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La navaja de Ockham -Sangre en las calles (Cap-II)

Carrusel de espejos (I)

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14/02/2018, 19:45
Raphel
- Tiradas (1)

Notas de juego

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14/02/2018, 19:55
Director

Al par de horas sirviendo copas la gente se empezó a aglomerar en la parte trasera del local. Al parecer habían intentado salir pero había algún tipo de pelea en las calles y les habían recomendado quedarse. Algo entre dos perros de presa, o similar. 

JP desapareció de su trono, y la perdiste de vista. 

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16/02/2018, 17:17
Raphel
Sólo para el director

La noche transcurrió larga, eterna. No tuve otro remedio que volver, al fin, a una de las barras, la más oscura, la más alejada... y por eso mismo la que frecuentaba la gente más juguetona: los que buscaban refrescarse en los descansos de la acción y los que sumaban una copa más para mantener la fiesta en lo alto.

Me costó sonreír ante alguna propuesta más o menos descarada, rechacé todas con un gesto cansado y me alivió ver qué la clientela empezaba a retirarse para volver a unas vidas que imaginé insípidas y patéticas. Como yo mismo. Seguramente JP tenía razón y aquel era mi sitio. Un rincón apartado y desapercibido.

No tuve más remedio que acercarme cuando la gente empezó a protestar. De pronto sentían risa por volver a sus vidas como si alguien fuera a echarlos de menos.

Intenté calmar los ánimos mientras el ansia que me había acompañado toda la noche crecía y crecía. Pensé que se trataba de algún estúpido juego de despedida, pero JP no sonreía desde su palco y mi desasosiego creció.

Recorrí el local en su busca, pasando entre la gente detenida y quejica en los estrechos pasillos. Los roces que hasta hace poco buscaban ahora les encendían los ánimos y creaban un ambiente cargado y asfixiante, de claustrofobia. Terminé por acercarme a una puerta de servicio y me dispuse a echar una ojeada al exterior, a ver si al menos comprendía qué estaba pasando y era capaz de hacer algo útil por una vez.

Notas de juego

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16/02/2018, 20:45
Director

Notas de juego

Imposible creo que te postee hoy, mañana cuando venga del curro lo intento. Lo siento. 

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16/02/2018, 20:53
Raphel
Sólo para el director

Ains, y yo que he posteado desde el móvil para no perder el turno, que tengo la impresión de ir muy retrasado últimamente...

Pero si no se puede no se Puede, oye! No hace falta disculparse. Ten un buen finde, yo me lo pasaré... currando, otra vez XD

Notas de juego

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16/02/2018, 21:37
Director

Notas de juego

tírame percep+ alerta

¿Que zona del local? Osease, ¿hacía donde da la puerta de servicio? 

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16/02/2018, 21:41
Raphel
- Tiradas (1)

Notas de juego

No se si Cuidadoso se puede aplicar como especialidad así que lo marcó y si no corresponde pues nada XD

La puerta de servicio daría a alguna calle secundaria, a un costado de la fachada principal. El típico callejón o si te gusta más una bocacalle entre dos calles principales.

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17/02/2018, 19:30
Director

Notas de juego

Me vas a tirar FV

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17/02/2018, 19:34
Raphel
- Tiradas (1)

Notas de juego

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17/02/2018, 19:35
Director

Te asomaste por la puerta de servicio que daba al callejón de al lado, en la parte izquierda. Podías ver la calle principal desde ahí, pero algo entre las basuras llamó tu atención. 

Los contenedores estaban apenas a unos cinco metros de la salida y lo que te pareció en su momento un vagabundo...no lo era. Toni era su nombre, lo habías visto en las barras, pues era uno de los camareros nuevos. Casi metro ochenta de musculo y piel bronceada canela, ojos azules, mulato en toda regla, rapado y con un par de tatuajes de lo mas interesantes en los brazos, donde se podía ver su creencia en el falso dios que ya pocos mentabais en alto. Porque ¿Donde estaba dios en este mundo? No existía, no tenía cabida. 

Viste el cuerpo tirado, mientras se taponaba una herida que tenía en el estómago, que sangraba profusamente, dejando una marca carmesí en el oscuro suelo, brillando como si fuese la luna que pocas veces veíais en los cielos. No se percató de tu presencia, aunque si empezó a gruñir ligeramente con la respiración sofocada. 

Un golpe seco se escuchó en la calle principal, y viste como un coche en llamas era literalmente lanzado de un lado a otro, como si fuese una maldita piedrecita. 

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19/02/2018, 10:17
Raphel

Abrir la puerta al aire fresco de la noche fue una bendición y me llené los pulmones con aquella brisa que ya presagiaba la aurora. El aire viciado y impuro del local escapó también hacia la noche, y yo miré a mi alrededor, hasta que algo me llamó la atención junto a los contenedores.

