Partida Rol por web

-Un hecho interesante Trojan, muy interesante de hecho-. Exclamó el mediano quien iba junto a Grim haciendo malabares con sus dagas y causando una cierta preocupación en él.

-Me trae recuerdos de una vieja historia que escuche en mis vivencias por esta región muchos años atrás. Pero eso es el pasado, yo no me preocuparía por ello; lo mas probable es que simplemente los pobladores hayan temido que los jinetes que se aproximaran fueran bandidos y por eso ocultaron a los niños; a fin de cuentas no estuvimos mucho tiempo allí. Ahora que si en el próximo poblado que visitemos nos topamos con lo mismo, habrá que empezar a preocuparse jajaja-. Como siempre, el mediano despreocupadamente parecía estarla pasando bien.

-Aun nos queda algo de comida de lo que trajimos para el viaje- exclamó Valdia preocupada por no haber comido aun salvo muy entrada la mañana. –No es mucho, nos queda algo de pan seco, un poco de granos y algo de carne seca. Y claro, suficiente agua para varios días. Quizá sea prudente parar a comer antes de llegar a ese castillo; no veo diferencia en que nos vean sin reservas a que nos vean con escasas reservas para el viaje-.

Las palabras de Valdia fueron acompañadas a los pocos segundos por un rugido del estómago del mercenario, que parecía haber escuchado perfectamente a la mujer y estar dándole la razón.

-Lo cierto es que tengo algo de hambre... A mí me parece bien lo de parar. ¿Y a qué historias te refieres, Jaime? Nada siniestro, espero. Bastante hemos tenido ya con los orcos y los sectarios...-dijo Kurt, aunque sin mucho convencimiento. Seguramente sería algo malo, el mediano tenía el peculiar don de atraer la desgracia sobre él y los que le rodeaban. Muchas veces de manera totalmente voluntaria, dado su peculiar carácter y su modo de actuar. 

Cuando se habla de parar a comer levanto la mirada del camino.

lo cierto es que llevaba un tiempo abstraido, intentando que las piezas del puzzle que era ese mueblo...¿Mugzig? cobrasen sentido.

Lo cierto es que esperaba por momentos la aparición de los famosos bandidos y carroñeros que, había oido, moraban en aquel confín del mundo.

Dentro de no mucho, cansados y con hambre, puede que hasta ellos mismos se viesen obligados a ejercer tan innoble profesión. Con razón las gentes del poblado desconfiaban de nosotros...

Discretamente me acerco a Lorantha para hablar un poco con ella sabiendo que probablemente es la que mejor vista tiene de toda la compañia - Hola mi querida amiga ultimamente no hemos hablado mucho pero creo que este es un buen momento. Si hace el favor, y con disimulo si es posible, mira hacia el cumulo de rocas que se divisa a lo lejos y dime si ves a un hombre oculto mirando hacia aqui. Me ha parecido que nos estaba espiando pero no estoy muy seguro y se que tu tienes muy buena vista ademas de una excelente punteria -

La elfa le contestó en voz baja - Desde el carro no he podido apreciar los detalles, pero sí que hay alguien ahí atrás. - mientras colocaba una flecha en su arco y empezaba a tomarse tiempo para apuntar. 

- Atentos todos a las armas, puede que tengamos compañía.- dijo con voz calmada - Sir Hugo, Domochievski os importaría acercaros a ver que hay tras los matorrales - les pidió a ellos que iban a caballo. 

Ya que voy a caballo, me sumo a Ser Hugo y Domochievski.

Yo no había visto nada. Pero con el tiempo había aprendido a confiar en los agudos sentidos de la elfa. Si además Walter decía haber visto algo también. Sin duda debía ser cierto.

-Compañeros. Si rodeamos las rocas lo cogeremos entre varios frentes y no enturbiaremos la línea de disparo de Lorantha.

El bretoniano asintió, desenvainó su espada y sostuvo las riendas con la izquierda, clavó las espuelas con delicadez en los flancos del caballo para que fuese al paso hasta los matorrales y se asomó.

Todo ha ido bien Trojan, no tanto como esperaba pero de algo servirá el metal que conseguí con el herrero...solo espero poder encontrar mas tiempo y menos imperiales en el siguiente pueblo al que lleguemos...en cuanto a lo de los niños no es de extrañar que los pequeños hayan huido al ver llegar a esos soldado, después de todo poco les falta para empezar a reclutar chavales en sus incursiones, por ahora concentrémonos en llegar al lugar donde tengamos que llegar, solamente deseo terminar mi trabajo lo mas rápido posible.- Continuo el reto del viaje cantando en mi idioma Norsca, aunque sin muchos ánimos.

Kurt no dijo nada, pero desde luego escuchó lo que sus compañeros decían. Desenvainó lentamente su espada, dejando su arma esgrimida, aunque fuera todavía con su mano torpe. Si de verdad les estaban siguiendo, y el mercenario no tenía motivos para dudar de ello, quizás pronto se encontrarían con problemas. O los problemas les habían encontrado a ellos y les seguían. 

-Yo estoy listo para lo que sea...-susurró el hombre. 

Siguiendo al bretoniano, Domichievski espoleo a su corcel para darle caza al vigía. A lo lejos aquel hombre se hizo notar al salir de su escondite e intentar montar apresuradamente a un caballo que tenía escondido tras las rocas donde se encontrara el mismo momentos atrás.

Aquel hombre definitivamente les estaba espiando y no era la primera vez que se encontraran con algo así desde que dejaran el paso de fuego negro. Algo extraño sucedía y si querían averiguarlo, lo mejor seria no dejar escapar a aquel hombre.

Pues dje que compraria lo mas que me pudiera vender de hierro. Quiero un kilo de hierro xd a ver que tantyo puedo hacer con eso

El bretoniano ni lo dudó, espoleó a su caballo y se lanzó a todo galope tras aquel hombre, si la Dama proveía, le alcanzaría antes de que se alejase demasiado...

Que aquel canalla que les espiaba tuviera lista una montura para huir era algo que impedía a la mayoría de los miembros del clan pensar siquiera en alcanzarle o derribarle. Todo dependía de aquellos que estaban montados. Por suerte, Sir Hugo había reaccionado rápido y parecía que iba a toda velocidad tras aquel hombre. Quizás incluso consiguiera alcanzarle y pararle los pies.

"¿Por qué no paran de espiarnos allá donde vayamos?" 

Al ver que el tipo huye me sobresalto. No puede ser que se nos escape.

Sonrío al ver que Sir Hugo comienza la persecución e intento apoyarlo.

¡Alto!-grito -¡Sólo queremos hablar contigo!

El objetivo estaba demasiado lejos como para disparar su arma, así que eran sus compañeros los que debían de encargarse del asunto. 

No obstante, ella permaneció alerta, escudriñando cada arbusto, cada roca, pues era más que probable que hubiera algún observador más por aquella zona e incluso sus compañeros pudieran estar siendo conducidos a una trampa.

No lo dejen escapar, no sabemos si alguien nos este tendiendo una trampa¡¡ -Alerto a mis compañeros rápidos en espera de que pudieran alcanzar al sujeto que se encontraba espiándonos. Teníamos que averiguar de una vez por todas quien diablos nos observaba. -Deberías ayudarlos elfa, he escuchado que ustedes son de pies ligeros. Probablemente tu lo alcanzarías...Yo con gusto haría lo mismo, pero los enanos somos malos cuando se trata de persecuciones, eso si, somos letales a distancias cortas.- Presumo con orgullo ante la elfa.