Partida Rol por web

Al menos pasaron dos horas desde que Pock llevara a cabo su plan. Seguramente gracias él ahora sus compañeros se encontraban a salvo en algún lugar de la jungla, esperando una señar por su parte.

Tras asegurarse de que no hubiera enemigos, Pock decidió salir de su escondrijo al estar completamente seguro de que no había más caníbales por la zona. Salió con cuidado y sus ojos ratificaron lo que su fino oído le había hecho creer. Orgulloso de su plan y sigilo, aunque algo sucio, el gnomo se incorporo mientras con porte de triunfador se sacudía la suciedad. Su alegría duro bien poco al notar un molesto pinchazo en el cuello. La mano acudió rápida y arranco lo que se había alojado en su carne: un dardo con coloridas plumas. El bardo podía notar como la toxina hacia efecto y como se le nublaba la vista, pero aun drogado como estaba pudo localizar a su agresor, pues tras su ataque su forma empezaba a ser visible otra vez.

Un hombre lagarto muy distinto a los que había visto por el momento estaba colgando de una rama gracias a su prensil cola, como si de un mono se tratara, dejando libre las manos para sostener una cerbatana, la misma con que había disparado el último proyectil. La cola se aflojo y con agilidad el aborigen se dejo caer, cayendo de pie como los gatos para seguidamente, tantear el cinto de su cintura y buscar otro dardo…

El gnomo se encuentra en una situación comprometida, una lucha contra ese lagarto podría ser bastante dura para el con lo que intenta lo que no ha podido probar con sus compañeros.

Levantar las manos desarmado e intentar dialogar.

¡Eh! ¡Eh! ¡Tranquilo! - Dice intentando poner la mejor voz conciliadora que puede. - Por que no resolvemos esto a las buenas, seguro que podemos llegar a un buen trato que no implica que me tiren a una cazuela.

El gnomo imaginaba que no lo entendería pero quizá la simple buena voluntad podría servir de algo.

El hombre lagarto no se detienen e introduce el dardo en la cerbatana mientras emite desagradables sonidos que parecen ser una risa burlona. Las buenas intenciones del bardo de nada servían contra este cazador de intrusos…

Bueno ... viendo las aviesas intenciones del hombre lagarto (por que no me sorprende), el gnomo utilizará sus engaños innatos.

Utiliza el sonido fantasma para relizar el grito de una persona a pleno pulmón justo detrás suyo. Espero que lo acojone lo suficiente para que se distraiga :D

Si lo hace, usará este segundo para ocultarse detrás del tronco de árbol en el que estaba. No tengo ni idea de que voy ha hacer después ... pero de momento me oculto XD

Con algo de suerte se piensa que me he escapado invisible XD

El hombre lagarto, que no era estúpido y vivía del camuflaje, no se molesta en ver lo que hay tras él y evita un enfrentamiento cuerpo a cuerpo contra un segundo enemigo. Rápidamente el explorador corre buscando refugio entre arboles y demás plantas para ocultarse del humanoide que había irrumpido en el duelo y del gnomo.

El gnomo lanzó una plegaria a Avandra por que el truco había funcionado e intentó marcharse tan sigilosamente como le dejaban sus pequeños pies de origen feerico.

Venga venga venga ...

Pock había conseguido despistar a du rival. Aunque Heskan lo hubiera podido tachar de cobarde al reusar un enfrentamiento directo, prefería vivir para contarlo.

Había conseguido su propósito, pero ahora se encontraba perdido en la espesura. Debía actuar rápido antes de que el caníbal se diera cuenta del engaño.

Pock no pudo evitar mostrar una sonrisa ante la situación. Le gustaba el juego del gato y el ratón ... casi se podría decir que había nacido para ello.

Cada paso en el bosque le recordaba sus años de niñez con los suyos. Esa sensación de estar cercano a la naturaleza, de convertirse uno con ella.

En su mente partes del bosque por el que estaba escapando parecía tener el aspecto de su tierra natal, de reconocer detalles en el, olores y colores.