- Toni! Oh, osea... hostia...joder... pero ¿qué te han...? - empecé gritando y conforme me acerqué a él mi voz se fue convirtiendo en un susurro silbante expulsado al aire entre dientes, porque sobre el aire fresco y ligero de la noche percibí una opresión maligna que iba más allá de mi entendimiento y me hostigó el pecho. La certeza de que algo más que una pelea entre perros terminaba así - ¿Qué ha pasado? - ya agachado junto al joven, intenté recostar su cabeza contra mi regazo y ayudarle a taponar la herida. Mi mano apenas tardó en empaparse del líquido oscuro y espeso. 

Entonces el estruendo partió en dos el callejón, una llama viva deslumbró la noche y un coche voló en llamas. Una explosión, pensé. Una explosión enorme. Me vino a la cabeza JP, su plan descabellado, su ausencia del palco, y madame Lu mirándome disgustada, diciendo que la visitaría. El sudor comenzó a correr frenético y helado por mi espalda. Volví a fijarme en Toni, le acaricié la cara, sin saber si él podía verme con aquellos ojos suyos, tan azules y tan apagados ahora. Me estremecí al pensar que se estaba muriendo entre mis brazos. Y otros recuerdos me golpearon: recuerdos de huidas y remordimientos. Esta vez no abandonaría a nadie, aunque yo ya estuviera completamente solo - Todo irá bien.

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19/02/2018, 19:24
Lu

¿Cómo había podido ocultárselo? ¿Cómo había podido ocurrir? Era la batalla inevitable, la consecuencia última de vivir en aquel mundo sin renunciar a todo lo demás excepto su propia esencia. Y al final, el precio era la corrupción de la misma, la perversión de su propia conciencia. Y sin embargo, se descubrió pensando que no era eso lo que más dolía, a pesar de la sangre, la infección, de la corrupción que anegaba su propio ser. Era la traición de haber sido engañada por una de las pocas personas en las que creía de forma ciega. Tenía que saberlo; era imposible no darse cuenta de cuando uno perdía el norte de aquella manera.

Y aun así, aunque quizá habría sido mejor dejarlo perecer, jamás habría podido hacerlo. No hasta que el último recurso se hubiese agotado. Ya había perdido demasiado como para dejarse arrebatar algo más. Además, le debía una respuesta y no se iba a ir al otro lado sin esa respuesta.

Lu se irguió en sus tres metros de altura, cogiendo el cuerpo endeble y flácido del Galliard entre sus zarpas. Resultaba tan frágil... Echó a caminar, sintiéndose ajena a aquel cuerpo, a aquella forma en la que otro tiempo había sido natural. Pero se sentía mejor que en homínida, luchando con fuerza contra la constitución. Quizá en el hospital pudiesen ayudar, pero esa ayuda no era la clase de ayuda que Gwilherm realmente necesitaba. No en aquel instante.

Notas de juego

*Lu deja a Gwilherm en el suelo. Pasa a Glabro. Recoge llaves y teléfono. Recoge a Gwilherm. Baja a su planta a llamar al ascensor. Coge el coche para ir al local de Clara de Luna.

Todo eso en bolas B)

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19/02/2018, 20:42
Director

Tuviste que volver a una forma mas humanoide, donde no solo podría estar más cómoda, si no llevar a tu compañero, herido en una de las batallas mas antiguas y lóbregas de vuestra historia al coche que esperaba en el garaje. Por la hora no te cruzaste con nadie, y eso que de noche, era cuando mas viva estaba aquella maldita ciudad que ardía con sus luces y sus neones.

La forma artificial de metal oscura recibió vuestros cuerpos, tras que el retumbar de tus pequeñas pezuñas claqueteasen por todo el asfalto del edificio. Era casi gracioso, si no fuese porque lo que habitaba en tu interior era una marea de caos, advertencia y necesidad de parar aquello que aun notabas en las entrañas, como si fuese un gusano enorme, moviéndose en búsqueda de una salida que no encontraba.

El ronroneo del motor no se hizo de esperar, mientras te colocabas mas por costumbre que otra cosa el cinturón. Solo faltaba que os parasen por no llevarlo, porque siendo sinceros, lo demás era lo de menos, incluso con la sangre. Sevilla funcionaba de formas extrañas, aunque eso no lo comprendieses como lo hacían los que habían vivido antes de las bombas.

La radio se activó, en el mismo dial donde Gwilherm lo dejó la última vez. Viejos recuerdos decía, le gustaba escuchar música vieja, porque le recordaba algo que nunca llegó a decir.

