Partida Rol por web

Dioses, Damos pena...

   "Pero esa información es de primera categoría, ¿cómo pudo mantenerla en secreto hasta ahora?... ya veremos que decisiones toma el Senescal, ya que tiene mucha más experiencia que yo en asuntos estratégicos, aunque por si acaso tendré preparado un plan B".

Careus enarcó una ceja al oír al mediano. Fuera cierto o no, ya se aseguraría de que aclaraba la veracidad de su información una vez que estuvieran en el camino. De momento necesitaban convencer al senescal. "Que hable ya, por favor..."

El Senescal se acomoda en la silla escuchando vuestras peticiones atentamente y asintiendo de vez en cuando... hasta que oye las palabras del mediano allí presente y se inclina hacia delante.

No tengo constancia de esa información maese Lido, pero me informaré sobre ello. Dice el senescal mirando al mediano para acto seguido dirigirse al resto del grupo.

Os daré lo que me pedís, el carruaje, los cuatro caballos, la comida y 15 piezas de oro por cabeza. El Senescal se levanta de la silla y os mira uno por uno.

Jeroaw os proporcionará las provisiones, ahora debo atender otros asuntos importantes, suerte a todos y que los dioses os protejan.

El Senescal Eraeron os hace una pequeña reverencia y abandona la sala dejándoos con el joven muchacho.

¡Bien!. ¡Tendremos como ir!.  Deberé seguir esta mentirilla hasta el final pero ha valido la pena.

Lido decide que otra vez es hora de guardar silencio. Por ahora decide aguardar al resto de sus compañeros para ver que curso tomará esta nueva aventura.

   "Excelente, aunque a que se refería con otros asuntos más importantes... acaso la ciudad se encuentra bajo asedio... tal vez sólo somos uno de los grupo que enviara por la piedra... o acaso la piedra no es tan importante... sigo en mis pensamientos hasta que sean interrumpidos por mis compañeros o el ayudante del Senescal".

Jacobus piensa  sobre las palabras de Lido –Nunca se sabe si las palabras de un Pícaro llevan razón o no, pero de ser cierto lo que dice, tendremos muchos problemas pronto.  

   Salgo de mis pensamientos al escuchar las palabras del semielfo.

   Sí, eso... ¿puedo ayudarte en algo?, de seguro que te vienen bien un par de brazos para cargar las provisiones en la carreta, calculo que es demasiado trabajo para ti solo.

   "Al parecer saldremos de inmediato".

—Cuenta conmigo también —se ofreció Careus—. Mientras estemos en esta ciudad tú eres quien nos dirige.

 Yo tambien ayudare, y me parece bien senescal lo que nos da, Yargor tu seras el guia? ya que tienes un mapa.

 Mirando a todos y conociendo a las personas con las cuales partira y que tendra que convivir

¿Debería ayudar?. Bah con lo que pueden cargar esos brabucones será mejor que me quede sentado o a disposición del senescal. Si quieren que trabaje que me lo pidan. Estos tipos siempre se pasan de buenos quizas si les pido que me laven la ropa lo hacen.

Lido estaba a punto de apoyarse en la pared cuando recordo que el debía ser un nuevo "Lido". Pronto asomandose de las espaldas de Caerus dice:

-Bueno, bueno, aquí hay mucha charla y poco trabajo. Vamos, ¿que hay que cargar?.-

   Compañero enano, no me molestaría ser el guía... pero me parece mejor idea colocar el mapa en el centro y que todos puedan opinar acerca del camino que tomaremos, luego podríamos decidir cuál de ellos es el más adecuado... es lo que se me ocurre de momento.

   "Eso viene después, ahora preparémonos".

 Eres digno de ser llamado hombre Yargor, pero alguien sabe bien porque camino tomaremos?, yo no elejire porque los seguire por el camino que sea neceserio.

 Aunque no dejare mi vida espuesta al peligro.

Lido suspira y mira hacia el piso dejando caer el peso de sus brazos. Repite.

-¿Que hay que cargar?.-

Cuantas vueltas ...

Desde luego Aram, eres digno de ser llamado enano, con la fuerza de tus brazos es mas que probable que puedas cargar cuanto alla que cargar tu solo en la mitad de tiempo que 10 hombres jovenes, y que no decir de un humilde elfo, si bien ayudandote no haria mas que entorpecerte lo mejor es que tu, muestra de tu poder y virilidad te encargues de esta tarea.Digo mientras me reclino dispuesto a elimina una inexistente arruga en mi vestimenta.

 Lo hare porque quiero hacer algo, no porque un elfo gay me lo dice y todavia intentandome alagar, que desgracia, alguien mas me ayuda?.

 Esperando la respuesta de mis amigos

Jeroaw que se había situado en un lado sin interrumpir la conversación entre los aventureros y el senescal se acerca a vosotros con gesto serio.

Calma, no es momento de discutir ahora, si queréis ayudar venid conmigo, os llevaré a los establos para que podamos cargar con vuestras provisiones y podáis partir.

El joven os conduce hasta los establos y allí podéis ver como unos soldados se apresuran a sacar de allí una carreta con un techo cubierto de tela blanca y lo colocan en el exterior.

Cuando entráis en los establos veis que no abundan precisamente los equinos, pero los suficientes como os prometió el senescal.

Jacobus sigue al joven muchacho, junto a sus compañeros. Allí observa el carromato que les servirá para el viaje. Mira a los caballos de arrastre diciendo: 

Careus deposita el yelmo y su arco en el carromato, mientras silba una canción que cantaban los sacerdotes del templo en que solía orar de pequeño.

—No quisiera paracer apresurado, pero estoy impaciente por salir. ¿Alguien tiene algún asunto pendiente?

Le da un puñetazo amistoso a Yargor en el hombro acorazado y pasea por el establo para estirar las piernas..