Partida Rol por web

Te posas  sobre cubierta cerca de estribor para empezar a caminar con muchísimo cuidado sobre la superficie, notas cómo algunos tablones se hunden con tu peso pese a estar bajo el agua, lo cual indica que el barco está en unas condiciones pésimas, con lo que coliges que bajar a la bodega o registrar el barco a fondo es una auténtica locura. Al caminar a través de la sección central hacia la cabina del capitán, pasas cerca del afloramiento de coral que está en el centro del barco y captas un movimiento, te quedas quieto un momento para ver cómo una enorme anguila se lanza a por tu brazo...

- ¿Pero qué...

Es lo único que me da tiempo a pensar tras ver una rápida sombra atacándome.

Colin no parece haberse dado cuenta. La enorme anguila te muerde en el brazo izquierdo, no es un corte muy profundo pero te ha perforado el traje. Tiras como un loco de la cuerda antes de que el pez vuelva a por ti pero sorprendentemente, la rapidísima reacción de Wolff que comienza a izarte casi al momento, hace que cuando subes un poco, el pez pierda el interés en ti o no te considere una amenaza y te deje en paz.

Un poco después mientras asciendes, ves a Colin salir del camarote cargando con un enorme baúl como puede y cómo mira hacia donde estás tú y le ves casi cuando estás arriba tirar de su propia cuerda para que le icen a él también.

Un tirón de la cuerda de Harper hace que Wolff accione el mecanismo de subida y que se ponga a tirar del cable con gesto de preocupación. Esperábais que tardasen más de diez minutos...

Poco después y mientras aún Harper no está en superficie, Colin da un tirón a su cable, Wolff está ocupado izando a Harper y Colin tiene que esperar, da indicaciones a otros dos marineros para que tiren de Harper en su puesto y él se dedica a accionar el mecanismo de izado de Colin y luego a tirar del cable.

Al emerger harper y subirlo entre varios a cubierta os dáis cuenta de que está sangrando. Poco después se quita el traje y le véis pálido, sudando y con una hemorragia nasal. Colin llega a la superficie y lo suben a cubierta.

- ¡Por Dios! ¿Qué demonios ha pasado? – pregunto mientras me abalanzo rápidamente para echar una mano a Harper, y luego a Colin.

- ¿Por qué está sangrando? – quizá haya tiburones en esas aguas. No soy hombre de mar y en lo relativo a ello soy un inculto, pero cuando bajamos la primera vez no parecía haber ningún problema.

- Oh no, Harper, no me jodas... ¿Que demonios has visto ahí abajo? -preguntó Konrad, acercándose a su amigo con cierta preocupación. Tuvo un mal presentimiento desde el principio con todo aquello, y parecía que había acertado de pleno. Tal vez solo hubiera sido un accidente, pero...

Vosotros sois los que entendéis de eso.- Les dice el viejo a los marineros apuntándoles con el dedo.- ¡Haced algo ahora mismo!

Tal vez la sangre se debiera a la descompresión. Bangs no sabía nada de buceo, pero había oído que salir deprisa del agua podía ser peligroso y tal vez fuese el motivo por el que le sangraba la nariz a Harper.

Me desembarazo del traje de buzo como puedo y reviso mi brazo, tras un breve vistazo suspiro aliviado, al final no ha sido para tanto.

- Vaya susto me he llevado, nos hemos separado ahí abajo, quería echar un vistazo a la sima y al pasar cerca del coral una anguila muy grande me ha atacado, la verdad es que era enorme. Por suerte me habéis subido rápido y no  le ha dado tiempo a más. Una pena lo de esa anguila, con lo ricas que están las angulas que feas son cuando crecen.

Me toco la nariz al notar algo líquido y al mirar mi mano me sorprendo de que sea sangre.

- ¿Por qué me sangra la nariz? No estábamos a tanta profundidad para sufrir descompresión, ¿o sí?

Los marineros no sabían muy bien qué decir. Estaban desconcertados, pues no era para nada normal que a Harper le sangrara la nariz. Wolff se encogió de hombros y murmuró algo, tuvísteis que esperar a que Colin se hubiese quitado la escafandra para aclarar lo sucedido.

Estaba preocupado, lo primero que hace cuando sueltan el cable de su traje es dejar la escafandra apoyada en cubierta y acercarse a Harper, echarle una mirada por encima a la herida antes de suspirar y decir

- No es nada grave. Te vas a poner bien, he visto al bicho. ¡Menuda anguila! es de las más grandes que he visto- da órdenes a uno de los marineros para que ayude a quitarse el traje completo a Harper- ayudadle, desinfectadle la herida. Tu vida como buzo ha terminado Harper jeje. No te preocupes, no se te infectará. No me dí cuenta hasta que te ví arriba, no sabía qué había pasado hasta que cuando iba a subir vi movimiento en el centro del barco y la vi. ¡Qué cabrona! bueno.. lo importante es que estás bien. ¿Estáis preparados? el barco no parece estar en buen estado, me ha parecido que lo de meternos dentro va a estar complicado pero he encontrado un cofre muy pesado, yo no puedo subirlo. Wolff, tendrás que accionar la grúa que para eso la hemos traído. Bajo y te la engancho... ese cofre puede contener todo tipo de tesoros. Esperemos que lo podamos subir a la primera y lo abramos. Si Dios quiere en un rato habremos terminado. No he visto nada más de valor, al menos en la cabina del capitán, sólo algunas cartas naúticas y el cofre.

