algo, trato de discernir si alguna aporta información relevante y si pertenece a personal del propio tren.
Sales del compartimento y, por la derecha, ves que detrás del Zimmerman se entra el ingeniero Edenberg Strauss. Adelanta al Zimmerman haciéndole un gesto para que le permita pasar y camina con paso decidido, en principio parece que va a vuestro compartimento, pero un segundo más tarde adviertes que su intención es pasar de largo, eludir las estúpidas preguntas o contratiempos del resto del pasaje y dirigirse al vagón de cola.
Genial, he repetido tu turno quitando las notas para hacerlo público al resto ;)
Tras presentarse, Herbert asoma la cabeza y parte del cuerpo. Las habladurías (suposiciones y opiniones sin valor) se extienden por el vagón mientras el Zimmerman intenta calmarlos quitando hierro al asunto. En cualquier caso, salvo esos comentarios no hay nada más que merezca la pena salvo que tras el guardia el ingeniero Edenberg Strauss entra en el vagón y camina con paso firme. Acelera el paso hasta llegar a la altura de Herbert...
Veo a mis compañeros de viaje y les hago un gesto para que se tranquilicen. -Disculpad el sobresalto. Ha sido un manguito del freno hidráulico del vagón de cola. Donde está el equipaje. Seguro que ha sido una maleta mal fijada a su compartimento- digo mirando al techo con resignación. -Voy a asegurarme de que todo está bien- les digo con una sonrisa bien fingida y continúo mi camino hacia el vagón de cola.