Partida Rol por web

INTRODUCCIÓN

Bienvenidos a tod@s:

Siglo XIV después de cristo, tierras de Glessic, Reino de Loarrus.

Hace unas semanas los mayores enemigos de estas tierras sustrajeron la piedra del poder que las protegía. Ellos eran los llamados Eurynomus, pertenecientes a las tierras de Shallott del Reino de Arbebuck.

Pero comencemos por el principio: la piedra del poder es un objeto mágico que pasó de generación en generación a los magos de las tierras de Glessic con la misión de protegerlas de todo mal. Nadie sabe con exactitud desde cuando poseen esa piedra ni de donde salió ya que ni siquiera los más sabios del reino recuerdan o han encontrado signos de su antigüedad.

Durante esta generación el encargado de la piedra del poder ha sido el Mago Magníficuss, mano derecha del Rey Jonh Loarrus, quien ha sabido manejar el poder de la piedra para que ningún enemigo les robara sus tierras.

Pero como en toda historia, siempre hay alguien que sabe el punto débil de los demás para conseguir lo que anhela "en este caso la piedra del poder". Y dió la casualidad que Magníficuss mostró su punto débil tras una enfermedad que le dejó sin fuerzas durante unos días. Alguien de su entorno supo esta información y sin mostrar ningún tipo de escrúpulos y lo que es peor, sin saber lo que realmente estaba provocando, fué a decírselo al Rey de Arbebuck ( gran anhelador de la piedra del poder) por unas míseras púas.

El traidor fué descubierto al gastar más púas de lo normal para una persona de su condición.Lo torturaron sin piedad hasta que confesó todo y fué mandado a la horca. Pero eso no evitó que se desatara la tragedia ya que días antes de haberle descubierto se produjo el brutal ataque.

Una mañana mientras algunos soldados estaban entrenando en el patio de armas y los siervos y campesinos realizaban sus labores matuninas, apareció de la nada el temible Rey de Arbebuck, con todo su ejército y su mago al que todos llamaban Loganuss. Ellos eran los anteriormente citados como Eurynomus. Aprovecharon la debilidad de Magníficuss que no estaba en plenas facultades para controlar el poder de la piedra y crear un escudo protector en todo el Reino de Loarrus, para rechazar todo ataque mágico que lanzaran sobre él. Y aparte de eso el hecho se agravó porque la mayoría de las tropas que debían estar allí protegiendo al castillo, se encontraban fuera en una cruzada y llegaron un día después del ataque.

 En ese momento como la magia de Loganuss era más superior que la de Magníficuss, consiguió reducir a los pocos soldados que quedaban en el castillo y hacerse con todo el control del mismo. Además, el Rey de Arbebuck utilizó catapultas, arqueros con flechas de fuego y su arma secreta: el dragón de la guerra que sobrevoló todo el reino escupiendo fuego y abrasando todo a su paso, incluídas personas.

En resumidas cuentas, menguaron todas las defensas, entraron al lugar donde se encontraba la piedra del poder y seguídamente abandonaron el castillo sin preocuparse de atacar ni a Magníficuss ni al rey, ya que tenían lo que buscaban y no pensaron en nada más.

DÍA 1

Castillo de Loarrus, Sala del Trono.

Llegado el ocaso comienza por fin la reunión a la que el Rey John Loarrus os ha citado. Estáis todos reunidos en la sala, sentados en unos sillones de cuero y esperando a que el rey haga su aparición. Enfrente vuestra se encuentra el trono aun vacío y por toda la sala hay decenas de personas: soldados, siervos, obispos, condes etc... que han venido de todos los rincones de las tierras de Glessic para conocer a los elegidos. Parecen estar más pendientes de vosotros que de los bufones que están amenizando el ambiente, cuchicheando y hablando entre ellos sin dejar de miraros.

Con el Ocaso, la hora de la cita con el rey habia llegado, y puntual como un reloj me presento en la sala donde nada mas entrar me llama la atencion todo el gentio que alli habia. Miro a mi alrededor para ver si veo alguna cara conocida pero ante la multitud se me hace imposible reconocer a nadie.

Sin perder mucho tiempo me dirigo hacia uno de los sillones vacios y tomo asiento con la intencion de esperar a que su majestad haga acto de presencia.

A ver si su majestad es tan puntual como lo he sido yo. No me gusta que me hagan esperar, y mucho menos en una audiencia de tanta importancia como lo es esta.

