Partida Rol por web

Una vez asignados los grupos, abandonais el que a sido esa noche vuestro campamento. Otra vez mas la flora os envuelve, entorpeciendo el paso. Por suerte esta vez contáis con la tranquilidad de saber que tras cumplir con la encomienda regresareis a la seguridad del campamento que os aguarda tras la que confiáis que no sea una ardua tarea.

Alain se dedicó a observar los arboles, las ramas, las hojas. Buscaba reconocerlos y entender sus resistencias, su inflamabilidad y distintas cuestiones a tener en cuenta a la hora de la busqueda de materiales que ayudaran a realizar una pequeña construcción. Tambien tenía en mente la carretilla para el  enorme huevo, ´¿podría encontrar algo para eso?.

- Bueno, sera mejor que nos pongamos a buscar cuanto antes - dice Erick mientras se despereza estirando su espalda y emitiendo un gran bostezo.
Así que seguidamente se aparta la capa y se agacha a buscar ramas secas o otras cosas útiles, también intenta encontrar algún árbol seco para poder cortarlo y también busca grandes hojas para poder cubrir nuestros cuerpos durante la noche.

Alain por el momento no ha encontrado nada pero sigue su busqueda junto a sus compañeros.

Damaia, no veo nada interesante por aquí, ¿has encontrado algo?. Quizas debamos adentrarnos un poco mas.

Alain llevaba las mangas arremangadas, se notaba que este trabajo no era para el. El mago desería estar junto a unas velas y unos buenos libros. O mejor aun llenando de magia el estomago de algún enemigo

Damaia parecia tener la cabeza aun pensando en el huevo de bigbird, pues no prestaba demasiada atencion al entorno.

-Pues si.. Por desgracia parece que por aqui no hay nada interesante... Pero esto es una selva maldita sea, algo debemos encontrar. Movamonos mas hacia el este y quizas encontremos algo mejor.

Seguís caminando, esperando encontrar algo de utilidad entre tanta flora. Al parecer el sentido común o la observación no os sugieren que de cuanto os rodea se pueda sacar algo de provecho tras media hora de exploración.

Damaia continua con la busqueda, no es que entienda demasiado de la naturaleza salvaje asi que prefiere permanecer cerca de Alain que sabe que esta curtido por los libros, pero al menos tiene conocimientos muy avanzados.

-Oye Alain ¿Crees que la madera de ese arbol sera buena?

-¡Creo que has dado con algo!-

Alain recorrio con la vista y el tacto aquel arbol y notó que era  lo que andaban precisando. Las distintas cualidades de este arbol eran de ayuda por los viajantes. Lo comparó con el Nimbulus Rojizo. Un arbol de madera resistente pero a la vez algo flexible. Ojas grandes con posibilidad de armar techos con ellas y demas caracteristicas que favorecian al peregrino que se topaba con el.

Alain y Damai se adelantan un poco al hallazgo. Al parecer el árbol les podría proporcionar una numerosa cantidad de materiales, desde resina, útil como adhesivo, asta un tallo que prende bien para avivar el fuego de una hoguera.

Mientras el mago repasa mentalmente el listado de cosas que podrán hacer con el árbol en cuestión, Erick se queda unos pasos por detrás de ellos para estudiar el entorno por su cuenta.
Un repentino grito del paladín, que es acallado al momento, pone en guardia tanto a corsaria como al botánico, girándose una con el acero desenvainado y el otro con el primer hechizo que se le paso por la cabeza en los labios, listo para ser lanzado.

El acontecimiento que tiene lugar es escalofriante. El semielfo cuelga a metro y medio del suelo pataleando, ahorcado por una liana que le aprieta el cuello y le amordaza la boca. Si no se actúa rápido podría morir por cuello partido o axfisia.

Lo que parecía parte de la flora y sin que os percatarais de que estaba escondida entre la broza, era en realidad una planta carnívora con conciencia de ser. La liana que aprisiona al semielfo es solo uno de sus muchos tentáculos.

-¡Erick!. Maldición.-

Alain pensó en arrojar Magia hacia el cielo pretendiendo que sus compañeros lo vean pero pensandolo dos veces en la situacion de Erick lo mejor que podría hacer es atacar a aquella planta tan particular.

-Bueno. Creo que somos nosotros dos en esta Damaia. ¡ ARTE Y MAGIA!- 

Damaia se giro al tiempo que el mago y su grito se sumo al de Alain y ambos sonaron como uno solo.

-¡Erick!

La corsaria desenfundo su arma, y asintio ante las palabras de Alain. Era cierto que estaban ellos solos, al menos hasta que liberaran al paladin. Apenas le dio tiempo a lanzar unas rapidas ordenes.

-No parece tener demasiada movilidad, mantente a distancia y cubrebe con tus hechizos, yo intentare cortar las lianas que tienen atrapado a Erick.

Con la mente fria y la sangre hirviendo, la tiflin corrio hacia la planta que apresaba a su compañero.

- Erathis ayúdame por favor - dice a modo de plegaria Erick, sin demasiado aire por la asfixia que le provocaba la liana que estaba alrededor de su cuello
Seguidamente el paladín agarra la liana que le apretaba par la parte del cuello, y comienza a estirarla romperla.

Erick intenta arrancar las lianas que le amordazan, pero los apéndices de la monstruosa planta son demasiado gruesos para arrancarlos como si fuera mala hierba.

Por suerte aun cuenta con la movilidad de sus brazos y con que el arma no se a caído al quedar colgado.

- Maldita planta - dice frustrado el paladín ante el fallido intento de romper las lianas que le atrapan.
Aunque el paladín no a conseguido liberarse completamente, consigue liberarse los brazos para coger su lanza, así que cuando tiene la lanza en la mano intenta clavarse la en el cuerpo, para ver si el dolor hace que le suelta.

No me falles esta vez querida Erathis...