Partida Rol por web

Silvania se lamentó por un momento de que, una vez más, no le hiciesen caso.

Ahora, disparase a donde disparase, si el enemigo caía haría daño a alguno de sus compañeros.

Sin embargo, la frustración que esa idea le provocó le afectó apenas un instante, luego ese pensamiento desapareció como todos los demás, su mente sólo se centró en el enemigo que tenía delante y los movimientos para abatirlos. Las dos flechas salieron hacia el enemigo que estaba cerca de Rómulo, el que tenía menos compañeros pegados. La primera fue simplemente perfecta, incrustándose entre los dos ojos del odioso zombie, donde desgraciadamente ya no había cerebro que dañar. La segunda no fue tan buena, el frío era incómodo y ese pensamiento le hizo dudar por un instante, perdiendo precisión en el disparo.

Desde que había vuelto a la ciudad parecía que las cosas no habían ido demasiado bien, un pequeño sentimiento de frustración paso por la mente del enano, la maldición de ese tipo, las cosas que vigilaban la entrada,, las sombras es que me drenaron la fuerza, este frio infernal que amenazaba con congelarle hasta el alma si llegaba a despitarse.
Bhian no podía creerse que hubiera fallado un golpe tan claro como ese, estaba claro que esas cosas le habían dejado mas tocado de lo que parecía, pero entonces recordó las palabras de su padre- La fuerza del guerrero no radica en su fuerza fisica, ni tan solo en la espada que tiene entre sus manos si no en el alma que impulsa ese arma, eso es lo que le da la verdadera fuerza.- En ese momento la expresión de Bhain se transformo, volvía a estar en la arena y ahora era vive o muere, pero su perdida pero ya ni eso importaba ahora la rabia se apoderó de el su mirada se fijo en su objetivo la vena le palpitaba y un rugido estremecedor salio de su garganta --BEE..R...O..OX

La bola flamígera alcanzó los pies de la criatura que lanzó algo parecido a un gemido de dolor, aunque continuó moviéndose al borde de la piscina con la evidente intención de saltar a su interior... No logró completar el salto antes de que una flecha atravesase su cabeza partiendo el craneo helado por la mitad y provocando la reacción que habían visto en la otra criatura: un estallido de hielo que afectó a Gaius, quien estaba demasiado cerca tras lanzar su último ataque. El asesino notó como sus miembros se entumecían con el efecto devastador del frío que ni siquiera el calor mágico de la bola de fuego alcanzaba a disipar.

Por su parte Mosest ardía de impaciencia ¡solo quedaba un cadaver a la vista mientras los otros que habían atisbado gracias a la llamarada ya parecían dispuestos a internarse huyendo en la oscuridad! ¡El destino no podía ser tan cruel! ¡Tenía que acabar con aquella aberración, sentir como su espada completaba un objetivo al fin!

Mosest contempló desesperado como los monstruos retrocedían hacia la oscuridad... ¡No había logrado alcanzar a ninguno todavía! Pero estaban ahí, acechando en las tinieblas...

No sabemos que hay ahi delante, pero lo que si que esta claro es que no son fans que esperan para felicitarnos por nuestro trabajo, asi que hemos de obrar con precaución, en una situación de combate el fallo de uno de los componentes del grupo puede hacer perder a otro compañero, por lo tanto tened cuidado.- el enano pensó en usar su visión para ver lo que habia mas alla, pero recordaba dolorosa y humillantemente la experiencia, asi que no lo intentó

- creo que un buen despliegue seria en V, eso nos permitiría proteger los flancos y mantener a Mama ene centro

El baho salía por la boca de Mama en cada exalación. Permanecía pensativa mirando a aquella oscuridad. Una inquietud le carcomía por dentro como una garra afilada raspando su tráquea. Aquella inquietud tenía un nombre: Aldara. Sus recuerdos de la infancia volvieron a su mente como una caricia cálida en su rostro gélido. Era tan sólo una niña y su maestra le enseñaba cómo separar el músculo de un fémur humano. Su conocimiento sobre la anatomía era magnífico y su precisión con aquel instrumento afilado aún más. Después, con la mano manchada de sangre, hizo un símbolo en la frente de la niña, un símbolo que ella nunca vió, mas no hizo falta, pues el rostro de ternura de Aldara al realizarlo, le transmitía todo su significado.

-Debemos continuar -dijo con suavidad ajena a las estrategias de sus compañeros. Si había muertos vivientes también deberían estar cerca sus creadores.

El druida continuó montado y empuñó su cimitarra, dispuesto a eliminar a cualqueir otro cadaver que se les acercara. De hecho, solo con la fuerza de su voluntad alejó de su posición la esfera que había convocado, buscando que la luz que emitía les permitiera descubrir a cualquier otro de esos seres gélidos que pudiera haber en el lugar.

- Recuerden que hay uno en el agua - musitó mientras sus ojos se movían entre la piscina y la zona oscura del salón - pero esa "V" suena bien... yo puedo encabezarla - añadió sin ánimso de perder su posición de "lider".

Pese a sus palabras se mantuvo, aún, cerca del agua, dispuesto a rebanarle la no-cabeza a cualquier no-muerto que intentara salir del lugar para sorprenderlos.