-Espero que os hayan elegido prudentemente -habló primero, rompiendo el silencio. Su tono fuerte y estricto podía haber intimidado a alguien, aunque confiaba en que no fueran gente tan impresionable. Ni siquiera giró la cabeza a ver a quienes estaban a su alrededor, su vista estaba fija hacia el frente. Mostraba una coraza exquisita de plata, que parecía haber sido forjada exclusivamente para su figura, pues se amoldaba a la perfección. Traía puesto un pantalón de un profundo azul oscuro, y altas botas de cuero blancas. El cabello se mostraba suelto, y como era su costumbre un mechón de este estaba peinado a un costado del rostro, aunque casi siempre caía sobre el rostro, en concreto sobre uno de los ojos.

-Mi nombre es Aurea Loarrus -dijo sin mas, y sin esperar respuesta alguna. Si los demas preferían mantener silencio, que así fuera.

No dejo de mirar a mi alrededor mientras espero a que el rey haga acto de presencia, de repente toma la palabra una joven bastante bella a mi juicio, y se presenta dando su nombre...

Mi Lady... hago un gesto con la cabeza a modo de saludo mientras me levanto de mi asiento y digo... Mi nombre es Lord Agrael Farshin, y es un placer estar aqui y haber sido elegido para esta noble causa.

Una vez presentado vuelvo a tomar asiento.

Garren entra a la sala escoltado por 4 guardias,  una vez entrando por la puerta se detiene, y hecha una ojeada a la multitud que habia dentro de ésta. presta especial atencion a una chica con una armadura perfectamente encajada en su cuerpo, y un caballero sentado en uno de los sillones.
Viste con unas botas y pantalones de cuero negro, ornamentados con un cinturón, cual tiene una gran hebilla de metal. Su armadura es de cuero sin mangas, donde se deja ver sus potentes brazos curtidos en muchas batallas.

-Porque hay aqui tanta gente?...Menudo fastidio. Supongo que tendre que sentarme en esos sillones-   Pienso
-Bueno queridos amigos guardias, es una pena, pero creo que no nos vamos a volver a ver nunca mas...jeje! os hechare de menos, sobretodo las peleas que teniamos frecuentemente, pero asi es la vida! unos se quedan...y otros se van.

Garren se dirige a los sillones, donde estaba la chica y el caballero, les hecha una mirada de superioridad al Caballero, y acto seguido se sienta en uno de los sillones, al lado de la chica. Para romper el hielo, dice unas palabras:

-hmm, una armadura perfectamente encajada, de un material valioso como es la plata y con una ornamentacion un poco...curiosa. Tiene buen gusto, me atreveria a decir que es una pieza única

Vi como entraba aquel desconocido en la sala escoltado por 4 guardias.

Cuando paso por mi lado observe como este me miraba por encima del hombre creyendose superior a mi, de momento no se lo tomare en cuenta, intentare conocerlo antes de poder juzgarlo.

Cuando comienza a hablar no puedo mas que soltar una sonora carcajada y dirigiendo mi mirada hacia el le digo...bonita manera de ligar, si señor.

Tras oír las palabras del Caballero, me levanto, imponiento y me acerco a el. Una vez delante de él, le ofrezco mi mano esperando a que sea correspondida para el saludo, acompañado de una amplia sonrisa

-Vaya, la primera palabra que me dirije un caballero, y que no es para tratarme como un animal, estoy sorprendido, quizas...valdria la pena conocerlo - Piesa Garren

-si jeje, Usted estaria igual si llevara 2 años encarcelado, o eso creo. Por cierto, mi nombre es Garren. Y usted es...?-

Un mundo de gente le rodea al simple campesino que está sentado en un sillón y tratando como siempre de pasar desapercibido para todos los presentes. Algunos se saludan, otros se arriman más cerca, pero todos ignoran al simple campesino que está en su lugar, después de todo, hasta podría pasar por un siervo que se está tomando un atrevimiento enorme que no le corresponde.

¿Para que me querrá a mí? No he logrado nada en mi vida, no se en que un simple hombre como yo podría servirle a su Majestad. ¿Habilidades con la madera y el acero? Solo hago flechas por nuestro Señor.

La misma copa que le sirvieron está intacta delante de él, igual que la comida que le sirvieron, nunca vio tanto lujo y no se atreve a tocar siquiera lo que le ofrecen, sintiéndose no merecedor de ello.

Cuando los guardias nos vuelven a traer de vuelta la sala esta llena de gente y no se encuentra presente el Rey. Tras un momento de duda ante tantos Grandes del Reino presentes y después de ser discretamente empujado por el asta de la alabarda de uno de los guardias reales avanzo hacía los asientos dispuestos para nosotros.