La pequeña pendiente se volvió agresiva por la velocidad de subida, siendo acogidos ahora por las venas de aquella mastodóntica urbe que teñía de colores como vidrieras de antiguas catedrales el interior del vehículo según pasabas por locales, o tiendas que aun estaban abiertas. No te pasó desapercibido ese mimo encima de zancos con la cara desdibujada en el tiempo, que esperaba sacar fotos de algunos pero no encontraba a quien buscaba, parado en una esquina, mientras en su altura, vigilaba con su sonrisa afilada y oscura los secretos de la ciudad que nunca dormía.

Callejuelas que ignorabas, creyendo ver en algún momento lo que no eran luces, si no el reflejo oscilante de una forma en el aire al final, junto con el sonido de una canción lenta e infantil de alguno de los juguetes con musica de bebe. La gente había aprendido a no mirar a esos sitios, a no prestarle atención, porque lo que tu creías haber visto de refilón, esos grises de forma al final del oscuro y húmedo lugar no eran más que alguna de las entidades que tenía hambre, buscando el aperitivo ya fuese en forma de miedo, o de carne humana. 

Pobre del que revisase más allá de algunos puntos. Había entidades tan corruptas que ni el martes del carnaval les cortaba el paso, eso si, tenían que dejar que la pieza, el animal llegase hasta ellos, no podían cazador activamente. 

Al llegar a una avenida grande viste el humo, y como varias ambulancias y coches de policía se dividían en diferentes sentidos. Al menos tres lugares iban a ser visitados esa noche por los coches negros opacos donde iban dentro los agentes de seguridad con algunas habilidades peculiares. No era Martes, pero a alguien le había dado igual. El olor a carne quemada llegó a tu nariz, lejano, mezclado con el maldito ambientador de pino que a saber cuanto tiempo llevaba colgando del retrovisor.

Te pareció ver un accidente de coche en una de las paralelas, donde un turismo se había estampado contra un deportivo caro en mitad de un paso de cebra, cerca de donde estaba el local de la mujer de silla de ruedas. ¿Habría pasado algo? Recordaste temporalmente al que había ido, vendiendo a la que lo había enviado, preguntando por la misma persona cuyo nombre no dejaba de bailar entre las sombras de tu mente cada vez con mas fuerza. Tatiana.

Quince minutos después estabas ya frente al local de Claro de Luna. Que estaba cerrado.

 

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19/02/2018, 21:50
Director

Le acariciaste el rostro, mientras taponabas la herida viva que estaba ahí, latiendo sobre tu propia piel, como si echase de menos la de un compañero. Tosió, intentó decir algo entre jadeos gorgoteantes hasta que escuchaste como su respiración no era mas que un silbido ahogado. 

Vete...- alcanzó a decir, con la voz rota antes de que su piel empezase a sufrir cortes que no comprendías, porque no había nada, no lo veías al menos. Su rostro de mandíbulas fuertes fue aplastado por el aire, escuchando el crujido a la par que la estática que empezaba a crepitar en los cubos de basura. 

Una silueta tambaleante se asomó por el callejón, aun a mucha distancia. Solo pudiste otear esos ojos brillosos de un rojo intenso que estaban por encima de la oscuridad, fijados en ti. Y de golpe, el miedo ya no era una carga, si no una necesidad. 

Notas de juego

Iniciativa : D 

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19/02/2018, 22:42
Raphel

Al ver a eso que se me acerca, corro por mi vida hacia la puerta por la que acabo de salir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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19/02/2018, 22:56
Director

Corriste, porque eran apenas unos metros, pero al cerrar la puerta escuchaste como el golpe que se dio lo que fuese contra esta la había abombado. Había sido el triple de rápido que tu...y esos ojos...

No los ibas a olvidar en mucho tiempo. 

Una vez en el interior la música te llegó a lo lejos, de nuevo, mientras una de las camareras se te quedaba mirando extrañada, no sin antes observar el abombamiento. No debían, incluso los Martes, aquel lugar debería de estar libre de ataques. 

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21/02/2018, 02:56
Lu

Las cosas nunca dejaban de ocurrir, las catástrofes y los atracos y las peleas. Y no tenía nada que ver con ellos. La humanidad nunca había sabido estar en paz con ellos mismos. Qué diablos, ni siquiera ellos sabían estar en paz con los suyos, siempre en rencillas y disputas. Que sólo localizase tres focos de miseria casi, casi le extrañó. Pero tenía sus propios problemas recostados en la parte trasera del coche y al otro lado del teléfono. En circunstancias normales le habría importado un bledo y habría llamado a Ángela. O a quien fuera. Pero ya estaba demasiado jodida y tentando a la suerte como para probar a despegar una mano del volante.