Se detuvo un instante para comprobar la sombra que hacían las hojas de los arboles en sus manos sucias de tierra.

Volvió a sonreír y se puso a correr de nuevo.

Pock esta descuidando sus pisadas (percepción y declaró que corria) y el HL contra el que luchó le esta siguiendo el rastro.

El gnomo llevaba un tiempo perdido y sin encontrar rastros de sus amigos. Había pasado ya bastante tiempo desde que decidieron acampar y estaba empezando a amanecer. Herido y cansado Pock se negaba a admitirlo y correteaba por los bosques sin la debida prudencia tras lo vivido durante más de cinco días en el bosque.

En una de sus carreras el bardo tropezó y cayó en un holló muy profundo, tras escupir el barro que se le había metido en la boca y mirar donde había ido a caer descubrió que estaba en una huella de enorme tamaño. Fácilmente reconocibles el gnomo las relacionó con la criatura que lo había estado persiguiendo hacia ya dos horas. Quizás si las seguia podría reconocer las de sus compañeros y seguir el mismo camino que tomaron…

... o directo a las fauces de los trogloditas. - Pensó Pock con precaución e imaginando su frágil figura en las fauces del monstruo.

El gnomo decidió continuar con su plan y probar de encontrar su maldito punto elevado, no obstante por el camino intentaría encontrar comida (frutas o similares) y un lugar donde descansar. 

Maldijo su suerte y la espesa jungla que parecía ir en su contra mientras se apartaba del rastro que habían dejado los trogloditas.

Pock había decidido alejarse de la probabilidad de encontrar a sus compañeros para recolectar algo de fruta. A pesar de estar caminando durante días por el bosque no reconocia el tipo de frutas demasiado. Eran pocas las frutas que encontraba y que estuviera seguro que no fueran venenosas, y las que conocía de cuando Heskan engullo la primera vez estaban fuera de su alcance por su corta estatura.

En gnomo, cabezón como solo él, intentaba desde su posición arrancar las de las ramas más bajas, las únicas que alcanzaba a tocar con la punta de los dedos.

El gnomo tan enfrascado estaba en sus cosas que no se dio cuenta había sido seguido durante todo el tiempo. Su claro rastro, el cual no se había tomado molestia en ocultar, había sido interpretado por explorador hombre lagarto. Con el sigilo de una serpiente el aborigen se puso a sus espaldas, Pock no lo sintió hasta que noto una sombra detrás de él. El bardo había reaccionado con el tiempo justo para evitar ser apuñalado pero se encontraba en un combate de cuerpo a cuerpo que sería difícil evitar esta vez…

¡Mierda! - Exclama el gnomo saltando a un lado. - ¡¿De donde has salido tu?!

El subidón de adrenalina hace que el gnomo recuerde mucho mas de su pasado .... algo que tenia olvidado y ocultado debajo de su consciencia, una infancia llena de terror y esclavitud que aflora en el. Sus ojos empiezan a brillar en vibrantes colores al recordar el pacto. Ese pacto que realizó con seres feéricos sonrientes, entes sin moralidad y peligrosos.

La luz ciega al hombre lagarto y Pock aprovecha para concentrar su poder mágico hacia la criatura, forzando a que de un traspié con las palabra de las fatas que llenan su mente con alagueños cuentos de amor que traspasan las fronteras del lenguaje ... palabras que en realidad susurra el bardo gracias a su manipulación de la música y la magia.

El gnomo esperaba que el lagarto cometiera los errores justos para filetearlo con su afilada cimitarra de la forma que las fatas le habían enseñado en su liberación ...

Cuentos de hadas atormentan la devil mente del hombre lagarto, confundiéndolo y haciéndole actuar de forma estúpida. El hombre lagarto se mueve confundido hacia Pock, oportunidad que el gnomo aprovecha para producirle un poderoso corte en el vientre, una herida tan profunda de la que se le salen las tripas.

El aborigen cae arrodillado pero aun estando en las ultimas y con las tripas por fuera arremete con la daga como venganza, apuñalando el muslo del bardo.