Con el uniforme y las armas de arqueros del castillo los presentes deben pensar que nos sumaremos a los numerosos soldados desplegados por la sala o nos situaremos en el atrio con los arcos preparados par proteger a su Majestad y su familia.

Hace unas semanas habría sido impensable una reunión de la corte bajo el control de los soldados del Rey pero después del asalto de hace unos días a nadie le sorprenden estas medidas.

Cuando llego delante constato que ya hay cuatro ocupados. Me dirijo a uno de un extremo saludando antes a los que están ya sentados. – Mi lady, lord, señores soy Bernat del Puig un simple arquero del ejército del Rey. Muy honrado – no puedo evitar detener mi vista en la bella dama presente – de haber sido incluido en el mismo grupo.

Sin esperar respuesta tomo asiento tras acomodar el arco para poder hacerlo

Aquel amasijo de musculos se levanto y se dirigio hacia mi presentandose a la vez que ofrecia su mano para ser correspondido. No dudo ni un segundo en estrecharle la mano como muestra de gratitud a la vez que me presento... Soy Lord Agrael Farshin, al servicio del rey hasta el mismisimo dia de mi muerte.

Estoy apunto de preguntarle el motivo de su cautiverio cuando de repente irrumpen en la sala dos arqueros del ejercito y de la guardia del rey. Veo como ambos se presentan y con un gesto de cabeza les saludo Bernat, Revan, es un placer conocerles, mi nombre es Lord Agrael Farshin.

Miro a mi alrededor y veo como los asientos que antes estaban vacios ahora van llenandose poco a poco. Reparo en el campesino que esta sentado con nosotros intentando seguramente pasar desapercibido. Me dirigo hacia el, no sin antes despedirme momentaneamente de los demas...Perdonad un segundo, en breve estoy de nuevo con vosotros.

Ahora si, dirigiéndome al campesino le digo...carraspeo...Perdone buen hombre, pero no nos han presentado y creo que por educacion asi deberiamos hacerlo. Tendiendo mi mano hacia el plebeyo me presento una vez mas ante un completo desconocido...Me llamo Lord Agrael y creo que vamos a tener tiempo de sobra para conocernos.

Fue asintiendo conforme fueron dandose las presentaciones a modo de cortesía. Su mirada seguía fija, dura e inmutable en el trono, esperando el momento de inicio de la asamblea. Conforme se le veía con mas detalle, ahora podía apreciarse una trabajada funda de una espada pendiendo de la cintura.

Sin embargo, el comentario de la armadura pareció captar su atención, por lo cual giró la cabeza hacia el hombre que se acababa de revelar como Garren.

-Asi es. Llevar protecciones poco convenientes puede ser un estorbo especialmente letal en determinadas ocasiones. Y el oro...siempre me ha parecido un material demasiado petulante y endeble como para portarlo a modo de armadura.

A pesar de esto, llevaba un anillo de oro y rubí en la mano izquierda. Aunque se notaba que pasaba por alto totalmente la joya. Luego de escuchar algo mas esbozó una leve sonrisa que desapareció al segundo, y agregó:

-Si, los rostros de quienes nos sentamos en estos sillones serán los que veréis por mucho tiempo desde hoy, asi que sería bueno acostumbrarse a ellos. Por ende ha de haber algunas libertades en cuanto al trato entre nosotros, ya que el trato acartonado podría entorpecer la marcha. Claro que...las libertades tienen un límite marcará cada quien cuando se vea obligado a hacerlo -y con esto último lanzó una mirada relámpago al ex-prisionero. Percibía su forma de ser, porque ya la había visto antes y en otras ocasiones. Quien avisa no traiciona, dicen. Ella ya había dado su aviso.

Uno de los presentes hace gala de ser un Lord y es más se acerca a mi. Cuando el Lord se presenta ante el campesino, este se agacha en forma de reverencia. - Oh señor, no hace falta que se fije en un simple campesino como yo, estoy seguro que alguien le dijo mal el nombre a su Majestad y ya vendrá la persona que corresponde, mis perdones mi Lord, no quiero seguir ocupando el tiempo de tan importante persona. - Nuevamente haciendo una reverencia atrás de otra hasta lograr que el Lord se vea complacido.

Mientras más mejor, siempre le enseñaba eso su padre. "Nunca son suficientes las reverencias para la gente importante, siempre necesitan verse respetados". Recordaba Sergi al mismo tiempo que seguía haciendo una reverencia atrás de otro para impresionar al Lord.