Mama se acercó al paladín y le susurró al oído:
-Bien, bien, bien... ahuyentando a esos muertos vivientes, sólo hemos ganado algo de tiempo y dosificado su masiva presencia...pero debemos continuar, en "V" o en "B" debemos seguir. ¿Qué pensará tu dios, Mosest, si te ve aquí plantado, quieto y temeroso? Debes dar ejemplo...te necesitamos. ¡Adelante!

- Los enemigos deben estar en las sombras, necesito verlos para apuntarles. ¿Alguien puede acercarse un poco a la pared e iluminarlos? No es necesario que se acerque demasiado a ellos, y si son ellos los que se acercan lo mejor es que retroceda. Otro debería tener en todo momento un ojo sobre ese estanque helado, no sabemos cuando o como va a salir ese no-muerto. Temo que esté siendo transformado ahí dentro, o quizás sea un lugar donde son curados... La tercera posibilidad es que sea un pasadizo y ese no-muerto haya ido a avisar a su creador, pero si es así ya no podemos hacer nada.

Silvania cerró la boca abruptamente, quizás un poco sorprendida ella misma de su largo discurso.

Que alguien ilumine un poco esto- dijo el enano avanzando un poco mas hacia la oscuridad, atento a cualquier sonido que se produjera, se mantuvo cerca de la pared, asi se aseguraba de no dejarse alguna puerta que no puedieran ver a causa de la oscuridad - Este sitio parece bastante grande. - El enano maldijo en silencio el no poder hacer uso de sus ojos de enano, ahora sabía como se debían sentir esas criaturas humanas, solas y desamparadas en la oscuridad y se dió cuenta de la superioridad de los de su raza

- Mi Diosa. - contestó el paladín. -Sirvo a Gloranai, la diosa de la salud y la curación.- Mosest parecía un poco molesto por el hecho de que Mama no supiera ni siquiera a quién servía, y aún así intentara mencionar a su deidad para empujarlo a seguir adelante. Aún así, viendo que Bhain avanzaba, ¡Mosest no iba a quedarse atrás!

- ¿Alguien puede iluminar ésto?. - Gritó al llegar al límite de la oscuridad.

Arthedain avanza hacia la piscina, manteniéndose a un paso del borde, para evitar alguna sorpresa procedente del muerto viviente que se escondió allí.

"Silvania, cúbreme," musita el elfo gris mientras avanza.

Mientras guardaba su moneda sagrada en una de las bolsas del cinturón, Robin se aproximó a Arthedain, que estaba observando atentamente la piscina.

La posibilidad de que apareciera un no-muerto helador, posiblemente potenciado por la inmersión en lo que fuera ese pozo, le había cruzado por la cabeza. Como a todo buen adorador de Random, a Robin le encantaban las sorpresas inesperadas, y sin duda eso lo sería. Claro que no todos los miembros de aquella banda compartían su Afecto por lo Inesperado, o sea que más valía estar alerta.

Los aventureros avanzaban valientemente mientras la esfera flamígera abría la luz a su alrededor... Algo extraño sucedía en aquella sala. Pese al leve resplandor que rodeaba la zona de la piscina y donde todo estaba mejor iluminado, la zona donde se adentraba la esfera era de una oscuridad malévola, casi diríase que devoradora... Apenas alcanzaba a sacar penumbra a su alrededor y pronto las llamas fallecían para sumirse en la más completa oscuridad(1). No se veía a los muertos vivientes ni tampoco al que se había hundido en la piscina. El líquido de la piscina, ahora que Rómulo estaba cerca para examinarlo, tenía el mismo aspecto que el hielo resquebrajado. Era difícil describir su textura: parecía como si un la nieve helada estuviera a punto de derretirse. La criatura que se había sumergido no era para nada visible desde el exterior.

Al notar como la luz de su esfera se iba desvaneciendo, Rómulo pasó su mano izquierda sobre la hoja de su cimitarra que comenzó a brillar con fuerza - Espero alcance - murmuró preocupado por lo que estaba sucediendo, mientras Rómulo se adelantaba e intentaba colocarse en la punta de la famosa "formación en V" de la que había hablado

- Todos atentos - dió sus instrucciones - No deben estar lejos! - Como de costumbre sus "ordenes" eran cualquier cosa menos específicas. Después de todo, a quien se le ocurría nombrar al caótico druida como líder del grupo?

Mama Brigitte esperó paciéntemente que los demás cumplieran las órdenes del mediano para colocarse en la punta de la famosa y estratégica "V". No entendía de formaciones militares ni nada parecido, pero mientras funcionara, mejor que mejor. Debían avanzar y si esa formación les agilizaba, bienvenida sería. -Aldara, enseguida estoy contigo. -pensó para sí. Nuevamente se cubrió con la oscura capucha de su capa ocultando el rostro a los demás, luego añadió en voz alta en tono con un toque de impaciencia -¿Hacemos esa formación? Hace frío aquí como para quedarnos mirando. ¿Podemos continuar, por favor? -Ahora que por fín había visto muertos vivientes en un número considerable, le entraron ciertas prisas por seguir en su búsqueda.

Robin avanzó con cautela, rodeando aquel pozo helado. Aún no estaba convencido de que no saliera un bicho de allí dentro...