Partida Rol por web

Mientras todo sucedía Mossest parecía enfrascado en una extraña meditación.

Mosest pedía el auxilio de su dios, con la esperanza de detectar la maldad si éste se encontraba presente en aquella taberna. Casi sintió un cierto alivio cuando percibió que no había signos de maldad evidente en el lugar.

Bhain bajo el tono de su voz hsta hacerlo asi imperceptible- Si creo que debemos encontrar la manera de pasar las armas de forma segura por la ciudad, digamos que mi hacha de guerra y mis armas no pasan desapercibidas y si queremos realizar bien nuestro asunto no lo podremos llevar a cabo sin ellas, esa debe ser una de nuestras prioridades. Tienes razon Gaius, creo que lo priemro sería ir a ver a Medus y a ver que sabe de la situacion actual por la que esta pasando por la ciudad. Luego deeriamos ir a buscar a Aldara, ella es una de las claves de todo este asunto, hemos de dar con ella

Arthedain cavilaba sobre la manera de poder circular armados por la ciudad. Lo primero era fijarse en si había patrullas ede la guardia de razas mixtas o si eran homogéneas. Lo segundo era echar una ojeada a una patrulla, para ver cómo de difícil sería imitar los uniformes. Habiendo tanto mercenario suelto, lo más normal era que la guardia ahorrara en uniformes y se limitaran a lucir sobrevestas distintivas sobre la armadura de cada cual.

Bhain recapacitó intentando hacer memoria. En sus tiempos de gladiador no necesitaba llevar armas más que en el interior de la arena y la situación del toque de queda era relativamente reciente. De todos modos recordaba haber escuchado que solo los nobles o los pertenecientes a alguna organización militar del Imperio (como los Caballeros de Predemia) podían portar armas, llevando un salvoconducto específico. No era solo cuestión de dinero, sino también de posición.

Mientras todos hablaban Arthedain se aproximó a una de las ventanas del local. De vez en cuando pasaba alguna patrulla de soldados. Pese a que algunos portaban cotas de cuero tachonado con los colores de la ciudad - probablemente los guardias más veteranos - otros llevaban únicamente sobre su armadura unas hombreras con las insignias del Imperio. La zona donde se encontraba la posada estaba bastante concurrida por lo que el elfo llegó a contar cuatro patrullas pasando en corto espacio de tiempo: la formación variaba de tres a cinco componentes, aunque todos parecían ser humanos... Salvo en un caso particular que le llamó la atención. La tercera patrulla estaba compuesta por cuatro individuos: un elfo, dos humanos y un tercer personaje embutido en una capa con capucha que ocultaba sus facciones. ¡Un Inquisidor! Los componentes de esa patrulla tenían un aspecto más peligroso que el de los guardias comunes, y era evidente que no todos ellos eran luchadores puesto que uno de los humanos ni siquiera vestía armadura. Aunque todos llevaban un colgante en el cuello con el Dragón de Predemia rampante. Era sin duda una de las famosas patrullas inquisitoriales.

- Supongo que para ver al gnomo ese no necesitaremos las armas - comentó el druida, aunque debemos buscar la forma de poder llevarlas después. Podríamos ir primero a hablar con el y luego sabiendo a donde debemos ir decidimos como movernos - Tras una pausa agregó - Quizás llevamos los carros hasta donde hagan falta? - terminó sin estar convencido de su propuesta.

Bhain recordó, con las palabras del mediano, que los barrios bajos de Predemia tenían la extraña característica de ser realmente bajos... Estaban en un desnivel de la ciudad al que se accedía mayoritariamente por escaleras en varias calles. Los carros - y de hecho los caballos - no llegarían hasta allí. Lo cual tampoco suponía un problema para sus habitantes: normalmente algo dejado a la puerta de cualquier edificio tendía a esfumarse en pocos segundos si no estaba vigilado así que... ¿para que llevar caballos que podrían robarte?

Una vez observado el panorama, Arthedian comentó: - Bien, tropa, ha llegado la hora de trabajar un poco. Propongo que nos hagamos pasar por una patrulla de la Guardia, y así podremos ir armados sin llamar la atención, aunque 8 es demasiado, tendríamos que ir en 2 grupos de a 4 para no llamar la atención.

- Para empezar, habríamos de conseguir hombreras con las insignias del Imperio, eso probablemente nos lo pueda hacer un sastre, o podamos robárselo al sastre que se las hace a los imperiales. El objetivo final es duplicar los colgantes que llevan las patrullas inquisitoriales, en cuyo caso nacie se nos va a acercar a preguntarnos quiénes somos, más bien al contrario.

- Y disfrazarnos de guardias? - por un momento al mediano le brillan los ojos - Me gusta! Me gusta! Incluso podriamos conseguirle unas hombreras a Remo. Ahora... porque no las conseguimos directamente de los guardias, no creeis que será más rápido? -

La inocencia de Rómulo contrasta con su entusiasmo, acariciando la cabeza de su montura se lo ve preparado para "conseguir" las insignias lo antes posible.

No, mi pequeño amigo, no. Los guardias atacados no tardarían en explicar (tanto si les dejamos con vida como si no) que les quitaron los distintivos, y entonces sabrían qué buscar.