No dejaba de mirar por el retrovisor, como si esperase que en algún intento la imagen fuese a cambiar espontáneamente y un Gwilherm sonriente le devolviese la mirada, sin sangre y sin estar medio muerto y corrupto. Y, por alguna extraña razón, empezaba a encontrarse lúcida. No lúcida físicamente, no. Lúcida en un sentido astrofísicomágico que Lu jamás habría podido describir con palabras. Lúcida como en el momento en que uno se da cuenta de que toda su vida ha estado preparándose para algo y ese algo acababa de llegar. Lúcida como que todas las señales apuntaban hacia una dirección y, aunque no podía ver todavía lo que se encontraba al final, empezaba a esclarecerse.

O esa impresión le dio mientras conducía desnuda, en su forma de medio-guerra, con la chaqueta puesta y el espeso vello corporal reseco con los restos de sangre mientras Gwilherm agonizaba. No le cupo dudas de que si la policía le daba el alto iba a terminar en la cárcel. O algo de eso. Pero no se dejó arrastrar hacia allí, ni hacia Tatiana, ni hacia Julián. Estaba en ese instante y tenía que lidiar con lo que tenía encima en ese instante. ¿Se había matado alguien más en un cruce de coches? Mala suerte, amigo. La vida es injusta. Y ese pensamiento hizo que se le escapara una carcajada hiriente, sardónica y desesperada, más propia de a quien le falta un ápice para perder la cordura.

Se bajó del coche. Cerrado. Claro. Mis cojones.

Sin pensárselo siquiera dos veces, empezó a aporrear la puerta como si le fuera la vida en ello. Que no le iba, pero la de Gwilherm sí. Al mismo tiempo, sacó el móvil y marcó el número de teléfono de su local. Tenía que quitarse ese picor de que algo malo estaba ocurriendo en su local. Y, mientras hacía el gesto de marcar, sin dejar de darle a la puerta, empezó a pensar a quién podría molestar para dar con Clara a aquellas horas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dos cosas:

1. ¿Lu tiene algún contacto que pueda o esté relacionado con Clara y que me pudiese ayudar a dar con ella? Ya sé que por ficha no, salvo Larry, pero hablo más en plan gente que haya podido conocer en sus años en la ciudad.

2. ¿Qué estructura tiene el local? Pone que tiene jardines y eso, entonces no sé si sería posible buscar un punto por donde pueda saltar dentro. Aunque eso tampoco me garantiza que haya nadie allí, pero por si la opción 1. me lleva a ningún sitio.

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21/02/2018, 11:34
Raphel
Sólo para el director

Recuperé el aliento mientras miraba boquiabierto el golpe que había deformado la puerta. Me di cuenta de lo poco que había faltado para que me alcanzará.. y entonces ¿Qué? Recuerdos que volvian siempre y que me hicieron temblar, completando una noche llena de angustia. ¿Sería realmente Madame Lu un ser... como aquello?

La camarera parecía tan aturdida como yo y eso me hizo reaccionar. La puerta era una exigua defensa si "aquello" intentaba entrar así que avancé hacia el interior del Bacanal mientras la llevaba conmigo y le lanzaba las preguntas atropelladas una tras otra.

Me dijo cuenta del cálido tacto de su antebrazo y la solté, me giré hacia ella e intenté callarme para explicarle la situación.

- Toni está muerto ahí fuera, vale? - muerto no, desechó lo describía mejor. Se había aplastado ante mis ojos, con aquel extraño sonido alrededor. - Necesito encontrar a NO, sabes dónde está? Sigue aquí?? O... - la alternativa era tan terrible que no quise pronunciar la, porque si había salido en su arrebato de locura, yo sabía que no iba a tener más remedio que ir tras ella.

Notas de juego

Cargando editor
21/02/2018, 19:26
Director

Llamaste, pero nadie cogió el teléfono. 

Cuando ibas a maldecir hasta en arameo si hacía falta una de las ventanas del local, sea abrió, dejando ver en la oscuridad dos iris verdosos reflectados por las luces de las farolas. 

¿Qué ocurre?- La voz suave y armoniosa provenía de la menuda mujer a la que te habías presentado hacía ya demasiado. 

Notas de juego

No sabes como es el local por dentro aparte de la zona conocida, es un edificio.

Cargando editor
21/02/2018, 19:38
Lu

Se sorprendió de que apareciera, esa clase de sorpresa de quien cuenta los segundos para ver qué es lo próximo que va a salir mal. Guardó el móvil en el bolsillo, apartándose ligeramente del marco para que la luz de las farolas incidiese en sus rasgos lobunos.

Soy Lu —explicó, por si entre el pelo y la sangre y las pintas no quedaba claro. —Lucía 'Lucha-sin-sangre'. —Qué ironía. — Tengo... Gwilherm, mi compañero. Se muere. Está infectado y no sé a quién acudir. Por favor. No hemos hecho nada malo, no nos persigue nadie.

La desesperación y la urgencia impregnaban su voz, rompiéndola en pedazos. Señaló el coche.