Una vez estrechado la mano, veo que Lord Agrael se levanta a saludar a los otros miembros del grupo que estan entrando por la puerta, y una vez concluido los saludos, observo que se dirige a un campesino en especial. Yo en canvio,  sin moverme de mi sitio, hago un movimiento de cabeza para saludarlos, sin decir una sola palabra. Acto seguido, oigo las palabras de la chica, y observo que tras sus palabras me lanza una mirada fulminante.

-Cree que por llevar esa armadura me impresiona? se cree mejor que yo por ser de una casta mas alta? es realmente molesto...Si cree que va a intimidarme, se equivoca. - Piensa garren.

-No se preocupe mi lady, soy el que mejor sabe donde llegan mis libertades y donde acaban, y me tomo esta tarea como un medio de expiación por mis pecados. No tengo nada en contra de vos ni en contra de nadie, y tampoco quiero crearme rivalidades entre los miembos del grupo. Pero tened presente que también espero que se me trate con el mismo respeto, y no como un animal. De lo contrario, los animales tambien pueden morder.

Miro a la chica, con la misma mirada fulminante que me ha regalado anteriormente.

-Dicho esto,y si estamos todos de acuerdo, pongo a vuestro servicio mis brazos, mis armas, y prometos defenderos a TODOS, y cada uno de vosotros hasta mi ultimo aliento si se respeta lo que he dicho anteriormente. Eso, lo prometo.

Una vez acabo mi pequeño discurso, miro a los integrantes del grupo para observar sus reacciones ante tales palabras

Olvida ya las reverencias campesino. De una cosa puedes estar seguro, su majestad el rey nunca se equivoca y si tu nombre ha llegado hasta sus oidos y ha decidido que formes parte de este grupo sus motivos tendra. digo dirigiendome al campesino.

De repente Garren comienza a hablar y sus palabras captan toda mi atencion, cuando este termina de hablar me dirijo hacia el...Garren, ten por seguro que en mi presencia nadie te tratara como un animal y si alguien lo hace se lo hare pagar.

Ante mi ultimo comentario miro fijamente a todos y cada uno de los alli presentes para ver sus reacciones y adivinar mediante ellas quien seria capaz de enfrentarse a mi.

Para sorpresa de algunos, sostuvo fieramente la mirada de Garren.

-No os equivoquéis. Si os considerara como tal cosa no estaría aqui perdiendo el tiempo. Si eso os han prometido y fielmente os mantenéis en vuestra palabra, os garantizo personalmente que se cumplirá.Quienes estamos aqui reunidos ahora mismo estamos hechos de carne y sangre, sin excepción. Y todos tenemos igual posibilidad de acabar ensartados en una espada.

Luego miró al caballero.

-Con gusto me batiría en duelo con vos si fuera por otra causa y en otras circunstancias -comentó con aire distraído, como si fuese un comentario mas casual que otra cosa. También, observó al humilde personaje que se encontraba hablando con Agrael.

-Como se acaba de decir, mi padre no suele equivocarse, y dudo que osara hacerlo en una situación tan urgente como esta. Veo que no habéis tocado vuestra comida, deberíais aprovechar a saciaros ahora que se puede.

Hay que reconocer que tiene valor la joven muchacha... pienso ante las palabras de Aurea

Haciendo gala de mi buen humor, hago una reverencia hacia Aurea mientras le ofrezco mi mejor sonrisa.

No lo dudo mi lady, veo valentia y firmeza en vos. Lo cual me complace enormemente.

Dichas mis palabras, observo como Lord Agrael, se acerca, y tras decir esas palabras de apoyo hacia mí, una sensacion de confianza,  hacia él me inunda mi cuerpo.

-Estaria un caballero dispuesto a batirse a muerte con tal de defender a un barbaro?Estoy impresionado, con esas palabras se ha ganado mi total confianza. Nunca habia sentido esta sensación.

acto seguido, despues de que Aurea ponga en evidencia su linaje, ya sendo la hija del Rey, la miro

-Creo que hemos empezado con mal pie. Efectivamente si queremos tener una oportunidad en la mision encomendada, deberiamos llevarnos minimamente bien. No estoy diciendo que nos hagamos amigos, simplemente con que nos toleremos es suficiente. Ahora bien, una vez salgamos de aquí, mi lady, no espere que vaya haciendo reverencias todo el viaje. como bien ha dicho, todos somos de carne, y una vez ahí afuera, nuestros titulos no ganan las batallas.

Con estas palabras me alejo de ella, y mientras camino, como no quiere la cosa, digo:

-No son los títulos quienes honran a los hombres, son los hombres los que honran sus títulos, y Lord Agrael me ha demostrado que él es un claro ejemplo -