Es mejor confundirnos entre las muchas patrullas y no llamar la atención. Si nos comportamos con naturalidad, cada oficial que nos vea pensará que se trata de la patrulla de otro oficial, y así pasaremos desapercibidos aunque vayamos armados.

- La idea de ir a los barrios bajos, y desde allí movernos por el subsuelo, no parece mala. Aunque yo no me sé orientar en esas situaciones.

- Si. Es cierto - el druida cede ante las explicaciones del elfo, aunque se queda levemente pensativo - pero donde conseguiremos esos distintivos? No creo que los guardias nos lo cuenten... Si quieren lo intento, le pregunto a algún guardia de donde sacaron ese distintivo tan bonito. Que les parece? -

Las palabras de su congérnere lo hacen cambiar de tema - Subsuelo? pero como accederemos allí? y como transportaremos las armas a los barrios bajos? - el joven Rómulo se siente cada vez más perdido en la ciudad. Evidentemente entre la espesura las cosas son más sencillas, pero le pone al mal tiempo buena cara y sigue intentando ayudar a que el grupo consiga su objetivo.

-Yo podría conseguirrr lo necesario -Dijo la maga -Con algo de magia claro está, bien pudiera parecer un oficial o un inquisidor o un "mandamás" durante un espacio de tiempo suficiente para ir al dispensario de uniformes y exigir ocho, incluido el mío, para ocho nuevos reclutas. La primero que habría que hacer es descubrir el lugar dónde dispensan los uniformes y los instintivos y después que yo visualizara a algún oficial para copiar su imagen y trasladarla en mi persona... claro está, habría un problema con mi voz, a no ser que haya oficiales femeninosss... también habría solución a ello, pues mi magia puede cambiar también mi voz...sólo necesitaría tiempo para memorizar el hechizo correspondiente. ¿Qué os parece? Quizás sea necesario falsificarrr algún documento oficial de solicitud para material militar o algo parecido... deberíamos investigarrr eso también, para estar seguros de todo y no meterrr... la pata.

Dijo un sabio elfo que la simplicidad es un arte.

¿No bastaría quizá que alguien con labia (por ejemplo Mama Brigitte) se acercara a un sastre pretextando algún arreglo necesario, le diera conversación y le sacara quién del gremio hace los distintivos militares? Luego se roba uno con disimulo (si se roban 8 llamaríamos la atención), se lleva a un sastre de confiaza del Gremio de ladrones, y que nos lo copien. Luego se devuelve el robado a su sitio y parecerá que fue extraviado, por lo que nadie se dedicará a buscar guardias falsos.

Caballeros, conseguir la s indumentarias va a ser algo mas dicil, pero no hemos de pensar en dos dimensiones, como solia decirme uno de mis amestros, la mejor solucion a un porblema es la mas sencilla, en principio no deberiamos necesitar las armas hasta que vayamos a por esos nigromantes y a rescatar a la maertra de Mama. hasta ese momento propongo ir sin las armas mas evidentes y que usemos articulos corrientes como armas camufladas, algo asi como palos, baras , palos unidos por una cadena, cuchillos, los cules puden pasar desapercibidos facilmente. Ahora vayamos a ver a ese Gnomo a ver que nos cuenta

Arthedain querido, lo que planteasss es muy buen plan, me gusta y sin pasar más riesgosss de los necesariosss, pero no haría falta robar naddda. Siguiendo con mi propuesta, yo puedo tomar la apariencia de cualquiera con distintivos incluidoss. Si uno de esos ladrones puede copiar con maña, yo misma pudiera ser el modelo a copiar enfundada en mi hechizo. -Mirando al enano añadió -Bhain, no sé si sois o demasiado valiente o demasiado...¿confiado? Eres el primer enano que conozzco que no le importaría separarrrse de su ha-cha. ¿Y entonces por qué tomamos tantos riesgos para pasar nuessstras armas por la puerrrta principal, si luego nos ibamos a defender con palos y cadenas? No se lo que piensan losss demásss, pero aun yo que pudiera manejar otrasss artesss, me sentiría más segura con mi ballesssta en mi esspalda y más en essste agujero de ciuddaddd.

- Entonces no le pregunto al guardia? - es dificil darse cuenta si en la pregunta del mediano hay desazón o alivio - Bueno, el plan de la maga es mejor - completa dando a entender que evidentemente lo prefiere a "su" idea.

- Yo mucho no entiendo de ciudades, pero, por otro lado no creo que sea una buena idea ir a buscar al gnomo ese con los distintivos puestos - acota - Es más, quizas el nos pueda recomendar un sastre. Que les parece si, por ahora, dejamos las armas escondidas y vamos a ver al Medus este. En el camino la maga mira con atención el distintivo, cosa de poder duplicarlo... De veras puedes hacerlo? Que interesante... y luego con la información Y los distintivos Y las armas nos dedicamos a acabr con esos no muertos e irnos de aqui -

El mediano está orgulloso de su plan, pero espera el acuerdo de sus compañeros antes de ponerlo en práctica.

La maga miró al enano, al elfo y al mediano y asintió con la cabeza; después miró al resto de compañeros que aún no se habían manifestado esperando su aportación.