Tal vez estaba siendo demasiado paranoico; si Harper decía que había sido una anguila, y Colin lo corroboraba, no tenía por que pensar que algo extraño había sucedido. Sin embargo, la hemorragia de la nariz le resultaba bastante intrigante. Él no era marinero, no sabía nada de la descompresión y todo eso, pero si sabía que no era normal, a juzgar por las reacciones de los tripulantes.

- ¿Seguro que estás bien, Harper? ¿No te ha pasado nada más que lo de la anguila?

Harper parece estar bien, quitando la pequeña hemorragia. Se debe de haber asustado mucho al ver al animal, pero es normal.

- ¿Necesita una mano para enganchar el cofre? - pregunto a Colin. Si Harper no puede volver a bajar quizá nuestro escurridizo deudor necesite una ayuda para acabar el trabajo. No pienso dejar un cofre con oro en el fondo del mar tan cerca de mis manos.

Si hace falta bajaré con Colin, sino me quedaré en cubierta y echaré un vistazo por si viera a la monstruosa anguila. Nunca me gustaron los bichos del mar.

Las palabras de Colin tranquilizaron al viejo, al que las imágenes de un cofre lleno de oro español no dejaban de revolotearle por su cabeza.

Aquella excursión no podía ir mejor. En el primer día de navegación ya iba a obtener beneficios suficientes para recuperar completamente la inversión. No podía hacer otra cosa que no fuese sonreír, por lo menos hasta que le entró uno de sus comunes ataques de tos.

- Vaya por Dios... me había animado al verme ahí abajo en medio del barco.

Comento con algo de tristeza.

- De todos modos al pasar por encima del barco pude comprobar que el estado de la madera es lamentable y sería muy peligroso meterse en la bodega o adentrarse mucho en el barco. Tenedlo en cuenta al bajar, y echad un vistazo a esa sima que me tiene intrigado.

Tras hablar me alejé del traje y cedí mi puesto a quien quisiera aventurarse en las profundidades. Al menos estaría entretenido con el cofre y su contenido hasta que subieran algo más.

- Lo primero es el cofre. Luego igual me doy una vuelta... con cuidado -y se puso manos a la obra a engancharse de nuevo y colocarse la escafandra. Poco después, se sumergió de nuevo con la ayuda de los de siempre y con Wolff a los mandos.

Estuvo un buen rato Colin abajo. Dios un tirón para indicar que echasen la grúa al agua. Wolff accionó un cabestrante y un garfio y un aparatejo metálico para enganchar lo que fuese menester o para usarlo como una pinza descendió.

El cable de la grúa iba mucho más despacio que el de los buzos y tardó bastante en llegaros otro tirón a modo de confirmación de que Colin estaba manos a la obra ya con el otro extremo.

Después dos tirones y Wolff accionó la palanca para subir, el cable de vuelta a la nave y un ratazo después asomó un cofre metálico cubierto de musgo a pocos metros de la superficie. Wolff lo subió con muchísimo cuidado y por fin lo posó sobre cubierta con varios VIVAS y vítores por parte de la tripulación.

Mientras tanto, Harper había sido atendido y llevaba el brazo vendado entero. No había veneno y tenía mejor aspecto. Una simple heridita de nada.

Después izaron a Colin y os pusísteis manos a la obra. El cofre era de una factura bellísima, llevaba una mezcla de varios metales destacando sobre todo el acero, ese acero español tan famoso. Estaba decorado con motivos florales y podía verse claramente un escudo con un castillo, un león y unas franjas amarillas y rojas.

Varios marineros empezaron a quitarle el verdín y toda la porquería mientras otro enredaba con una palanca pero no lograba abrirlo.
 

- Déjenme a mí  -dijo a medio quitarse el traje al ver que el marinero no podía -Harper, he visto coral y poca cosa más ahí abajo. Una buena caída, se ha desprendido un trozo del barco y casi me hundo al pisar. Está hecho una mierda, me parece que no vamos a poder conseguir nada más.

Cuando por fin se quitó el traje y se puso cómodo, intentó él mismo abrir el cofre con la palanca, pero tampoco tuvo mucho éxito.

- Paciencia que lo voy a lograr.

- Dejenme a mi, anda -respondió Konrad cogiendo la palanca. Empezaba a ponerle nervioso todo aquello; mejor terminar cuanto antes.

- Apartense, no sea que vayan a salir más anguilas, tentáculos o algo peor...